…Nuestros trajes de entrenamiento son muy chingones.
Tras dos largas e interesantes fases previas, la Euroliga llega a lo decisivo, lo gordo, la repanocha: los play-offs, cuatro eliminatorias infartantes que decidirán quién vivirá la jloria de la Final Four de Milán el mes que viene. Resulta irónico que al Madrid, que ha hecho una temporada casi perfecta, le haya tocado jugársela contra el vigente campeón, pero nos lo buscamos nosotros mismos el otro día en Kaunas, con una derrota contra Zalgiris -peor equipo del Top 16, con sólo una victoria en 13 partidos- que escapa a toda lógica deportiva. Hay quien ha apuntado que nos dejamos llevar, buscando evitar un cruce de semis poco deseable (habríamos tenido que jugar contra el ganador del playoff Milán-Maccabi, casi seguro los italianos), pero me extraña mucho que un tío noblote como Laso haga ese tipo de cálculos, esoecialmente con todo un play-off de por medio. Más factible me parece que se quiera una revancha en toda regla contra Olympiakós por esa dolorosa derrota en la final del año pasado, pero lo cierto es que las últimas posesiones se jugaron a tope; todo apunta a un raro accidente.
Sea como sea, nos las veremos a cinco partidos con los duros atenienses, un equipo donde todo gira en torno a Vassilis Spanoulis, uno de los mejores bases del mundo, que ha desarrollado su carrera en los clubes Gymnastikós, Maroussi, Panathinaikós, Houston Rockets y Olympiakós. Como tantas estrellas europeas, su paso por la NBA fue un tanto frustrante, con una media de sólo 8 minutos por partido. Ante sus quejas, el entrenador los Rockets, Jeff Van Grundy, declaró: «ha perdido muchos balones, ha hecho muchas faltas y su porcentaje de tiro ha sido malo». Si unimos a esto que había ido a América perdiendo dinero, el bueno de Vassilis debió pensar que qué hacía en un campeonatos de niggas saltimbanquis y se volvió al Pao, pasando luego a sus rivales de Olympiakós, porque los equipos acabados en «kós» le van bien. Desde su regreso a Europa ha perdido pelo pero ha ganado tres Euroligas, siendo nombrado MVP en las tres Final Four; casi nada el angelito. No sé qué opinará ahora Van Grundy.
Desde luego había sido más fácil cepillarse a un Pao en horas bajísimas, pero ciertamente ganar un playoff al campeón es un reto muy interesante. Hay que decir que los atenienses han perdido competitividad respecto al año pasado, y que cuando han tenido a Spanoulis lesionado han sufrido una derrota tras otra. Jugando a nuestro nivel podemos y debemos ganar los dos primeros partidos -disputados en Madrid-, dejando así muy encarrilado el cruce. Apretando un poco, incluso podríamos frotarles la polla en la cara y escribirles «SLUT» en la frente, lo cual estaría muy bien. El mayor problema del equipo parece ser el cansanció físico y mental, merced a una corta plantilla de 12 hombres que además estuvo varias semanas sin dos jugadores importantes de la rotación, Draper y Carroll. Mucho hemos añorado los tiros lejanos del bombardero de Wyoming, cuya vuelta se espera para el partido del lunes, en Grecia (el segundo de la serie se disputa este jueves).
Hoy jugamos algo más tarde de lo habitual, a las nueve, precedidos por la Far$a, que jugará un cruce de chiste contra Galatasaray. Lamentablemente, ninguno de los partidos de este espectáculo que son los play-offs se verá en abierto. Tele de pago, restricción a los vídeos en internet, retransmisiones neo-puritanas sin cheerleaders… la Euroliga dirá que las cifras de audiencia y negocio están mejorando, pero desde luego la impresión es que se hace muy poco esfuerzo para sacar al basket de las sombras. En fin, siempre queda la opción de ir al Palacio (entradas desde 30 €) o del streaming, ese invento de nuestro siglo. Si queréis hacerlo por lo legal sin pagarle al Plus, tenéis la web Livebasketball.tv, con una suscripción baratísima de 6 euros mensuales. Lo que tengo claro es que quien no vea el playoff es un puto gañán futbolero, que jamás tendrá el derecho de autodenominarse madridista.
Euroliga, Cuartos de final. Real Madrid-Olympiakós del Pireo. 21:00 (Streaming)