Por Rappol
Para cualquier equipo que se tenga por aguerrido y cagasangre, siempre es una jodienda medio planificada lo de tener que jugar contra el Getafe de Bordalás. En esta ocasión, era el Churrerías Galonso CF el que debía confirmar que había dejado definitivamente de perder glóbulos rojos por la perforación arlética que recibió en el finstro anal no hace tanto. Es importante que a los jugadorcitos no se les olviden estas cosas, y que las mismas les supongan algunas incomodidades cotidianas como tener que dar uso al bidé después de ir a cagar, en el caso de no ser francés y maricón (o ambas cosas) .
Celebraba Dragomán 300 partidos con la elástica getafense, y Custer —sonriente en bata y pantuflas— le daba un codazo a su mujer, mientras el fútbol-papá se cernía sobre la noche madrileña; esto es, la mesetización africanizada y brasileñizada del fútbol representada en aquella famosa canción del «Ayyy si te pegou ay ay si te pegou»… Y ahí creo que el equipo de Galonso no anduvo mal del todo e, incluso, que Vinicius estuvo superlativo haciendo que el partido se fuera yendo a la mierda para los locales a base de tocarles el bulbo raquídeo (y lo que queda todavía más abajo), con su regatitos y sus fruslerías, con sus desplantes y esos comentarios a toda-bocachancla que necesitan hasta subtítulos (porque no hay quien le lea los labios y la bocaza al Churrero Mayor del Reino). Al fin vimos al Vinicius Junior que todos (y él el primero) queremos volver a ver sobre el campo. Salió en la segunda parte, el hijoputa, y sólo saliendo encarriló el partido. Él solo.
Porque el encuentro era un puto dolor de muelas, ¿egg? Que sí. Que más rapidito y más presuntamente fluido…pero los mismos tiritos al moñeco y las mismas sensaciones alrededor de que si la bola no pasa por Ninio-Gooler (que no fue de la partida inicial), aquí no hay nada que hacer con tanto dime y direte entre líneas, tanto negro amante del kung-fú, banda-bandas, carreritas, des-presiones, desplazamientos largos en diagonal y lada-ladas; nada más que niños fuera de sitio e indolentes pensando en que les cuesta mucho mantener a sus ex-esposas secretas, o que anteayer se la chupaban mejor. El fútbol de alto nivel es tan complicado…
Franco no termina de despegar. Le sobran hombría y calidad, pero le faltan tres pucheros y unos pacharanes jugando al mus con alguno que sepa (¿quién sabrá jugar al mus en la actual plantilla de Madrid? Porque en la selección española parece que sólo se juega a la pocha de shuparle la posha a unos cuantos que tengan algo que ver con el Barcelona, que es tener algo que ver con el PSC, con el PSOE y con… a ver a ver, que me pierdo…Resintonizo la TVE). Que no despega, Franco, mientras España espera.
Hay que hablar, también, del árbitro. Sospechosamente, el árbitro hizo su trabajo. Su trabajo normal, quiero decir. Un trabajo que hace lustros que no se suele ver por estos pagos, ahora tebanos. Algo mosqueante, esta es la verdad. En el fin de semana en que uno descubre que vuelve a haber concursos los sábados por la noche en RTVE, que no hay un sólo informante o comediante de izquierdas sin trabajo (todos los que no trabajan para LaSexta, trabajan para RTVE), que gracias a los fondos europeos se estrenan próximamente películas protagonizadas por paladines del arte izquierdoso (sobre Franco o sobre héroes que ayudan a sus abuelas a pagar deudas)…No sé, Rick…
Que no se les olvide, Galonso. Que no se despisten por creer que ya no les sangra el ojete. Que no es buena idea que les vuelva a sangrar el ojete, Galonso, aunque algunos de los jugadores sonrían de manera indescifrable cuando recuerdan el calorcito sobre la piel del hilillo de sangre cayendo por cerca de donde les quedan los isquios. Que no vale con el ganar de la churrería. Que HAY QUE APLASTAR, GALONSO. A-PLAS-TAR. Que ya está bien de tanta mariconería, hostias.
Aplastar. Punto.
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– Getaffen: 0
– Real Madrid: 1 (Negro Pesetas)