Nada, al final ni hombres, ni partido a cara de perro ni hostias; enésima paliza contra el Axa, Winterthur, Mapfre o como cojones se llame el equipo ése de mutantes que juega en tresporcientolandia. Yo no sé lo que piensa Florentino, pero si yo fuera él, estaría jodidamente preocupado/cabreado. Porque las victorias en el basket quizá no tengan mucha trascendencia, e incluso ganar Ligas ACB no merezca más que un breve en los diarios, pero perder de 20 puntacos o más cada vez que juegas con el máximo rival deja una mala imagen de narices, empieza a saberse en el extranjero, y le deja una sensación al aficionado de «bueno, ¿pero esto qué cojones es?». Ser machacado repetidamente por la Farsa aunque sea en la sección de curling (gran deporte) es inaceptable, coño, inaceptable.
Existe cierto consenso en en este bloc sobre que la única forma de reflotar la sección es inyectando pasta, y creo que ya estamos tardando. Que sí, que hay equipos que lo hacen mejor con menos dinero, que el baloncesto es deficitario y todo lo que quieran, pero hay que parar esta puta sangría. Lo que no es de recibo, repito NO es de recibo, es cortar a Lavrinovic y dejar a Carcajosa, despedir al marido de Adriana Lima sin mayor problema o no traerse a un americano amortizado en la NBA por ahorrar tres o cuatro millones de euros. Florentino, ha llegado el momento de perder unos kiletes en el basket, no digo como práctica habitual, pero sí hasta que este equipo recupere la dignidad. Tres años de derroche a lo Ana Belén, una euroliguita y luego que tiren de inercia, apañándoselas como puedan y con la Décima como nuevo grial motivador, igual que en el fúrbol. Sugería ayer alguien medio en broma traerse al Shaquille O’Neal, y a mí me parece una idea cojonuda: un Shaq con 39 tacos no sólo marcaría diferencias en Europa sino que te llenaria incluso la Caja Trágica. Parece que cobra un puto millón de euros en los Celtics, así que la cosa sería ofrecerle algo más, explicarle que el Madrid es una leyenda que necesita un héroe, bla bla bla, y a lo mejor le hacían chiribitas los ojos. Incluso se podría hacer un reality que se llamara «Shaq in Europe» para que ganara aún más pasta. El toque final sería enseñarle una foto de Fran Vázquez y decirle que tiene que partirle la cara a ese blanquito. Yo creo que tiene sentido, ahí te la dejo botando, Floren.
Todo esto aparte, no quiero obviar la responsabilidad de Messina, porque es obvio que ha fracasado estrepitosamente en el aspecto psicológico. Me gustaría oir sus explicaciones: si ha hecho todo lo posible, si cree que su labor ha sido deficiente o si realmente tenemos demasiados jugadores amariconados, adocenados o contemplativos. En cualquier caso, la plantilla es la que hay, y aunque Messina seguramente no se haya visto en otra igual y quizá no tenga muchas ganas de hacer de psicólogo, no le queda más remedio. Es un hecho que muchos partidos se pierden en la cabeza y más le vale machacar este aspecto al máximo, porque acabará llegando otro partido contra la Farsa y una nueva debacle sería inaceptable. Por cierto, esto vale también para el fútbol, donde se está empezando a apreciar un patrón similar. Mourinho y Messina deben entender que no basta con ser entrenadores número uno y haber ganado todo: ahora son generales en una guerra inusual, que se libra en el campo y fuera de él. Y como en todo problema singular, serán precisas soluciones extraordinarias.
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