¿Quién lo merece más?

Ancholoto es un grande de España e Italia, debería tener títulos nobiliarios en ambos países. Especialmente de alabar son sus enormes cojones, que pueden rivalizar con los del caballo de Espartero; lástima que le pesen tanto, porque le hacen parecer lento y torpón. El caso es que, con su par de cojonazos, Ancho ve que el equipo no puede con los ídem, que los titulares están cada vez más cerca del shock por esfuerzo, y entonces opta por el único camino posible para un DT moderno, estudioso, tecnológico: seguir poniéndolos a ver si revientan como sandías en una caldera.

No queremos desde esta página desprestigiar el trabajo de Andoni Iraola, quien ha conseguido que los rayistas no parezcan (muy a menudo) un conjunto de yonkis de la Cañada Real (cosa especialmente meritoria jugando en ese deprimente sarcófago de Vallecas), pero lo cierto es que llevaban cuatro derrotas seguidas, y ayer hubo que cagar piedras para meterles un gol en el 83, con otra actuación estelar de Pichabrava. En fin, que Ancholoto logró ganar al Rayo con una alineación que podría haber generado el PC Fútbol 5.0 de 1997.

¿Y Lolpetegui? Este sí que tiene un equipo de marginales, y les saca más y más partido, haciendo que ocasionalmente parezcan un conjunto de élite europea y que no se descuelguen mucho de la cabeza de la Liga. Es un tipo que ha sufrido en esto del fúrbol, echado como un perro a días de iniciar un Mundial por el terrible pecado de fichar por el Madrid, y echado poco después como otro perro por no sacarse la minga con «ocho nominados al Balón de Oro», pero ahí está el tío otra vez, con su primer titulito europeo y compitiendo muy dignamente.

Así que digo yo: ¿quién merece ganar la Liga en realidad? ¿Qué supondría ese título para Angeloti, un tipo de vueltísima de todo que se olvidaría al día siguiente de un trofeo ganado con el piloto automático? Pensemos, por contra, que sopondría para Lolpetegui, quien abrazaría la copa como el mismísimo Santo Grial y pondría patas arriba tanto la ciudad de Sevilla como el fúrbol español. No sé, quizá no soy madridista, soy hijo de puta, pero se me está poniendo bastante complicado hacer fuerza por ganar un título que sería poco más que una nota a pie de página en el club y que estamos disputando con una gestión deportiva pésima. Supongo que al final nos lo llevaremos por pura inercia, pero el espectáculo está siendo cochambroso.

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– Proyecto Hombre: 0
– Real Madrit: 1 (el de siempre)

Viva Púchin

Sí, bueno, ¿no? Ha empezado una «guerra» en Ucrania que es como tener un tío en Graná, que no tienes tío ni tienes ná. Los conflictos bélicos modernos se dirimen en el aire, y los F-16 de la OTAN ni están ni se les espera, así que lo que estamos viendo es poco más que una escaramuza televisada. No soy experto en geopolítica, pero podemos decir que los motivos de Púchin para meterse en el jardín del vecino no parecen exageradamente fuera de lo razonable cuando eres un jefe de estado con muchos soldaditos a tu disposición: en Ucrania hay gente que fue rusa durante mucho tiempo y que ahora quiere volver a serlo, y el zar quiere tener a la OTAN lo más controladita posible, así que manda a los tanques a que se sacudan un poco la herrumbre. ¿Movimiento razonable, agresión imperialista? Pues miren, no sé. Podríamos discutir lo mismo de cualquier campaña militar de la historia, desde César a Napoleón.

Ahora bien, yo me posiciono con Púchin. ¿Por qué? Porque en la guerra que me interesa de verdad, la cultural y civilizatoria, siento mucha más sintonía con él que con nuestros alegres vecinos de la Unión Europea, ese infumable conglomerado político-burocrático-ideológico que lleva ya al menos dos décadas a punto de implosionar a base de mirarse su propio ombligo. ¿Qué defiende la UE? Multiculturalismo delirante, tratando de mezclar lo que jamás puede mezclarse (judeocristianismo e islam), ideología de género, superstición climática, promoción de la parafilia homosexual, suicidio energético (15 años quemando miles de millones en molinetes y espejitos que, llegada la hora de la verdad, nos han dejado literalmente con el culo helado), y arrinconamiento de la disidencia ideológica representada principalmente por los países del Este. La UE nos ha aportado mucho dinero, sí, pero siempre con una contrapartida: en los 80 tenías que reestructurar la economía como ellos te dijeran, y ahora si quieren los minolles te tienes que comer un bonito macropaquete ideológico.

