Falta de todo… en Elche

Por Rappol

Se quejaba el personal por aquí de la absurdidad de la NFL en el Bernabéu, refiriéndose estrictamente a que el fúrgol americano es un deporte entre meh y bluff. No sé. A mí me pareció que el partido entre Washington y Miami estuvo bastante bien; incluso apunté que fue infinitamente más divertido que bastantes partidos del Real Madrid de esta temporada. En general, también es cierto, el fúrgol americano es bastante más divertido que la Liga Tebana y, sin lugar a dudas, que el actual Real Madrid: es un dolor ver al equipo y no ver prácticamente nada. Y por apuntar algo positivo, no se puede hablar ni de equipo en construcción, ni de equipo en destrucción. El equipo es como una de esas instalaciones caras y fofas de cualquier museo de arte contemporáneo del mundo. Pasa uno al lado de ellas y, si tiene la desgracia de que no va como hay que ir a los museos, a pecho descubierto, sin guías, ni audioguías, ni pollas en vinagre (porque basta sólo con leer la breve plaquita informativa que se suele ubicar al lado de la obra), cualquier comentario, explicación o ditirambo sobre lo que está viendo no puede más que apartarlo de la realidad de la obra. La realidad del cuadro del Real Madrid de este inicio del período Galonsista es la de mierda bamboleante sobre lienzo de retales, con brochazos, desproporción, asimetría, pereza en las líneas, indolencia en el trazo, incompetencia para el contraste; parálisis del color y de la forma, blandura en la textura, aspereza y falta de luminosidad, amalgamiento, ausencia de fondo, inconsecuencia del tema… sinsentido. El Madrid se ha vuelto un claro sinsentido que no llega ni a garabato futbolístico en cuanto se le juntan cuatro delante con un plan y, simplemente, una cierta carga de esperanza. Es tétrico. Es aburrido. Tremendamente aburrido.

Dimensionando las cosas, el entrenador del Elche, que no sé como cojones se llama, ni me importa, que iba con el elástico de los calzoncillos por encima de la cintura del pantalón, le pegó un baño al Mago de Leverkusen. Pero un baño de cojones. Febas, Glebas, Brevas, Paquito, Martín, Josefo… ¡y el Toro Bullfright, que pareció Haaland el rato que estuvo en el campo! Absolutamente esperpéntico. Pero sí. El Elche olía a polla y el Real Madrid olía a culo, o a ese olor indeterminado que aborrecía Umbral en los maricas que se cruzaba por la escalera.

La alineación de Galonso fue toda una declaración de intenciones. Y el equipo estuvo a la altura demostrando que ni tiene primera unidad, ni segunda, ni tercera, ni cuarta, ni quinta, ni sexta. El equipo no tiene nada reconocible, salvo a Pijamita (que, por cierto, se jamó bien el tiro de Toro Bullfright para el 2-1). Es todo muy triste, esta es la verdad. Ver tanto talento desperdiciado. Es como si hicieran una escultura sólo con el molde de las tetas de la Sweeney. Una broma de mal gusto.

Le faltó todo a este equipo… ¡en Elche! Y le faltó todo porque le falta todo. Porque no es nada. Demasiadas señales se acumulan ya para seguir pensando que esto de Galonso puede llegar a algo. No va a llegar a ninguna parte. No hay plan, ni autoridad, ni nada. Un puñado de buenos jugadores, eso sí. Pero nadie al volante, ni fuera ni dentro del campo. Pareciera que no hay nada en lo que creer. Y eso es lo verdaderamente grave.

·····

– Elx: 2
– Real Pudrit: 2 (Jausen y Bluffingham)

Cuítas del floperismo crepuscular

Sí, bueno, ¿no? Esta semana la NFL visitó el Bernabéu y todo el oficialismo se sintió reivindicado: buscaban frenéticos twits de periodistas gringos (aunque tuvieran sólo 15 seguidores) que alabaran las bondades del estadio reformado («¿¡Lo véis?! ¿Veis cómo es el mejor del mundo?). Si los elogios son de alguien de cualquier otra parte del globo, pues bueno, se agradecen y ya, pero si vienen de un «americano»… ¡¡ahí ya hablamos de otra cosa!! La verdad es que en medio de esta euforia pro-gringa sólo se echó de menos a Flóper y a JAS ataviados con su traje de flamenco, imitando a Pepe Isbert y Manolo Morán.

