Mourinho gana con los Picapiedra

Finalmente el pub irlandés donde vi la eliminatoria Chlesea-Inter estaba lleno de… italianos, que son tan o más divertidos que los ingleses. Se trataba de hinchas muy devotos del Inter, que proferían expresiones como «I Capitanoooo!» cada vez que la tocaba Zanetti, «Andiamo, ragazziiii!», «Ti amooo!» cuando un defensa sacaba una jugada contraria, o directamente «Santo subito!» después de que Lucio cortara un remate franco del Chelsea. El Inter era muy peligroso viajando la eliminatoria a favor, y si bien no que salió a esconderse, pues alineó a sus dos delanteros titulares, su fútbol fue totalmente de contención, realizando apenas unas pocas combinaciones ofensivas durante todo el partido. Vamos, que aburrió soberanamente al personal (al que no era del Inter, por lo menos), pero sin embargo… se cargó a los ingleses, el gran coco de la competición junto con el Manchester United.

Y la cosa tiene mérito, desde luego, porque es difícil competir a nivel europeo teniendo a gente como Cambiasso o Thiago Motta en el equipo. ¿Jugando, digo? ¡¡Joder, es que son titulares!! Sinceramente, los únicos que me dieron sensación de jugadores de élite -aparte de Julio César- fueron Maicon y Sneijder, que fue el alma de su equipo. No entro en si el holandés es un crack o no, pero lo que sé es que su equipo, a diferencia del nuestro, está en cuartos de final con él llevando la batuta, y un Bayern aún verde puede decir lo mismo gracias a Robben. 35 cochinos millones sacamos por los dos; si Valdano dimitiera mañana sería algo perfectamente coherente.

Con todo, hay que decir que Wesley debe estar algo tristón desenvolviéndose en ese fútbol paleolítico, ya que aunque aquí se le ninguneó, se jugaba a algo homologable, aunque su entrenador fuera el que recientemente se ha confesado técnico de segunda, el alemán maníaco-depresivo. Otro tanto puede decirse de Eto’o, que se pasó el partido tratando de cazar alguna de las pedradas que le enviaban sus compañeros. Sin embargo su tesón al final tuvo premio, y controlando un gran pase de Sneijder (las vueltas que da la vida), logró colocar un remate ajustadísimo en la portería del arquero suplente del Chelsea. Los italini del pub estallaron de júbilo, ¿y queréis saber qué cantaban? «50 milioni e Samuel Eto’o, 50 milioni e Samuel Eto’o!!». Qué bonito cántico, ¿eh? El bueno de Carletto Ancelotti se pasó todo el partido con cara de palo y mascando chicle en la banda, antes y después del gol. Es un estoico, el tío.

En fin, Mou vuelve a los cuartos de la Champions, de donde llevaba ausente unos años, y no digamos el Inter, que no llegaba ahí desde… ¿los años 80? Está claro que nadie quiere encontrárselos. Los hinchas italianos cantaban «¡queremos al Olympique!», evidenciando que nuestro pobre Madrid fue eliminado por una de las cenicientas. Pero nuestro caso no es único: los gitanacos del sur, que llegaban a su casa con la eliminatoria ganada, fueron fulminados por un equipo en pretemporada como el CSKA, pese a contar con el Maradona de los Palacios, Jesusito Navas, que no parece tan bueno cuando tiene que jugar contra hombres hechos y derechos (de más de 1’70, se entiende). Que se jodan, porque a nosotros nos llamarán prepotentes, pero vaya humitos que se se da el «Gran Equipo de Andalucía» (Alvarado dixit). Lo sentimos, es una competición para mayores y tal.

Quedan en competición varios equipos simpáticos, como el Girondins, Bayern, Arsenal o el propio Inter, veremos qué enfrentamientos dan los cuartos. En cuanto a Mou, bien por él, pero que no traten de vendérnoslo. Por ahora está bien donde está, y aunque es un gran ganador y un gran personaje, su repertorio parece cada vez más limitado. En el Madrid, después de mucho tiempo de sufrimiento, creo que además de ganar deseamos ver un fútbol mínimamente hilado y agradable a la vista. Y no es piperismo, no, ¡es sensibilidad artística!

