Las cosas de Zidane

Rappol

En estos tiempos en los que las guerras nos quedan tan lejos, siempre es de agradecer que tipos como Borda’l Ass nos traigan la lucha de guerrillas a casa y nos intenten hacer un traje de pino Adidas. Es justo y necesario, y nos recuerda lo difícil que es ganar. La victoria en sí no es el premio, sino la posibilidad de poder escribir otra página más en la historia. No una anotación suelta o un pequeño y presuntuoso folletín, que es lo que escriben los equipos que no acumulan tanta gloria como el Madrid; una página que habrá de llevarnos a otras, como Cucurella llevaba al suelo a Modric cada vez que lo cuerpeaba. Sudaba la gota gorda Carvajal muy pronto. Estos habían venido en serio a apretarnos las asaduras.

Recuperaba rápido la pelota la tropa de las Getaffen SS y era un martirio constante, generalmente bien resuelto por un bronceado Pijamita que tocaba más la pelota que nuestros mediocentros. A veces se nos encendía la bombillita de salir del búnker a mear a la nieve, pero costaba bastante trabajo. La próstata Isca estaba inflamadísima y la nieve humeaba aquí y allá, sin mostrar caminos claros hacia la portería de Soria. Ni poniendo a Gabinete Caligari.

Pensar en el presente es pensar en el futuro. Este Real Madrid necesita, por lo pronto, canciones percutoras para este tipo de momentos, ahora que no hay gente que pueda incomodar con su runrún desde la grada. Propongo a los nada mainstream Paris Youth Foundation —que serían del gusto de Zidane, pese a ser de Liverpool— y su “The off button”. Seguramente estos PYF se arrodillarían ante los negros, pero no se trata de salir en La Sexta. Se trata de desatascar partidos y encontrar caminos hacia la victoria, que es donde están las mollejas de nuestros enemigos, listas para ser pisadas para hacer vino. Ese que se consume en los reservados de los restaurantes a los que tantos y tantos millones de matados intelectuales pensaban que no iban los tipejos encorvados como Pablo Iglesias.

Sin embargo, no hubo PYF. Para el 60 ya andábamos necesitados de sangre oxigenada para, al menos, comenzar a aprovechar el cada vez menos enérgico repliegue visitante. Anduvo Sinzú aquí más rápido de lo habitual —y también más contundente en el número—, la izquierda comenzó a brillar más seguido y Kroos se puso las medallas en la pechera y aterrizó el sentido en el campo. Sí. De vez en cuando hacíamos alguna salida horizontal y dadaísta, aunque siempre perdonados por la poca calidad de la línea de tres cuartos de Borda’l Ass. Una delantera muy Antonio Gramsci, ciertamente.

El partido se fue inclinando progresivamente a nuestro favor y Carvajal cambió sus vales de sufrimiento acumulados por un penalti valiosísimo que, de nuevo, Barbarroja (El Auténtico) volvió a transformar como si no costara. Y lo voy a decir ahora que no me oye mi primo: si Ramos mantiene este nivel, esta concentración y esta capacidad de liderazgo, den por hecho el doblete Liga-Champions de este año.

Próxima parada Bilbao. A civilizar huecos pedruscos.

El Socio

Sí, bueno, ¿no? Hemos llegado a ese punto en el que para no ganar la Liga tenemos que perderla nosotros. Puede parecer una situación cómoda, pero también es necesaria fuerza mental para no sucumbir a la presión. Los fanscistas se quejaron ayer de la titularidad de Isco, lo cual es comprensible, pero creo que hay que ver a Zipayo como un gestor de plantilla, que quizá ve al malagueño como a un tío importante para lo que queda, y aplicando su alquimia bereber lo pone para que llegue a un pico de forma, aunque dé algo de asquete durante ciertos partidos. O eso o es un moro con mucha baraka que ayer lo volvió a hacer. En todo caso, son sus costumbres y hay que respetarlas.

El gol llegó de panal tardío (¿biliserismo?) y algo estricto, lo que ha servido para que los yayos echen las muelas. Se pudo haber evitado el drama si a Vini le hubiera entrado una muy clara en la primera parte que le mandó lateralmente Wendy, pero los tobillos se le han vuelto otra vez sucnormales, y oye, «robando» nos reímos más. Nunca me había fijado en Bordalás, y pensaba que tenía un físico tipo Pepe Mel, pero compruebo que es una especie de John Turturro de barba pintada con rotulador y frente cetrina. No tenemos la rueda de prensa de ayer pero si la que podéis ver abajo de un partido contra Osasuna, y ojo a cómo se expresa el tipo. Mucho ego… pero también mucha personalidad; puede hablar de sí mismo en primera persona (Mau) o en tercera (Aragonés), pero jamás con ese espantosa y dispersora primera del plural (el «Nosotros» delbosquiano). ¿El nuevo Mou? No creo, porque es sólo un año más joven, pero tiene su gracia.

