Cuatro para una

Por MadridSXXI

Pues ya tenemos aquí la Final Four 2018. Y os digo una cosa: el Madrid la juega. ¿Que no lo sabíais? Lo suponía, sois muy perras e hijueputas. Pero así es. En Belgrado tenemos nuestra cita con la historia. Sería la Décima (¿os acordábais cuando suspirábamos por ella en fútbol?), lo que nos permitiría poner tierra de por medio con el Cheska, que tiene siete y nos quiere mojar la oreja en Europa. No, ruskis, el macho alfa de la manada solamente puede ser uno y va de blanco. Lo que realmente nos gustaría sería ir allí, mear en la puerta del pabellón y que nos diesen la Copa, pero desgraciadamente hay tres equipos más con las mismas intenciones que nosotros. Veamos:

1ª Semifinal: Zalgiris-FenerBahce.

FenerBahce: El equipo de Obradovic y actual campeón. Obradovic es el puto amo en Europa. Se come un kebab y caga una Euroliga. Porque tiene ocho, hasta una con el Madrid de Sabonis. Ha montado un equipo bastante bueno, aunque también tiene sus puntos débiles. Es quizá un poco como el Madrid, a veces se va del partido y recibe amor contra natura. Como estrellas tiene al recién fichado Wannamaker, un escolta americano que las mete hasta durmiendo. Después uno de los mejores 2 europeos, Sloukas (habría que ficharlo para el Madrid), y Vesely, un alero de 2,13 capaz de lo mejor y también de las cagadas más humillantes. Todo ello aderezado con secundarios de lujo. Favorito
siempre.

Zalgiris: El tapado de la final. Llegó el último a la fiesta y ahora se quiere tirar a la tía más buena. Nos caen bien estos lituanos, pero nosotros la vimos primero. Seguramente Obradovic les indicará amablemente la puerta de salida, pero si no es así, mucho cuidado con los que pasaban por aquí y terminan dando la sorpresa. No es que sea un equipo con estrellas, los lituanos son mucho de ir a su bola, pero tienen a un conocido de la liga española, el americano Kevin Pangos, que lo petó en la Universidad y como premio no fue ni drafteado en la NBA. Está encantado porque en Kaunas lo reconocen por la calle, no así en su pueblo natal, y me atrevería a decir que ni en su barrio. El entrenador es JoseQueVicio, ese tipo que haga lo que haga siempre dan ganas de fostiarle desde el minuto uno.

2ª Semifinal: CSKA de Moscú- Real Madrid.

CSKA de Moscú. Ha sido el mejor equipo de la liga regular. Aparte de los clásicos De Coló, Khryapa o Hines, tiene a dos traidor… digo antiguos compañeros madridistas, Sergio Rodríguez y Othello Hunter. Rodríguez quiso hacer las Américas pero el ruso lo engatusó con muchos rublos. Hunter, bueno, el enésimo interior al que Laso no supo aprovechar. Seguro que el bueno de Othello quiere demostrarnos que Laso se equivocó y nos hace un roto por dentro. Sería ya tradición al más puro estilo Tomic. Sinceramente, tenemos las mismas posiblidades de ganarles que de perder por cuarenta puntos. Somos así de fiables.

El Mándril. Qué decir del equipo de Lolaso. Bipolar y ciclotímico. Cuando está en racha es capaz de apalizar a cualquiera, dejar al rival a la altura del betún, para, acto seguido, encajar un 20-0 en contra. El Madrid Lasiano es una montaña rusa en la que de vez en cuando se suelta la vagoneta y se mete un hostión. Este año la final de la Copa del Rey fue una buena muestra, perdiendo contra un equipo en liquidación por derribo como es la Farsa. Seguramente tendrá disponibles a todos los jugadores, aunque tanto Llull como Campazzo vienen de lesión y no estarán al 100%. Hay talento a raudales, y seguramente sea la última Final Four de Doncic, que se irá a la NBA a engrosar su cuenta corriente hasta extremos vergonzantes, en vez de jugar por un mendrugo de pan en el Madrid, ¡¡cochino pesetero!! Pero antes debe hacer un último servicio y darnos la Décima. Nos lo merecemos, cojones ya.