El primer partido del 2011

Lo del Fachadolid era cómicamente sencillo en lo deportivo y tremendamente jodido en lo anímico. Era como montar una fiesta tres días después del funeral de tu padre, con sandwiches rancios, alcohol aguado y chicas feas. Pero había que hacerlo por pundonor; una vez más nos vemos obligados a sostener esta malhadada Liga que cada vez parece menos una competición de élite. Para colmo, la hora era un asco y teníamos que lucir una de esas equipaciones alternativas basurientas (todas las que no sean blancas). Yo no sé si Onésimo es el tío más gañán y palurdo sobre la faz de la Tierra, pero se le debe acercar bastante. «Lo de Cristiano Ronaldo es de juzgado de guardia», ha dicho, pero no se refiere a que le agujerearan la pierna al crack, no, sino a las manidas «provocaciones» del portugués, o traducido: su patente superioridad técnica y la enorme confianza que muestra (tócame la confianza).

Pero pese a lo tercermundista del rival y su entrenador, la cosa a priori no era sencilla. Así lo evidenció la caraja con la que salió el equipo, confirmando los peores temores. A su favor hay que decir que el equipo no llegó a descoserse y supo mantener el tipo en espera de la inspiración y/o los goles. El cambio más llamativo fue la salida de inicio de Van der Vaartl por GutiGutiGuti por, que inevitablemente hará que nos preguntemos hasta el fin de los tiempos (o casi) por qué no salió el holandés de inicio en la Champions. ¿Será que ha habido poco tiempo (15 temporadas) para ver el rendimiento de Puti en los partidos importantes? Claro que se puede alegar que en realidad era a Kaká a quien sustituía Van der Vaart… ¡pero es que su rendimiento también es superior al del brasileño! De eso hablaremos luego. Marcelo volvía al lateral, sitio donde parece gustar a Pellegrini, pese a lo cual estoy convencido de que le van a fichar a un sustituto.

La caraja duró lo que tardó Cristiano en tener una falta centrada: Tomahawk  al canto y a buscarla al fondo de la portería. Entonces el Madrid recordó a qué había ido a Pucela: a meterles un saco de goles. De esta fase saco una concusión clara: el equipo ya está hecho. Sí, el entrenador es un maula, a veces la cagamos miserablemente y hay que traer algún fichaje, pero el trabajo jodido está básicamente completado. Es este un Madrid con cara y ojos, en el que los jugadores ya se conocen y saben lo que tienen que hacer en cada momento. Especialmente llamativo es el aumento en la confianza de Xabi Alonso, que cada vez se gusta más y del que no me extrañaría que acabara la temporada con tres o cuatro nuevos golitos en su cuenta.

Viendo el rendimiento del equipo, para mí está claro no hay que tocar las pelotas, sino terminar el año consolidando lo que ya se ha comenzado. Tan sólo queda ir para arriba: cada vez habrá más automatismos y se irá avanzando hacia un equipo que el año que viene sea dificilísimo de batir. Un poco como el Farsa el año de Davids. Por eso hay que procurar terminar el año como motos, por supuesto ganando la liga y pintándoles la cara a los culerdos en nuestra casa. También hay que ir a por el récord de goles, porque estos deportistas de élite necesitan retos, y los famosos 107 tantos son un premio muy goloso. Sí, aún hay cosas por las que luchar este año, además de que los jugadores querrán llegar en su mejor momento al Mundial.

Volviendo al partido, tel gol de Cristiano surgió un protagonista absoluto, que no es otro que Higuaín. Sin duda el partido de Champions, del que se borró en la segunda parte, le hizo mucho daño, pero el hat-trick de ayer habrá restañado en buena parte la herida. Excelente noticia, porque lo último que necesitábamos era un goleador bloqueado. Me llama la atención la creciente facilidad que muestra el argentino en la definición, aparte por supuesto de su promedio goleador: en tres temporadas ya lleva 20 goles más que Baúl en el período equivalente, y si tenemos suerte fulminará pronto todos sus récords. Resultan cómicas las acusaciones de este jugador de no marcar en partidos de Champions. ¿Metió muchos goles decisivos Hugo Sánchez en la Copa de Europa? Los marcaría, claro, pero desde luego no nos dieron ningún título, y eso no obsta para considerarlo uno de los tres mejores goleadores de nuestra historia. Y se le considera así porque los metia incluso con la puta de la polla, justamente lo que está empezando a hacer Higuaín. Se trata de un activo de valor incalculable para nuestro equipo.