Con la Liga casi en la buchaca, ¿cabe pensar en la Champions? No sé, no sé… ayer el ManBEPter City le cascó cuatro al campeonísimo Pool… pero también es verdad que antes del partido los 22 jugadores se arrodillaron «pa protestar contra el rasismo». Fueron apenas 5 segundos y decretados por la Premier, pero me produjeron una profunda vergüenza ajena, sin que ninguno de los futbolistas tuviera tantos cojones como la joven gringa que vimos días atrás. Me cuesta mucho pensar que una panda tan homosexual pueda doblegarnos.

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– Robal Madrid: 1 (Rabos, pen.)
– Getaffen: 0

Verano blanquiazul

Gomorra

Partido infumable, puro catenaccio zidanesco. 3 puntos y para casa, que todavía queda mucho. En el horizonte aparecen 2 partidos muy complicados para los farsantes, contra Atleti y Villareal, lo cual aligera la presión madridista. Lo mejor del Madrid es que ZZ ha rotado como un desquiciado todos estos partidos y tiene casi 22 jugadores para elegir en cada partido justo ahora que nos adentramos en el final del segundo acto de esta extraña liga, con muchas piernas frescas para dar el empujón final en el último tramo. Por el contrario, el Barça está cada vez más ahogado y no dispone de los recursos ni del nivel ni la baraka que sí tiene Zidane. Si consiguen los próximos 6 puntos de 6 contra Getafe y Bilbao, esto está hecho.

Rappol

En la resaca del orgullo pinturero, pudimos encontrarnos con algún objeto abandonado en el orto, o alguna molestia en el cuello que nos impidiera ganar con comodidad a este cadáver andante que es el Español de Rufete. Sin embargo, el Madrid confirmó su progresión física y su constancia en la solideza defensivna, más allá de algunos despistes iniciales del Morciégalo. Los españolistas tiraron de popper en esos primeros instantes, pero pronto sucumbieron al poderío de nuestro centro del campo, siendo poco a poco penalizados por su escaso dominio del pase y el juego elaborado. Había ocasiones y ocasioncitas, que goteaban como los niños balseros llegando a Miami en los ochenta, en busca de las plumas púrpuras del capitalismo.

Pasados los efectos locales de la fugaz droga, sólo faltaba esperar a ver cuál de los jugadores verdes tendría ese momento desequilibrante que nos faltaba para perforar la meta de Diego Implantes. Casemiro lo intentó desde el quinto coño libertario (le faltó una chispa de potencia para meter el gol de la jornada), mientras Brazard boqueaba como un barbo cisgénero y se llevaba alguna que otra tarascadita tirada desde el cariño —nada que ver con lo que recibe habitualmente—, en este bonito juego de dar y recibir que tanto gusta a los postdemocrátas de la sonrisa impostada. Tenía el Madrid ese dominio del teatro que atesoraba en sus buenos tiempos Jorge Javier, cuando manejaba a su purria televisiva sin tener que levantar la voz; pero no se imponía su homosexualidad sobre el terreno de juego, faltaba la chispa adecuada, que a saber a quién se la robó Enrique Bunbury.

Al filo del descanso, el Morciégalo cruzó un estupendo pelotazo que peinó Captain Omnipresent, permitiendo la aparición un poco escorada de Asociaté en zona droja. El taconasso gloriosso que se sacó el Niño Cachimbas habilitó bellamente a Casemiro, que venía ya con la polla fuera y cantando por Rafaela Carrá. Un gol muy bonito, como siempre sucede cuando el orden brilla en el caos y la leche chorrea sobre las manos expertas sin que importen el tiempo y el espacio. Qué bonito es ser del Madrid, coño, aunque todavía no hayamos sacado una camiseta con los colores del arco iris.

En la segunda parte, amb la força d´un pimient, prosiguió nuestro goteo de elegancia fumbolística, personificada en Kroos y en el ratito de los Hijos de Pelé. Vivivius anduvo rijoso, como si le hubiera molestado la suplencia, y el Cyd voluntarioso como cuando iba a la escuela y tenía que hacer análisis sintácticos. Detrás de todos ellos, Pijamita sostenía el telón, mientras el tal Melendo correteba intentando rozarse con algún pene blanco y RDT se preguntaba en qué fiesta había creído que se había colado. En la del vodka Yurinka, amigo. En la del vodka Yurinka.

