Vamos con Caravieja

El tiempo cambia enormemente la percepción de las cosas, especialmente en un mercado ultrainflacionario como el del fútbol. Recuerdo, sin poder evitar una sonrisa, cómo el fichaje de Ramos me pareció en su momento escandalosamente caro, dedicándole una entrada llamada «El gran despilfarro»; efectivamente, el Madrid se había gastado por un defensa sin apenas experiencia en primera la disparatada cifra de… 26 millones de euros. Aproximadamente una década después, fichábamos a Modric por un precio que inicialmente se informó era de 30 millones, y luego se «disparó» hasta los 42, provocando fuertes críticas por el fuerte desembolso en un jugador que según el consenso no había demostado gran cosa; en una ya histórica portada, Spork llegaba a afirmar que el croata llegaba «para tapar vergüenzas», mientras sacaban pecho por el flamante fichaje blaugrana Alex Song.

En fin, han pasado los años: Song bebe las mieles de la gloria en el Rubin Kazan y Ramos, con su neurona y cuarto, ha superado en el imaginario mandril a Pirri y Hierro; los 26 millones que costó hoy darían para comprar un pie de cualquier jugador medianamente cotizado. Modric, por su parte, ha sido la piedra de toque en 4 Copas de Europa y hoy juega la final del Mundial con Croacia, un país de 4 millones de habitantes; podríamos darle otros 42 kilos como prima de fichaje y ningún madridista pestañearía.

Cierto que la otra selección finalista también tiene a un merengue, Varane, pero creo que tiene más sentido apoyar a Caravieja, que al fin y al cabo es uno de nuestros jugadores más emblemáticos e insutituibles. Habrá mucha gente pendiente, pero incomprablemente menos que al principio; las zorritas que se pintaban las caras en las primeras semanas se han olvidado hace tiempo del asunto, y hoy no reconocerían a uno solo de los jugadores en la tele aunque literalmente la vida les fuera en ello. La verdad es que es un alivio que termine ya esta versión bastardizada del verdadero fútbol de competición, pero ello no quita para que el Madrud pueda sacarle provecho. Lo que está claro es que volveremos a tener un «campeón del mundo», algo que siempre beneficia a la saca. Si gana Varane también estará bien, aunque no me gustó ni un poquito que se jugara la rodilla por jugar la edición anterior (y por ello arrastró secuelas mucho tiempo).

Por supuesto, la mayor consecuencia que podría tener una Croacia campeona es ver a Modric ganando también el Balón de Oro, algo que nos devolvería a los tiempos en que el galardón no se había fusionado de facto con la Bota de Oro y premiaba a jugadores como Nevdev, Henry o Cannavaro, todos importantes y excelentes en su puesto. Dicen que desear este premio para Caravieja es ser una despechada de la loca de Turín, pero qué quieren que les diga, Modric se lo merece tanto en el plano futbolístico como en el humano, y sería justísimo ganador. A quien le pique, que se compre una réplica del Balón y se la meta por ahí mismo.

Entre dos extremos

Admito que me ha gustado el Madrid de los supertacañones de los últimos años. Me identifico con esa sobriedad en el gasto propia de una vieja de pueblo que hace sopa con los huesos del asado, remienda hábilmente la ropa y llena una tetera con cada bolsa de manzanilla. Ha sido una política de resultados espectaculares, 3 Champions seguidas, que ahora se pone en jaque con la salida de la máxima estrella.

El impulso natural es fichar a lo bestia, sobre todo tras estos años tan espartanos, pero el remedio bien podría ser peor que la enfermedad: en este mercado inflacionado hay que considerar muy cuidadosamente cada fichaje, porque cualquier error puede pagarse caro. Lo de Neymar sinceramente no lo veo, por más que suene, principalmente porque cobra exactamente lo que pedía Cristiano, 30 netos, dejando aparte un fichaje que nunca bajaría de 250 millones, la prima para esta familia tan poco amante del dinero (me pregunto qué diferencia puede haber entre tener 100 y 150 millones para gente que viene de la nada) y todos los problemas extradeportivos sobradamente comentados. No, no creo que Flópor vaya a tirarse a esa piscina llena de mierda, aunque si lo hiciera nos serviría como confirmación de que el trienio mágico fue básicamente chiripa.

