Redeus
Al margen de la presión arriba que ha traído Xabi, otra de las cosas que beneficia al equipo es no ahorrarse esfuerzos desde el primer minuto. Conviene el no salir relajados para evitar sorpreas y en realidad es lo lógico teniendo 5 cambios en el banquillo para cuando el equipo se caiga fisicamente. Si se pueden dejar los deberes hechos. cuanto antes mejor.
El partido no ha tenido mucha historia por como llegaban los dos equipos. El Madrid está encontrando equilibrio en defensa y ataque, cerrando mejor las bandas, teniendo una salida más clara del balón y posicionalmente cada vez más cómodo con los jugadores entendiendo su rol en su zona de influencia. Si además acompaña la inspiración y forma física de dos/tres de arriba lo normal es que no se pasen apuros en este tipo de encuentros.
Y eso a pesar que Mastantuono no está en su mejor nivel en ataque. Pero con Mbappe que sigue a la suyo que es embocar, Vinicius a desbordar y el regreso de un Bellingham incisivo y con remate es más que suficiente. Veremos si aún hay margen de mejora en los próximos partidos donde la exigencia será mayor.
Rappol
Un Real Madrid que parece haber soltado lastre intestinal tras la buena, aunque quizá corta, victoria ante el Flickiflicki, ofreció a su público después de muchísimo tiempo una victoria contundente y sin sufrimientos de ninguna clase; exceptuando el tiro de un tipo del equipo contrario que, cuando el partido estaba muriendo, dio cerca de la escuadra del palo derecho de Pijamita. Sí. El Valencia es un equipo microscópico que bastante tendrá esta temporada con salvar la categoría; ¿pero cuánto tiempo hacía que el Real Madrid no sufría ni un ápice en este tipo de partidos ante equipos cadavéricos que, de un modo u otro, parecía que los chicos se propusieran resucitar? ¿Se ha terminado el Real Madrid Obra Social? Espero que le hayan preguntado a Florentino antes, por si Lapuerta.
Durante la semana el club, Vinisio y Galonso se ocuparon de firmar una paz con incierto aire trumpista; paz que se hizo efectiva en la previa. No sé si falta que devuelvan los cadáveres de algunos secuestrados, pero creo que todos los periodistas deportivos están y siguen bien de salud y lengua. Así que me pregunto si, en realidad, había alguna clase de guerra, o era una guerra como aquella (la primera Guerra del Golfo) que Baudrillard insistía en que nunca había sucedido. Resulta bastante hilarante este espectáculo periodístico de tontos que se creen listos, y tontos que son tontos, enfrentados a muerte contra otro tonto que juega al fútbol. En este conflicto tontísimo, parece que sigue ganando Vinicius, que vuelve a estar en forma y vuelve a ser ese muchacho inasequible al desaliento, sin importar cuántas malas decisiones tome, cuántos balones pierda y cuántos penaltis falle; mientras el antimadridismo-madridista sigue a lo suyo, que son los clics.
Entrando en lo que fue el partido, y en lo que es el fútbol, Galonso apuntaló su 4-4-2_4-3-2-1_3-5-2…esto es, su equipo de líneas móviles y solidarias, volviendo a echar mano de Valverde y Franco en la derecha y en la definitiva recuperación para el fútbol de Bellolingam. Galonso resuelve la discusión táctica sobre dónde tienen que estar todo el tiempo Gulliver, Lingam, Siquesá o Franco haciendo que sean como una guerrilla por el frente de ataque. De forma que el que siempre aparece por la izquierda es Vinicius, pero los demás aparecen por cualquier parte: Gulliver por la izquierda como extremo para asistir a Siquesá, que llega por la derecha (siendo previamente el turquito asistido por Lingam (2-0); Gulliver por la derecha filtrando último pase en lada-lada; Franco cruzando hacia el centro desde la derecha (muy UCD) pero con poco armamento disponible; Lingam desde la izquierda para meter un buen gol (3-0)… Variantes sin cambios. En vivo… ¿Pero este equipo no estaba en guerra? ¡Pues toma guerrilla! ¡Mandad una flotilla madridista-antimadridista, a ver!
Con 3-0 al descanso —porque todo lo que hacía el Valencia era un cero—, Galonso se aplicó al noble ejercicio de administrar sus poderes y seguir construyendo equipo. Quizá para que todo el mundo quedara contento debió sacar un poco a Trent y a Sangría, o tratar de jugar con catorce jugadores a la vez, pero hizo lo que cualquier entrenador listo haría: rotar piezas de mucho uso (exceptuando a Carreras, Militao y Valverde), sacar a sus dos estrellitas del campo a la vez (para pulsar los sentimientos de la grada, supongo), y aumentar lo que pueden ser efectivos de confianza para la segunda unidad. Lo cierto es que aquí, en el Madrid de Galonso y en función de los partidos, puede salir titular cualquiera de los que no son titularísimos, a pesar de la cansina prensa madridista-antimadridista.
Al final, Carreritas se cascó un precioso gol (para dar 18 puntos en las Superligas de los Cuñaos), Endricki corrió como un chavalito, Grogdrygo dio ascopena, Ceballos ceballeó y Camavinga encadenó un partido más siendo solvente y sin lesionarse. Ya en serio, parece que Galonso está empezando a querer a Eduardo; pero es que es muy difícil que entre en un patrón 4-3-3 mientras no se lesione nadie. Y, bueno, si no se lesiona, pues está disponible, y parece ser que aprendiendo más. Debe quedarse Eduardo con que, el día del Parchelona, Galonso confió en él, y fue muy importante para que el equipo se alzara con esa victoria que tanto necesitaba. Ese mojón que no salía. Ése, de varios kilos, que contenía hasta restos solidificados de los ridículos de Ancho ante el Arsenal. Libre el equipo de ese mojón, no nos pongamos a volver a llenar la tripas del equipo de mierda. Porque estando así, tan limpias y blancas, se pueden hacer muchos chorizacos y morcillas con las que rellenar bastantes más culos que los de los valencianistas, esos pobres muchachos. Culos patrios y, sobre todo, culos europeos. Vamos con la charcutería, después de haber afianzado la churrería. Vamos, hijos míos.
·····
– Real Madrid: 4 (Negro Pesetas (2, uno de pen.), Bluffinngham y Zape)
– Flatulencia: 0
                        
