Una victoria en el Kampf Nou compra tiempo y buenas sensaciones, que pueden durar y utilizarse como base para avanzar o pueden dilapidarse rápidamente. Es como si estás en el paro y un amigo te presta dinero: lo puedes usarlo para sobrevivir mientras encuentras otro empleo o te lo puedes gastar en el bingo. El partido de esta noche en el Borussia-Park diludicará si seguimos con nuestra rehabilitación o si emularemos a Esteso y Pajares en el ya clásico film.
El Borussia Mönchengladbach es un club de nombre que parece complicado hasta que te enteras de que realmente se llaman Borussia Verein-für Leibesübungen Mönchengladbach, que viene a ser «Asociación de Ejercicios Físicos Prusia Mönchengladbach» (no es de extrañar que la gente prefiera llamarlo «Gladbach»). El equipo brilló fulgurantemente en los 70, ganando 5 de las ligas de la década y dos UEFAS, y pareciendo llamado a ser la alternativa al Bayern, con jugadores tan ilustres como Heynckes, Vogts, Netzer, Matthaus o Stielike, pero los 80 no fueron suyos precisamente, como tampoco ninguna de las posteriores décadas; el Madrid, entre otros, se encargaron de bajarlos de la nube. Sin embargo, el año pasado no lo hicieron nada mal, llegando a ponerse líderes y terminando en un meritorio 4º puesto, consecuencia de lo cual nos enfrentamos a ellos hoy. Podéis preguntarme con vuestra mirada azul a qué juegan estos fulanos y quiénes son sus hombres destacados, pero sinceramente no lo sé. Os puedo decir como curiosidades que tienen cinco jugadores suizos (en la Bundesliga no hay límite de extracomunitarios) y que en sus filas milita el hijo de Thuram, Marcus, que juega de delantero.
¿Y qué decir de nuestro Madrizzzzzz? Que ojalá nos dejen mucho espacio, tal como nos gusta, para hacer así y así, e intentar enganchar algún remate de gol; confieso mi total carencia de fe en la dupla Urkel-Benzema, así que cualquier variante sobre la misma me gustaría, aunque también sería lógico repetir el equipo de Barcemona. La gran novedad es la vuelta de Jasard a una convocatoria desde el desangelado partido de Lisboa, y huelga (o no) decir que hay que tener mucha paciencia con el tipo. Ahora mismo el simple hecho de que trote por el césped es un éxito, y necesitará bastante tiempo de recuperar sensaciones, perder miedo y perder peso para volver a parecer un jugador desequilibrante (eso contando con que no tenga recaídas). Supongo que si el partido se pone de cara jugará 20 minutillos, y si no reaparecerá ante el Huesca, ocasión bastante menos comprometida.
Por supuesto, los puntos son tan o más importantes que los del Kampf, tras el ¿inesperado? cagadón contra el Donetes. Si se saca un buen resultado, viviremos varios días de optimismo pese a las carencias bien conocidas del equipo. Ahora, si se palma… digamos que será un jodido día de fiesta para los perros de la yshteria.
El público también juega. Se le llamaba “Jugador Número 12”. El Jugador Número 12 del Barça habría impedido que el árbitro pitara ese penaltito. Pero VAR (Dios en la Tierra) ya había perdonado una clarísima zancadilla a Ramos en otro córner y MonoconTambor, empresa que Coordina el VAR, pitó penalti por agarrón camiseril. Esa clase de penaltis siempre han sido Penaltis Gais. Antiguamente, a los mismos jugadores les daba vergüenza que se les pitara ¡¡A FAVOR!! Penaltis Gais, los consideraban “Indignos”. No les parecía fútbol porque agarrar de las camisetas en los córneres es algo que llevan haciendo TOOODOOOS desde que eran niños. Lo llevan en el ADN. Antes de cobrar millonadas por jugar al fútbol ya se agarraban unos a otros de las camisetas en los saques de esquina y por eso, si un árbitro pitaba penalti por agarrar la camiseta del contrario, lo llamaban el “Penalti Gay” y dejaban que el “Penalti Gay” lo lanzara el Gordo del equipo al que, cariñosamente, siempre llamaban La Gorda. Decían: “Gorda, tira el penalti gay” y llegaba La Gorda y tiraba, desganao, el Penalti del Gay o Penalti Gay. Ahora los tiempos han cambiado, hay pandemia, la gente está muy chunga, los campos están vacíos, el Madrid no juega en el Bernabéu sino junto a un solar de cabras y las Ligas y las Champions son Johnnys. En fin… Es lo que hay… Bah.