Poquito más: salió Amapolo, salió luego Baúl para avergonzarnos y avergonzarse un poco más, y por último Gaygo, que nos recordó lo vital de su permanencia en la plantilla y por qué se rechazó el buen dinero que nos ofrecieron por él este invierno. Para que el partido fuera completo de todo, Barbillas hizo una salida sui generis que propició un autogol de Albiol, y un rato después de quedó mirando fascinando el balón estrellándose en el poste tras un saque de falta del Valladolid. De fondo sonaba La estatua del jardín botánico. Conclusión del partido: hay que aguantar como sea esta base hasta el año que viene, porque se juega buen fútbol y se va a crecer mucho. La Liga, eso sí, es el horror y hay que plantearse dos temas: primero, permitir a Floren poner partidos en China, para que entre un pastón brutal, y segundo, hay que repartir mejor entre los equipos de la Liga, porque la competición es cada vez más inexistente.

Otra cuestión importante es lo de Kaká: es hoy por hoy el brasileño un problema, pero sin la presión de la Champions se le puede dejar perfectamente de titular hasta fin de temporada. El año que viene sería el momento de preguntarse, sin complejos, si el chico debe partir desde el banquillo o si puede marcar diferencias saiendo de inicio. Por lo demás, somos el Madrid, y tenemos que procurar ganar TODOS los partidos que queden de aquí a final de temporada. Se puede llegar a hacer historia incluso cuando la suerte te es esquiva.

– Fachadolid: 1 (Albiol en propia puerta)
– Real Madrid: 4 (Gitano Ronaldo e Higuaín (Hat Trick))

[polldaddy poll=»2878260″]

Madridismo Basura


https://youtu.be/gHyjBBkUJ4A

Por Alf Valera

Es curioso, minutos después de la tragedia todas y cada una de las ediciones digitales de medio mundo ofrecían encuestas a sus lectores. Bien mascaditas, eso sí. La reflexión se limitaba a elegir entre jugadores, cuerpo técnico o directivos. Ofrecían cabezas a un click. Cabezas de terceros, claro. En realidad no es curioso, es el modus operandi de esta gentuza, una artimaña más para inducir a las masas al borreguismo. Estaba claro que sus testas no las iban a ofrecer. Son así de hijos de puta [1. m. y f. vulg. Mala persona. U. c. insulto].

Lo peor de este tema es que aun habiéndolas ofrecido -en lo que hubiese sido un acto de honestidad y de coherencia sin precedentes en el gremio-, no las hubiera aceptado. Hace tiempo que el periodismo deportivo me importa tres cojones, a mí y a muchos. Como para ayudarles en su redención. Eso y que en el fondo tampoco sería justo endosarles todo el fregao. ¿Acaso Telecinco es la única responsable del asubnormalamiento del país? Pues en este caso Marca tampoco lo es de nuestras desgracias. Si existe oferta es porque hay demanda, de lo contrario desaparecería. Y la triste realidad es que todos o casi todos somos consumidores de mierda, deportiva y televisiva. Bien porque nos la creemos, bien por morbo, bien por conformismo, bien porque disfrutamos paladeando la vergüenza ajena.

A cada muerte cerebral de veinticinco adorables abuelas, cuarenta y tres amas de casa, treinta y nueve canis y un potencial estudiante de medicina, nacerá un tronista y un par de zorras enseñarán las tetas en Interviú. A cada derrota caerá un entrenador -y con él su proyecto-, y uno u otro imperio mediático se hará fuerte. Más tarde, los futuribles coparán las portadas, el más pícaro de los representantes llenará sus arcas y entre medio de toda esta locura Bernabéu llorará allá donde esté. El problema de este hastiado madridista, a la vez sibarita consumidor de vergüenza, viene cuando ésta deja de ser ajena, y con ello deja de tener puta gracia y lo contradice todo, dejándome en una postura muy egoísta. La que me toca por haber jugado con fuego.


Imagen de archivo: Baúl, junto a los otros dos finalistas de la primera edición.

Luego volviendo al punto de partida, en las encuestas faltaba un campo, el del aficionado. Faltaba Toñín el torero y sus compadres piperos, y faltábamos los demás, los que nos hemos mantenido de brazos cruzados observando su lobotomización. Y en estas estábamos el otro día. Se nos había convocado a todos con la idea de ver una gran superproducción pero se acabó viendo la enésima gala del Re-Re-Re-Re-Re-Reencuentro. A petición de los que gustan de consumir por un motivo o por otro este tipo de mierda, y con el consentimiento de los que presumen de inteligencia, indiferentes. George Orwell todavía se retuerce en su tumba y, por primera vez, con él su espíritu dentro de mí.

