¿Os imagináis encontrar Camelot, Shangri La o la Mansión Playboy, entrar ahí, tomar un par de copillas y luego marcharos? Cualquiera os tomaría por sucnor, ¿no? Pues eso es precisamente lo que quiere hacer Kovacic, compungido porque juega poco. Amos a ver: el Madrid es la cúspide el fúrbol mundial, lo máximo, la repanocha, y llegar ahí es haber triunfao, aseguraarte un sueldaco creciente a lo largo de los años y pasar a los anales (y vaginales) ganando «tó lo gordo» regularmente.
Yo entiendo que haya algún jugador con un papel testimonial en el equipo que acabe hasta la poya y pida salir, porque tampoco es cuestión de conforomarte con 500 minutos al año, ¿pero un tío como Kovacic, que ha entrado regularmente en la rotación y ha contado siempre? Dice que ha jugado poco… coño, el club no tiene la culpa de que te perdieras cuatro meses a principio de temporada. ¿Qué esperaba, que le guardaran el sitio por guapo y ser titular cuando ya había otros jugadores consolidados en las alineaciones?
Esta opinión quizá no sea muy popular, pero yo digo: vender. Ya, ya sé que su clausula no son 50 kilos sino 300, pero yo digo que le facilitemos las cosas y lo mandemos lejos, porque cuando un tío con un minutaje más que decente en el Madrid pide salir, es que tiene mentalidad loser y es irrecuperable. Sí, obviamente en un club mediocre vas a tener garantizada la titularidad (ojo, que en la Juve no tanto), pero en lo deportivo probablemente te toque mamar, e incluso seguramente mames rabo blanco. Lo sabe Özil, lo sabe Di María, y lo saben otros que se han ido y han ganado cosas pero no han olido el título máximo (como Higuaín).
A Kova le he puesto tachón definitivo al leerle esto: «Llevo tres años en el Madrid y no he jugado demasiado y eso es algo que me ha afectado en mi estatus en el equipo nacional». ¡¿Como?! ¿El equipo qué? ¿Un tipo que está en el Madrid y anda pensando en la pollez de las selecciones, que juegan una vez cada mes y medio? Vender, por favor, vender. Que se negocie o lo que sea (100 minolles presio amigo), pero que no vuelva a pasar la puerta de Valdebebas. Y que le den también la cuenta a todos los demás que se sientan parecido. Porque si llegas a la Mansión Plinboi das la gracias humildemente y disfrutas lo que buenamente pilles, no te quejas porque al principio te ha tocado cascarte un par de pajas mientras mirabas a una pareja dándole duro. Que se pire, y a ver si en un par de años no le han salido callos en las manos. Será por mediaspollas en el equipo.