Tío Uncas
Enorme victoria del Mad…
No, venga, victoria poco sufrida y de trámite del Madrid, y digo de trámite porque ahora mismo el Farsa no es termómetro para ningún gran equipo que se precie. Yoya avancé el viernes que el Madrid mínimo empataba en el antiguo Kampf Nou, que el Farsa estaba para sopitas, y creedme, cuando Lucas pronostica un buen resultado para el Madrit es porque el partido es bien facilito.
Decía un fansista que cómo cambia el equipo cuando hay espacios. Bien, cuando hay espacios hasta el Cádiz puede parecer el Santos de Pelé. Eso lo debería saber el Farsa a la hora de jugar con según qué rivales, pero su ADN tiquitaquero y dominante le condena a menudo como al Athletic le condena su ADN racial. Así que lo cierto es que el Farsa concedió al Madrid todos los espacios del mundo para que pudiera desarrollar ese fútbol en el que más cómodo se encuentra, o sea, ese en el que nadie le muerde las piernas, y el Madrid se lo hizo pagar con más oficio que calidad. El problema es que el resto de equipos del planeta no tiene tantos miramientos y sabe jugarle al Madrid de la manera que más daño puede hacerle, acumulando gente atrás, tapando los espacios, mordiendo, y saliendo en contras rápidas que frecuentemente cogen a nuestro centrolcampo tacataquero en bragas.
¿La buena noticia de ayer, además del resultado? Que nuestros biejos envejecen más lentamente que los suyos. Mensi (ahora sí, Mikingo) está en clara decadencia: conserva la calidad de siempre en su zurda, pero físicamente no aguanta cuatro carreras, ni tiene la chispa en el arranque y el dribbling de antaño, además de que en resumidas palabras, está hasta los cojones del Farsa. Piqué ya solo piensa en el dinerito y en la vida tan estupenda que va a tener cuando se retire, el fútbol para él es un hobby como el póker. Busquets ya no llega a todo, y cada vez que se va al suelo se levanta en siete pasos como un abuelito. Ya Suárez el año pasado iba camino de dejar a Ronaldo el Gordo, nuestro conejito feliz, en una sílfide… ahora le ves en el Paleti y juraría que hasta tiembla el césped cuando corre. Comparas eso con la dignidad real con que están envejeciendo Ramos o Modric y es que no hay color.
¿La mala noticia? Nuestros jovenasos, de los que claramente el mejor es, sin ningún género de dudas, el pajarito Valverde, por el que en 2-3 años vamos a sacar una buena pasta. Ficticius ha vuelto a dar un máster de «He sido yoooo?», tiene menos entendimiento del fútbol que Flanker de las relaciones humanas, y ha vuelto a hacer un disparo a puerta indigno de la Primera División y hasta de Regional Preferente. Sencillamente tiene empuje de sobra para ser el mejor cuando el resto da ascopena, pero a poco que el equipo sube el nivel es incapaz de tomar una buena decisión con el balón. Rodrygo Goes (to Hollywood) en cambio ni tiene empuje ni tiene ná, aparte de cara de niño y andares de viejo. Menos mal que este era el bueno, Mikingo. ¿Asensio? Una zurdita estupenda y la potencia de una scooter. Después de varios años en la élite, ya queda claro que él es la blandura y la blandura es él.
Total, que como también yoya hace unos días, la Liga está perfectamente a tiro. Más que por nuestro nivel excelso, que mira, no, por el bajo nivel actual de los equipos españoles. El desierto es menos desierto con agua en la cantimplora, pero sigue siendo desierto y la Tierra Prometida aún queda lejos.
