Qué bonito todo, ¿eh? Van las cosas de puta madre, incluso vamos a tener el prebilejio de ver al Dopáyax pasar a la final de la Chempions como si no costara. Ya sólo falta que hoy ganen los dos Barsas para tener que aguantarlos en la Final Ford y la final de la Chempions respectivamente.

En pulítica todo de puta madre también, el niño tonto de Icade ha descubierto que Vox es ultraderecha, mira tú qué bien. Espero que tenga cuidado al afeitarse, porque como es tan mongo igual empieza a depilarse los cojones confundiéndolos con la cara y se los corta sin querer (tampoco se notaría mucho la diferencia). A ver si se completa pronto la «embestidura» de Ken y sabemos qué ministerios recibirá el coletas, para tener la jodida fiesta completa.

¿Qué solución tiene todo esto? Para mí está muy claro: unas cuantas bombas atómicas bien rollizas. No digo que tengan que ser la Bomba Zar, basta con una cosa modesta, 30 o 40 megatones cada una. Lo normal para desatar un guirigay nuclear mediano, vaya. Lo complejo es obtener los petardos estos, ya que por culpa de la CIA no pudimos desarrollar nuesta propia bomba, pero podemos echarle imaginación. Una posibilidad sería simular la entrada de un contingente español en Venezuela para que Púchin se mosqueara y nos tirara los pepinos, sugiero estudiarlo seriamente. Es eso o morir de asco, lo cual deja muy mal gusto antes de fenecer.

ESPAÑOLES, FANSISTAS:

Hay quien dice que el mundo actual en realidad está regido por las megacorporaciones, y que los gobiernos y ciudadanos particulares no pueden hacer más que intentar adaptarse a lo que deciden estas poderosas entidades. Yo pienso más bien que todo el mundo tiene su papel y su influencia en el complicado engranaje global, y que incluso nosotros, los pisahormigas que conformamos la gran masa, jugamos nuestro papel en el devenir de los acontecimientos; por ejemplo, con instrumentos como las elecciones, por imperfectas y sobrevaloradas que estén.

Se presenta mañana una oportunidad para ejercer esta influencia, en un momento extremadamente delicado en el que la propia integridad y futuro de nuestra nación están en entredicho. El nuevo actor de estos comicios, Vox, está muy lejos de ser perfecto: podríamos tirarnos un rato enumerando sus debilidades, pero sería injusto hacerlo sin precisar que los partidos políticos son intrínsecamente imperfectos e inejemplares. Sin embargo, algo fundamental que ha sabido hacer Vox es leer varias necesidades perentorias de la patria y proponer soluciones más o menos realistas, pero todas ellas indicativas de una voluntad firme y sincera de solucionarlas. También ha agarrado sin complejos las banderas del patriotismo, el sentido común y la anti-corrección política, que ya han ondeado en varios importantes países y que están cambiando el paradigma de la opinión pública mundial, tras una tiránica y larguísima hegemonía cultural de la izquierda.

Sé que gran parte del fanscismo tiene sus simpatías en el partido verde, y que le otorgará su voto. Otros dudan o van a decantarse por opciones más «moderadas» o «realistas», y me duele ver el error que van a cometer. Sé que hago algo muy osado, decirle a la gente lo que tiene que votar, y normalmente no incurriría en algo así, pero esta vez me veo en la obligación de hacerlo. ¿Por qué? Porque veo nítidamente que cualquier resultado que no otorgue a Vox una influencia decisiva en el próximo Gobierno va a tener unas consecuencias gravísimas para todos (partiendo de que ni PP ni CS pueden gobernar en solitario ni aliándose entre ellos).

Mirad, hay temas sangrantes que nos están destruyendo y a los que hay que poner coto urgentemente, empezando por el separatismo. El PP, supuesto partido hegemónico de la derecha durante décadas, fue trágicamente ineficiente en este combate, culminado en un artículo 155 de pitiminí. Puede que Ciudagramos fuera más eficaz en este asunto concreto, pero han cambiado tantas veces de parecer que es imposible saberlo; a día de hoy, ni siquiera está claro si derogarían la inmersión lingüística obligatoria ni si cerrarían el órgano de propaganda TV3. Donde sí sabemos que los naranjas de adscriben al inmovilismo más rancio es en temas cruciales como la inconstitucional ley de «violencia de género» (no tocar ni una coma), la reforma de las pensiones (nulas propuestas) o la pésimamente llamada «memoria histórica«. Si recordamos además sus simpatías indisimuladas hacia un personaje como George Soros, el Lex Luthor de este mundo sin Supermán, queda claro que un gobierno encabezado por ellos ofrecería poquísimas soluciones a nuestros problemas e incluso ahondaría varios de ellos.

La situación de España es como la de una casa en la que se han roto todas las vigas y cañerías principales, y el agua nos llega ya por las rodillas. Mientras Vox llega con las herramientas y materiales para intentar tapar las fugas y hacer reformas estructurales que salven el edificio, gran parte del electorado se dedica a darle martillazos para ver si se hunde del todo, mientras que otra piensa que en realidad no estamos tan mal, y que quizá podamos arreglar todo con algo de cinta aislante y saliva, al estilo McGyver. Dentro de media hora el agua nos llegará por el cuello y estaremos al borde del ahogamiento, pero… ¡¡nada de parecer radicales!! Ante todo prudencia y moderación. La pregunta que os hago es: en esta casa que nos alberga a todos nosotros y a nuestros hijos, a punto de colapsarse, ¿vosotros elegís la reforma agresiva pero inaplazable o la cinta aislante?