La imagen del partido la dejó Tamudo con su mascarilla correctamente colocada en la grada, viendo a los pericos volar en picado hacia la segunda división. Es el mal menor, querido. Lo importante es que el Madrid celebró orgulloso su día, y trajo alegría a muchos hogares repartidos por el mundo en estos tiempos inciertos en los que tantas y tantas personas se preguntan si serán una rosa o serán un clavel.

Salud. Y Hala Madrid, hijosdeputa.

El Socio

Sí, bueno, ¿no? Nos jugábamos la Liga en Curnellá y resulta que llegamos ahí como un grupo de chavalines veraneando en Nerja. Bueno, no tanto, pero digamos que no fue el partido con más tensión en la historia del Real Madrid. Rufete colocó dos líneas defensivas bien tochas y se encomendó a la Moreneta, con previsibles resultados. ¿Qué decir de Isco y Hazard? Mucho culo pero poco lerele. Hubo que abrir la lata mediante una genialidad de Moromierda, que está en su pico de forma anual para volver a amodorrarse en breve. ¡¡Qué jodío!! Su pase de tacón fue transformado en gol con gran eficiencia por el suplente de Illarramendi.

¿Por qué el equipo aguamarina hizo una segunda parte tan floja, sin lograr cerrar el partido? Pudo haber varios motivos: por un lado el cansancio de jugar cada tres días, por otro un Español muy defensivo, y por último creo que a tíos de taitantos de vuelta de todos es imposible hacerlos correr fuerte, simplemente tienes que meter a pipiolos; eso es precisamente lo que hizo Zidane dando entrada a los Conguitos, los únicos que meneraron mínimamente la cosa, especialmente Urkel. El Fespañol lo intentó con trallazos lejanos, algunos bastante peligrosos, pero fueron bien blocados por Pichabrava; seguimos como equipo menos goliado. En fin, temía que nos iban a meter una dorada por el Chanquete, pero al final resolvimos el expediente con tres puntos no de oro, sino de platino rosa con incrustaciones. En la rueda de prensa, una Coca Cola gorda de cristal junto a Zipayo, como si estuviéramos en en verano de 1981; entrañable. Podemos permitirnos un empatito y seguir siendo campeones, pero nada de confianzas: salgamos todos a cubierta y cantemos: «Del barco de la Liga, no nos moverán…»

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– Español: 0
– Robal: 1 (Casimiro)

Liderato de ver-ano

Rappol

Convertir un culo prieto en un pasaje para el disfrute requiere de horas de esfuerzo, amor y dedicación. Anoeta no iba a ser una excepción, y Zinedine Shin Chan alineó algunos de nuestros canallas favoritos —esos que son capaces de meterla en cualquier agujero-, con el orto de BEP en el horizonte. Pese a la voluntad clara de mimar a nuestra obesa favorita, al final los donostiarras sintieron la capitalina butifarra bien encajadita, cual dragón que sesteara arrobado sobre su flora intestinal.

En el primer periodo los chicos hicieron un trabajo muy ministerial, abundando en maniobras ya conocidas (Vini izquierda, Asociaté jugando al elástico, Case haciendo de primo zumosol, James haciendo el ridículo, etc…), aburriendo de manera muy solvente a los telespectadores con un cerocerismo muy podemita. Máxima igualdad en intrascendencia, si acaso superiores nuestro Pijamita (que, siempre insisto en estos detalles, se viene vistiendo como un hombre en los últimos partidos) y nuestro banquillo. Volvíamos a tirar un periodo entero, como si esperáramos a que la Real se descompusiera, cosa que no sucedería hasta el 90, aproximadamente.

Tras el descanso, Vini siguió lanzándose como un simpático tarado contra la defensa local hasta que encontró una messipena, que sirvió para que nuestro Capi Favorito demostrara que es uno de los mejores lanzadores de penalty de la Liga NN. Muy necesario, Paquitain, en este momento. Cómo se notó su ausencia después de colisionar con Isak (el Negro-No-Negro) y tener que dar entrada a Limitao. Ahí se nos pudo ir el partido, tras perder el centro de la cancha y la bola, pero las apreciaciones del árbitro (rigurosas) nos salvaron del empate de Llanuza y, al poco, nos concedieron un 0-2, con estelar contribución del Pajarete Valverde y el porterito local (vaya manta).