Porque Europa en cambio es otro cantar, y es normal que el buen madridista, ese que está pendiente del equipo en vez de estar pendiente del resto de madridistas, tenga sus dudas a pesar de la victoria de hoy. Porque venimos de dos años seguidos cayendo a la tremenda en octavos y a primeras de cambio el Donuts de Ucrania nos ha pintado la cara en casa con 7-8 bajas. Si los astros se alinean, si la flauta suena, si la abuela fuma, igual podemos dar una sorpresa, pero francamente, el que le meta dinero ahora mismo al Madrid como ganador de la Champions se va a hacer archimultimillonario. Por lo pronto el martes jugamos en Mongleb… Monbecha… Mlongetb… contra el Borussia, vamos, que no es mal equipo y encima es alemán. Ojo, que una derrota allí nos pondría contra las cuerdas, así que mejor si no juega Marcelo y no se resfría Ramos.
https://youtu.be/ThkBj72aFoQ
Rappol
Una de las cosas bonitas que tiene tener hijos es sentarse con ellos a ver cómo el bien triunfa sobre el mal relajadamente, esto es, al margen de las películas de superhéroes y de las mociones de censura, en las que siempre triunfa el regular. Después de encadenar dos sonoros ridículos por empeñarse en jugar 9 contra 11, Mr. Zú se dejó de pavadas inspiradas en la sostenibilidad y optó por emplear, probablemente, su once más equilibrado actualmente (con la salvedad de Nacho, cuya lesión ofrece posibilidades para la titularidad de Vásquez en el lateral derecho, toda vez que Carvajal tiene todavía por delante un mes de recuperación y entonación, como poco). Y es que las flores no se cuidan solas, ni los bonsáis, ni los niños que se dejan cerca de Joe Biden. Hay que estar atentos, leerles y enseñarles a leer; pasarles la mano por el pelo, llevarles a pasear con la mascarilla puesta… Ponerles los Doors y Guns and Roses cuando vamos en el coche con ellos a alguna parte, y también Coltrane y Chet Baker. Y Bill Evans, y Pat Metheny… y contarles sus historias, aunque no las comprendan. Contarles que a veces se gana y a veces se pierde, pero que el arte con mayúsculas nunca muere, y no precisa de argumentos. Simplemente se aprende a contemplar y se diferencia del pastiche intrascendente por la calidad inconfundible de la sensación que te produce, como de chut con el exterior de un tío de 35 años con un swing irrepetible. «Mira, hijo. Ese es Modric. No te encontrarás nunca un disco suyo en un rastro de Remar»… Esa es la mejor manera de que sean madridistas y no caigan en manos de ninguna secta futbolística infame. No conviene descuidar estas cosas, amigos. No cuando hay a nuestro alrededor tanta gente mala, desde la Meca hasta Marinaleda.
Decidió el Madrid que ayer no tocaba siesta bastante rápido, tras fulgurante conexión entre Gasensio, BenZema y Valverde para el 0-1. Aunque la alegría duró poco por el despiste monumental de nuestra derecha pepera, capitalizada por Nacho. Con todo, el planteamiento de los blancos resistía bien las independentistas acometidas culerdas y mantenía la bola con solvencia, basculando con seriedad y atacando por ambos flancos con eléctrica prudencia. Planteaba el Madrid el partido con mirada larga, solidaria y segura de sus fortalezas. Porque los tiempos en fútbol no engañan, y en esta fase de reconstrucción, los blancos está jugando bien sus cartas, que no se puede hacer poker constantemente en todas las manos y, sobre todo, en todos los torneos.
En la segunda parte, llegaron al fin los momentos para la estadística y el llanto, tan del gusto de esos que todo lo fian al discurso y no a los hechos. Esos que creen que por repetir las líneas de Coelho o Innerarity se transforma la realidad. Esos que nada saben del arte, porque llaman arte a cualquier cosa, héroe a cualquier piltrafa vociferante, libertad a cualquier expresión de mediocridad emotivamente desatada. Surgió entonces el héroe a su camiseta pegado, el Paquitán, el Hombre que se quemó la mano en el instituto, sí, pero que acabó robando el fuego. El guardián entre el centeno… Y se lo metió a Neto por ahí, el fuego, y el centeno, para que en las sobremesas culerdas se quemaran los manteles y las señoras y señoritas engañadas fueran a ver si quedaba Almax en los botiquines de la casa para sus mariditos ulcerosos.