No dudo de que a nuestros amigos de ultramar les guste la admirable verticalidad del Bernabéu y la acertada atmósfera que se ha logrado con el videomarcador y el techo. Sin emebargo, es elocuente su silencio sobre la fachada-rejilla, así como sobre los interiores, los puntos de restauración y el hipogeo, mega-artefacto del cual desconocen los pormenores. Porque claro, si les cuentas que te has dejado unos 400 millones de dólares en un sistema que maltrata el césped y que llevas casi un año sin puedes usar por la normativa de ruidos, quizá dirían otra cosa.

Pero bueno, le vino bien el partido de «zamarritos» a la autoestima del club, y estoy seguro de que Flo repetirá hasta el día de su muerte que, según los periodistas gringos, el NeoPipas es elmejónestadiolmundo. No obstante, se le vienen al «prez» temas más delicados, básicamente la asamblea súper-ordinaria del próximo domingo, en la cual se tratará el delicado tema de la reconversión del club. Una porción gigantesca de la idiosincrasia blanca es esa cuasi-ficción de que el socio (poco más que consumidor de un producto llamado abono) es el dueño de la entidad; digamos que es así en el sentido de que si realmente les cae muy mal un presidente (ejem, Calderón) pueden echarlo para poner a otro que haga y deshaga a su gusto, pero ahí acaba lo de la «propiedad». Muy poca voz tienen los socios de a pie sobre el destino del club, sobre todo cuando no existe ningún «tanque de pensamiento» o grupo de presión capaz de articular un discurso coherente y aplicable, aunque sea sólo en la teoría.

Todo este paradigma post-bernabeuista (recordemos que las sacrosantas elecciones se celebran por primera vez en 1982) se verá sacudido cuando se apruebe el cambio de modelo del club. Si adoptamos el sistema alemán, el Madrid pasaría a ser una sociedad híbrida, con una parte de Club deportivo y otra de S.A., en la cual entraría capital externo, al parecer una necesidad constante pese a supuestamente estar batiendo constantemente récords de ingresos y demás.

Los socios pasarían a tener unas participaciones que no se pueden comprar ni vender, y es importante aclarar esto, porque desde que se informó de esto no han parado de salir enteraos hablando de lo que valdría cada una de las «acciones» y teorizando sobre la posibilidad de venderlas por una elevada cifra. Pero eso no ocurre en Alemania ni va a pasar en España, porque no son acciones realmente, sino una especie de participaciones que sólo dan derecho a voto.; el socio que pensara que le iba a aumentar el patrimonio por tener carnet merengue puede olvidarse de eso.

Ahora bien, si vamos a la madre del cordero, es decir la elección de presidente, ¿cómo funciona eso? Bueno, en Alemania resulta que la junta directiva propone un candidato cada tres años, y los socios deciden si lo quieren; no son unas elecciones abiertas como hasta ahora, sino más una cuestión de sí/no. Y por lo visto, existe el requisito de ser ex jugador.

¿Cómo llevaría este cambio el socio blanco, tan apegado a los aspectos superficiales de la democracia? Mal, probablemente, pero si se lo presenta Flóper lo aceptarán, aunque se lo rechazaran a cualquier otro. No descarto que el modelo alemán se tocara de modo que aquí sí se pudiera presentar quien quiera, pero me parecería un error: ya que vamos al cambio, acabemos para siempre con ese desfile de frikis y oportunistas que son las elecciones. Lo que sí me parecería bien sería poder presentar a figuras de prestigio que no hayan sido futbolistas, como Nadal, tan mencionado en las conversaciones sobre presidenciables. Este artículo del PSOE Herald ofrece algunos apuntes sobre lo que propondrá el club.

Pronto sabremos qué ocurre con este cambio, casi igual de trascendente que la reforma del estadio; quién sabe si el gran saneamiento de Flo no será el de la lata de sardinas, sino el del anticuado modelo institucional. Pero ojo, porque la asamblea lo apruebe, habrá que hacer un referéndum, y eso sí que puede desencadenar la campaña más casposa de la historia. Se pone uno a temblar sólo de pensarlo, pero si ocurre lo narraremos como notarios de la actualidad que somos.

