Ya le Bale


Pura felicidad.

La verdad es que el final de Gareth Bale en el Real Madrid está siendo tristísimo. Probablemente tardaremos muchos años en conocer la intrahistoria de su desencuentro de Zidane (o más probablemente no la conoceremos nunca), pero sean cuales sean los agravios sufridos por el galés no justifican en modo alguna la absoluta falta de profesionalidad mostrada en los últimos tiempos. Su modus operandi actual es meterse en el gimnasio alegando dolor en la rodilla (a lo Ronaldinho, pero sin resaca), y aunque lógicamente los médicos del club lo habrán examinado sin encontrar dolor alguno (no en vano jugó con Gales hace escasos días), el jugador, en un asombroso alarde de desprecio a su empleador, no permite que los partes se hagan publicos amparándose en la ley de protección de datos (estrategia sin duda concebida por su agente). El asunto es gravísimo, e incluso ameritaría la apertura de un expediente con suspensión de empleo y sueldo; y si el jugador decidiera llevar el asunto a los tribunales, probablemente tendría las de perder. Pero obviamente estoy especulando: Florentino abomina del escándalo, y no meterá al club en esas.

La única solución es que Bale salga hoy mejor que mañana (¿de qué me suena la frase?), y nuestro amigo Daniel Levy quizá nos haga un favor. Pero el muy taimado nos ha visto en necesidad y está tratando de aprovecharse de la situación: no le basta con la generosa oferta de tener al jugador cedido pagándole sólo la mitad de sueldo: además quiere encasquetarnos a uno de sus descartes (Dele Alli) y que le vendamos a Reguilón a un módico precio. Lo de Reguilón puede pasar, porque al fin y al cabo estábamos buscándole equipo y siempre va a tener opción de recompra, pero lo de comernos al Brahim del Tota no me gusta ni un poquito; un mediapunta, además, como si no tuviéramos esa demarcación más llena que Metro Sol a las 7 de la mañana. De hecho, parece que Zidane quiere una plantilla lo más corta posible, y esta mochila lo disgustaría bastante; bastante le va a costar ya dar cabida a los Rodrygo, Isco, Jovic, Lucas, Mariano, Asensio…

Mi pálpito es que tanto Levy como Maurinho estarían encantadísimos de recibir al galés (el Tottenham ahora mismo es deprimente), y nuestras ganas de librarnos de la negatividad y la carga económica del jugador no deberían impedirnos buscar un acuerdo justo. Váyase cedido sin más transacciones, y que se diluya en esa mediocridad que tanto parece anhelar. Quizá el Madrid no haya sabido entenderle, pero desde luego él nunca entendió al Madrid.

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El Benfica ha pagado muy caro quedar segundo de la Liga portuguesa: las previas de Champions este año son a muerte súbita, y los lusos se han visto inesperadamente apeados por el PAOK. Claro que los griegos no pueden cantar victoria, pues aún deberán imponerse al Krasnodar para lograr el pase definitivo. Esperan también rival para sus finales el Red Bull Salzburgo, el Olympiakós y el Slavia de Praga. Todos sueñan con tener su lugar en la 2ª Edición de la Copa Johnny, aunque sea como comparsas.

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Mañana en El Socio dice, mi crítica de Mignonnes (Cuties) y más cosas…

Ganadores y perdedores

https://youtu.be/Nz2MxR4lifk

Uah, uah, uah, volvió el fútbol europeo casi a full, en la 2ª Temporada Covid, y aunque obviamente las competiciones están en su infancia, vimos algunos indicios interesantes sobre lo que puede deparar el nuevo curso.

– Expaña: Han debutado 14 equipos de los 20, con algunos resultados llamativos. Por ejemplo, la solvente victoria del Graná ante el Bilbo, que manda a los kortikolaris al último puesto, y el sorprendente debut del Valencia, que con sus cuatro goles a sus vecinos levantinos se alza a un inesperado liderato. Los dos tantos del joven Manu Vallejo también le sirven para encabezar el Pichichi. No muy lejos de al, decepción del Villarreal, que pese a sus ilusionantes refuerzos pinchó en su debut liguero por séptimo año consecutivo, para más inri contra un recién ascendido. De Emery se pueden decir muchas cosas buenas y malas, pero no precisamente que sea un galvanizador.