Muerto Busquets, Ronald McDonald (no se engañen, otro fantoche más que añadir a la lista histórica de entrenadores de paja payesa) terminó de desmochar a los locales con sus cambios, y Modric (saxo alto invitado) culminó sus veinte minutos con un gol como el que le metío Parker a Gillespie en el Massey Hall de Toronto en 1953. Neto y Baratito DeJong recogieron las mesas al final del concierto, mientras las familias culerdas se preguntaban en casa qué podía haber pasado, abriendo sus diccionarios catalán-español por la letra «R»… Por dónde la iban a abrir si no, esos ridículos farfulleros.
En fin. Hay que seguir trabajando. Ya volverán los dineros. Pero a Ramos y a Modric, dos monumentos.
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– Culerdians: 1 (Enchufati) – Real Madrid Natafresa: 3 (Valverde, Ramos (pen.) y Modric)
En la peli de 2013 «Grudge Match», Sylvester Stallone y Robert de Niro interpretan a dos viejos rivales pugilísticos que intentan ponerse en forma para un último combate que resuelva de una vez por todas sus diferencias. En una historia simpática que extrae su humor del patetismo de dos personajes ya muy acabados tratando de recuperar parte del brillo de antaño. El Clásico de esta tarde va a tener bastantes similitudes con el film, por la animadversión entre ambas partes y por lo lejos que quedan sus días de gloria.
Aunque algún madrilista se haya entregado a la yshteria siguiendo las más venerables tradiciones, lo cierto es que este Barcas asusta poco o nada, e incluso su situación es objetivamente peor que la del Madrid: vienen de un nadaplete y de su peor derrota europea, sus cuentas son una catástrofe, la plantilla está al borde de la rebelión y tanto por plantilla como por juego ahora mismo son un segundo espada europeo. Frente a esto, tenemos un Madrid campeón de Liga, en el que todos cobran a tiempo y el liderazgo de Flópor ni se cuestiona. Donde ambos equipos se encuentran es en su paupérrimo rendimiento futbolístico y en la abundancia de viejas glorias, pese a los tímidos intentos de limpia. Puede ser más un duelo para ver si ambos aguantan en pie que para ver cualquier intercambio de golpes realmente peligroso.
Imposible saber qué equipo sacará Zipayo, tan enemigo de las alineaciones «de memoria», pero estaría bien que decidiera de una vez qué quiere ser de mayor, y si realmente Benzema va a ser nuestra máxima referencia en ataque. Por aventurar algo, pondrá un equipo más rocoso que atrevido, intentando volver a la base que nos dio la Liga pasada. ¿Quizá una nueva oportunidad para Jovic en el duelo de máxima exigencia? ¿Rodrygo para inventar algo? Mariano desde luego no será la sorpresa, porque desde que le extirparon los huevos, perdón, las amígdalas, sólo ha completado medio entrenamiento con el grupo. En fin…
Desde luego es el Clásico más patatero de los últimos años, una versión aguada y gris de esos duelos galvanizantes entre el equipo de Mau y el de [BEP]. Por supuesto, ganar sería un subidón y hundiría a los culés aún más, pero no nos engañemos: esto apesta a empate, con la inoperancia y el miedo de cada equipo anulando las virtudes que les puedan quedar.
Ayer nos encularon bien en Euroliga, y aunque es otro deporte y otro mundo, nuestras dos secciones están exhibiendo un innegable paralelismo; fue un duelo triste y fantasmal, dominado por el chirriar de las zapatillas, con los merengues a remolque todo el tiempo. Los de Lolaso mostraron un agotamiento y una falta de ideas preocupantes, recordando vivamente a sus primos que juegan con los pies. Por ello, esperar la victoria en este segundo Clásico sólo puede ser fruto de un optimismo no justificado. Conformémonos con hacer un partido digno, dar la batalla y, si por esas cosas de la vida ganamos, esperemos no hacer más adelante el ridículo contra las Marías de la Liga.
