…Momento de la entrevista en Goal.com.
El caso Messi ha resultado ser tan jugoso y rico en matices que incluso las conclusiones finales dan para una entrada más que mediana; no obstante, trataré de ser breve, como el camarada Fidel y Bernie Sanders. Una vez culminado todo el vodevil me gutaría destacar los siguientes puntos:
– Los Messi se tiraron un farol en toda regla, pésimamente jugado. Sabían en todo momento que contractualmente no tenían razón, y lo fiaron todo a que Bartu quisiera evitar a toda costa el escándalo y los tribunales. Pero Nobita se plantó desde el principio, y pese a no parecer un personaje especialmente brillante ha quedado como un tahur de los que te limpia sacándose ases de la manga y te hace pagar los whiskys. Eso sí, su única prioridad ha sido en todo momento salvar el propio pellejo; la viabilidad y regeneración del club le han importado exactamnte igual que… al propio Messi.
– El bufete Cuatrecasas debió huir de este caso como de la peste. Siendo perfectamente posible que ellos no pergeñaran la desastrosa estrategia de los argentinos, han herido de muerte su marca en apenas una semana.
– El City sigue al acecho, pero como un ave carroñera. En ningún momento pensaron pagar un euro de fichaje, y BEP incluso tuvo el detalle de aconsejar a su ex-pupilo que dejara de hacer el ridiculé. ¿Por qué pagar mucho por lo que será gratis en Enero? (Bueno, costará un pastón, obviamente, pero será todo para el papi y el nene.)
– La cláusula excusatoria que esgrimió ayer Jorge Messi: aquí es donde el Barsa y Tebas han sido más mentirosillos, pero astutos no obstante. Es cierto que ciñéndonos al texto de la misma, ahora mismo Messi no tiene que pagar 700 millones para liberarse, peso eso es hacer pan con unas tortas: la ausencia de indemnización simplemente significa que el jugador no puede pagar para liberarse, como le pasa a los futbolistas de las demás ligas europeas. Tebas y el Barsa sostenían que la cláusula de 700 millones seguía vigente (falso), pero afirmar que Messi ya no estaba sujeto a la misma tan sólo habría embrollado la cuestión. El comunicado del padre se redactó con la entrevista de Goal.com ya grabada, por lo que no fue más que una maniobra postrera de lavado de imagen.
– La interviú. Me consta que hay aficionados atléticos con dignidad, conscientes de que el Barcas es un equipo rabiosamente antimadrileño y que los ve como simples lacayos en la mongólica cruzada antimerengue. Rubén Urea (de quien me ocupé ampliamente hace años) no es uno de estos atléticos; de hecho, estoy convencido de que si pillara a Messi a solas haría todo lo posible por dejarle el ojete perfectamente pulido, siempre que no anduviera cerca Julio Maldonado (que no Maldini) para hacerle la competencia. La elección no fue casual, estando este aceitoso periodista en la nómina de Roures, y además también nos revela que lo que publique Goal.com estará inspirado por Gargamel (siempre es bueno tener un medio propio, aunque sea pequeñito).
El vídeo en sí (todo pactadísimo, obviamente) nos revela hasta qué punto le es indiferente al diosecillo argentino esa cosa difusa (en su mundo) llamada afición culé: tras la peor derrota de la historia del club y la despedida más desastrada que se recuerda de una estrella, decidió por fin dar «explicaciones» ataviado de rigurosas bermudas y chanclas, en una sala de su casa para no tener ni que desplazarse; perfectamente pudo ser durante el descanso de una partida del FIFA 21 en la que ya jugaba con el City. Sus palabras confirman que sí, estaba dispuesto a largarse mediante un burofax costroso y sin dejar un duro para el club, pero que simplemente no pudo materializar ese deseo. Se escuda en la falta de proyecto deportivo, pero resulta que él, jugador más importante de la historia del Barça, no tenía nada que aportar en la reconstrucción del club, ni mayor interés en despedirse de los capullos que lo han convertido en ultramillonario (perdón, ¡de la afición barcelonista!) ¿Y cuál ha sido la respuesta general de los susodichos, tan bien representada en ese manicomio virtual llamada «diario yoya»? ¡¡Emocionarse y darle las gracias!! Mientras la orina del menudo rosarino les iba chorreando humeante por la cara, decían «¡ha quedado lluviosa la tarde!»
– ¿Cuál es el mayor delirio que se ha instalado entre estos aficionados en las horas posteriores a la descacharrante alocución? ¡¡Que si la nueva directiva le presenta un buen proyecto, Messi renovará!! Semejante dislate es un verdadero filón para cualquier antopólogo que quiera investigar el pensamiento de grupo o la mentalidad sectaria. Por decirlo suavemente: existen más posibilidades de que Belén Esteban gane Miss Universo que de la continuidad de Messi en el Barça; se largará justo el día después de acabar la última competición, trincando a continuación no menos de 150 millones de euros en rollizos petrodólares. Sin embargo, el simple hecho de que Messi criticara la errática política deportiva de Bartomeu ya compensa a estos true believers todo el desprecio y la humillación de los últimos días. ¡¡Barto en la cuerda floja!! Terrible golpe para un presidente… que igualmente tiene que marcharse en Marzo. Ya sé que a mí no me van a creer, pero los yoyaires harían bien en mirar este artículo de Emilio Pérez de Rozas en El Periódico; el tipo es un tronao, pero lo clava.
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– Espero que algún día se publique íntegro el contrato de Messi, porque promete ser todo un hito de la literaura jurídica. Gracias a todo este sainete he tenido la oportunidad de saber cómo se desglosa realmente el salario del astro argentino, y no tiene desperdicio. De nuevo es información proveniente de Roures, así que fiable en este tema concreto: mucho se ha repetido estos días que Messi cobra 100 millones brutos, lo cual es casi cierto pero no tan sencillo: resulta que en concepto estrictamente salarial cobra 70 millones brutos, o 35 netos; pero además, desde su última renovación tiene un concepto adicional descrito en los medios con el bellísimo nombre de «cláusula de lealtad» (en realidad un recurso estilístico para no decir directamente «sobresueldo»), y que asciende a la modesta cifra de 36 millones de euros anuales (18 netos); imagino que se añadió para compensar lo de la fundación una vez que Hacienda comenzó a sospechar que las donaciones recibidas por la misma podían no ser enteramente legales. Así pues, amigos, no es cierto que Messi cueste 100 millones al Barça; en realidad son 106, que volverá a cobrar la próxima temporada con motivo (¿cuál otro podría ser?) de su probada lealtad al club.
Esto que voy a decir parece mentira, pero creo que nos queda por ver lo mejor: un Barsa absolutamente desmoralizado, sin un duro en la caja y con un mito viviente que, si ya era un pequeño tirano, ahora para colmo está deseando largarse del club de su vida y se cuidará mucho de realizar cualquier esfuerzo que pueda frustrar el monstruoso contrato que le espera a la vuelta del año. Está feo decirlo, pero va a ser difícil centrarse en las andanzas madridistas con semejante película de catástrofes desplegándose ante nuestros ojos.