Finalmente, decir que el escenario, el Stark de Belgrado, sede del Estrella Roja y con capacidad para más de 18.000 espectadores, no es ya la sede pata negra de los 80, donde las monedas y las sillas volaban hacia la cancha y ganar como visitante podía suponer no salir de una pieza del estadio. Ahora la cosa se ha amariconado bastante, fruto de estos tiempos tan ambiguos y hermafroditas, pero aún así el ambiente va a ser impresionante, porque en Belgrado pocas cosas apasionan más que el baloncesto. Si acaso, pegarse por el baloncesto.

Final Ford, Semifinal – Cheska de Moscú-Real Madrid. Pabellon Tony Stark, 21:00, Streamingvisión. (Fener-Zalgiris por el mismo canal a las 18:00)

¿Qué tal ha sido la temporada del Paleti y del Farsa?


Un día cualquiera.

Aún lo están decidiendo. Los del Paleti ganaron ayer la Copa Intertontos, o sea que han conseguido más que en el 80% de las temporadas de su historia (aunque sea un título de quincalla), y por tanto deberían estar de fiesta, liándola parda en la capital. Peeero no, tienen que esperar a ver qué pasa el día 26 en Ucrania; entonces ya nos contarán si la temporada ha sido guay o una puta mierda. De momento ayer en Neptuno había cuatro gatos, una docena de borrachos y un tío vendiendo barquillos.

En Can Farsa pasa lo mismo: han ganado Liga y Copa, que oye, no es algo que pase todos los días, peeeero su temporada va a seguir hasta finales de mes, aunque la Liga termine este fin de semana. La verdad es que ser culerdo tiene lo suyo: primero no celebras el doblete porque te echan humillantemente de la Champions; luego, cuando ya lo vas asimilando, pierdes el récorz de imbatibilidad ¡¡contra el Levante!! en un partido surrealista. Y para rematar, ahora no puedes cagar duro hasta que se juegue la final de la Chempions. Vamos, es que aunque palme el Madrid, menudo sinvivir. Ser culo no es sano.

Habrá indios y culés (la misma mierda es) que digan que no, que ellos son muy felices con sus títulos y tal. Pero no cuela. Sí, ganar un trofeo es como comerse un bistec, pero cuando el Madrid gana ese mismo año la Champions es como si a ese bistec le echaran dos cuchardas de mierda. ¿Qué sabor pesa más, el del bistec o el de la mierda? Imagínenselo ustedes mismos (o hagan la prueba si quieren).

Por supuesto, esto demuestra que el Madrí es lo más grande que hay.

El Pool


Muy bonito. No.

La final de la Champions contra el Liverpool es mucho mejor que otras que podrían haberse dado. Contra la Roma, dejando aparte la falta de glamour, el exceso de relajación había supuesto un peligro real, y contra equipos como el Parcas habría existido un exceso de tensión y mala sangre. En ese aspecto, el Madrid-Liverpool es un partido «sano», que podríamos vivir incluso con tranquilidad, si no fuera porque eso es imposible en una final de Champions, especialmente una en la que ambos equipos se encuentran entre el nadaplete y la gloria.

El Madrid es claro favorito, para qué negarlo. Pero aunque esto se suele considerar una desventaja psicológica, para nosotros no tiene por qué serlo, y de hecho no es la primera vez que ocurre: contra el Valencia y el Leverkusen también lo éramos y ello no supuso ninguna presión añadida. Simplemente, el Madrid se maneja bien en las finales, haciendo brillar sus virtudes, minimizando sus defectos y, sobre todo, mostrando una gran consistencia psicológica.

Por no haber, no hay ni animadversión hacia su entrenador. Klopp siempre ha caído simpático a los fanscistas, y aunque sus equipos suelens er bastante verbeneros en defensa, ha hecho tantos méritos para ganar una Champions como varios entrenadores que ya la tienen en su palmarés. Y hablando del palmarés, una victoria de los rojos tampoco nos inquietaría en exceso: se pondrían en 6 títulos, exactamente la mitad que nosotros, muy lejos de soñar con alzanzarnos.