En su momento dije y supongo que el Guardiópata lo guardó porque para eso está, para guardar, que Papafrita no se comía el turrón. Pues fijaos cómo veo ahora la cosa, cómo veo la cosa de abandonada, cómo veo al club tan a la deriva que lo que a todos nos parecería lógico, es decir, que Zidán no se comiera el turrón en Madrid, ya no lo tengo tan claro. Está la cosa tan dejada de la mano de Dios que me parece que en Despachos, en la Alta Mesa, a todos los gerifaltes, con Gagá a la cabeza, les da exactamente igual lo que ocurra. Y sí, no solo es posible que se coma el turrón en Madrid y el pavo en Madrid sino que también es muy probable que este hombre, este Papafrita de los cojones, nos devore a todos nosotros y nos entierre en la Tumba India con él y con Nasser Al-Mohammad Al-Mohamí Pérez de Gagá, al que Alá Mantenga Limpio el Dodotis. Es triste decirlo pero mucho me temo que ahora mismo no hay nadie ni nada en este mundo que pueda parar al Titanic en su marcha hacia el Abismo.
MadridSXXI
Mi impresión es que el equipo es el que es. Hay gente que ya ha ganado lo que tenía que ganar, está satisfecho con eso, y no va a embarcarse en el sacrificio máximo de estar a tope para intentar nuevas conquistas. O puede que su cuerpo ya no se lo permita. Mucho habláis de los centrales, pero en el lado de Marcelo llegaban los oponentes más solos que Simón presentando su libro de investigación científica. Paquitán lo suple haciendo de lateral, pero Militao no lo podía hacer.
Una vez aceptado esto, en el debe de Zidane está no saber acoplar a ninguna nueva incorporación. Y sobre todo no cambiar el esquema para generar espacios. No sabe hacerlo. El lada a lada lleva al oponente a replegarse perfectamente atrás. Al no haber nadie que desborde ni que intente paredes, el 90% de los ataques muere con un centro lateral en el que los tres centrales habituales que nos ponen no tienen mayor problema en despejar. ¿Cuánto hace que no metemos un gol de cabeza tras pase lateral? ¿Desde que la pesoe era decente? Pues es la jugada que se repite una y otra, y otra, y otra vez. Con resultados por todos conocidos. Zidane no ha sabido cambiar eso, y el tiempo se le va agotando.
Rappol
La nueva normalidad era esto. Por lo visto, no hay suficiente blanqueador en el parlamento de España como para acabar devolviéndole la lucidez al fútbol del Real Madrid. La camiseta está bien, pero volvemos a una etapa en la que ya no basta con llevarla limpia. Con todo, ¿quieren oír una noticia verdaderamente mala? Aqui la tienen: Keith Jarrett no volverá a tocar el piano en vivo jamás. Eso sí que es un drama, a la altura del de los que se consuelan con James Rhodes —Joe Biden tiene todos sus discos, que alguno tendrá editado el pobre pianista inglés—, y creen que la realidad sólo se transforma con palabras o que en la música, el fútbol o la política basta con las buenas intenciones.
Pero no. Las buenas intenciones sólo sirven para perder 2-3 contra el Chaka-Chaka Fuckin´Donets en nuestro arranque de la Full Covid-19 Champions League aka Copa Johnny, después de regalar la primera parte (de nuevo, como si fuéramos una especie de Real Madrid Prime) y jugar luego medio a tumba abierta (lápida del Ocaso) todo el segundo periodo, con la lógica exposición vergonzosa de nuestros cadáveres más marchosos.
Mañana, Íker Jiménez dará al fin la exclusiva: el murciélago que todo el mundo anda buscando para cargarle el sambenito de la pandemia se llama Marcelo y vive en Madrid. El pangolín, se llama Marco, y es otro de esos jugadores vestidos de buenas intenciones, pero con una mentalidad excesivamente bizcochable, casi carne de strap-on. Después está nuestro amigo Pattinson Jovic, más cerca de parecerse a Dj Pastis que a aquella máquina de meter goles que nos vendieron. La culpa la tiene Ayuso, que no cierra el ocio nocturno de Madrid… ¿De veras quieren volver a leer esto? Ya les digo yo que no. Tendríamos que empezar a leer otras cosas. Sin embargo, es difícil. Porque la vida es breve, y todos somos personas ocupadas intentando jugar a alargarla, como cuando éramos chicos y hacíamos inocentes dramatizaciones de la vida cotidiana de los sanitarios y sanitarias que veíamos en las películas del destape. ¡Oh! Qué gustirrinín. Ya se viene Vinicius por la banda.