Como casi siempre, acabó ganando el más discreto, populista y aburrido: Baúl. El cabrón tiene ese arte para salir en todos los resúmenes dando palmas. De él nunca se han visto peleas, aunque por su cara avinagrada sospechamos que sí las debe haber tenido. En cualquier caso, desaparecerá por un tiempo, con la pasta eso sí, hasta que se le acabe, claro. Entonces volverá a asomar su cabecita y la mayoría tendremos que recuperar la sal de frutas. Guti, la puta de la casa, aprovechará su efímera fama para arrastrar su culo por los platós. Más de una polla se tendrá que comer si quiere hacerse con una silla fija, la competencia es más dura allí que en el campo. De los que verdaderamente valían algo la pena, como Diarrá o Van der Vaart, jamás se sabrá. Los que puedan rehacer sus vidas lo harán. En algunos de ellos permanecerá la rabia que allí se cuajó, y movidos por ésta intentarán tirar de la manta, casi siempre con poco éxito. https://youtu.be/A1uU75Wjwqo.

Así que finalmente la culpa ni debe caer toda sobre Arturo, ni debe caer toda sobre Indhira. Tampoco toda sobre Telecinco. La culpa, y ya no sólo de la derrota, sino de todo lo demás, debe caer también sobre el público que se define como «el más entendido del mundo». Sobre los borregos que han caído en la trampa de Marca y de Prisa, sobre los que se han dejado lavar el cerebro y sobre los que ya lo traían lavado de casa; pero por supuesto, también sobre los que no han querido o no han sabido alzar la voz. El palo que el lector demagogo y rastrero estará esperando -la colleja a Florentino- ya está incluído en las negritas. Pues él también forma parte de éste último grupo. Le culpo de eso, no de haber gastado tanto dinero en esta tele tan grande y en estos sillones tan de puta madre. Tampoco de haber contratado una chacha para que nos dé de cenar lo que nos venga en gana. Y a la chacha la voy a perdonar que ya bastante le han dado, pues más o menos competente, ella pone el canal que la mayoría le pide y cocina lo que la mayoría le dice, no quiere broncas.


Esta imagen duele mucho más que la del gol de Pjanic.

Para cerrar este extraño viaje al que les he sometido, decir a los madridistas de bien que caer una y mil veces en Copa Uropa no debe sacarnos más lágrimas de las necesarias, así como tampoco sonrisas las consecuciones de otros títulos. Los verdaderos objetivos del proyecto son la buena salud institucional y el acabar con este madridismo de fritanga y carajillo. La duda a veces surge en cómo llegar hasta esas metas, si por el camino de la razón y la educación o por el de la la persecución y la lapidación. Y como madridismo ilustrado que entiendo que somos, nos toca la labor de salir a la calle y de mancharnos las manos, no con su sangre sino con el aceite y la grasa de sus barras. Nuestra faena es acabar con esta cultura del madridismo basura.

Miren el lado positivo, nunca nadie pudo ser tan partícipe de los futuros éxitos de su equipo.

***

Alf Valera edita «¡Se lo están cargando todo!»

El odio me motiva


¿Sólo compañeros?

La caída en la Champions fue un palo duro. Tras ver destrozadas nuestras ilusiones, el mundo me parecía un lugar más gris y feo; las marujas peliteñidas más gordas e insoportables, las veinteañeras más vulgares e incultas y las calles más llenas de gentuza, en general. Y sin embargo, desde hacía tiempo la hipotética victoria en la Copa de Europa me preocupaba por su daño colateral: ver al repugnante cacique del dorsal 7 disfrutar de la máxima gloria, incluso atribuyéndose una parte significativa del éxito, y tener la ocasión de marcharse del Madrid en lo más alto (¡o ganar crédito para quedarse unos años más!). Y la verdad es que habría sido injusto, muy injusto, que este horror ético y estético que es Baúl, el Tábano, el Querido Líder, etc., se hubiera ido de rositas tras siete temporadas -se dice pronto- en las que nos ha hecho comer mierda a cucharadas soperas. Siete temporadas de carreras agónicas, de mangoneo, de populismo, de tirar para abajo de la masa social, apelando a lo más burro, grasiento y supersticioso de la misma. Sí, amigos, tras la eliminación tengo un nuevo e ilusionante objetivo: ver a este tipo caer en medio del mayor desprestigio e ignominia. A él y por supuesto también al otro, al maricón.