¿Qué opone Putin a esto? Los intereses de los rusos por encima de todo, decididos por los propios rusos, no por comités de flipados rebotados del marxismo reunidos en sedes a miles de kilómetros; familia y valores tradicionales (por algún motivo al premier ruso no le parece que dos varones sodomizándose deban igualarse a la pareja hombre-mujer), políticas energéticas racionales (surtiendo a Rusia y a buena parte de Europa), firmeza internacional. ¿Que le ha entregado la mitad del país a los oligarcas? Puede ser. ¿Que le pone polonio en el Cola Cao a los opositores? Eso no es problema mío sino de los rusos, que lo escogen en una elección tras otra con márgenes de victoria descomunales. ¿Fraude? Puede ser… o quizá es que ven lo que hay más al sur del continente y no les hace puñetera gracia.

En todo caso, el debate es estéril, pues Europa se privó hace mucho de los medios para reaccionar ante una situación como esta. La Unión carece de un ejército digno del nombre, ningún país por separado iniciará jamás una campaña contra el gigante ruso, y la OTAN está para otras cosas. Trump tenía la política de intentar evitar los conflictos antes de que sucedieran, mientras que Biden, con los mismos datos de inteligencia, los deja estallar y luego se muestra deeply concerned. Alemania, a las 24 horas del accidente de Fukushima (cero muertos), decidió cancelar toda su política nuclear (decisión nada histérica y cortoplacista), y mientras leeis estas líneas depende absolutamente del gas ruso para calentar a 83 millones de habitantes. Están los germanos para muchas reacciones contundentes… aparte de iluminar edificios con lusecitas.

En fin, que la campaña militar será breve y se cerrará satisfactoriamente para los intereses rusos, exactamente igual que ocurrió en 2014 con Crimea. Euro-América no hará otra cosa que mirar y apretar los puñitos, porque lisa y llanamente no puede permitirse otra cosa, especialmente con el primo de Zumosol chino siempre atento. Los meapilitas del viejo continente lamentarán con amargura (mientras se zampan los croissants del desayuno) el nuevo éxito del «criminal de guerra» ruso, pero yo, qué queréis que os diga: en medio de una crisis civilizatoria, me quedo con el que refuerza el precario dique de contención en lugar de hacerlo volar por los aires, por «loco» que esté.

Púchin es...

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¿Pueden resurgir España y el Madrit?

Hay quien considera que nacer en España es un regalo de Dios, y otros que es como una patada en los cojones. Realmente existen pocos lugares (¿Italia?) con tanto contraste entre un pasado glorioso e imperial y un presente tan casposo y provinciano. Sin embargo España, muy peleona ella, tiende cada cierto tiempo a intentar resurgir, a asomar esa cabecita tan estratégicamente situada entre Europa, Asia y África, recordádole al mundo que podría ser la repanocha. Pasó con el Caudillo (operación abortada por el hecho biológico), pasó con el último Ánsar (operación abortada vía cosplay de islamistas), y parecía que iba a pasar muuucho tiempo hasta el siguiente amago, pero hete aquí que se nos ha presentado lo que los modernos llaman una ventana de oportunidad.

Lo desarrollo: tenemos a un sociópata en el Trono de Hierro, pero a pocos hubiera extrañado que se mantuviera ahí una década por culpa de la acusada incompetencia de quienes debían hacerle frente, ese Partido Impopular que, precisamente desde aquel malhadado 11M tiene como principal afán mimetizarse ideológicamente con las siglas rivales. Parecía que nos veíamos abocados a una derrota del centroderecha en 2024 o bien una victoria por la mínima, con Capado constantemente enfrentado a un socio verde empeñado en el quijotesco intento de mantener las esencias culturales y democráticas del país.

Pero hete aquí que el susodicho Capado, en lugar de culminar su plan de cazar a la indefensa pitorra Ayuso, ha acabado siendo, por torpeza propia, víctima de su Azarías murciano. El panorama queda así despejado para una candidatura presidencial de Núñez Feijoo… o de la propia Ayuso. Ignoro lo que pasa por la cabeza del gallego, personaje que ha tirado trabajosamente de Galicia hasta sacarla en parte de su pertinaz atraso, pero al tiempo decididamente antipático por su criptonacionalismo. Quizá esto sea un desiderátum mío, pero no veo al orensano con excesivas ganas de dar el salto nacional, pudiendo mantenerse como sultán de su comarca básicamente hasta la muerte, como hizo su predecesor Fraga; además, su capacidad de recuperar votos voxeros se antoja francamente limitada. Si yo fuera asesor del PP, les diría que pusieran a Feijoo a dominar el partido con puño de hierro, repartiendo prebendas y carguitos hasta que se fundieran los polos, y que en 2024 soltaran a Isabel al ruedo ibérico para cortarle orejas y rabo al rey loco.