A partir de ahí, la Real nos tocó los huevos con intención, los cambios no obraron grandes milagros y al final se impusieron el bien, la cordura, la hombría y la seguridad de la verga superior, cuya sombra se proyecta ya bien erecta sobre las bocas espumeantes de nuestros rivales. Preciosa sombra.

Liderato, justicia social y nuevos rectos que alicatar en el horizonte. Sigamos ilustrando al mundo, mientras nos dejen los mayas.

El Socio

La principal noticia ayer fue que el Madrid logró ser competitivo, dejando aparte ayudas arbitrales. Por supuesto, se me dirá que con buena picha bien se folla, pero en otros partidos, cuando Vinicius se cayó en el área, normalmente ya iríamos perdiendo de uno. ¿Mi opinión sobre el penalti? Creo que no lo fue ni jamás debería serlo; cierto que casi todas las tomas son malas, pero la lateral (que podéis ver en el vídeo de la entrada) no deja dudas: el contacto de Llorente es prácticamente nulo, de ningún modo suficiente para derribar ni desestabilizar; es Vini quien pone todo de su parte para caer. Alguno quizá alegue que la mano del defensor no pinta nada ahí, pero sería un argumento muy cínico: ese tipo de contacto se produce docenas de veces en cualquier internada en el área. Quien piense que no fuimos favorecidos en esa jugada… bueno, digamos que las gafas del forofismo tienen las lentes muy gruesas.

Lamento no poder decir algo muy distinto de la siguiente acción polémica. Haciendo una interpretación MUY estricta del fuera de juego se puede decir que el jugador blanquiazul tapa la vista Curtuá, pero sinceramente no lo veo por ninguna parte; simplemente el delantero saca un latigazo y Pichabrava se la come. Un gol sólo debería anularse en circunstancias muy claras y muy concretas, lo cual lamentablemente no ocurrió en esta jugada; voy más allá: si la regla dice que por esa remota poibilidad de distracción el gol no vale, la regla está mal. La posterior jugada de Benzema que da lugar a nuestro segundo gol me parece igual de nítida, pero en sentido contrario: aunque toca con la parte baja del hombro, es claramente un control legal.

Lamentablemente, la polémica distrae de un Madrid no brillante pero en mejoría, pese a sacar un once de alto riesgo. Vinicius, uno de los jugadores más polarizantes de nuestra historia, fue ayer una apuesta que dio fruto (dejando aparte el penalti). Me gustaría saber qué habría pasado sin esas jugadas, pero nada se puede hacer, y el caso es que ya estamos arriba, que era lo más difícil. Con todo, no deja de ser curioso que cuando un arbitraje nos favorece haya titulares a cinco columnas, y cuando son «otros» los que se encuentran puntos de regalo, la cosa apenas se comenta de pasada. La Real mejor que nadie debería saber esto, porque lo sufrió hace bien poco.

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– Reala Sociedala: 1
– Madriz: 2 (Rabos (pen.) y Benzema)

Potra, hálbitro y fantasistas

Rappol

Probablemente hoy el ministro Marabilla informará sobre los tramos horarios de visionado de los partidos del Madrid, destinados a salvaguardar la salud mental de nuestros mayores, protegiéndola de las bandas de nenas cuya estulticia y apesadumbrados modales aterrorizan a tantos y tantos barrios de la internet. Parece ser que en los de las 22:00 horas, los hombres deben incorporarse a las 23:00, ya cenados y en pijama. Con todo, el dortó Seemoon puntualizará que se trata de una medida temporal, porque a veces se gana y a veces se pierde; aunque hay plenas garantías de que, con carácter general, después de la primera parte suele venir la segunda, y no a la inversa. Y que al Madrid cuando le va bien en una, le suele ir mal en la otra. Y viceversa, obk, y asegurarse diariamente antes de acostarse de que no hay nadie dentro de ninguno de los armarios empotrados de sus domicilios. Porque salimos más fuertes… que es por lo que se ganan y remontan los partidos. Salimos más fuertes, pri, ladalada, ¿saes?

De manera que en el arranque de la segunda parte el partido estaba justo donde lo quería El Maestro Chi-Flow-Zen-Sú Mizisú; con un Valencia que casi no podía con sus huevos y un Madrid placenteramente instalado sobre los cuerpos cavernosos de Mendy (no sé por qué se odia tanto a este muchacho, después de llevar 400 años aguantando maldades) y Casemiro, que está en un estado de forma sensacional.