Creo que lo del papel Albal probablemente no tiene que ver con el ahorro: las obras están pospuestas como mínimo hasta el próximo ver-ano, y sólo empezarían en caso de encontrar un espónsor, jamás se abordarían únicamente con recursos propios; más bien opino que se evita hacer inversiones en jugadores con un retorno casi imposible. De ser esto cierto, el perfil de fichaje más probable sería el de futbolistas de con buen caché pero con un coste más o menos razonable. Esto me sugiere nombres como Hazard (¿120 millones?) y Kane (¿150?). El único cromo galáctico amortizable sería Mbappé (por potencial y juventud más que por prestaciones actuales), que nos depararía una inolvidable saga veraniega, pero para ello el jeque debería abrir una rendijita. Es improbable, pero ojo, que tras el Mundial se hablará de ello casi seguro.

Hay una tercera opción también improbable pero no descabellada: no realizar ningún fichaje de perfil alto y reconfigurar el equipo dando la titularidad a Bale y Asensio. Ya oigo los murmullos de escepticismo, y están en parte justificados, pero la cosa no carece de sentido: dejando aparte los «intangibles» de Bale, lo cierto es que estamos ante un futbolista colosal, autor del mejor gol en las finales de Champions, y que por h o por b nunca ha tenido ocasión de ser el supercrack de la plantilla. Opino que no sería mala apuesta intentarlo por un año, dejarle no sólo tirar las faltas sino también echarse el equipo a la espalda. Asensio es otro jugador que despierta dudas, pero un tricampeón de Europa debería poder permitirse darle un año de titularidad, para ver si descapulla definitivamente o si se queda en revulsivo de lujo. Recordemos además que en Enero llega Bluffnicius, lo que deja aún menos puestos en la plantilla. De optar por este camino se ficharía poco y barato, trayendo jugadores de complemento, aparte del ya fichado Odriozola (¿Mariano, Lewan, James…?).

Por supuesto, el Madrid tiene necesidades comerciales que se verían cubiertas con el fichaje de una o dos estrellas, y además parece arriesgado fiarlo todo a dos jugadores que aún no han demostrado liderazgo y a un casi-juvenil brasileño. No obstante, entre el exceso y el defecto, me quedo con lo segundo.
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Ya tiene lo que quería

Ayer finalizó, después de 9 años, la era Cristiano Ronaldo. Como Dios no quiere que exista consenso sobre ninguna decisión que ataña al club, hay dos tipos de opiniones al respecto: unos creen que la venta a la Juventus está bien hecha, y otros creen que vamos a morir todos. Yo, sin pretender ser objetivo, ofrezco esta lista de hechos irrefutables:

– Es un jugador de 33 tacos.
– Estaba descontento, como manifestó tanto por sus altavoces mediáticos como directamente ante los micros.
– Su pico de forma tardaba cada vez más en llegar cada año, y estaba supeditado a que todo el equipo jugara para él.
– Nos llevamos un traspaso superior a 100 millones de €, el mayor en la historia del club.
– Liberamos una ficha de 40 millones de € brutos.

Los detractores de la venta arguyen que no hay otro goleador como él, que nos pagan en dos plazos (cuidao no tengamos para las nóminas) y que el precio de traer a otro jugador y pagarle la ficha será igual o más caro que haber retenido a Ronaldo. Claro, pero el punto clave es que, venga quien venga, no cobrará la ficha de 30 millones que pretendía Cristina y que habría provocado un efecto dominó en el resto de la plantilla. En cualquier caso, oye, puede que un año los agoreros demuestren tener razón; si es así, procuraremos darles una palmadita en la espalda.

¿Por qué estaba triste Cristina? Pues vete a saber. Si un tipo que es la máxima estrella del mejor club y se encuentra entre los deportistas mejor pagados del planeta está triste, cómo cojones tendré que estar yo que no llego a final de mes. Sí, ya sé que es un argumento pupulachero y que los superatletas tienen su propia esfera de preocupaciones, pero en serio: ¿qué cojones de tristeza es esa? ¿La diferencia entre felicidad y tristeza está en ganar exactamente o más que Messi? ¿En que el club te pague los impuestos? Incluso si así fuera, esas cosas se resuelven entrando en el despacho del presidente y diciendo «estoy hasta los cojones», no largando ante los micros, filtrando mierda a tus periodistas adictos o empañando una celebración de Champions. Eso es de ser un puto chupapijas.