El Vietnam del fútbol español

¿Por qué los vídeos de resúmenes del Real Madrid empiezan con unos retrasados berreando algo ininteligible?

El reducido grupo que sigue mis peripecias quizá recuerde que residí unas semanas en Vallecas, justo al lado del metro Alto del Arenal, es decir Vallecas Villa, en oposición al tradicional «Vallecas Puente»; fue tiempo suficiente para tomar las pulsaciones de la barriada. Se trata de una zona de gran diversidad, hasta el punto de que se ven incluso españoles, y sin ser especialmente glamurosa es perfectamente vivible, con avenidas anchas, un coqueto nodo comercial (Alcampo, MediaMarkt y Mercadona a pocos metros entre sí) y uno de los espacios verdes más interesantes de Madrid, el parque del Tío Pío, que el acervo popular llama «de las tetas» por sus montículos, sin duda el mejor mirador de la capital. También abundan las casas de apuestas donde jugarse el ingreso mínimo vital, quizá apostando al equipo del propio barrio.

El campo del Rayo es realmente una entidad aislada de la Villa, más territorio del Puente, un entorno más sucio y urbano; ni siquiera desde las alturas del Tío Pío es claramente distinguible. Los más finolis se quejan de sus dimensiones, pero no es tanto el rectángulo de juego (como nos han recordado las redes estos días, mide lo mismo que Anfield), sino la estrechez del perímetro exterior y, sobre todo, la fealdad; es un campo tosco y antiestético, como de 2ª B o como se llame ahora, sin que nadie haya intentado nunca embellecer ese brutalismo barrial; uno de los fondos es directamente un muro liso, un paredón literal donde se fusilan las ilusiones de muchas victorias visitantes.

Yo no estoy necesariamente en contra de que la Primera División española tenga este recinto anodino y gris. El efecto gran ciudad propicia que clubes del estilo Rayo lleguen a la máxima división de varios países, por puro peso poblacional y económico, y estos estadios son un recordatorio a los futbolistas megamillonarios de que hay un mundo más allá de la adulación, las putas y los coches; supone una prueba psicológica de gran desgaste, que puede dejar tocados a los menos fuertes mentalmente tras dos horas largas de fealdad, estrechez y fútbol primario. Sobre todo, sirve como tests de la madurez de los proyectos; normalmente un equipo ha de tener ya muchos recursos para llevarse los tres puntos sin sufrir en exceso.

Fue en ese entorno hostil donde se le vieron las costuras nuevamente al equipo de Slownso, incapaz de encontrar ventajas ante un equipo bien cerrado y muy comprometido. Se rumorea que el tolosarra ha perdido el control del vestuario desde el reciente episodio disciplinario de Vini, y eso sería grave, la verdad; nada peor que un entrenador que empieza a hacer demasiado caso de las dichosas jararquías. Para eso puedes tener a un Schuster de la vida, o al propio Ancholoto. Efectivamente, el acto de traición y de lealtad definitivo es pasarte por el forro ese código que tratabas de imponer al míster cuando eras jugador. Pero bueno, algunos dicen que el Madrid no ganó porque el álbitro dejó de pitar un agarroncillo; victimismo culero que yerra totalmente el diagnóstico.

¿Y qué decir de los bukaneros? Bueno, son gente así de ultraizquierda, es decir a favor de cualquier causa criminosa, estúpida y antipatriótica que se pueda concebir. Como regla de oro, cualquier tema sobre el que se posicionen, hay que opinar justo lo contrario: por supuesto son propalestina, proindependentismo, proETA, etc. Ahora se han encontrado con el shock de un presidente de derechas, Martín Presa, que poco menos que les llama piojosos (lo que son). Una situación similar a la de Teresa Rivera, quien tras mantener vivo al club vivo tres lustros vio cómo se borraba toda mención a su presidencia una vez esta concluyó. Y realmente uno piensa que algo debe desaparecer, o el campo costroso o la afición costrosa; los dos al mismo tiempo es demasiado. Recuerdo de mi etapa vallecana que los días de partido la policía solía bajar hacia el campo escoltando a un grupo de unos 30 de estos botarates, empleando a diez agentes y dos «lecheras»; y claro, ellos se creían más importantes que el papa… si dependiera de mí, como mucho habría puesto para vigilarlos un portero de finca con una porra.