¿Y cómo sería una España gobernada por Ayuso? No quiero exagerar las virtudes de la presidente madrileña, pero si algo hay que reconocerle es instinto político (en el buen sentido) y capacidad de rodearse adecuadamente, algo que ya la pone por encima del 90% de sus colegas de profesión. Mi pálpito es que simplemente con ponérselo fácil a la clase productiva, aplicar algo de sentido común a la gestión presupuestaria y pner freno a los delirios más obvios de la chusma rojo-separatista, el país podría recibir un enorme impulso durante los cuatro, ocho o más años que Isabel III estuviera al mando. ¿Desenlace imposible? No lo digamos tan rápido, el drama apenas acaba de comenzar.

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Plan 9 from Outer Space.

En cuanto al Madrit, por sorprendente que resulte parece que se está realizando un serio esfuerzo por contratar al delantero noruego Leatherhead Haaland (el enemigo empieza a darle crédito a la operación y eso, se mire como se mire, resulta francamente inusual). Es un movimiento poco característico en un Florentino que tras la etapa «galáctica» pareció quedar escarmentado de juntar estrellotas en el club, modelo que no acabó de cuajar la primera vez. Más bien la idea era tener un megacrack y otros no tan cracks pero que pudieran ser escuderos de lujo, o suceder al «mega» en el futuro: Cristiano y Caca, Cristiano y Benze, Cristiano y Bale, Mbappé y nadie… ya captan la idea.

Pero esto de juntar a los dos número uno indiscutibles en el mismo equipo es novedoso. Sería como recuperar a la legendaria pareja Di Stéfano-Puskas, o como si el Ronaldo Nazario que fichamos en su momento fuera la versión del Barcelona, no la que tenía la rodilla colgando. Las consecuencias de este doble fichaje, a poco que se les rodeara de un buen equipo y de un entrenador que no fuera un inútil, serían insospechadas. ¿Tripletes, cuadrapletes, octapletes? ¿Un 0-10 en el Spotigay Kampf Nou? ¿Ganarle al Elche en casa? En fin, cosas portentosas.

En todo caso, si llegamos a hacer semejante burrada (que está muy lejana aún, no nos confundamos), y además tuviéramos un estadio que fuera un OCNI y generara mucho dinero, sería genial acompañar todo esto, por una puñetera vez en la vida, con una idea definida de club más allá de «fichar bien y generar mucho dinero», y de paso tener, después de varios siglos, el suficiente peso institucional para que no nos pitaran como si fuéramos el Conquense. Vamos, simplemente con que se tiraran bien las líneas del puto VAR ya sería un éxito. Incluso es posible que, si el equipo resultante fuera lo suficientemente bestiajo y se acercara peligrosamente a las 20 Champions, todo el mundo quisiera acompañarlo a una futura Superliga, no sólo para recibir la luz del astro sino para también, en cierta forma, empezar de cero.

España y el Madrid, siempre en esa delicada frontera entre lo sublime y lo esperpéntico, ante la mirada embobada de una ciudadanía/afición que a menudo tiene suficiente con no cagarse encima. ¿Hacia qué lado de la línea caeremos? Puede que lo decida algo tan azaroso como una ráfaga de brisa.

Ancholoto y Capado están más pasados que el Charlestón

Rappol

El rearme del Madrid de cara al 9-M aprovechó la irrelevancia de un Alavés en descenso, que aguantó el tipo mientras los blancos no fueron a por el partido. Eso no pasó hasta el minuto 60, o por ahí, entre la espesura en tres cuartos y la frecuentemente errática salida de balón casemirista-carvajalista. Entre tanto, Valverde petardeaba con dinamismo pero sin precisión, Vini remoloneaba y los centrales parecían volver a ser junto con Pijamita los únicos empeñados en que nos pudiéramos ir a la cama con la satisfacción del deber cumplido.