Creo que el nuevo Madrid floperiano está preparando una estrategia de fichajes inteligentísima, la cual será la antítesis de lo que hacen sus grandes rivales europeos: en lugar de fichar medianías por auténticas millonadas, traeremos a los jugadores por muy poquito dinero… ¡¡e incluso gratis!! Esto se hará aprovechando inteligentemente la duración de sus contratos, contactando con aquellos cuyos compromisos estén próximos a concluir.

El primer ejemplo será Rabiot, que oye, será un algo paquete pero le ha echado un par de cojones chupando meses de grada en el PSG para irse a donde le salga del rabiot; y ese destino será al Real Madrid, sin que tengamos que abonar ni un euro (aparte de una módica prima de fichaje que no creo supere los 20 milloncejos). Esto le mandará un mensaje al mundo: «¡¡oye, que no nos importa esperar para llevarnos a los jugadores de gorra!!»

Esta hestratejia debe repetirse con futbolistas como Hazard y Eriksen, con sólo otro año por delante, y por los que debemos hacer, como máximo, una generosa oferta de 25 millones por cabeza. ¡¡Pero ojo!!, estando dispuestos a aguantar la jugada hasta el final y esperar un añito para que ambos vengan gratissss totallll. Veremos si el 27 de Agosto sus respectivos clubes están tan farrucos. ¿Que tenemos que pasar otro año sin ganar nada? Pues se pasa, qué cojones, al fin y al cabo un nadaplete se compensa con creces ganando algo gordo al año siguiente, ¿pero soltar más de 100 kilos por un pufo? Eso ya no tiene remedio.

Hablando de restructuración de plantilla, parece que Pichabrava está cerca de irse. Si Zipayo quiere quitárselo de encima no creo que sea simplemente una cuestión de rendimiento, sino porque (como pasó con James) le ve un problema de actitud, pensando constantamente con la polla (ya lo dijo Alba Melacomoadoscarrillos). Esta venta estaría muy bien, porque permitiría tener a Lunnis como suplente de Keylor y listo para relevarlo en cualquier momento (lo cual debería haber sido ser el plan orginal), y porque seguramente den bastante por el idiota de Pijamita, nunca menos de 70 kilos, el doble de lo que costó. Por cierto, que este fue otro que vino muy barato porque se le acababa el contrato y el Madrid estuvo listo. ¿Empezáis a ver un patrón? ¡¡Que Monchi ni qué cojones!!

La verdad es que antes no comprendía a los escépticos de Zidane. Pensaba: «¿Qué se ha fumado esta gente?» ¡Coño, tres Champions seguidas, la mayor sacada de polla de la historia! Pero ahora que tenemos de vuelta al ínclito calvo, la verdad es que el escéptico soy yo. Al tío le dieron un equipo con todas las competiciones perdidas y tres meses para hacer una pre-pretemporada y… se ha dedicado a poner a los mismos de siempre a hacer lo mismo de siempre. ¡¡Coño, que no hay nada que perder!! Improvisa un poco, inventa, pon 5 defensas, o 5 delanteros, dale minutos a jugadores oxidados para que hagan méritos sin presión, ensaya tácticas que serían demasiado arriesgadas con títulos en juego… pero no: jugamos igual que si estuviéramos en la jornada 8 y hubiera que afianzar un puesto en la cabeza. ¡¡Y para colmo no ganamos!!

Creo que ir al Pipas con todo perdido ya es castigo suficiente, no es necesario además poner equipos sin ningún tipo de aliciente, novedad o expectativa. Vale que la mayoría de piperos van a ir igual porque la terrorífica alternativa sería pasar tiempo con su familia o agarrar un libro, pero lo que estamos viendo debe contravenir la convención de Ginebra o algo asñi. Solari era un kamikaze y un flipao, de acuerdo, pero le echó dos cojones bien gordos: sentó a todos los que se tocaban los ídem, dio numerosas oportunidades a los jóvenes y murió con su idea. Coño, Solari molaba. De verdad que habría preferido conservarlo que degustar este sandwich de mierda en que se ha convertido la peor temporada desde el apogeo del baulismo.

Sinceramente, no entiendo por qué se fue Zipayo, si parece que le da igual ocho que ochenta, y que está perfectamente feliz con la actual plantilla. Sospecho que en realidad fue algún tema de ego, pedir que gastáramos muchos duros en un par de tuercebotas (¿Pogba?), y que Flópor dijo «mira chico, te quiero como a un hijo pero dejarnos una talegada en esos no». Por ello temo que el regreso del padre de Luca sea un bluff y se estropee un poco su mito; mucho va a tener que atinar con los fichajes y con su «toque mágico» para que el lada a lada y el Kalima a la espalda vuelvan a darnos títulos. De momento, los partidos que quedan de temporada los va a ver Rita, porque a él le pagarán por estar ahí, pero los no amantes del masoquismo podemos ahorrarnos semejante penitencia.