Hasta un partiducho intrascendente del Madrid es el principal tema de conversación del país, porque de lo contrario habría que hablar de política, con los suicidios masivos que eso provocaría y la consiguiente mala imagen para la patria. Lo primero que llamó la atención fueron las pintas de Özil, que ha pasado de protocrack a rubia horterísima; no me extrañaría ni que llevara los pezones perforados. Qué forma de deslizarse cuesta abajo por el fútbol y por la vida. La defensa del Madrid ahora mismo no es ni buena ni mala: es una reputísima mierda, pero la buena noticia es que mejorará. En algún punto del futuro. Tras la expulsión de Nacho, nos marcó de penal Lacasito (que es más malo que su puta madre) y un Abumeyang que pilló a todos en bragas. No obstante el referí se apiadó de los madrilistas, que ayer lucían los colores yankis, y nos regaló la expulsión de un rival para que hubiera partido.
Vendido a arriba, el Madrí empezó a hacer cositas meritorias e incluso logró el empate, con un Gasensio que empezaba a destapar el tarro de las esencias y cinco minutos después procedió a destrozarse la rodilla. Que no se me entienda mal, es una desgracia y los 7-8 partidos que el chico explota cada temporada son la polla, pero ya antes de esto creía que nunca iba a llegar. Ahora todos en el club lo cubrirán de elogios y prometerán esperarlo, pero lo cierto es que el equipo se va a hacer sin él, y un año perdido en el Madrid es mucho tiempo. Esta desgraciada lesión tan sólo lo acerca más a su lugar natural, que es un rol secundario, en el Madrid o en otro lado (no es descartable ni que se tiña de rubia).
¿Qué más decir? Bale marcó, y con Asensio fuera de escena el cluc quizá se lo piense dos minutos más antes de venderlo, pero conociendo a Zipayo… Los «buenos» jugaron al tran tran, y Pichabrava estuvo cumbre o calamitoso, según a quién leas. Al equipo no se le ve nada, pero hasta el mayor gourmet del caos debe reconocer que dos pachangas en frío no sirven para juzgar. Esperemos a perder unos cuantos partidos más y entonces sí, desataremos a nuestros apreciados perros de la yshteria.
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– Mándril: 2
– Farsenal: 2