– Ingalaterra: Hablando de Emery, antes de que lo nombraran entrenador del Arsenal los rectores de los cañoneros consideraron seriamente a Míkel Arteta, finalmente descartado por inexperto. Cuando finalmente agarró el equipo a finales del año pasado, no sólo logró el milagro de ganar la FA Cup (que además les daba acceso a Europa), sino que ha logrado levantarle el Community Shield al Liverpool y ponerse líder la Premier con un 0-3 a domicilio. A veces vale más la aptitud del «inexperto» que la supuesta seguridad que ofrece el veterano.

El debut del Livepool fue un trepidante 4-3 contra el Leeds de Marcelo «Cago en el campo» Bielsa. Mucho menos animado fue el Tottenham-Everton, que una vez más evidencia la triste decadencia de Mau. Tras 9 meses de trabajo, su equipo no tiene patrones reconocibles, pese a contar con una más que estimable plantilla. El año pasado apenas raspó la clasificación para Europa League (aunque tendrá que jugar la humillante previa), y las perspectivas para este curso no parecen mejores. Si quiere acabar dignamente su carrera tras lo que dure en el Tottenham debería escoger una de estas dos opciones: agarrar un equipo chiquitito y empezar desde cero (a lo Van Gaal con el AZ Alkmaar), o semijubilarse en la selección portuguesa. Duele ver cómo ha desaparecido la hipercompetitividad que caracterizaba a sus equipos.

La otra cara de la moneda fue un Ancholoto que con descartes de otros clubes parece haber montado un equipo apañado, que parte sin nada que perder. A James se le vio cómodo, y jugando liberado puede que vuelva a ser futbolista; todo acaba de empezar, pero este Everton podría ser revelación de la temporada. Por cierto, tristísimo ver cómo los equipos de la Premier pagan ese peaje basuriento de la rodilla en tierra. Hasta ahora ni un solo jugador ha tenido el valor de rebelarse contra la impostura.

– Francia: El PSG ha perdido los dos primeros partidos ligueros, lo cual le manda a un humillante puesto de promoción de descenso. Cierto que tiene medio equipo titular de cuarentena por el Covid, pero considerando el coste de esa plantilla no parece de recibo que Tuchel haya sido incapaz de armar un once competitivo; cada vez está más claro que no es apto para un grande. Las cosas se caldearon ligeramente al final del partido, con el español Álvaro llamando «puto loser» (o cosa parecida) a Neymar, Paredes reaccionando mal a una falta, y la posterior tangana resuelta con 5 expulsiones en el mismo minuto (¿récord en el fútbol europeo?). En fin, si existe un karma futbolístico se está cebando con los franco-qataríes.

Jaume Roures, presidente del Barça

Comentaba el otro día que debemos aprovechar esta temporada para enganchar nuestra segunda Liga seguida, y lo dije porque la decadencia culerda seguramente vaya a ser bastante más corta de lo que nos gustaría. Con las elecciones del próximo Marzo, podría decirse que termina toda una era del Barça, definida por primero por el nuñismo, luego por el laportismo y finalmente por una fusión de ambos que podríamos denominar barto-rosellismo. Lo que empezará en breve es una era en la que el presidente nominal será con alta probabilidad Víctor Font, pero el club será dirigido efectivamente por un viejo conocido nuestro: Jaume Roures, alias Gárgamel (aunque ahora se parece más a Ming el Despiadado).