Hubo un poco de balonmano, y algunas tímidas contras tiradas por la chotería, pero el Madrid se hizo con la bola y cargó mucho por la izquierda hasta que Hazard Rivas (noveahsilepegan) se desmarcó trabajosamente y sirvió para un Asociaté que estaba en la posición en la que no suele fallar: centradito, en carrera, portero vendido y a un toque. Gal. ¿Saes, González?

Con la lata abierta, el campo se le hizo larguísimo al Valencia. Entonces, el Madrid empezó a sentirse más a gusto que los fans de Pablo Alborán en una sauna de Tonga, y hacia el minuto 70 como es tradicional se fueron haciendo los cambios. Volvió Marco Asensio —esperemos que definitivamente—, que marcó un bonito gol tras desborde de Mendy por fuerza (confiésalo, Custer: te gustó y sonreíste al ver asomar el dedo gordo del pie izquierdo por el agujero de las pantuflas). Todo era felicidad y pedos suaves, sonrisas que desdibujaban la Covid19, para demostrar que hasta de la peor de las maldiciones a veces puede brotar esa flor bella que … oigan, dónde estará nuestro buen … ¡ay! ¿cómo se llamaba?

En fin. En plena oleada de belleza, Asociaté marcó un golazo de bandera para certificar el chivo a la leña (asistido muy bien por Asensio), tras un magnífico contragolpe que comenzó con robo de Casemiro al chino en la frontal del Madrid. El chino (o coreano sudao, según otras fuentes nada despreciables) quedó tocado en su bulbo raquídeo, y la emprendió con Captain Magneto Peña Floyd Roger Billy Wilco Ramos, en una inenarrable serie de coces no exentas de plasticidad oriental que supusieron su abandono prematuro del campo (y no llevaba mucho dentro, ya saben que antes de llover chispea).

Hora feliz, final feliz.

El Socio

A mí no me gustó el partido del Madrizzzzz, principalmente porque fue la enésima vez que salieron relahaos. Da igual que nos juguemos la Liga o que vayamos líderes, que haya virus o radiaciones atómicas, estos siempre se tocan los cojones la primera media hora. ¡¡Casi llegas a entender a los piperos!! Por supuesto, el Violencia olió la sangre, dándonos el primer sustazo con un palo tras tiro ajustado de Rodrigo (otro jugador nuestro en ese equipo que tanto nos odia). Un rato después combinaron como quisieron en la frontal, gol y a remar… o así habría sido de no haber mediado el BAR, ese invento demoníaco. Tres minutos de deliberaciones para finalmente decir que no, que no había sido gol porque un choto tenía una uña adelantada o algo así.

Soy perfectamente consciente de que esto que voy a decir no será popular entre mis lectores, pero me suda la polla: me parece vergonzoso que se anulen goles así, por jugadas de distancia microscópica en las que es imposible discernir ventaja alguna para el atacante; mientras numerosas voces llaman a flexibilizar estos criterios absurdos, los árbitros van a su puta bola, rompiendo el poco ritmo que le queda a este deporte y anulando goles que deberían ser válidos. Quejarme de esto es es un tanto paradójico viendo los robos flagrantes que perpetran semana sí, semana también los del exércit desarmat, pero en fin, alguien tenía que decirlo.

La cosa es que el gol violencionista no subió, y gracias a eso pudimos dar asquete otra hora larga, hasta que se nos encendió la bombilla. Este Madrí es como un dos caballos del 65, se toma su tiempo para calentar el motor y coger revoluciones. Cierto es que una vez en ese estado ya hacemos así y así e incluso nos entran goles muy bonitos, como los de Ausencio y Benzema. «Au» siempre ha tenido un don para los goles espectaculares, y la verdad es que marcar a los 10 segundos de entrar es excelente para la confianza tras una triada; cuidado no lo veamos pronto en una carroza… En cuanto al tanto de Benze, psé, no estuvo mal, yo podría meterlo también… Bueno, fue un golazo, pero ya sabéis que le servirá de coartada para salir los próximos 20 partidos hasta arriba de grifa, o la mierda que se ponga en la cachimba.

En fin, este sigue siendo el Madrid del jiji jaja y que sea lo que Dios quiera, hasta que te llegue un George Floyd con el nabo untado de meta y te haga la caidita de Minnesota. Estos pavos no aprenden.

