Habla una voz oficial del Real Madrid C.F. Una voz cualificada, creíble, firme, con capacidad comunicativa. Sus declaraciones son las siguientes:
– “Estamos trabajando en la confeccion de una plantilla equilibrada y de futuro. Nuestros fichajes respoden a un criterio unánime de director deportivo, secretario técnico y entrenador.”
– “Schuster está encantadísimo con lo que tiene, aunque ha dicho que necesitará un par de semanas más para acoplar a todo el mundo. Tiene las ideas clarísimas y toda la confianza del club.”
– “Según nos dicen desde nuestro centro de alto rendimento, la preparación física nos va a asegurar una gran temporada. Aunque, eso sí, los primeros tiempos serán un poco difíciles. Es normal y estaba previsto.”
– “Los medios no pueden decir todo lo que quieran. Vamos a empezar a defender la imagen y la integridad del club. Estamos cansados.”
– “Sabemos perfectamente lo que queremos y caminamos con paso firme para cumplir los objetivos establecidos. No existen dudas.”
Humo lo llamarían algunos. Pero humo del bueno, humo que no le haria daño absolutamente a nadie. Es lo que quisiera oir. ¿Pido mucho?
Los niños quieren creer en Papá Noel. Yo que casi siempre fui escéptico, dejé de creer muy pronto. Mal, porque los niños que se esfuerzan en creer desarrollan una fantasía desbordante y disfrutan muchísimo màs. En mi vida jamás he visto a ningún niño crecer con problemas psicológicos por creer en Papá Noel.
Por lo tanto, me gustaría creer en las declaraciones de allá arriba. Aunque para creérmelas alguien deberia pronunciarlas, claro. Sería mi particular autoengaño.
Una vez más, enhorabuena al club. Habla cuando ha de callar, y calla cuando ha de hablar. Y sobre todo, habla sobre lo que ha de callar, y calla sobre los temas a afrontar.
¿Vender ilusiones es vendir humo? Es posible, ¿pero cómo vamos a vivir sin ilusion? Hubo un presidente que sabía ilusionar sin mentir. No pronunciaré su nombre, porque no hace falta. No es una comparación lo que me interesa hacer. Un dia, aquel presidente dijo:” Estoy convencido de que si volviera sabría cómo ilusionar al madridismo”. Le tacharon de soberbio. No estoy de acuerdo. Lo que pasa es que es tan inteligente que sabe leer dentro las personas. Sin engañarlas. Y si te engaña, como pasa con Papá Noel, ¡bendito engaño! No pido que la semana que viene presenten cinco fichajes; pido que me aseguren que hay un plan, aunque no sea verdad. No pido nombres, pido ilusión.
La clase no se compra, ni con todo el dinero del mundo. Las mentiras no son todas iguales. No es lo mismo Kaká que Papá Noel.