Siempre he sostenido que Roures siente un arraigado desprecio por el público futbolero (¿y cómo reprochárselo?), pero no obstante sabe que el fútbol es un arma comercial y propagandística de primer orden, y por ello ha pasado los últimos 25 años posicionándose para controlar todos los aspectos posibles de este deporte en nuestro país. Sus brazos llegan a todas partes, y puedes encontrártelo en la Liga (mano a mano con Tebas), en las transmisiones televisivas y, cómo no, en el tan disputado VAR. Incluso lo tuvimos durante muuucho tiempo llevando la televisión del Real Madrid, sin que nuestro insigne presidente ni el igualmente insigne JAS vieran incompatibilidad alguna en ello. La pieza que le falta es la Federación, donde intentó colocar a ese hombre del Renacimiento llamado Íker Casillas, pero algún tipo de operación en las cocinas (seguramente Rubiales se aseguró todos los apoyos necesarios) abortó felizmente la intentona.

Obviamente Roures también ha estado involucrado muy estrechamente con el Barça, desde los remotos tiempos en que era el representante de Johan Cruyff. Seguramente las relaciones más fluidas fueron en la época de Laporta, mientras que con Bartmoeu son más frías que nunca, con amargas batallas judiciales de por medios. Pero tras muchos años madurando el movimiento, Roures está a punto de hacerse con el control del club; su testaferro será Victor Font, semianónimo empresario barcelonés residente en Dubai, conocido únicamente por sus aspiraciones a la presidencia culé y por ser fundador del diario separatista ARA; no obstante los medios barceloneses lo presentarán como favorito desde el principio. El método es muy sencillo: basta con que el tío Jaume asegure a Spork, Mundo Repulsivo, TV3, el Periódico, etc., que nadie se quedará sin su parte. ¿Por qué no se presenta él directamente? Bueno, por un lado sigue ocupadísimo en su proyecto de demolición de España, con la ayuda de peones imprescindibles como el Marqués de Villa Tinaja; además, es un señor muy feo, y tampoco sería muy estético que el Barça estuviera presidido por un ex-colaborador de ETA poli-mili. Hace tan sólo dos días negó la relación con Font, pero vamos a decir que su credibilidad es bastante mejorable; este interesante artículo Xabier Salvador nos acerca mucho más a la verdad.

¿Y Laporta? Bueno, no es que sea exactamente hostil hacia Roures, pero probablemente le gustaría conservar una cierta independencia, o incluso presidir el club sin órdenes externas. El pasado Junio Roures intentó fusionar las candidaturas de Font y Laporta para tener agarrados todos los pelos de la burra, pero el ex-presidente finalmente rehusó. Sin embargo, salta a la vista que tiene pocas posibilidades: la presentación de su candidatura fue recibida en la prensa con indiferencia, y el Spork del día siguiente ni siquiera la consideró digna de aparecer en portada. Además, un personaje como él debe tener tantísimos trapos sucios que para la maquinaria gargameliana será extremadamente sencillo presionarlo. Ojo, nos convendría mucho que ganara, porque un Laporta viejo y decadente se hartaría de ir detrás del Madrid, pero me temo que la suerte está echada. No olvidemos que también habrá candidaturas continuistas del rosellismo, disgregando el voto no recibido por Font.

¿Cómo será un Barça bajo el control de Roures? Lo primero que viene a la cabeza es que las dificultades económicas del club desaparecerán por ensalmo; no será un club-Estado pero sí un club-Mediapro, empresa que proporcionará nutrición financiera mediante todos los medios legales y no tan legales que uno pueda discurrir (ver modus operandi de los mencionados clubes estatales). Por supuesto, la máquina propagandística funcionará con más fuerza que nunca, y es posible que el saldo arbitral que ahora parece favorecernos se voltee de forma aparentemente inexplicable. Será un Barsa post-Messi, cierto, pero no preocuparse, ya están trabajando en la Operación Fati… ¿Y el entrenador? Quizá recuperen a Guardiola, en su canto del cisne como técnico, pero BEP está ya en modo Valdano, deseando vivir de rentas y sin el terrible estrés de tener que ganar en el campo; más factible parece un Xavi que, sin necesidad de saber realmente un carajo, reune todas las características necesarias para seguir transmitiendo el relato. Por supuesto, si el club ahora parece una extensión del separatismo, en la nueva etapa será directamente uno de sus órganos principales.