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– Magrif: 3 (Benzemalo (2) y Ausencio)
– Violencia: 0

Zidane es un papafrita

Custer

La pena, y lamento haber insistido tanto en esto, es que Papafrita jamás tendrá la suficiente humildad como para agradecerle a Cristiano Ronaldo lo que ha hecho por su carrera de entrenador. Allá él. Ahora de lo que se trata es de buscar a alguien que nos ayude a atravesar el desierto. Propongo a Bordalás…aunque supongo que Despachos, en estos momentos, estará barajando otros nombres. Lo que está claro es que el cambio es necesario. Ni un minuto más Papafrita debe seguir al frente de esta cosa. Campana y se acabó. Que firme el finiquito y que se pire a Juventus, a la Selección Francesa o a donde le salga de los cojones. Que deje ya de hacer el mamarracho, por favor.

Ang-L

A mí a diferencia de a vosotros la alineación no me pareció rara, salvo por el puto bulto sospechoso. A Valverde y a Casemiro hay que dosificarlos en estos partidos contra equipos que huelen a descenso.

El problema principal es que, como ya dijimos hasta la saciedad los «todomalistas», nos faltan mediocentros defensivos. Algunos incluso os reíais de Llorente, pues a mamarla, otro partido en el que nuestro centro del campo no da más de sí con solo uno.

Lucas Vázquez, diréis. Pues Lucas Vázquez si puede ser titular en algún partido, es justo ayer, contestaré. Que los del Betis son bastante paquetes, menos su moro y nuestro ex Luke. Otra cosa es cómo se dio el partido y las reacciones de nuestro autista, ahí si que ya no estoy de acuerdo. Obviamente si se pone chungo el partido, Lucas tiene que ser el primer cambio. Luego no se puede sacar a Kroos por Mariano. Vale que Kroos no estaba haciendo gran cosa, como todos los partidos en los últimos dos años que juega junto a Modric. Parecía claro que el cambio tenía que ser Valverde por Lucas y Mariano por Benzema. Y bien pronto, no en el 70 y en el 80.

Y Benzema, hijo de la gran puta. Este ñordo ya solo vale para regatear hacia atrás y dar pases en el mismo sentido. Y al parecer la única forma de que digan que ha jugado mal es que les regale el segundo gol, si no hubiera sido otro partidazo de sus intangibles y su gol del mes, de penalti, con dos cojones.

Que os follen a los nuncamalistas.


Familia Zidane.

Rappol

Cada uno se suicida como quiere. Faltaría más. En pleno siglo XXI y con un país de manipulados que se creen libres y se echan a la calle para celebrar el Día de la Mujer Trabajadora —lo que excluye a tantas y tantas tipejas que se dedican a la política—, también existen entrenadores ciegos que se resignan a no dar banquillo a tipos que hace semanas que dieron positivo en coronavirus futbolístico, como Benzema, el Morciégalo y Chopped Vázquez. Y puedo llegar a entender (porque he leído «La peste») que Mizisú desee desde lo más profundo de sus pelotas argelinas que todos se sientan importantes, partícipes, contribuyentes … ¿Pero para qué? ¿Para la gloria? ¿Para qué gloria? Esto no es la gloria. Es la UCI de los equipos legendarios. Y para salir de aquí necesitamos medidas drásticas. El tiempo para encontrar algún vestigio de gloria en la bacineta del pipí se acaba.

Dijo Mizisú: «Hágase el milagro». Y salió Chopped a melonjamonear y el Morciégalo a cojear una chispa en el arranque del partido. Los béticos trazaron su plan sobre la media, con un Fekir temendo en tres cuartos y las espaldas bien cubiertas. El partido estaba donde lo quería Rubí, y nuestra indolencia se pagó con un gol tras error absurdo del Paquitán (Benzema andaba por allí también, pesado como el cobrador del frac con sus asociacionismo de los cojones) y un Pijamita que pensó que iban a mirar el VAR y se comió el trallazo de Sidnei (de pasado deporculista). Menudo plan, afortunadamente equilibrado por un penalty que no vi mientras tecleaba un comentario, y que Benzema convirtió como para tratar de engañarnos a todos. Chico espejismo.

Como viene siendo habitual, en la segunda parte mejoramos algo nuestras prestaciones ofensivas, pero los cambios no solucionaron nuestros problemas de planteamiento. Seguíamos sin dominio en la media. Y tras la locura asociacionista de Benzema (terrible balón regalado para que el ex-culerdo Tello atravesara media cancha para batir con comodidad a Pijamita)… Tengo que detenerme aquí… El balón fue terroríficamente infantil… El balón fue un esputo, un miasma, una puta mierda asociativa… El balón fue como ver a cámara lenta a un tipo colgado de una cornisa sabiendo que va a acabar hecho guacamole en cuanto avance unos segundos el vídeo… El madridismo cabal tuvo que pensar al unísono «Pero qué haces, hijodeputa»… El gol de Tello. Charcutería barata.