Florentino se encuentra ahora con la libertad del que ha perdido todo: durante todo el año se actuó con tremenda prudencia, se intentó no herir sensibilidades, ir pasito a pasito, contemporizando, y sin embargo todo terminó horriblemente mal. No aprendió la lección que nos da la historia de que el mal debe ser siempre cercenado, cortado de raíz, no apaciguado. Pero eso mismo le permite entonar el proverbial «¡a la mierda!» y tirar por la calle de enmedio. Dicho de otra forma, darle un gusto al cuerpo, y lo que pide clamorosamente el cuerpo madridista es mandar a estos tiparracos a la mierda de la forma menos ceremoniosa posible. No hay entendimiento posible: si los dos estuvieran dispuestos a salir con dignidad se podría hacer un paripé, ensalzar sus virtudes y su enorme madridismo, firmarles una modesta compensación -¡o ninguna!- y salir todos sonriendo en la foto. Pero no, ellos saben que hace mucho frío ahí fuera, que aquí son los amos pero en un club normal se les valorará exclusivamente por sus méritos deportivos, y eso es lo último que quieren. Además, ambos tienen claro que quieren cobrar hasta el último céntimo de euro. «Madridismo» significa exprimir al Madrid lo máximo posible, que para eso «lo han dado todo».

Por eso, la salida será fea: cruce de declaraciones, caras  largas, reproches… Lo de Del Bosque será un acuerdo amistoso al lado de esto. Pero al final, si en el club tienen lo que hay que tener, las dos rémoras saldrán, por la puerta de atrás, largando de todo el mundo y llevándose su cochino dinero. Si yo fuera Florentino, cambiaría toda la pasta que se les debe en miles de monedas de plata y las arrojaría al césped del Bernabéu, para que ellos las recogieran ávidamente. Habrá revuelo en la prensa, sin duda, pero durará una semana como máximo, y luego volverán a sus obsesiones de siempre: los fichajitos, el triunfalismo, la desestabilización… Ya llegados a su nuevo destino, los tiparracos sabrán lo que es vivir sin privilegios, jugando poco, sin las portadas que tan ridículamente les reglaron durante años y recibiendo el apoyo justo de la grada. Mirando por fin de frente a la fea realidad, se retirarán uno o dos años después, casi en el anonimato. Que después se sepa la verdad sobre sus pestilentes carreras dependerá de muchas cosas: hay mentiras históricas que perduran simplemente porque suficientes personas están de acuerdo con ellas. Al director de Marca que esté entonces puede darle por sacar un coleccionable tanto con las vergüenzas del Capitán como con sus fazañas imperecederas y sus récords. La verdad no suele salir sola a la luz, muchas veces hay que tirar de ella con un enorme esfuerzo.

El precio económico de dar este paso será de 13 millones de euros (gracias, señor Calderón), pero serán sin género de dudas una excelente inversión. Porque el problema de este equipo en los últimos años no ha sido lo que le faltaba (siempre hubo buenas plantillas, incluso muy buenas), sino lo que le sobraba, tanto futbolística como humanamente. La defenestración total del Carvajalismo, que llevamos sufriendo durante 15 años, supondrá la verdadera refundación del club, el nuevo comienzo que se buscó este año y que no se supo y no se quiso (por falta de cojones) acometer. Los ladrones no tendrán más remedio que dedicarse a otra cosa -como bien refleja nuestro amigo Quim Pons en su montaje-, yo me llevaré una enorme satisfacción y podré a ver el fútbol con un placer casi olvidado. Y cuando echen a Valdano al año siguiente, ya será la repanocha.


Montaje de Quim Pons (pinchar para ampliar).

