Hay quien ha dado en llamar el partido de hoy «La matanza de San Valentín», previendo escenas muy gore esta noche en La Castellana con Concha Espina. Pero a decir verdad, las predicciones no funcionan muy bien con el Madrid, mucho menos con este del florentinato tardío, y yo veo la cosa más como una ruleta rusa, en la que dos jugadores van pasándose la pistolita por encima de la mesa, disparándose por turnos en la sien. Si el ruido es ‘clic’, sigues en el juego; si es ‘¡booom!’, hasta luego Lucas.
Cierto que el equipo está hecho pura mierda y sería lo más normal del mundo que el PSG, equipo confiado y bien engrasado, nos diera un meneo importante. Pero realmente, los únicos análisis válidos podrán hacerse a posteriori, como siempre en el fúrbol. Creo que la clave va a ser cuánto tiempo aguante el Madrid creyendo en sí mismo: mientras los jugadores se vean dentro del partido, la cosa se sostendrá de un modo u otro; si pierden la confianza (o sea si encajan uno o dos goles), la cosa se desmoronará rápidamente, pesarán las piernas, pesarán los huevos y el balón estará al rojo blanco. Desde luego no dudo que la motivación será máxima, pero estar flipado y con un gran objetivo en mente sólo te lleva hasta cierto punto. Este año el equipo por lo general no juega ni a las tabas, y aunque tiene latigazos de brillantez, hará falta que aparezcan justo esta noche y que sean lo bastante intensos como para cargarse a un rival de mucho peso.
¿Aineación, táctica? Quién sabe. Le dejo esas cosas a quienes leen mejor que yo lo que pasa sobre el pasto. Me gustaría que Bale hiciera algo importante, porque estos son sus partidos, pero como dicen que no va a ser titular… Aconsejo no hacerse mala sangre con Benzema, seguramente sea del inicio y por tanto sólo cabe esperar que aporte. Lo único claro es que es un partido muy imprevisible, y que incluso si ganamos podríamos cagarla en París. Sólo queda ir apretando el gatillo y esperar que suene ‘clic’, como en El Cazador (por cierto, rica anécdota: pese a lo que aparece en la peli, los vietnamitas jamás emplearon ese método de tortura, aunque seguramente Arnaldo Otegui la usó como inspiración para aplicarlo en uno de sus secuestros, ese mismo año 79). Claro que el Madrid, por estar peor preparado, corre más riesgo, y dispara dos veces por cada una del rival. Si no recogen sus sesos con una escoba después del partido, podrá decirse que no ha sido mala noche.