Después, se pusieron a correr un poco, que es lo que hará Pedro Sánchez mañana: tratar de hacerse el digno en toda esta broma pesada del coronavirus. Siendo amable, un partido lamentable. Atiendan a partir de mañana, si se estiman a sí mismos y a los suyos, a las cuestiones verdaderamente importantes.

Volvemos a estar en la segunda plaza, habiendo dilapidado en siete días el golpe actitudinal en la mesa que dimos ante los culerdos y (esto es lo peor) borrando definitivamente cualquier vestigio de competitividad y solidez defensiva que hayamos vislumbrado este año. Quedan muchos partidos, sí. Pero cada vez quedan menos. Sobre todo de los importantes.

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– Manque pierda: 2
– Madriz 1 (Benzema, pen.)

El milagro de Steve Urkel

Rappol

El once titular de ayer no invitaba a grandes optimismos —ni a optimismos de ningún tamaño, teniendo en cuenta precedentes—, pero Mizisú debió aprovechar la semana para ponerle una ofrenda al Dios del Fútbol. Este, agradecido por el gesto, decidió bendecir a jóvenes y viejos vestidos de blanco y por ahí se empezó a desatascar el partido. Para no perder la costumbre, en la segunda parte, porque la primera fue como un gigantesco flan recubierto de caramelovirus.

Las sorpresas de Mizisú fueron Isco, el Morciégalo y Valverde jugando casi de extremo derecho (jugó en realidad de hijoputa-táctico), alternando de vez en cuando el ataque total que se planteaba constantemente por la izquierda, con un trabajo muy sacrificado de Casemiro y del propio Isco en los retornos. Paradójicamente, la mayoría de los sustos de la primera parte nos llegaron por la zona de Carvajal, cuya temporada desafía al entendimiento.

Sin embargo, la apuesta adolecía de lo de siempre: el benzemismo asociativo, la ausencia de claridad en los metros finales y el prurito de pase que siempre nos atenaza cuando lo que hay que hacer es matar. Punto.

La segunda parte, por contra, empezó a traernos buenas noticias y detalles positivos que fueron cayendo todos de nuestro lado (gracias, Dios del Fútbol). La fe de Vinicius se incrementó, el centro del campo culerdo empezó a hacer aguas y las ocasiones más serias caían a nuestro favor. A Tiesén le dio un ataque de entrenador de vacas y sentó a Vidal para hacer entrar a Whitebread, invitando a Kroos a mostrarse más en el apoyo del ataque. Resultado: en una jugada atascada en banda izquierda, gran pase del alemán, reculada de Piqué (que despreció a Vinicius en un gesto que le salió muy caro) y 1-0. Miraba a la grada el brasileño, señalándose el escudo, feliz, mientras Casemiro daba puñetazos de rabia en el suelo. Aquí pasaba algo.

El Putaloni trató de estirarse un poco entonces, pero el Madrid estaba ordenado y mordía todo lo que podía en la salida culerda (Modric-Isco, cambio razonable, Valverde-Lucas, cambio obligado y Benzema-Mariano, cambio que nos gustaría ver más y antes). Pero sin ningún elemento sorpresa por parte de las visitantes (Messi no quería), los blancos desperdiciaron alguna ocasión de matar el partido definitivamente (incomprensible que Pijamita no sacara rápido tras falta a la desesperada que subió a rematar Terrestreguén). Hasta que Mariano, el hijo pródigo (últimamente también me acuerdo a veces de RDT, que sale a gol por partido desde que está en el Español), se hizo la chupada del siglo para matar el partido en el descuento.

Alguien debería tomar nota. Sobre todo, de las cosas que agradan al Dios del Fútbol. Porque sea como sea, todavía estamos ahí. Y físicamente ayer parecíamos un poco recuperados. Esperemos que ya anímicamente el giro sea definitivo. Matar. Punto. Matar. Punto. Matarlos a todos. A sus familias. A sus amigos. A sus conocidos. Ser peores que el coronavirus, coño. Hala Madrid, hijosdeputa.

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De marra, marra, marra villa.