La primera parte fue un tostón cesarvidalesco, aderezado con centros desesperantes de Carvajal y poca capacidad general para sorprender a la zaga proetarra. La bombilla de Benzema seguía mal enroscada, y Asensio y Vini mariconeaban en tablas como los toros que han visto algún programa de Jorge Ébola y han sentido que merecen algún destino mejor, como hacerse pajas mirando fotos de época de Ava Gardner. Había aburrimiento, pero al menos no miedo ni especial incomodidad para desbaratar los ataques alaveses, bastante alejados de la kale borroka y la bomba lapa, y más parecidos a petardos de peseta o bombitas de esas que de tiran contra el suelo y no explotan la mitad de las veces.

En consecuencia, el irrespetable comenzó a tomarla con los blancos en la segunda parte. It is called the run-run, y casi siempre consigue que suceda algo sobre el pasto. A veces que dos gacelas copulen, o que un ñú cante una saeta, pero ayer hizo que Asensio abriera la lata, aunque privándonos esta vez del disfrute de su torso apolíneo. No diría que el balear de enrabietó contra la grada en la celebración, pero su detallito contestatario (ejem) conectó conmigo. A ver si el muchacho se deja ya de fútbol queer y se instala ya donde debe, que es en la asunción de responsabilidad sobre el campo, un día sí y el otro también. Es este año o nunca.

Con la tranquilidad de la ventaja, vinieron los mejores minutos blancos, culminados por Vini en el 2-0, tras fabulosa combinación entre Benzema y Asensio y pícaro desmarque del brasileño. ¿Ha nacido la BVA? Casi un banco me parece, y diría que algo así es muy necesario para dentro de muy poco. Igual si le sumamos a Bale; Christian, quiero decir. Batman. Algo con la B…. ¿CeBallos? No lo sé, la verdad.

El partido murió con un penalty regalado que transformó en gol Benzema (de nuevo marcó nuestra dupla de presuntos delanteros). Tridentito, con Marco mascando chicle de Ancholoto mientras se echa aceite en los cojones pensando en los músculos de Adama Traoré.

Victoria y recuperación de algunas sensaciones. Necesitamos más.

El Socio

El Madrid de Ancholoto logró la hazaña de ganar en casa al colista cagango piedras, exprimiendo un poco más a nuestros titulares para dejarlos bien folladitos. Puede que el italiano semicatatónico llegue a ganar la liga, si bien lo hará con una de las peores gestiones de plantilla imaginables; supongo que uno tiene que estar 25 años entrenando para alcanzar tales sutilezas, o quizá es que con la jubilación tan cerca lo que quieres es hacer los menores esfuerzos físicos y mentales posibles.

Otro ejemplo de gente lista y competente es la dirigencia del inmueble sito en Génova, 13, la cual ha completado una semana fantástica durante la cual, recién salidos de una importante victoria electoral, se las han apañado para dejar el partido infinitamente peor que hace una semana, sin ningún tipo de contraprestación positiva, y por motivos absolutamente mezquinos. La trama cantinflesca urdida por Pablo y Teo los deja en tan mal lugar que la dimisión durante la semana entrante de uno o de ambos se hace imperativa si aspiran a aplicar un torniquete sobre la sangría de votos que asola el partido.

Díaz Ayuso, una mujer sin especial profundidad intelectual, sí tiene casi todas las herramientas que necesita un buen político, como el aplomo y la anticipación de movimientos; no hablamos precisamente de una medianía como la felizmente defenestrada Cristina Cifuentes. Sin tener que hacer especiales esfuerzos, Ayuso vio venir de lejos a los hermanos Malasombra y se las ha apañado para dejarlos en ridículo con una intervención pública y la exhibición de unos pocos documentos, junto con el decisivo apoyo del caudillo galego Feijoo. Se hecho justa acreedora a heredar el liderazgo del partido, y cuanto antes se produzca este relevo, antes iniciará su formación la compleja remontada.

P.D. En otras noticias, el planeta se ha vuelto prácticamente inhabitable, según The Guardian. Vean sino qué fotos tan convincentes.

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– Magrip: 3 (Gaysensio, Vinicio y Benzema (pen.))
– Alapiés: 0

Capado es un genio

Debo decir que, en tiempos penosos como los que atraviesa la patria, resulta alentador ver que aún quedan representantes públicos dispuestos a sacrificarlo todo por la misma, cual guardias civiles de corbata. Tras ver los resultados de las elecciones de Castilla y León, Pablo Capado y su lacayo segundo a bordo Teodoro Aceituno han tenido la suficiente lucidez para urdir un astuto plan que les permitirá hacerse a un lado con un desgaste relativamente bajo para el partido.