No nos dejemos atletizar

Por Geodotto Doppo

El día después de la eliminación en LdC, por casualidad oí una estadística en la radio, no me acuerdo muy bien de los datos, pero el periodista hacía un recuento de los jugadores, entrenadores, directores deportivos y presidentes que han pasado por nuestro club en los últimos años. Es la única cosa sensata que le he oído decir a un periodista en mucho tiempo, seguramente porque se trata de un dato frío y no una opinión. El dato invitaba a una reflexión muy clara: en estos años no ha habido proyecto. Creo que en eso podemos estar todos de acuerdo. Los fracasos de estos últimos años han tenido un denominador común, cada año ha habido cambios profundos en el club: presidente, entrenadores, directivos, jugadores… Cada año lo mismo, la novedad, la ilusión, la esperanza, un nuevo proyecto… Se parece a la época de Gil en el Atlético, cuando cada año mandaba de un plumazo todo a la basura y se sacaba de la manga un nuevo proyecto con el que ilusionar al aficionado. Pero ¿por qué se da esta situación? ¿por qué se ha vuelto el club tan impulsivo?. La respuesta es clara, la afición.

Veo alrededor mío personas inteligentes y sensatas en todas las áreas de su vida, que se han vuelto auténticos esquizofrénicos cuando se trata de fútbol. Personas que son capaces de mantener la cabeza fría en las situaciones más dramáticas de la vida y que cuando suceden cosas como las del otro día (que, no nos engañemos, no tienen mucha importancia), entrarían en las oficinas del Bernabéu con unos kilos de explosivos atados a la panza. El aficionado madridista se está «atletizando», se está convirtiendo en un ser impaciente que se sube en una montaña rusa de sensaciones y que pasa de la euforia a la desesperación en menos de lo que un Ferrari pasa de 0 a 100.

La culpa de esta situación es clara: la prensa, o como dicen en estados unidos el MSM Mainstream Media. MSM es un término que se refiere a los medios de comunicación masivos que con sus propios intereses distorsionan la realidad para presentar un reflejo que les viene bien. La prensa escrita (y la no escrita también) está en crisis, la gente joven lee más los blogs y foros que los periódicos, y pasa más tiempo en facebook que delante de la tele. Ante esta situación se está recurriendo al más bajo amarrillismo, mintiendo, exagerando, desinformando, ocultando hechos,… todo con tal de vender periódicos. El problema es que todavía hay mucha gente para la que su único médio de información (?) es el MSM, gente que consume esta información y se convierten en zombis histéricos. Me recuerdan a un «experimento» que se hizo para ver cuántas personas firmaban una https://youtu.be/yi3erdgVVTw. El aficionado madridista se está haciendo impulsivo e irreflexivo, gracias a la acción de la prensa.

No estoy diciendo que los aficionados se estén volviendo estúpidos (bueno, algunos sí), porque no es una cuestión de estupidez o información, sino de sentimiento. Cualquiera, después de una decepción profunda, puede verse tentado a pensar que echar al entrenador o quitar al director deportivo va a solucionar las cosas, pero si se para a pensar verá que ya ha ocurrido muchas veces recientemente y que no hay ningún indicio que nos lleve a pensar que esta vez va a ser distinta. Pero la prensa sabe eso, y por lo tanto, juega con ello, intenta evitar el raciocinio a toda costa, intenta apelar los sentimientos más primarios, intenta ponernos en un estado de histeria, todo ello dirigido a la venta de un panfleto. Y de esta manera, nos encontramos con la paradoja de tener a un señor con 3 carreras y un máster dejándose guiar por lo que escribe Bobby Gómez, Inda o Roncero, tipos altamente sospechosos de no haber terminado la primaria y con las luces justas como para echar el día y nada más. El Madrid, a día de hoy, es una máquina devoradora de entrenadores, jugadores, directivos y presidentes, todo ello gracias a la prensa, porque ésta vende, y al vender extiende lentamente el virus del piperismo. Una vez contagiado, poco se puede hacer.

Sé que estoy predicando a conversos, pero nuestra tarea no está aquí en este blog, nuestra tarea está fuera y consiste en evangelizar la cordura en la afición madridista, en intentar hacer reflexionar a nuestros correligionarios, que se paren y piensen, que no se dejen llevar sentimientos azuzados por personajillos interesados. No dejemos que la prensa nos atletice.

