
Me llamo Tío Putas y junto con mi padre Viejo Custer y mi hijo Big Ang llevo una casa de empeños dedicada a los artículos madrilistas. Si algo he aprendido en estos 20 años, es que cualquier cosa puede entrar por esa puerta.
Un día cualquiera en la casa de empeños madrilista…
– Buenos días.
– Buenos nos los dé Dios. ¿Qué tenemos aquí?
– Me llamo Baider, Baider el del 4º. Traigo un abono del Madrí.
– ¿En serio? Déjame verlo. Mmm, ahora entiendo por qué te llaman el del 4º, ja ja.
– Es mu bueno, ¿eh? Euroabono y lateral.
– ¿Y por qué lo vendes, Baider?
– Emmm… es que no tengo tiempo. El niño, la parienta… vivo sin vivir en mí.
– Ajá. ¿Cuántos pides por él?
– Mil lauros.
– Mira Baider, me parece que no me lo estás contando todo. ¿Cómo ves al Madrí esta temporada?
– Pooos… mu bien. Es un gran equipo y todo.
– Mírame a los ojitos y repítelo.
– Son mu buenos.
– Crees que no se van a comer una mierda, ¿eh?
– No, no, van a ganar todos los títulos… ¡¡como mínimo el Mundialito!!
– Veo el miedo en tus ojos. Crees que no van a ganar nada y por eso vendes el abono. ¡¿Tengo razón, Baider?! ¡¿Tengo razón?!
– ¡¡Bueno, sí, es verdad, qué pasa!! ¡No me hicieron caso, y así les va ahora!
– Y dime, Baider, si tú no crees en el equipo, ¿por qué debería hacerlo yo? ¿1000 lauros dices? ¡Te doy 500 y te hago un favor!
– ¡Como mínimo 800!
– ¡¡Ja!! 550 y porque hoy es mi santo.
– 600 o me pongo a ofrecerlo alrededor del estadio.
– De acuerdo, 600. Big Ang, ve con él a hacer el papeleo.
– ¡Mmmfffghh!
– ¡Deja de comer, hijo de puta!
– ¿Os interesa también marchandaisin de Estar Uors?
– Sólo de Yaryar Binks.
– Je je, 600 no está mal por un abono de lateral, se lo colocaré a algún guiri.
– ¡Yo se lo habría sacado por 150!
– Sí, papá, yo también te quiero.
– Quiubo, parse.
– ¿Qué tenemos aquí?
– Maarica, te traigo dos jugadores buenos buenos. Cracks mundiales.
– Ah, ¿sí? Déjame verlos.
– Este es Pajames, el líder de la selección Colombia. Cada vez que sale marca gol o da asistencia, no falla.
– Ah, ¿sí? ¿Y por qué lo traes a la casa de empeños entonces?
– Porque el presidente le tiene manía.
– Ajá, nunca había oído esa historia. ¿Y este otro?
– Este es Marrata, delantero de categoría mundial. Sale casi a gol por partido, garantizado.
– Me parece bastante blandengue, la verdad. ¿Qué tal aguanta la presión?
– No lo sabemos, nunca es titular en los partidos importantes.
– Vamos, que puede ser un bluffazo. ¿Cuánto pides por ellos?
– 1000 millones de €.
– (Risas) Big Ang, ven aquí.
– Mmmfgggh.
– Deja de tragar, hijo de perra. ¿Cuánto te parece que valen estos dos elementos?
– Mmm… 20 millones el panchito y 30 el blanco. 40 si tiene alguna hermana buenorra.
– Ya lo ves, no podemos darte más de 70 millones, hermana incluida.
– ¡¡Eso es un insulto!!
– Mira, se nota que va a ser difícil colocarlos, y podría comérmelos una larga temporada. ¿Lo tomas o lo dejas?
– Bueno, de acuerdo, 70 millones. ¡Pero porque tengo necesidad!
– Después de hacer el papeleo, el colombiano oye a Tío Putas hablar por teléfono. Sí, signore Antonio, delantero fino, fino, moltos goli. Casi uno por partido. ¿80 millones? Perfecto, esté atento al fax.
– Pe… ¡¿pero, ha vendido a Marrata por 80 millones?!
– Siquepacha.
– ¡¡Jijuepucha, gonorrea!!
Viejo Custer pasa por ahí.
– Haber estudiao.
– Y no te quejes, coño, que al otro he tenido que rogarle a unos alemanes que me lo quiten de encima.
– Hola, buenas tardes, quiero hacer un empeño.
– Claro, pero no veo que traiga nada para empeñar.
– Es que quiero empeñarme a mí mismo.
– ¿Lo qué? ¿Y qué valor tiene usted para empeñarse?
– Soy un fan del Madrí. Puedo animar al equipo y dar consejos sobre su gestión.
– Uh, no sé si eso tendrá mucha salida. Además, ¿dónde lo colocaría?
– En el escaparate, como a Maguila Gorila.
– De eso ni hablar. ¡Mikilee!
– Qué hay, jefe.
– A ver, dime si este es un fan del Madrí. Y no la cagues otra vez, ¿eh?
– Pero si siempre acierto.
– Sí, los tres últimos jugadores que he vendido de saldo por consejo tuyo luego han hecho la temporada de su vida.
– Muaaaaa jajajaja. Caerán pronto, ya lo verás.
– Venga, cuéntame algo de este.
– Dígame, caballero, ¿cómo lo va a hacer el Madrid este año?
– Creo que sufrirán bastante, y que se arrepentirá toda la vida de no haber traído a Frapé por la tontería de respetar la escala salarial.
– No sé, TP, parece falso.
– ¿Por qué?
– Fíjate en que habla del equipo en tercera persona, ignora los fichajes de futuro que se han hecho y cuestiona la escala salarial, base de la estabilidad del club.
– Mmm, es cierto… Mira, puedo tenerte aquí por si andan muy necesitados de fans, pero nada del escaparate. Como mucho puedo dejarte estar dos semanas en el sótano, viviendo de las sobras de nuestras comidas, que teniendo a Big Ang serán pocas. Y debes tener cuidado con Flanker.
– ¿Con quién?
– Es igual. ¿Lo tomas o lo dejas?
– Lo dejo, lo dejo. Veo que aquí tampoco me entienden.
– ¡¡Yoyalo catedralizio!!
– Bueno, otro nuevo y productivo día en la casa de empeños. ¿Qué te parece, papá?
– ¡Sois todos unos putos inútiles! Nicolasito sí que valía.
– Él, siempre él. Bueno, no importa, me voy al fúrbol con el abono del tolai ese. Coño, ¿y esta nota? «Papi, nos hemos ido al fúrbol con el abono que compraste antes. También hemos cogido pelas de lo que sacaste por los jugadores pa la otra entrada y pa drojas».
¡¡Qué hijos de puta!!