Si algo evidenciaron los comicios de la otrora imperial Castilla, es que el futuro de Capado como líder nacional era más negro que el escroto de Mendy. Por ello, el presidente del PP decidió traspasar armas y pertrechos al mayor patrimonio electoral del partido, Isabel (Díaz) Ayuso, pero esto obviamente no podía simplemente hacerse presentando una humillante dimisión; era necesaria una secuencia de hechos más complicada que lo «obligara» a salir, la cual fue oportunamente pergeñada por Aceituno. Resumida en muy pocas palabras, la trama consiste en lanzar sobre Ayuso una falsa acusación de corrupción, provocar un enfrentamiento público con ella, convocar a la mitancia a que vote sobre las dos sensibilidades del partido y finalmente despedir entre aplausos a la actual dirección bicéfala (¿bucéfala?).

La primera fase del plan se desplegó ayer, proporcionándonos el día más entretenido en la política española desde aquel en que el estadista Rajoy delegó en un bolso. Pablo y Teo primero presentaron sus pruebas contra Isa, y luego esta presentó sus pruebas contra ellos, dejándolos un poco en bragas. Pero insisto, está todo preparado. ¿El contrato de adquisición de las mascarillas? Como explicó la propia Ayuso, está auditado y reauditado, no incurriendo en ninguna incompatibilidad legal: si la compra se adjudicó por idoneidad de producto y precio (en plena pandemia), sin intervención directa del ejecutivo, y el hermano de Ayuso tenía derecho a una comisión como intermediario, ¿debía renunciar a ella por las apariencias? La Comunidad de Madrid es muy libre de instaurar un código de Buenas Prácticas que catalogue un caso como este como inapropiado, pero en ausencia de tal reglamento, el asunto carece de mayor vuelo.

¿Lo de la agencia de detectives? Eso es un poco más feíllo por parte de Pablo y Teo, incluso un poco ilegalillo por el tipo de datos que se querían obtener, pero tampoco vamos a escandalizarnos mucho; al fin y al cabo, en España todo quisqui espía a los demás; incluso el bueno de Alpiste se deja su buena pasta en sabuesos para sacar sus hepsclusivas. Además, cuando el duo sacapuntas preguntó a sus coleguis del Palacio si tenían mierda sobre el hermano de Isabel III y estos respondieron que no, ¿qué alternativa les quedaba?

En poclusión, el Expediente Informativo quedará en nada, pero le dará a Pablo una excusa perfecta para reconocer que en el pepé conviven dos sensibilidades «hermanas pero divergentes», por lo cual convocará a la militancia para que escoja quién desea que lidere el partido durante los próximos años. Si la votación se hiciera entre los votantes peperos, quedaría algo así como 90/10, pero con los militantes lamebotas de por medio, se arreglará para que salgan unos porcentajes mucho más dignos, 60/40 aproximadamente. Quedará así culminada la sucesión, y doña Isabel tendrá el camino expedito para, cabalgando junto al paladín verde, emprender la tarea que ahora importa verdaderamente en España: deponer al sociópata la Moncloa.

Contrato resuelto

El Petaculos del Paladium

Bueno, emocionante partido. Pero muy, muy mal el Madrid.

Menos futuro que Marty MC Fly en el presente distópico de 1985. Como si se tratase de la segunda parte de Regreso al Futuro con Biff Tannen penetrando a la madre de M.J. Fox, así nos penetró el PSG. Muy superior el moro-team. Lo único bueno que hicimos defender. Pero es que ni a la contra creamos peligro. ¿Cuántas veces tiramos a puerta? Recuerdo en todo el partido un disparo de Kross. Asqueroso partido del Madrid. Putísima mierda de partido. ¿Tan malos somos que tenemos aguantar así, sin crear una puñetera ocasión? A lo mejor si nos vamos para arriba nos meten 5. Muy inferiores, esto es lamentable. A ver este verano si podemos fichar y echar lastres. Si no es por Pijamita nos meten 8. Menos mal que Frodo Hormonón falló su penalti, sino tocaría aguantar su careto de bobo en todas las TV.

Ahora viene la pregunta terrible. ¿Tenemos equipo para jugar al PSG de otra manera? ¿ Tan inferiores somos? ¿Hay equipo, táctica, juego para remontar? Lo veo más negro que Vinicius en una peli de miedo. Bueno, ánimo y si no a tope con la Liga, mandriles. No hay otra.