Ronaldo ganó en el Madrid 3 Champions seguidas y 4 bolas chinas de esas que tanto le gustan. Ahora se va a un estadio con menos de la mitad del aforo, el de un equipo que gana las ligas durmiendo, para ser el mejor pagado del mundo (o no), seguir marcando 40 goles al año (o no) y ganar más pilotas d’oro (o no), en un país donde al parecer no existe el fisco. Además, el Agnelli de esta generación ya se ha comprometido a hacerle una mamada hasta tocar campanilla, lo cual sin duda debe borrar todo atisbo de tristeza. Será raro verlo con otra caniseta, pero qué queréis que os diga, yo voy a seguir cagando blando. Cristina, por fin, ya es feliz. Y el Madrid por una vez no tendrá que echar a un mito a escobazos y pagándole varios años de ficha.

Luis Enrique (su padre es Amunike)


¿Oslofo?

No creo que Luis Enrique sea especialmente antimadridista. El problema de este nano fue que, durante su etapa merengue, el «sabio» público del Pipabéu decidió tomarla con él, y cuando volvió por allí de azulgrana como jugador muy versátil y goleador, tuvo el mal gusto de estirarse la caniseta del Barcas para celebrar un gol, como diciendo «os jodéis». A mí escupir la mano que te ha dado de comer me parece una de las cosas más feas que pueden hacerse, pero tampoco creo que Enrique (como decía Arsenio Iglesias) se sienta especialmente orgulloso de aquello.

Tampoco creo que como seleccionador vaya a dar un trato desfavorable a los madridistas, y aunque fuera así, cuanto menos los convoque, mejor; sinceramente, lo único que me interesa de las selecciones es que jodan lo menos posible a nuestros jugadores, aunque eso parece cada vez más difícil: después de que Di María confesara cándidamente que ignoró una carta del Real Madrid para jugar lesionado en el Mundial 2014, ahora nos enteramos de que James ha jugado infiltrado sus tres citas de Rusia (rompiéndose del todo, lógicamente). Desde luego, si algo hay que reconocer al Mundial es su capacidad de sacar el lado más mongoloide de los jugadores, que son capaces de arriesgarse a lesiones de meses o incluso arruinar su carrera por el pueril y fugaz sueño de la copa del mundo. Es realmente curioso que los clubes no hayan articulado un sistema de sanciones ejemplarizantes para estos casos, como el que existe en la NBA.

Pero bueno, hablábamos del vástago de Amunike. Su elección nos habla principalmente del talante de Luis Rubiales, un hombre que, a falta de personalidad y talento, ha escogido, como los monos, buenas ramas a las que agarrarse: una es la prensa (eso ya lo sabíamos) y la otra el Barcelona. Luis Enrique, aunque salió de aquella manera del club, pertenece claramente a la órbita del Barcas, y otro indicio claro es el «affaire» de la Supercopa: jugarla a partido único es el camino correcto (lo de la doble vuelta es una paletada anacrónica), pero se ha hecho de manera chapucera, decidiéndolo a última hora y acomodándose sospechosamente al calendario de pretemporada culerdo. Tiene razón el Sevilla al quejarse, puesto que había incluido uno de los partidos previstos en su Euroabono para esta temporada. Ambos presidentes incluso https://youtu.be/TDIOSsgZcrw, como Lorenzo Sanz y Toshack en tiempos pretéritos.

Resumiendo, el Madrid no puede esperar nada, absolutamente nada, del gañán que ha sustituido al otro gañán. No obstante, ese continuo viaje contracorriente ha demostrado en los últimos años ser muy beneficioso para la competitividad vikinga.

El Mundial NO es una pachanga

Porque como todo el mundo sabe, los mejores jugadores del mundo son los belgas, los ingleses, los croatas y los franceses. Y los rusos han estado a un penalti bueno de meterse en semis porque son élite mundial. Y si hay tantos partidos que llegan a la prórroga y a los penaltis no es porque los equipos jueguen conservador y les falte conjunción, sino porque hay muchísima igualdad.

Pero bueno, dejando esta coña aparte no deja de ser curioso cómo se han cepillado a las selecciones americanas sin mayor problema. Si ya había una diferencia muy grande a favor de Europa en cuanto a trabajo táctico y potencia económica, ahora que en el viejo continente se trabajan cada vez mejor las canteras y se reparten las mejores droguitas, los pobres sudamericanos parecen tener muy poco que hacer. Otro factor importante es que sus dos únicas selecciones con posibilidades de ganar, Brasil y Argentina, están «lideradas» por dos hombres-niños que se perdieron hace mucho en sus mundos solpsistas y tienen poco que hacer ante tipos con pelos en las piernas y los huevos. Un motivo más para tomarse a broma estas competiciones folclóricas de muerte súbita.