Dos goles muy bonitos. Sí. Pero la defensa con el culo como la bandera de Japón contra el Cádiz ucraniano. ¿Qué hay que comprar para cuando no esté Ramos? Yo no lo sé. Yo pondría a Elvin Jones, pero ya está muerto. Porque lo que tiene Ramos se consigue con años de profesionalidad. Muchos años, que ya se acaban… Esto ya lo sabíamos, ¿no? Que nos va a tocar esperar, porque las cosas verdaderamente importantes para el fútbol no se pueden comprar con dinero.
Dos goles muy bonitos,sí, y el centro del campo a pastar como siempre contra cualquier equipo que corra y tenga tanto espacio (primera parte y momentos acojonantemente claros de la segunda). Que el físico volverá en algunos periodos breves durante la temporada, e igual entonces nos haremos alguna pajilla furtiva con el 4-3-3. Pero el relevo… Seamos francos: ¿quiénes tienen pinta de ser relevos para tener un equipo dominador en 2-3 años? Mendy, Vinicius, Kubo (que no está), Odegaard (que tiene que parar el tiempo que haga falta hasta que esté plenamente recuperado), Valverde… y para de contar ahora mismo. Ninguno de ellos goleador contrastado, ojo. Y todos los que faltan,están en edad futurible y salen al campo…¿ a qué cojones están esperando? A que haya una vacuna, quizás.
Con todo, la temporada es muy larga (todavía podemos decirlo), y ganarle al Putaloni puede hacer que volvamos a pensar que somos la hostia. No debemos equivocarnos. Somos lo que somos actualmente. Una crisálida de proyecto a la espera de nuevos jerarcas que puedan ir sustituyendo a los que nos quedan y, desgraciadamente, dan homilias cada vez más cortas. Podría ser peor. Podríamos ser el parlamento de esta nación llamada España. O podríamos ser como James Rhodes, que jamás podrá compararse con Keith Jarrett ni aunque pudiera tocar con un 4-3-3 de manos durante mil años. Es hacia ahí hacia donde debemos dirigirnos. Es allí al lugar al que volveremos. Al lugar en el que siempre estará Keith Jarrett.
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– Real Magric: 2 (Modric y Vini) – Shaktar Donettes: 3
¿Qué tal, queridos borreguitos? ¿Estáis masticando bien la hierba y quedándoos dentro del redil? Así me gusta: que obedezcáis, que es para lo que se os ha criado y para lo que valéis. La verdad es que cuando pusimos en marcha la mierda esta del covid a finales del año pasado no creía que fuera a tener tanto éxito, pero desde luego ha superado todas las expectativas. Si uno lo piensa, probablemente todo esto dio comienzo cuando se popularizó la expresión «te han engañao como a un chino»: los amarillos tomaron nota y maduraron muy lentamente su venganza, dispuestos a demostrar que tendrán micropene pero que no son en absoluto tontos; la política de Tromp, poniendo en evidencia su trilerismo ante todo el mundo, fue el detonante final.
Lo magistral de la jugada es que, a diferencia del cabezabuque de Kim Jong, no han necesitado amenezar con misilitos, y por supuesto no se ha disparado ni una salva: ha bastado con una enorme comedia a nivel global, que por supuesto no podría haberse representado sin la fiel colaboración de toda la borregada planetaria. ¿Y qué es lo que creen los norit que pastan por las verdes praderas de Gaia, así como los pastores que supuestamente los dirigen? Que la mejor forma de acabar con una enfermedad muy contagiosa pero de mortandad mínima es joder el planeta entero. Y se han aplicado a esto último con una constancia que no se veía desde que Guardiola salía a comer ollas por el barrio gótico.