Rappol

Tengo un amigo del que no sé nada desde hace casi veinte años que siempre que íbamos por ahí de farra y estaba ya en el culmen de la borrachera, me miraba muy seriamente y decía: «Mens sana in corpore insepulto». Ayer al Madrid no le llegó la mente más allá de donde ya podíamos intuir que no le iba a llegar el cuerpo. Pero lo cierto es que el equipo se marcó un partido lamentable, fofo, sinsustancia, chabolista, que hubiera llegado a ser desesperante si nos hubieran empezado a meter un chirlo tras otro. Porque no se podía esperar nada bueno ni del momento, ni de cómo llegaban algunos jugadores, ni de lo que empezó a verse por el streaming pirata a partir de las 21:00 horas.

Como polis con sobrepeso persiguiendo inmigrantes por las 3.000 viviendas, las evoluciones de nuestros muchachos eran costosas y costrosas. Había una incapacidad para el pase cercano, de media distancia, o para el largo y el decisivo, verdaderamente apabullante. Una movilidad así como de Ramón Sampedro mirando con los ojos una pajita en un vaso de Cutty Sark —el whisky venenoso más consumido del mundo—, unos movimientos espasmódicos… Eso por no hablar de las involuciones (Casemiro, Mendy y, sobre todo, Carvajal), y de la intrascendencia de la línea de tres cuartos, por unas y otras razones, todas ellas conectadas con el físico; ese físico tan necesario para aguantar una larga jornada de excesos sin más destino que llegar al fin de la noche.

Se puede pensar que el rol de Carlo, mi querido italiano mayorcete, se ha vuelto infame. Aunque es difícil cambiar intrascendencia y mal físico por más intrascendencia y mal físico. No hay mucha rotación posible, ahora mismo. Y cuando se te ha caído el equipo al pozo ese del caracol que subía dos metros para escapar durante el día, para por la noche escurrise uno hacia abajo, el panorama es el que se vio sobre el campo franchute durante los 94 minutos: el de un partido que con suerte empatabas y que con casi toda seguridad lo perdías. Como así fue, gracias a un destello mágico del francés deseado.

Estoy con los que opinan que no hay ningún motivo para la esperanza en el partido de vuelta. Salvo que en La Mastaba se nos aparezca el espíritu de Amón-Ra (Drope-Sán) con los perros de la histeria galopando incansables sobre el césped, descuartizando pesegeros, mordiendo pollas y escupiéndolas… porque entre las bajas y las altas, el lápiz del italiano se ha despeñado ya por el filo de la libreta, mientras Pintus pide otra Guiness. Algo triste, sí. Pero real.

Si este PSG no nos elimina dentro de unos cuantos días, no sé cuándo ni qué tendrá que fichar para poder hacerlo. Quiero creer que queda algo para caer, al menos, dando la cara. Sin embargo, ahora mismo no tenemos ni la mente ni el cuerpo para poder plantearnos algo distinto a la eliminación de Champions y, ya por fin, al entierro definitivo de una era. Solo tienen qué decidir cómo quieren que sea el sepelio.

El Socio

Ancholoto vino, comió jamón y perdió (oooootra vez). El conmovedor homenaje que Flóper quiso hacer a los trabajadores jubilados cuando lo trajo a principio de curso no ha resultado. Su contrato está ya «resuelto», lo de menos será cuándo se anuncie. Perder siempre es peor que empatar, pero que nadie dude que el 0-0 se habría vendido como un gran éxito tras el peor partido europeo del Madrid en bastantes, muchos años. Con la derrota, quizá el jubilado varíe un poco su alineación de álbum de cromos, cromos ya cuarteados y oscurecidos por el pegamento seco.

Neymar es otro que también se ha jubilado, pero aún lo sacan al campo porque los moros horteras siempre tienen que presumir de sus posesiones. Mensi, por su parte, ya sólo sirve para llevar el balón cosido al pie y tirar los penaltis al centro de la portería. Claro que los dos parecen jugadores cerca de su pico si se los compara con Carvajal; ¡qué derroición! Meflippé chapurrea español dignamente pero tiene voz muy rara, como de mantero mozambiqueño; costará hacerse a ella, pero si se la saca como ayer nos acostumbraremos, como con Rober Tocarlos.

La vuelta podría ser una bonita carga de la brigada ligera, pero más parece que será como un rebaño de vacas Angus cruzando parsimoniosamente el Pecos. Dudo mucho que el tema le quite el sueño a Ancianotti.

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– Putas: 1 (Meflippé)
– Maricones: 0