Vuelve la Liga, que ahora se llama EA Sports, quizá para resaltar lo artificioso y virtual de todo el asunto. Debió haber un tiempo adánico en el que lo que ocurría en el campo era auténtico y puro, o casi, pero eso parece ya tan lejano como tantas otras cosas irrecuperables. ¿Qué es mentira hoy en la Liga? Casi todo, desde la supuesta disciplina económica hasta los resultados, adulterados de dos o tres maneras diferentes. Quizá los organismos que rigen la cosa deberían dejar de imponer mecanimos de control de gasto a los clubes, pues si estos han tenido una constante a lo largo de su historia ha sido la irresistible pulsión hacia el suicidio económico. Si lo que quieren es gastar y gastar, ¿por qué no permitírselo? Eso sí, luego nada de lloros cuando lleguen los descensos administrativos y las disoluciones.
En cierta forma, esta tolerancia es la que se ha dispensado al Barcelona en los últimos años, diciéndole que no pero que sí, que en realidad puede gastar lo que quiera mientras haya alguien que les compre otro trocito del club o quiera respaldar un apunte contable ficticio. ¿Que un día llegará con todas las facturas el cobrador del frac, que seguramente tenga un notable parecido con el brujo Gargamel? Es su problema, y por eso básicamente el «duro» Tebas les permite hacer lo que quieran. Mi única reserva es: ¿por qué a ellos sí y a otros no? Quizá por el mismo motivo por el que han pagado al segundo de los árbitros durante décadas y se les permite seguir compitiendo. Mentiras, una mentira tras otra, y millones de personas enganchadas a ellas como si estuvieran viendo una semblanza de competición verdadera.
Esa es nuestra Liga EA: docenas de señores con pintas decididamente carcelarias compitiendo entre ellos por el derecho de ser el primer equipo detrás del Real Madrid y de los citados empleadores del sr. Negreira. Quedar por debajo de los blancos les fastidia mucho, pero no tanto olerle los cuescos a los azulgrana; al parecer son el equipo del pueblo, de la cantera o algo parecido. Si las trampas en algún momento ya son demasiado escandalosas, se quejan «de los grandes» y a otra cosa. Sin duda les gustaría reforzarse para pillar a esos dos, pero la UEFA ha protegido tan bien a al fútbol europeo que el 90% del dinero se ha ido a un solo país.
¿Y el Madrid? Ahí está, intentando sacar la cabeza, reinventarse en este entorno cuasi incomprensible en el cual es rey absoluto (14 entorchados mundiales), pero al mismo tiempo se encuentra en clara inferioridad competitiva. Negro Pesetas sigue cobrando sus pesetas (otra prima mareante dentro de tres semanas), Sahinito Güller ha hecho chas y Curtuá ha hecho catachof. Dicen que las lesiones del cruzado tienen algo que ver con la cintura, y para mí no hay dudas: este hombre se ha roto a base de culiar. Una larga vida de folleteo ha hecho que su rodilla diga «ya» y lo deje en el dique seco hasta Dios sabe cuándo. Mi consejo es que pase tiempo con ese niño y esa niña a los que ve poco por sus pecados de follarín. Es el momento ideal para pasar las tardes con ellos, leerles y dejar que se acostumbren a su jeto, antes de convertirse en ese señor que les compra cosas caras. Deportivamente creo que el impacto no será taaan grande: el Madrid, club especialista en empezar las temporadas apollardado, seguramente encuentre motivación en este percance. ¿De Gea? ¿Por qué no? Alguna caniseta venderá.
Vivimos tiempos extraños, en verdad, pero ya quedó claro hace bastante que la verdad no es algo necesariamente muy valorado en los espectáculos de masas. Si se puede ver a cantantes haciendo playback, simular que el fútbol femenino es deporte profesional o disfrutar las «peleas» de wrestling, ¿por qué no se va a seguir con interés la liga EA Negreira?