Como era de esperar, ha habido alguna voz discrepante, tipos que aseguraban que quizá destruir nuestro modo de vida, causando daños de todo tipo que pueden durar décadas, quizá no era la mejor forma de lidiar con el problema sanitario; afortunadamente nadie les ha hecho demasiado caso, y el plan ha seguido hacia delante con precisión de reloj suizo. Menos en China, claro: en China no hay segunda ola, ni mascarillas, ni cuarentenas: simplemente hacen vida normal y se pinchan una «vacuna mágica» de Shinopharm (una de mis empresas subsidiarias), la cual apenas tiene unos ligeros efectos secundarios. ¿Que cómo han desarrollado la vacuna más rápida de la historia de la humanidad? Fácil: ¡¡porque son muy listos!!
…Ya os está pasando revista.
Pero tranquilos, que la travesía por el desierto ya se acerca a su fin. Concretamente a partir del 4 de Noviembre, las cosas volverán «donde deberían», allá donde dejaron de estar hace cuatro años. Cómo les debió joder la victoria de cierto personaje por aquel entonces, que los «demócratas» estadounidenses se unieron con la tiranía china para sacar adelante su pequeño plan de revancha. Enseguida comprobaréis que, en cuanto gane el títere que han puesto al frente, la gran crisis sanitaria se solucionará como por ensalmo. Nada de encerrar a todos, nada de masacrar la economía: de repente bastará con controlar las hospitalizaciones aumentando las plazas disponibles y con aislar a los grupos de riesgo. «¡Al fin y al cabo, tenemos que retomar nuestra vida!», dirán.
Lo que es inaceptable ahora (o sea vivir de la forma más normal posible), repentinamente se convertirá en el modus operandi habitual, los useños comparán la «vacuna mágica» y todos hablarán del «milagro logrado gracias a la vuelta de la moderación». Los BLM lo celebrarán haciendo una barbacoa con la torre Sears y el COVID se unirá al aburrido panteón de la tuberculosis, el sarampión, la malaria y la gripe común, enfermedades que «matan mucho» pero cuya mortandad estadística apenas llega a hacer una muesca microscópica en la demografía mundial. Sé que muchos echaréis de menos la obediencia actual, que ya os habéis acostumbrado a tener la gran verga del amo bien metida hasta el intestino grueso, pero qué le vamos a hacer: ha llegado el momento de vaciar la cavida rectal y empezar a consumir y producir para los dueños del cotarro. Que esas mansiones colosales y esos trenes de vida no se pagan solos.
Todos sabemos quién es el culpable de esta situación. El culpable es un hombre que, en un ataque de soberbia, creyó que más que un equipo, el Real Madrid, necesitaba invertir en la construcción de una Gran Pirámide en la que Él pudiese ser enterrado. Ese hombre es el faraón Nasser Al-Mohammad Al-Mohamí Pérez de Gagá, al que Alá Mantenga Limpio el Dodotis. El problema es que a esa Gran Pirámide sólo podrán entrar tres personas a causa de la pandemia por lo que será complicado encontrarle rentabilidad a corto, medio y largo plazo. Una de esas personas es Pepito Pérez y las otras dos son un padre y una hija. Pero no voy a decir ahora los nombres del padre y de la hija por la sencilla razón de que ya estoy un poco hasta los cojones de Johnny y de la hija de Johnny por tanto jamás se me ocurrirá decir que a la inauguración de la Gran Pirámide (cuyo coste exacto nadie conoce) irán Johnny y la hijaputa de su hija…eso sí: a Pepito Pérez no me importa mencionarlo. Por tanto, y para resumir, sólo irán tres personas, más Gagá, a la inauguración de la Tumba India. Tres privilegiados que tendrán la oportunidad de ver en directo a los Hijos de Pelé y a Kabezón al Kubo quien, según Unai Emery, ni corre ni defiende. Todos ellos triscarán por la Gran Pirámide en compañía de Benzemá y del resto del geriátrico. Estoy leyendo las actas de una Reunión Vecinal a la que asistí hace años. Hablé poco, la verdad. Lo cierto es que resumí la situación del bloque con una única frase: “Vamos de cabeza al Abismo”. Qué curioso. De igual forma que mis vecinos me ningunearon entonces se me sigue ninguneando ahora pero… ¡sigo pensando lo mismo!…Y hasta ahí puedo leer.