En fin, salieron de Vallecas los jugadores madridistas con rostros tensos, la mirada perdida, mostrando los primeros síntomas de estrés postraumático… «No, no, no, ser jugador del Madrid no es esto… a mí lo que me gusta es meterle cinco a Las Palmas en casa». Nuevamente  fallaron la prueba vallecana, y lo saben; si siguieran jugando a esta hora, probablemente no habrían marcado aún. Una sucia mancha en su historial, de la que hablan con patente horror; Vini no deja de repetir que no encuentra las piernas de Mbappé. Probablemente ya no vuelvan a ser los mismos… o bueno, seguramente ya estén de nuevo con sus putas y coches.

·····

– River Plate de Hacendado: 0
– Real Madrid: 0

Las damas se esconden

Por Rappol

Como dicen los zíngaros lumpen, «yo no me escuendo», aunque las damas lo hagan. La palabra «zíngaro» le da al gitano lo que le dio Verdi a los gitanos:

Vedi! le fosche notturne spoglie
de′ cieli sveste l’immensa vôlta:
sembra una vedova che alfin si toglie
i bruni panni ond′era involta.
All’opra, all’opra!
Dagli.
Martella.
Chi del gitano i giorni abbella?
Chi del gitano i giorni abbella,
chi? chi i giorni abbella?
Chi del gitano i giorni abbella?
La zingarella!
Versami un tratto; lena e coraggio
il corpo e l′anima traggon dal bere.
Oh guarda, guarda… del sole un raggio
brilla più vivido nel tuo bicchiere!
All′opra, all’opra.
Chi del gitano i giorni abbella?
Chi del gitano i giorni abbella,
chi? chi i giorni abbella?
La zingarella, la zingarella,
La zingarella

¡A trabajar, gandules!
Cuando Pijamita es el que más aparece durante el partido… ¡a trabajar!

[Y a chutar]

[Que les pongan la ópera. Si es mucho, con el mero pasaje musical basta. https://youtu.be/WleF-9i8_G8?si=y-kwL9yV_vN66k1T%5D

Problemas de dinamismo. Sí, bueno. La juventud de algunas piezas clave. Entre las damas, los Siquesás se cagan en los pantalones cuando tienen que leer a Virgilio, y los Vinisios sólo pueden aportar perseverancia aunque sea en el error… Creo que perdió más el partido el Real Madrid por dentro que por fuera. Y en el balón parado. Ahí sigue el equipo penando bastante. En este punto, creo que lo que comentó Gran Torino durante el partido fue especialmente atinado: Karim. Se echa mucho en falta en a la CMK en el Real Madrid, pero ¿y a Benzema? En partidos de este palo, en partidos de culo prieto y lanzazos, era el mejor de todos. Sobre todo por dentro. Hoy hubiera sujetado muy bien los puntos internos del culo blanco.

En fin. Las damas podrán decir que sintieron el pene contrario y que, quizá, les entró un poquito a balón parado. Que no hay nada roto. Que no echaron de menos la lujuria anal. Sin embargo, al equipo le falta todavía (menos que antes, le falta), y entonces una derrota que no suponga ir a urgencias con la trasera del pantalón manchado de abundante sangre, no está mal del todo.

Ma, hay que trabajar, gitanos millonarios. Hay que trabajar más. Hoy Galonso fue demasiado Gordi para Sloth. Se pasó de Gordi, Galonso. Y Sloth le hizo tocamientos. Por eso simeoneó un poco, Galonso. Ese detalle no me gustó. Nadie es perfecto, de acuerdo. Pero hay que trabajar más, Galonso. Pensar que la receta alineativo-táctica contra el Flickiflicki te salvaría el culo en tu vuelta a Anfield como madridista… fue más creer que pensar, porque el Pool estuvo bastante cerca de estar cómodo durante todo el partido. Y eso no puede ser, tolosarra.

[Qué mal suena «tolosarra». Mejor que se pongan a darle al yunque, que el yunque siempre suena bien. Y chutar. Sí, chutar. No lo olvidemos. En el fútbol moderno, es muy importante chutar]

Hasta el próximo partido gordo, Galonso.