Todo eso está muy bien, pero… resulta que estos HDP fueron los últimos en ganarnos una final europea. En tiempos anteriores incluso a las UEFAs, en el 81. Desde entonces hemos jugado 8 finales, ganando todas sin fallo, pa-pa-pa-pá. Los liverpulianos estos nos hicieron una muy gorda, dejaron a una generación sin Copa de Europa, y eso no se perdona. ¿Sabéis lo de la tercera guerra púnica, cuando Roma venció definitivamente a Cartago y estuvo arrasándola durante 16 días y 16 noches? Al final, de la ciudad apenas quedaron los cimientos, e incluso durante mucho tiempo corrió la leyenda de que los invasores habían esparcido sal por todos los campos circundantes para dejarlos estériles. Pues bien, yo propongo que si ganamos la final mandemos un ejército de bulldozers al cuchitril ese de Anfield y lo reduzcamos a escombros; luego, que prendamos fuego a esos escombros; después, que retiremos las cenizas y hagamos un hoyo gigante en el lugar, llenándolo de sal (no como los maricas de los romanos) y de cal viva. Y por útimo, si sobra presupuesto, que le tiremos encima una bomba atómica.

Relax

Por fin han roto los muchachos a jugar en Liga, pero… han esperado a la jornada 37. ¿Por qué no lo hicieron un poco antes? Bueno, la verdad es que es mucho más fácil rendir cuando no hay nada en juego, incluso cuando el rival lo intenta lealmente, como ayer hizo el Celta; el ambiente era casi de sauna (pese a la fresca) y el Pipas probablemente no llegó a media entrada. Pitaba Gianni Infantino trocado en árbitro, porque «we care about football».

Lo de Bale es una lástima, una auténtica lástima. ¿De verdad vamos a dejar ir a nuestro samurai para traer a un hijo de puta demostrado por 300 millones de euros? El prodigio galés marcó sus últimos golazos para los chinos, a no ser que en Kiev… Su marcha será una de las historias incomprensibles del Madrid (que de todos modos no son precisamente escasas). Al chico Asraf muchos le tienen manía, pero es un jugador con muchas condiciones, y prácticamente un niño; que lo cedan y que vuelva descapullado. Los demás bien, estirando los músculos, incluyendo a Keylor.

En fin, goles abundantes y algunos realmente espectaculares. La victoria parece que no suma, pero es una inyección de moral y tranquilidad tras una actuación no precisamente memorable en Sevilla. ¿El Liverpool? Si no gana mañana se podría quedar fuera de la Champions, ya ven. Pero casi mejor que lo consigan, tampoco nos interesa que lleguen a la final con las naves quemadas. Sólo un partido más antes de lo gordo, en esta liga que ha sido una de las más largas de la historia.

– Real Madrid: 6 (Bale (2), Isco, Asraf, Sergi Gómez (pp) y Kroos)
– Celtic: 0
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Huevos fritos con bacon

(Reflexiones sobre el Liderazgo, a propósito del partido de vuelta de semifinanales contra el Gayern.)

Por Miki the Míking

DESASTROSO ZINEDINE:

– Dejar en el banquillo a Casemiro fue la razón fundamental por la que los alemanes se plantaban en nuestra portería en dos pases. ¡Qué facilidad tenía cualquier mediocampista de medio pelo del Gayern para limpiarnos un par de líneas y generar situaciones de gol! Pero no sólo eso: no recuerdo balón dividido que ganásemos, todos iban para los alemanes; cada jugada de ataque de ellos consistía en una tortura de 2-3 oportunidades seguidas contra nuestra portería.
– Demos por hecha esta cagada en el 11 inicial (ni siquiera voy a discutir por qué Nacho no jugó de lateral derecho y Vázquez en su puesto, extremo derecha… daremos el beneficio de la duda a Zidane, que quizá valoró que Nacho no estaba todavía recuperado, aunque lo poco que jugó lo hizo muy bien). No obstante, el hecho de poner a Modric para ayudar a Vázquez, en lugar de haberlo hecho con Kovacic y dejar a Modric en su puesto natural, no hay quien lo entienda: no sólo Luca nunca jugó antes en esa posición sino que, además, al hacerlo nos privamos de nuestro único jugador con criterio en la medular para generar juego, peligro y retener el balón.
– ¿Por qué coño esperó tanto nuestro coach para hacer los cambios contra el Gayern? Una vez que metimos el 2-1 al comienzo de la segunda parte era matemáticamente imposible llegar a la prórroga, con lo que no había razón para esperar más tiempo a hacer esos cambios tan necesarios en medio de la Tormenta Perfecta alemana. Y es que era obvio para todo el mundo que el Gayern estaba practicando el Medievo con nuestro Culo. Era cristalino para todas las entendederas que necesitábamos a Casemiro y a Nacho. Era de una claridad obscena que Bale tenía que salir para intentar aprovechar algún contraataque… pero, no, el Divino calvo retuvo a los tres en el banquillo hasta que nos metieron el 2-2, dejándonos a un gol del Más Absoluto de los Fracasos (y, aun así, no utilizó el comodín de los cambios hasta que faltaban 20 minutos para el final. Cambios que, sin duda, nos dieron tranquilidad y balance en el partido.)
Todas estas cosas juntas dieron lugar a lo que ocurrió: un abuso agresión sexual continua de un Gayern manadizado contra un Gaylord difinizado.
De 10 partidos asín, perdemos los 10… salvo en los de “todo o nada”, como en este caso se trataba. ¿Quieren saber por qué ganamos, pues? Entonces, dejen de tocarse sus sucios Penes con sus sucias manos y sigan leyendo, sigan, sigan leyendo…

MARAVILLOSO ZINEDINE

Zidane ha demostrado durante la temporada y de manera indubitativa:
– Transparencia y Justicia con los minutos de juego en general de sus futbolistas, sin privilegios ni prejuicios para nadie.
– Defensa de los suyos a muerte en los peores escenarios y situaciones, incluso oponiéndose públicamente a Don Corleone Florentino cuando le fichó a Kepa y lo rechazó no sólo siendo esto una necesidad clarísima del Madrid, sino también enfrentándose de manera pública en rueda de prensa a uno de los hombres más poderosos del mundo. (De hecho, desde ese momento, Florentino(*) lanza mensajes a sus “-1” de que si no ganamos la Champions viene Poschettino, que Zidane no entrena a sus futbolistas, que ha perdido la autoridad, que hace lo que quieren los jugadores, etc.)
– Apostar por sus ideas a muerte, incluso en detrimento propio y sin necesidad, como seguir dando titularidades a Benzemá contra todo el mundo, no cambiar su forma de ser ni un milímetro en situaciones absolutamente críticas, defender a sus futbolistas siempre y pasar de privilegios para las vacas sagradas (este ha sido el año en el que se ha cargado la BBC, sin ir más lejos, no una vez, sino setenta veces siete)
Todo eso ha hecho que este equipo sea una fucking roca granítica alrededor suyo. Todos a una. Unidos sus futbolistas entre sí y con él por enlaces de adamantium contra todo y contra todos, este Madrid es funcionalmente impenetrable, se entregan y luchan como hermanos. Es un Equipo con una Misión y lo que dice Zidane va a Misa, como subraya Sergio Ramos. Algo casi imposible de conseguir tras 2 temporadas absolutamente exitosas (cuando la indolencia, el conformismo y los vicios egocéntricos se han de imponer), y que Zidane ha logrado de manera única y singular.
Este es el Madrid más competitivo de la Historia, más que el de las remontadas o el de Di Stéfano o el del mismo Mourinho, el entrenador que nos devolvió nuestra identidad competitiva. Porque tiene mucho más mérito resistir un tsunami alemán de ataque ADN Gayern, jugándote perderlo todo en el envite, que remontar un resultado adverso donde no hay nada que perder y la Gloria te espera a la vuelta de la esquina en caso de lograrlo. En el primer escenario, lo normal es que te tiemblen las piernas ante el miedo a perder lo conseguido, que además es lo único a lograr en esta triste temporada; en el segundo la motivación te ayuda a volar.
Y este Madrid, con sus deficiencias tácticas comentadas, más las estratégicas de este verANO anal (en el que perdimos a Pepe, Danilo, James y Morata y no fichamos a un gran portero ni tampoco recambios adecuados para dichas bajas)… ha competido a un nivel literalmente imposible (para nadie tan lastrado como nosotros) contra el PSG, contra la Juve y contra el Gayern. Contra los campeones de las Ligas más fuertes del mundo: la francesa, la italiana, la alemana… y también la española (en LaLiga contra el Farsa en su campo, ya campeón del torneo nacional, el pasado domingo). Y volverá a hacerlo contra el Liverpool, posiblemente el mejor equipo inglés del momento, aunque no haya ganado su campeonato.
Este Real Madrid ha demostrado ser el Equipo que Mejor Compite en la Historia del Fútbol. Y, eso, como quien no quiere la cosa, con esa sencillez tan suya, lo ha conseguido Zidane.