Peilop
Cuando uno piensa que no puede haber nada peor que el tándem Sánchez-Iglesias gestionando una pandemia, va y Zidane te planta al trío de la muerte, Lucas, McCelo e Isco, de titulares en Valdebebas. Y enfrente un Cádiz que parecía comandado por Mágico González, venga a crear ocasiones, gol, uy, que casi cae otro, mientras yo estaba en el sofá de palomero, buscando la mejor ocasión para apagar la tele para ahorrarme la pena que me da el ver arrastrase por el césped a jugadores que tenían que haberse retirado hace tres años, en lo alto de su leyenda, y a los que la locura de un autista argelino obliga a arrastrarse año tras año como penitencia por haber ganado demasiado, como pidiendo perdón a los Dioses por haber pasado demasiado cerca de su trono. Al final, con el descanso encontré la ocasión perfecta, que fue irme al supermercado, porque me da menos pena pelearme con las señoras por el turno en la pescadería, que ver cómo el Cádiz chorrea a todo un Real Madrid. Y la semana que viene jugamos contra el Barça, y yo me pregunto: ¿mejor merluza o rodaballo?
Rappol
Las temporadas del fútbol moderno suelen ser muy largas. En tiempos de Covid, si cabe, van a ser más largas y gordas todavía, como la tranca de Rocco. De modo que lo importante es saber de qué lado estará el Madrid la mayor parte del tiempo y al final del plano secuencia. Ayer por la tarde, Siffredi jugaba con los pishillas der Cai y el Madrid a ratos hacía de Anita Blonde y a ratos de Anita Dark. El resultado final, lefita caliente chorreándonos sobre la cara. Rocco rock and roll.
Se pareció un poco Zidane al principio al Tonto Simón saliendo a dar una rueda de prensa trufada de preguntas inocentes, pero sus razones el hombre tendría (la Champions, el Putaloni…). El francés sonrió una chispa y se sacó un par de mocos en forma de un Isco Irons –que estuvo de Óscar por D´Artagnan y los másqueperros—, bien secundado en la puesta en escena de la ridiculez por el Morciégalo Depardieu. Cosas del SARASARS-CoV-2, suponemos. Esperar que algún chino incauto pueda comprarnos este par es tan ingenuo como esperar una vacuna para dentro de unos meses.
Los gaditanos arrancaron con muchas ganas, orden y ocasiones claras, comandados por no sé quién en la media y Álvaro Negrero en la punta del calcetín. Dio por culo bastante Negrero hasta que se quedó sin gasolina, dijeron en la radio cuando volvía de comprar tabaco. Se están quedando los partidos del Madrid para eso, para ir a por tabaco o a por vuestra droga favorita. Sin embargo, el golito nos lo cascó el Chocho Lozano, muy de TikTok, en el minuto 16 y después de avisar mucho mucho. «Avísame cuando te vayas a correr», dijo Pijamita confiada. Luego preñadas hasta el final, claro.
La segunda parte muy bien. El tráfico en la ciudad ha mejorado bastante y es fácil encontrar aparcamiento en la zona centro cercana al muelle. Había un concierto bastante concurrido en la cervecería de moda, pero las calles estaban oxigenadas y los negocios prestos a rascar algo en su franja de actividad nocturna autorizada. La chica del estanco estuvo un poco borde, quizás porque le pedí demasiadas cosas. Me lié un cigarro mientras Josemari se lesionaba, y luego uno de la radio dijo que el Morciégalo lo tenía hecho con la Juve pero que al final no sé qué. Hacía años que no escuchaba un partido radiado y recordé rápidamente por qué. Las cosas han cambiado, pero sobre todo lo que ha cambiado es la visión que tenemos sobre las cosas. Más allá del virus, más allá de Zidane, más allá del Madrid.
Semana interesante para revisar si tenemos [ponga acá su bebida de batalla favorita] suficiente en casa. Recuerden, siempre, que más cornadas da el fondo que el abismo. Lo importante es lo que hace uno cuando llega al fondo, si es que llega. Y aún es pronto para saber si el fondo está a la vista.