·····

– Loserpool: 1 (McAllister)
– Loserdrid: 0

Penal Madrid

Redeus

Al margen de la presión arriba que ha traído Xabi, otra de las cosas que beneficia al equipo es no ahorrarse esfuerzos desde el primer minuto. Conviene el no salir relajados para evitar sorpreas y en realidad es lo lógico teniendo 5 cambios en el banquillo para cuando el equipo se caiga fisicamente. Si se pueden dejar los deberes hechos. cuanto antes mejor.

El partido no ha tenido mucha historia por como llegaban los dos equipos. El Madrid está encontrando equilibrio en defensa y ataque, cerrando mejor las bandas, teniendo una salida más clara del balón y posicionalmente cada vez más cómodo con los jugadores entendiendo su rol en su zona de influencia. Si además acompaña la inspiración y forma física de dos/tres de arriba lo normal es que no se pasen apuros en este tipo de encuentros.

Y eso a pesar que Mastantuono no está en su mejor nivel en ataque. Pero con Mbappe que sigue a la suyo que es embocar, Vinicius a desbordar y el regreso de un Bellingham incisivo y con remate es más que suficiente. Veremos si aún hay margen de mejora en los próximos partidos donde la exigencia será mayor.

Rappol

Un Real Madrid que parece haber soltado lastre intestinal tras la buena, aunque quizá corta, victoria ante el Flickiflicki, ofreció a su público después de muchísimo tiempo una victoria contundente y sin sufrimientos de ninguna clase; exceptuando el tiro de un tipo del equipo contrario que, cuando el partido estaba muriendo, dio cerca de la escuadra del palo derecho de Pijamita. Sí. El Valencia es un equipo microscópico que bastante tendrá esta temporada con salvar la categoría; ¿pero cuánto tiempo hacía que el Real Madrid no sufría ni un ápice en este tipo de partidos ante equipos cadavéricos que, de un modo u otro, parecía que los chicos se propusieran resucitar? ¿Se ha terminado el Real Madrid Obra Social? Espero que le hayan preguntado a Florentino antes, por si Lapuerta.

Durante la semana el club, Vinisio y Galonso se ocuparon de firmar una paz con incierto aire trumpista; paz que se hizo efectiva en la previa. No sé si falta que devuelvan los cadáveres de algunos secuestrados, pero creo que todos los periodistas deportivos están y siguen bien de salud y lengua. Así que me pregunto si, en realidad, había alguna clase de guerra, o era una guerra como aquella (la primera Guerra del Golfo) que Baudrillard insistía en que nunca había sucedido. Resulta bastante hilarante este espectáculo periodístico de tontos que se creen listos, y tontos que son tontos, enfrentados a muerte contra otro tonto que juega al fútbol. En este conflicto tontísimo, parece que sigue ganando Vinicius, que vuelve a estar en forma y vuelve a ser ese muchacho inasequible al desaliento, sin importar cuántas malas decisiones tome, cuántos balones pierda y cuántos penaltis falle; mientras el antimadridismo-madridista sigue a lo suyo, que son los clics.

Entrando en lo que fue el partido, y en lo que es el fútbol, Galonso apuntaló su 4-4-2_4-3-2-1_3-5-2…esto es, su equipo de líneas móviles y solidarias, volviendo a echar mano de Valverde y Franco en la derecha y en la definitiva recuperación para el fútbol de Bellolingam. Galonso resuelve la discusión táctica sobre dónde tienen que estar todo el tiempo Gulliver, Lingam, Siquesá o Franco haciendo que sean como una guerrilla por el frente de ataque. De forma que el que siempre aparece por la izquierda es Vinicius, pero los demás aparecen por cualquier parte: Gulliver por la izquierda como extremo para asistir a Siquesá, que llega por la derecha (siendo previamente el turquito asistido por Lingam (2-0); Gulliver por la derecha filtrando último pase en lada-lada; Franco cruzando hacia el centro desde la derecha (muy UCD) pero con poco armamento disponible; Lingam desde la izquierda para meter un buen gol (3-0)… Variantes sin cambios. En vivo… ¿Pero este equipo no estaba en guerra? ¡Pues toma guerrilla! ¡Mandad una flotilla madridista-antimadridista, a ver!