[polldaddy poll=»2831931″]

Soy un Sócrates que se toma la cicuta

Amigos:

Sé que son momentos duros, que estáis jodidos y que no veis más que ruido y basura por todas partes, pero los madridistas siempre tendréis un refugio mientras exista Fans del Real Madrid. Espero que eso os sirva de consuelo. El Madrid palmó, como es público y notorio, y el sueño de la Champions en el Bernabéu saltó hecho añicos. Busquemos sin más dilación las responsabilidades dentro de los distintos estamentos del club, empezando por la figura más cercana al césped, el entrenador: Asegura Pellegrini que no lee el Marca, y quizá sea verdad, pero mira de reojo el que lee su ayudante, y al final el efecto es el mismo; me niego a pensar que el entrenador no ha actuado en varios momentos de la temporada mediatizado por lo que decían los panfletos. Además, estoy convencido de que no existe eso que llaman «entrenadores de perfil bajo». Los hay más y menos bocazas, más y menos tímidos, pero cuando llegan a Primera todos, incluso el más gris e insulso, quiere dejar algo de su «toque» personal en el equipo. Y en este caso Pellegrini decidió que su «toque» fuera Esteban Granero. No había ninguna necesidad de sacar al chaval de inicio, todo el mundo asumía que está verde y además Van der Vaart agrada tanto o más que el canterano; pero Pelle lo puso igualmente, cuando era obvio que no estaba preparado para esta empresa, la más importante del madridismo en los últimos años.

Así que teníamos un centro del campo con jugador impuesto por la prensa (Amapolo), otro que era un caprichito del ingeniero gris, empeñado en demostrar que él también rocanrolea, y el tercero, Lass, que está en una notable cuesta abajo. Demasiada desventaja. Los problemas de Diarrá y Van der Vaart son exclusivamente mediáticos: el de Mali es directamente un apestado de la prensa, y el holandés un marginal: nunca ha podido hacerse con una portada, pese a haber sido varias veces el mejor. En cuanto al juego en sí, no me extenderé mucho: comienzo esperanzador, fallos en la definición, ajustes técnicos del entrenador rival en el descanso e impotencia durante toda la segunda parte. Empate, cambio político, desesperación y a casa. Los que piensen que la eliminatoria se perdió por el fallo de Higuaín se equivocan: se perdió por docenas de errores y pequeños detalles repartidos en los dos partidos, tanto de los jugadores como del entrenador. ¿Que faltó suerte? Es posible, pero esto es la Champions. Lo cierto es que en 180 minutos sólo fuimos capaces de marcar un gol, y no conseguimos imponernos claramente en ninguno de los dos choques. Tras el partido, Pellegrini ofrecía su visión sobre la eliminación: «BLABLABLA BLABLABLA, BLABLA BLABLABLA, BLABLABLA, BLABLABLA. Quiero añadir que  BLABLABLA BLABLABLA, BLABLA BLABLABLA, BLABLABLA y BLABLABLA. Concluyo añadiendo que BLABLABLA, BLABLABLA y BLABLABLA.» Explicaciones muy convincentes, sin duda.

Pelle ha fracasado en la misión que se le encomendó, eso es innegable. Tardó una vida en darse cuenta de que Puti y Baúl estaban acabadísimos, luego los sentó pero siguió haciendo política, ha variado demasiado de sistema, lee horrorosamente los partidos… y como pecado final, ha vuelto a entregarle la confianza a Puti en el peor momento, el partido decisivo de la Champions, además de regalarle 15 minutos a un cadáver que nos dio la puntilla. Otra eliminación, otra vez con los dos bastardos en el campo, los dos «símbolos»; el eterno ciclo de la nausea y la mentira. Pellegrini, el muy gris Pellegrini, ha caído por su mediocridad y cobardía, como tantos otros antes que él. Y sin embargo, hay que tener muy claro que debe seguir. Porque es la única forma de rescatar al club del caos. Porque se hizo una apuesta a dos años, y dos años debe estar. Porque se debilitó la plantilla dramáticamente, y no fue responsabilidad suya. En la antigua Grecia, Sócrates fue condenado a muerte injustamente y se le ofreció la oportunidad de escapar. Sin embargo, su respeto por la ley era lo más sagrado, y el filósofo prefirió consumir una copa de mortal cicuta. Yo también llevo la coherencia hasta el último extremo, y digo que el triste del chileno tiene que seguir sí o sí. Decían que el proyecto no dependería de un resultado, y ahora es el momento de demostrarlo.


Valdagrini el bicéfalo.