(*) Ese mismo Florentino que, a la pregunta de un periodista de “¿Cómo quiere pasar a la posteridad en cuanto a presidente del Madrid?”, hace años, respondió: “Como el presidente que trajo a Zinedine Zidane al Real Madrid”. Pues el pulso frontal y consciente que le lanzó nuestro Divino Autista en rueda de prensa tirando a Kepa a la basura ha despertado en nuestro presidente el instinto killer contra él, ese deseo de matar a su propio Hijo.

EL LÍDER ZIDANE

Dicho lo cual, queda claro que en un equipo Top Top Top, con los mejores futbolistas del mundo y los más grandes egos en dichos excelentes futbolistas, es más importante un gran empatizador que comprometa(**) a sus futbolistas por un objetivo común y colectivo, en lugar de un entrenador que sólo sea un perfecto técnico estratega.
A ese nivel de la Élite de la Élite, los futbolistas ya son extraordinariamente buenos, saben jugar como nadie al fútbol, y lo que hace falta es alguien que galvanice su juego para que hagan equipo alrededor de una Misión. Conseguido esto, y si te acompañas de un buen preparador físico que los mantenga finos y con pocas lesiones toda la temporada, da casi igual todo lo demás.
Lo vemos en este Madrid de Zinedine y lo vimos en el de del Bosque (el entrenador más sobrevalorado de la historia del fútbol). También, pero al revés (extraordinario técnico pero nada empatizador), lo vimos con Rafa Benítez. Y, lo mismo, pero en el medio (ganaron títulos mientras empatizaron, y se les fue el Mojo cuando perdieron la mística del vestuario), lo vimos con Mourinho y con Ancejotti.
¿Quién es, pues, el entrenador ideal del Real Madrid de ayer, hoy y mañana?
Sin duda, un Zinedine. Es decir, un técnico que, aunque en cuanto a conocimientos sea claramente inferior a los demás de la Élite, sin embargo sea muy superior en capacidad de empatizar, comprometer a todo el grupo de egos ingobernables en un mismo objetivo y liderar a ese grupo de futbolistas excelentes, egocéntricos, inmaduros, endiosados y narcisistas.
Ojo, no estoy quitándole méritos a nuestro Commander-in-chief. Me parece un entrenador realmente extraordinario. Eso, y no otra cosa, es lo que necesita el Madrid (como cualquier club de la élite que aspiren a ganar grandes títulos), y es casi imposible de encontrar.
Ojalá no se vaya nunca, aunque lo tengamos que sufrir en muchos partidos por sus cagadas tácticas absolutamente incomprensibles en un entrenador de Primera División. Además, en esas situaciones inmarcesibles para la razón, que ocurren y ocurrirán con nuestro argelino-francés al frente, siempre tendremos, para neutralizarlas, el Comodín de la Psicomagia, la Culiflor Zinedina, el Sacrificio Mikingo de la Perrera y las Matemáticas Complejas. Llámalo (p)N (erecto).

(**) ¿Saben la diferencia entre estar implicado y estar comprometido? La diferencia se puede observar gráficamente en un plato de huevos fritos con bacon: en ese plato, la gallina está implicada y el cerdo está comprometido. Pues bien, Zidane tiene a los 20 de la plantilla comprometidos. ¿Cómo consigue tener comprometidos a todos, especialmente a los que no juegan? Esa es la Magia Zinedina. Única. La que abre la puerta de las Orejonas.