Al Madrit le robaron el otro día contra el Almería. Le robaron la posibilidad de defender su relato y su filosofía, la de un equipo que, haciendo las cosas mejor o peor, sigue las reglas del juego, del sistema, y acepta lo que resulta de ellas; muchas veces el éxito, otras el fracaso más o menos estrepitoso. El Madrid, institucionalmente, es las declaraciones de Butragueño. Aunque ha habido presidentes más combativos, como Bernabéu y Mendoza, todo el florentinismo puede resumirse en un «¡Córcholis!», apenas acentuado por los voluntariosos vídeos de RMTV. Por lo tanto, sí, el hecho de que se pinte al club como favorecido arbitral por una cosa tan anecdótica como lo del Almería no deja de ser un gran perjucio. El Madrid hizo un partido de mierda y creo que debió palmar puntos; el magro botin obtenido, esos tres puntejos que teníamos toda una vuelta para recuperar, no compensa por el bombardeo mediático y redsocialiano sufrido estos días.
El problema, claro, es de fondo: en un país donde la mediocridad y la igualación por abajo se han convertido en el patrón, sabotear y desprestigiar nuestra única entidad internacional de prestigio indicutible es un debe y un placer; la «España fea» que dice Angulo ciertamente existe, no sólo alegóricamente sino en el sentido más literal. Ya hace muchos años un gran amigo me dijo que por la calle se veía «mucho amargao, mucho friki», y ese es el fenotipo de la gente que arma bulla en los foros públicos: charos y frikis. En un país de feos, de fracasados, de medianías… ¿tiene algo de extraño que quieran presentar al Real Madrid como una mentira? Por ello todos ellos seguirán chapoteando en la ciénaga, pero nunca salpicando a su Far$ita, el club con múltiples casos graves de corrupción probados a lo largo de su historia. Porque eso sería de fascistas, y antes arruinados y ahogados en la mierda que fascistas. Como estaba pasando en Argentina.
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Veo por ahí a mucho profeta de todo a cien diciendo que el Girona se va a hundir físicamente, o bien que lo hundirán arbitralmente para que el Farsita no se quede sin su plaza Champions. Yo por el contrario creo que pueden ganar la Liga, y no sería un castigo inmerecido para la abulia de Ancheloto, el «gestor de vestuarios»; de hecho, creo que en su tarjeta, en vez de entrenador de fútbol dice eso, «gestor de vestuarios». ¿Sería una tragedia que los blaquirrojos ganaran la liga? Más allá de las fobias que pueda despertar la propiedad del club, yo creo que no. Más bien sería un premio para un entrenador fenomenal como Míchel, la mayor irrupción en los banquillos nacionales desde el ya muy decadente Rafa Benítez.
Lo que pienso es que, después de quedar primero o segundo, al Míchel bueno lo fichará la Far$a y ahí lo desquicirarán en menos de dos temporadas, porque es un club que convierte en mierda todo lo que toca. Espero que no cometa el error de ir ahí, porque podría truncársele una carrera espectacular. A mí me gustaría que viniera al Madrid, pero claro, es que no es «gestor de vestuarios», sólo un tipo que ha convertido a once mulos en un equipazo ofensivo serio aspirante a ganar la liga. Y no, no podemos correr ese riesgo. Por el espectacular Lopetegui sí, por este no.
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¿Y Bapé? Creo que va a venir, y que seguramente sea un problema. Me parece que las negociaciones ahora mismo están así:
– Negropé, ¿vienes?
– Es que quiero mucho dinero, muchos millones.
– Bueno, aquí millones hay. ¿Qué tal 25 netos?
– Buf, calderilla. ¿Qué tal 70 netos?
– Se nos va un poco de presupuesto. ¿35?
Y en fin, haciendo truquitos con las primas de fichaje vendrá por un dinero que difícilmente baje de los 50 netos por año. Una salvajada que te dará al primer o segundo mejor delantero del mundo, pero que volverá a plantear ese dilema que dejamos portergado: ¿cómo encajará con Vinicius? Que además ahora tiene dos variables nuevas: Rodrygo y Endrick. En fin, no es ni más ni menos que una Era Galáctica reeditada, situación en la que siempre se acaba yendo uno, cansado de ser la rueda de más. Probablemente sea Vecinius, tras dos temporadas de difícil convivencia con la diva y un lustro aguantando a la cultivada afición española.
¿Llegará ese equipo a hacer un gran fútbol, ganará el ansiado triplete Liga-Copa-Champions/Superliga? Pues no sé, la verdad, pero me parece improbable… lo más seguro es que sigamos centrándonos en los temas importantes: el número de conciertos anuales que albergará el Balay Stadium, la estabilidad en el vestuario y, como parámetro definitivo, la cantidad de seguidores del club en Instagram.