Porque además la verdadera cabeza de la parte deportiva no es él sino el otro, el trilero. Cuestionado al final del partido, este ilustre personaje dio su explicación del desastre: «BLABLABLA BLABLABLA BLABLABLA, BLABLABLA BLABLABLA BLABLABLA, BLABLABLA BLABLABLA BLABLABLA. También hay que tener en cuenta que BLABLABLA BLABLABLA BLABLABLA, BLABLABLA BLABLABLA BLABLABLA, y BLABLABLA BLABLABLA BLABLABLA». Unas palabras que mitigaron mucho el dolor del madridismo, sin duda. Lo reitero, Valdano es el ventrílocuo de Pellegrini, y echar la culpa al ingeniero es como quejarse a Monchito, el muñeco de José Luis Moreno, de que sus chistes son malos. Si ayer el único «recurso» para remontar la eliminatoria que había en el banquillo era un despojo patético con el dorsal 7 fue por su culpa; si nuestros descartados son hombres clave en equipos que sí están en cuartos es por su culpa; si se ha postergado (¡¡una vez más!!) la radical y definitiva limpia del vestuario es por culpa. Y si el entrenador es un funcionario con pinta de sastre al que le preocupa tanto no molestar como ganar, es también por su culpa.

Debido a esto, no puede irse Pellegrini sin largarse Valdano, pues ambos son la misma criatura, Valdagrini, y deben compartir destino. ¡¡Basta ya de escudarse en el eslabón más débil!! Esto, claro, es un mensaje también para Florentino, quien tiene su propia cuota de fracaso. No quiero ser muy duro con él, que al fin y al cabo ha realizado su mejor esfuerzo por reflotar a un club herido de muerte, pero no es hombre de fútbol ni nunca lo será. Sus dos apuestas por Valdano han sido un rotundo fracaso, y el argentino tiene que salir al final de la temporada que viene (no de esta), para dar paso a alguien cuyas capacidades sean mayores que parlotear obviedades y encandilar a periodistas retrasados. Valdano, Butragueño, Pardeza… ¿soy el único que ve un déficit de talento y un exceso de pelotillerismo y complacencia? ¡¡Cuánta sangre de horchata, por Dios!!

¿Y ahora qué? Ahora a joderse y resistir, como hombres (también mujeres) y como madridistas. La prensa se ha quedado sin su juguete favorito y van a ser tres meses absolutamente infumables mediáticamente hasta el Mundial, quizá los peores de la historia del club. El bombardeo llegará tanto desde la prensa enemiga como desde la supuestamente «amiga»: artículos incendiarios, peticiones de ceses, de dimisiones, y sobre todo fichajes. Docenas, cientos de fichajes, los que hagan falta. A Bobby Gómez le van a sangrar los dedos de inventarse tanta mierda; Inda va a reventarse las cuerdas vocales de tanto berrear pidiendo la cabeza del técnico; Lama va a demostrar con papeles que Floren es el anticristo. Todos van a trabajar incansablemente con el mismo objetivo de cubrir al club en un oceano de porquería. ¿Mi consejo? Aislamiento total. Asomarse a esos periódicos, a esas webs, va a ser tan agradable como comerse un bocadillo de mierda, y lo mejor es evitar la experiencia a toda costa. Refugiaos aquí y discutid tranquilamente en esta reserva no-pipera, o incluso pasad del club y descansad hasta el año que viene, pero no tiene sentido hacerse mala sangre. Por supuesto, recibiremos una invasión absolutamente brutal de trolls, hijos sin padre, antiespañoles y basura humana en general. No os preocupéis, aguantaremos con gallardía, que para eso somos madridistas, y siempre, siempre volvemos. A los trolls les digo que en este blog hay libertad, pero si sobrepasan los límites tolerables no vacilaré en usar el botón de bloqueo, y después de eso no hay vuelta atrás. Tendrán que irse a vacilar a su puta madre cuando vuelva de hacer la esquina. La Liga la ganaremos, por supuesto, aunque nos importe una mierda, porque es nuestra obligación y porque no caiga en manos de gentuza. Por lo demás, el club necesitará planificación, cojones y cabeza. Las tres cosas que han faltado este año. Florentino, tienes la enésima oportunidad de hacer las cosas bien. Aprovéchala, aunque el precio de la lección haya sido dolorosísimo.

En fin, el 11-M casi nunca es un buen día para los españoles. Con alguna excepción, claro.

– Real Madrid: 1 (Cristiano Ronaldo)
– Olympique de Lyon: 1 (Pjianic)

[polldaddy poll=»2824435″]