Con 3-0 al descanso —porque todo lo que hacía el Valencia era un cero—, Galonso se aplicó al noble ejercicio de administrar sus poderes y seguir construyendo equipo. Quizá para que todo el mundo quedara contento debió sacar un poco a Trent y a Sangría, o tratar de jugar con catorce jugadores a la vez, pero hizo lo que cualquier entrenador listo haría: rotar piezas de mucho uso (exceptuando a Carreras, Militao y Valverde), sacar a sus dos estrellitas del campo a la vez (para pulsar los sentimientos de la grada, supongo), y aumentar lo que pueden ser efectivos de confianza para la segunda unidad. Lo cierto es que aquí, en el Madrid de Galonso y en función de los partidos, puede salir titular cualquiera de los que no son titularísimos, a pesar de la cansina prensa madridista-antimadridista.

Al final, Carreritas se cascó un precioso gol (para dar 18 puntos en las Superligas de los Cuñaos), Endricki corrió como un chavalito, Grogdrygo dio ascopena, Ceballos ceballeó y Camavinga encadenó un partido más siendo solvente y sin lesionarse. Ya en serio, parece que Galonso está empezando a querer a Eduardo; pero es que es muy difícil que entre en un patrón 4-3-3 mientras no se lesione nadie. Y, bueno, si no se lesiona, pues está disponible, y parece ser que aprendiendo más. Debe quedarse Eduardo con que, el día del Parchelona, Galonso confió en él, y fue muy importante para que el equipo se alzara con esa victoria que tanto necesitaba. Ese mojón que no salía. Ése, de varios kilos, que contenía hasta restos solidificados de los ridículos de Ancho ante el Arsenal. Libre el equipo de ese mojón, no nos pongamos a volver a llenar la tripas del equipo de mierda. Porque estando así, tan limpias y blancas, se pueden hacer muchos chorizacos y morcillas con las que rellenar bastantes más culos que los de los valencianistas, esos pobres muchachos. Culos patrios y, sobre todo, culos europeos. Vamos con la charcutería, después de haber afianzado la churrería. Vamos, hijos míos.

·····

– Real Madrid: 4 (Negro Pesetas (2, uno de pen.), Bluffinngham y Zape)
– Flatulencia: 0

El realismo se impuso

Por Rappol

Pasan las horas después de que el Real Madrid se impusiera al Bocachanclona, y los hemisferios derechos cerebrales se van imponiendo a los izquierdos, paulatinamente, en lo que se refiere a los lances, los acontecimientos, los chispazos, las bravatas… y otra suerte de aspavientos que, formando parte del fúrgol, nunca son capaces de imponerse al resultado, ese impostor. Así fue que Galonso se dejó de piruetas y ofreció —al filo del posible abismo que hubiera representado para su proyecto madridista otra derrota en un partido importante—, una lección de realismo galonsista; bastante lógica, por otra parte, si tenemos en cuenta que se formó en las categorías inferiores de la Real Sociedad, despuntó allí como jugador, ganó su primera Champions a las órdenes de Rafa Benítez en el Liverpool, la segunda a las de Ancholoto (La Décima), etc… Haciendo, por tanto, gala de su aprendido realismo futbolístico, Galonso se aferró a su visión pragmática del juego y se marchó cerrando la puerta educadamente después de que la cantante indie le hubiera invitado a su cuqui-apartamento para enseñarle su nuevo tocadiscos y su colección de vinilos de Nicki Nicole. Hombre templado, vale por dos.

Cuando el mundo de la pelotita parece que se va a derrumbar, nada suele ser más efectivo que un 4-4-2. Es cierto que el Chanclalona venía medio en cuadro, lo que puede ser rectángulo mágico o triángulo bananero, pero la obsesión que parecía que se había manifestado en Galonso era la de cerrar por completo las posibilidades de jugar por fuera del equipo culerdo. Y a ello se dedicó tácticamente durante todo el partido, con notables aportaciones de Valverde y Camavinga por la derecha y de Carreritas (le secó la minga al ecuatomoro) y Vinicius por la izquierda. ¡Ay, Vinicius! Nadie parece entenderte. Sin embargo, no desistas. Despotrica y enloquece, porque en realidad el mundo del fúrgol actual no sabe lo mucho que valen los jugadores de verdad. Y me apuesto tres CocaColas a que tú, Vinicius, le hubieras mojado el pitillo a Marlboro Man en el penalti, y entonces el Real Madrid (con 3-1, al fin) le hubiera metido un saco de goles a todo ese hatajo de mercachifles adolescentes, bocazas y mamahostias que se creen los mejores jugadores de fútbol del mundo. Aunque hay que reconocer, en cualquier caso, que el Lapuertalona tiene en sus filas al mejor jugador ecuatomoro del mundo. En este punto, no hay discusión posible, y hay que rendirse a la evidencia, que es la madre de la cencia. Señorío obliga.