El Socio

Cuando uno está en una situación desesperada y adopta medidas igualmente desesperadas para solucionarla, es juzgado enteramente por sus resultados: si fracasa es un pobre loco que murió matando, pero si triunfa es un genio. Creo que Zidane está familiarizado con el término «barakka», esa suerte de los valientes que tanto acompañó a nuestro Invicto Caudillo, y ayer se la jugó todo a una carta, incapaz de aceptar la derrota sino era luchando bajo sus propios términos. Este clásico crepuscular pudo perfectamente acabar de otra forma si el Barcas hubiera metido cualquiera de las que sacó Pichabrava o las que mandó a las nubes Griman (y tan gris), pero el destino se tiñó de blanco.

Vinicius es un jugador en edad de formación que normalmente se iría asomando al primer equipo tras chuparse una larga mili en el Castilla o una cesión en cualquier equipete de nivel medio. Sin embargo, le ha tocado sustituir a la vez de Cristiano, Hazard y Bale, y el mundo entero asiste a cómo un chaval sub-20 intenta aprender a chutar y pasar. El proceso está siendo lento y doloroso, pero el dios del fútbol quiso ayer que nuestro muchacho desgarbado, el vecino de los Winslow que destroza el salón accidentalmente preguntando «¿He sido yooooo?» le marcara un gran gol al mejor portero del mundo junto con Alisson. Que fue otra vez de rebote, sí, ¿pero qué más da? ¿Acaso no es una técnica de tiro como otra cualquiera? Además el rebote fue en Piqué, lo cual aumenta el placer. El compañero sentimental (que no esposo) de Shakira es un tipejo peor que Buardiola, quien al menos es abiertamente sepa-rata. Piqué no, Piqué quiere que ambos bandos compren en su botiga, y te pide hacer negocios con él mientras ayuda a socavar los cimientos de tu país. Ayer llevaba ese cote de pelo retarded que se estila ahora, y recibió un justo castigo a su iniquidad; que se joda mucho.


¡¡Despiporreeeeee!!

La jugada del gol tuvo un glorioso prolegómeno en el pase de Kroos; muchas veces se usa a expresión «telegrafiar el pase» para criticar a quienes delatan un envío mediante su gestualidad, pero «Toni fútbol» no es que lo telegrafiara, directamente parecía estar llamando un taxi, agitando la mano en alto. Yo, que sé alemán, le leí los labios y vi claramente cómo decía «corre, negro, corre». Y vaya si corrió. Porque sin duda lo mejor de Vini-Urkel es que se las juega todas, penetrando por la izquierda una y otra vez sin importarle su ratio de acierto; al fin y al cabo, hay quien dice que el fútbol es saber correr con la bola cosida a los pies, lo demás es añadidura.

¿Qué decir de Marcelo? La insistencia de Zidane en alinearlo seguirá dando que hablar durante años, pero yo no me veo autorizado a reconvenir a un tipo que lo ha ganado todo en el césped y en el banquillo. Lo del brasileño pudo acabar ayer en tragedia fácilmente, pero el caso es que hizo justo lo que esperaba el técnico: completar una banda izquierda que era nuestro único argumento ofensivo. Su carrera geriátrica contra Messi nos recordó la crueldad impasible del Padre Tiempo, y si él no quedó muy bien, peor parado quedó el «GOAT», quien ahora es el hombre que perdió una carrera con Marcelo. Pero bueno, le metió cuatro al Eibar, seguirá firmando su propio cheque varios años. Al fin y al cabo, él es el verdadero entrenador del equipo, muy por encima de ese señor canoso vestido de cura sentado en el banquillo visitante.

La noche tuvo glorioso colofón con el golazo de Mariano, un jugador por el que no puede evitar tener debilidad. Una vez más salió como si fuera el último partido de su vida y una vez más cumplió, metiéndola por donde no había hueco. Fue un gol crucial en lo anímico, que mandó al equipo al vestuario dándose golpes de pecho y creyéndose capaz de todo. Ciertos madridistas bastante influenciables dicen que les gusta Mariano «a pesar de», como si no tuviera absolutamente todo lo que necesita un nueve (golpeo excelente con todas las partes del cuerpo, oportunismo, potencia, hambre), y tratándolo como una especie de Julio Salinas mulato. Yo les pediría que dejaran de repetir gilipolleces fabricadas en las factorías del antimadridismo y pidieran más oportunidades para este notable jugador, mucho más en este Madrid para el que cada gol es oro puro.

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– Real Madrid: 2 (Vinicius y Marciano)
– Barcas: 0