Cristina y el Madrí quieren ser felices

Empiezo diciendo que no tenemos ni puta idea de lo que pasa en el club, y si llegamos a tenerla será dentro de mucho tiempo, seguramente años. Pero creo que es bastante seguro que una relación como la del Real Madrid y la de Cerre7 no se rompe por un calentón, ni de forma unilateral. Como en casi toda relación, las cosas llegan a un punto de ruptura, y en ese momento ambas partes dicen «tú por aquí, y yo por allí», con niveles variables de cordialdiad o animadversión.

Cristiano Ronaldo se ha sentido «triste» varias veces a lo largo de su estancia en el Madrid, una tristeza que se curaba en cuanto era tratada con el mejor antidepresivo, la eurina. El Madrí no ha tenido inconveniente en administrarle este portentoso fármaco repetidas veces, además de poner el club a sus pies, porque lo del portugués era prácticamente una vicepresidencia. Y ahora el club ha decidido cortar el grifo, por motivos que podemos deducir con un mínimo de imaginación.

Seguramente la principal cuestión sea la pasta. Tener una superestrella en plantilla siempre es un riesgo económico, porque es un activo que puede quedar fuera de servicio en cualquier momento pero que cobra su mensualidad religiosamente. En caso de haber accedido a las nuevas pretensiones del jugador todo indica que nos habríamos ido a los 60 millones brutos anuales por un jugador de 33 años y medio. Cierto es que aporta ingresos por publicidad, pero no tantos como podríamos pensar: Ronaldo se embolsa entre 25 y 30 millones anuales por publicidad (fuente 1 y fuente 2), por lo que hablaríamos de unos 10-15 millones anuales para el Madrid antes de impuestos; otra cosa es el incremento en el valor de marca, pero desde luego no es un contrato que se pague solo.

En cualquier caso, ¿puede permitirse el Madrid pagar 50-60 millones a un futbolista? La respuesta es rotundamente sí, pero el punto clave es que Ronaldo no es el único jugador de plantilla, y por más que sea la estrella llega un punto en que da demasiado el cante que el primer sueldo sea más del doble que el segundo, y todo quisqui empieza a decir «qué hay de lo mío». Yo, que he criticado a Flópor hasta la extenuación y lo he puesto de senil para arriba, no puedo más que apoyarlo decididamente en esto: la contención salarial es la piedra angular que sostiene al club actualmente, y puedo apostar vacas contra pajaritos a que ningún jugador que venga va a cobrar más de 25 millones netos.

Pero dudo que haya sido sólo una cuestión de dinero; el Madrid podría haberse sentado con el jugador como otras veces, hacerle una subidita por aquí, darle una prima por allá y todos contentos. Pero creo que Flópor simplemente se ha cansado del mamoneo, y otra cosa que hay que elogiarle es que nunca ha tenido a jugadores a disgusto en el club: la puerta está siempre abierta. CR por su parte también se ha cansado del Real, no sólo por el tema del dinero sino porque la garganta profunda que le hace el club no llega aún a la campanilla; probablemente esté sorprendido de que la directiva no le agradeciera el privilegio de tenerlo con nosotros mientras le firmaba la mejora. Que se vaya, que se vaya a ese estadio de 41.000 espectadores, a afrontar el reto de ganar la 8ª liga consecutiva de la Juve y a ganar más que Griezzman, que al fin y al cabo es lo que importa; por Dios, no le privemos por nada del mundo de esa felicidad.

Queda la cuestión de la despedida/homenaje. Por mí pueden sacarlo bajo palio del estadio o de una patada en el culo, sinceramente me la suda; el término «leyenda» me parece algo pueril aplicado al fútbol, aunque si alguien se acerca a merecerlo es un calvo que se fue hace mes y medio, no una señorita con problemas hormonales; personalmente me resultan irritantes las personas que no respetan los contratos (aunque jamás aceptarían una bajada salarial) y que no aprecian el disfrutar de un buen entorno para desarrollar sus capacidades. La cuestión delicada es cómo vender que no se va por dinero, cuando se va principalmente por eso. Si yo fuera Florentino le dejaría despedirse como le saliera de los cojones; eso sí se lo ha ganado, y cualquier otra cosa sería antinatural. Con Tópor ya se intentó algo parecido y fue un verdadero desastre.

Pues eso, que tanta gloria lleve, etc. Aquí la leyenda-leyenda es el club, y estoy convencido de que abandonar la grandiosa-opresiva sombra del portugués le permitirá iniciar una necesaria renovación, probablemente titubeante y con altibajos, pero llevando en su interior la semilla de glorias no muy lejanas.