Roures busca su particular piedra filosofal, que no es otra que la anhelada segregación, y un Barsa bajo su mando puede ser uno de los últimos ingredientes que necesite. Los despachos madridistas deberán aplicarse muy a fondo si no quieren acabar como pitufos disueltos en el caldero donde se cocerá tan siniestra receta.

Flópor is here


– ¿Le gusta mi cacha, presi?
– Da para paja.


– La verdad es que fue una putada que suspendieran la Euroliga.
– Ah, ¿la suspendieron?


– Otro año aquí, presi.
– Me vas a jubilar a mí, cabrón.


– Qué largo eres, jodío.
– En todos los sentidos, jajaja.
– …


– ¡¡Aeloa!!
– Soy Causseur, presi.
– Ah, coño, ya decía que habías echao cuerpo.


– Como no rindas te mando de vuelta a la Real.
– ¡Sí, porfa!


– ¿Le gustan mis tatus, presi?
– Preciosos. (Si me lo encuentro por la noche llamo a un guardia).


– No me comas. Por favor.


– Pregúntale a Odegaard lo que le he dicho.

Liga peligrosamente preparada

https://youtu.be/vVdwG-a-_OE

Cuando apenas se han apagado los ecos de la extrañísima temporada anterior (tan extraña que tiene la final de Copa pendiente), este mismo sábado empieza otra que promete ser no menos singular. Al Madrid se le presenta la golosa perspectiva de ganar su segunda Liga de corrido, objetivo que este año es más asequible que nunca, como procedo a explicar.

Si algo ha evidenciado el exasperane Covid-19 es que los clubes españoles vivían al día, gastando hoy lo que habían de recibir mañana; claro que esto no es nada nuevo, sino una tradición profundamente arraigada en nuestro fútbol que se repite cíclicamente. Me da toda la impresión de que la mayoría estaba usando créditos bancarios y sus ingresos más inmediatos (taquillaje, tiendas…) para cubrir los gastos corrientes, en espera de los siguientes pagos por derechos televisivos, pero que al faltar esa liquidez muchos se han aproximado a la banca rota.

El caso más llamativo es el del Valencia, vendiendo de saldo a sus jugadores y ofreciendo pagarés (pagaré si puedo) a los que le quedan en plantilla, pero no parece que los demás clubes estén mucho mejor. Se me ocurren algunos que pueden estar saneados, como Real, Bilbao (que no ficha fuera), Villarreal, Sevilla… pero de ahí a poder darse alegrías fichando hay mucho trecho. Esto incluye a los infames Paleti y Farsa, los cuales parece que afrontarán la temporada con una plantilla de circunstancias. Especialmente delicada la situación de los culerdos, inmersos en su momento más convulso desde el motín del Hesperia y con todos los ingredientes para que aquello salte por los aires.

Me diréis que el Madrid tampoco está para tirar cobetes, pero hay diferencias notables: ya tenemos una base de juego, podemos aprovechar la inercia del campeón y nuestra plantilla es más potente que las del resto; de hecho, incluso nos sobran bastante jugadores, que estamos intentando colocar como podemos. Si además de todo esto, el saldo arbitral nos sale tan a favor como la pasada temporada, en este curso podríamos tener el campeonato encarrilado bastante pronto. Sería incluso posible ir a por el doblete, gracias a un potente equipo B encabezado por los incolocables Bale y James (lo del Everton está color de hormiga).

En fin, el Madrid no empalma dos Ligas desde 2008, y no es cosa de dejar volar la ocasión. Algún compañero de los más optimistas me dirá que por qué quedarnos ahí, y no aspirar a ganar tres o cuatro campeonatos seguidos aprovechando ese Barsa en implosión. Eso estaría muy bien, y ojalá los logremos, pero ya os aviso de que la descomposición culerda seguramente sea mucho más breve de lo que nos gustaría, porque desde este mismo año entrarán en la Era Roures, de la que nos ocuparemos en una próxima entrada.