En consecuencia, equilibrado el juego del Madrid sobre un 4-4-2-corredor, los blancos pasaron por encima del Negreiralona durante toda la primera parte. Líneas juntas, jugadores atentos, Vinicius en estado de gracia, Bellingham trempando… y el becerro del pito anulando goles (a ver, alguno fue anulable, pero ¿el primero de los que metió Siquesá?… No me jodas Ceteá…). Cuando caía Camavinga a banda los enanitos decían «¡Blancanieves!», mientras Julio Kundera soportaba la insoportable levedad de sus meninges con su bandana, aceptando el sometimiento anal que le traían a pachas Carreritas y Vinicius (¿¡¡¡pero cómo puede nadie esperar que no se cabreara cuando Galonso lo cambió en la segunda parte!!!? Hay que entender a Galonso, claro. Pero también hay que entender a Vinicius, hostia ya).

En la visión de la sobradez, como suele suceder en el Bernabéu, Gulliver se despistó para que el onubense intrascendente empatara el partido y aumentara la leyenda de los jugadores de segunda fila que triunfan en la esquinita. Ese fue todo el bagaje futbolístico del Spotilona durante la primera parte, el del equipo pequeño que rasca algo gracias a un error del contrario. Al Madrid le bastó con volver a achuchar un poco, Vinicius mediante, para aprovecharse de la verbena defensiva visitante y mearse en las tetas de las mocitas culerdas, con un gol de lada-lada-bombeada que empotró Hey Jude, demostrando que ya vuelve a distinguir el olor del gol del de un buen chocho mojado. 2-1 y a mear las drogas al vestuario.

Había optimismo tras el descanso, y la sensación pareció confirmarse cuando el árbitro no tuvo más remedio (era demasiado claro) que pitar un penalti por mano de Eric Matthaus. Siquesá lo tiró fatal, y ahí se esfumaron todas las posibilidades de goleada, tripas culerdas desparramadas por el campo, vómitos en escopeta y culos ajenos como la bandera de Japón… Y Vinicius lo sabía. Y por eso se enfadó tantísimo cuando Galonso, impertérrito y ahíto de pragmatismo, lo cambió para seguir manteniendo la tensión defensiva por la izquierda. Luego Grogdrygo y Siquesá tuvieron dos llegadas por la izquierda, en diferentes momentos… Ojalá hubieran sido de Vini.

El resto del partido fueron aspavientos tácticos de Flicki, intrascendente dominio culerdo de la bola, y expulsión por triple amarilla de Platanito Decathlon que, encima, se echaba las manos a la cabeza. Quizá lo más destacable fueran las dos tanganas finales…

… porque demuestran hombría y ganas de matar, cobran facturas y empiezan a mostrar que el equipo quiere volver a tener carácter, quiere que lo tomen en serio y no aceptan, sobre todo, que petimetres como Lamingamal confundan su vida de papel couché con jugar en el Bernabéu contra el Real Madrid. Decía Sorg que el chico es joven y todavía no maneja bien que le piten en los campos grandes. Pues si no lo maneja bien, que empiece por cerrar el pico. O mejor, que siga sin cerrarlo. Al fin y al cabo es, con toda probabilidad, el mejor jugador de fútbol ecuatomoro de la historia. Conque nada, chaval. A grabar stories, que es lo tuyo. El realismo, en todas sus acepciones, te queda todavía muy lejos. El futbolístico, en particular, muy muy lejos. Pero sigue soñando tranquilo. Nunca más tendrás que volver al barrio, y eso ya es un gran logro. Toma tu corona y póntela (y el condón también, que nunca se sabe…).

·····

– Real Madrid: 2
– Farsa: 1