El realismo se impuso

Por Rappol

Pasan las horas después de que el Real Madrid se impusiera al Bocachanclona, y los hemisferios derechos cerebrales se van imponiendo a los izquierdos, paulatinamente, en lo que se refiere a los lances, los acontecimientos, los chispazos, las bravatas… y otra suerte de aspavientos que, formando parte del fúrgol, nunca son capaces de imponerse al resultado, ese impostor. Así fue que Galonso se dejó de piruetas y ofreció —al filo del posible abismo que hubiera representado para su proyecto madridista otra derrota en un partido importante—, una lección de realismo galonsista; bastante lógica, por otra parte, si tenemos en cuenta que se formó en las categorías inferiores de la Real Sociedad, despuntó allí como jugador, ganó su primera Champions a las órdenes de Rafa Benítez en el Liverpool, la segunda a las de Ancholoto (La Décima), etc… Haciendo, por tanto, gala de su aprendido realismo futbolístico, Galonso se aferró a su visión pragmática del juego y se marchó cerrando la puerta educadamente después de que la cantante indie le hubiera invitado a su cuqui-apartamento para enseñarle su nuevo tocadiscos y su colección de vinilos de Nicki Nicole. Hombre templado, vale por dos.

Cuando el mundo de la pelotita parece que se va a derrumbar, nada suele ser más efectivo que un 4-4-2. Es cierto que el Chanclalona venía medio en cuadro, lo que puede ser rectángulo mágico o triángulo bananero, pero la obsesión que parecía que se había manifestado en Galonso era la de cerrar por completo las posibilidades de jugar por fuera del equipo culerdo. Y a ello se dedicó tácticamente durante todo el partido, con notables aportaciones de Valverde y Camavinga por la derecha y de Carreritas (le secó la minga al ecuatomoro) y Vinicius por la izquierda. ¡Ay, Vinicius! Nadie parece entenderte. Sin embargo, no desistas. Despotrica y enloquece, porque en realidad el mundo del fúrgol actual no sabe lo mucho que valen los jugadores de verdad. Y me apuesto tres CocaColas a que tú, Vinicius, le hubieras mojado el pitillo a Marlboro Man en el penalti, y entonces el Real Madrid (con 3-1, al fin) le hubiera metido un saco de goles a todo ese hatajo de mercachifles adolescentes, bocazas y mamahostias que se creen los mejores jugadores de fútbol del mundo. Aunque hay que reconocer, en cualquier caso, que el Lapuertalona tiene en sus filas al mejor jugador ecuatomoro del mundo. En este punto, no hay discusión posible, y hay que rendirse a la evidencia, que es la madre de la cencia. Señorío obliga.

En consecuencia, equilibrado el juego del Madrid sobre un 4-4-2-corredor, los blancos pasaron por encima del Negreiralona durante toda la primera parte. Líneas juntas, jugadores atentos, Vinicius en estado de gracia, Bellingham trempando… y el becerro del pito anulando goles (a ver, alguno fue anulable, pero ¿el primero de los que metió Siquesá?… No me jodas Ceteá…). Cuando caía Camavinga a banda los enanitos decían «¡Blancanieves!», mientras Julio Kundera soportaba la insoportable levedad de sus meninges con su bandana, aceptando el sometimiento anal que le traían a pachas Carreritas y Vinicius (¿¡¡¡pero cómo puede nadie esperar que no se cabreara cuando Galonso lo cambió en la segunda parte!!!? Hay que entender a Galonso, claro. Pero también hay que entender a Vinicius, hostia ya).

En la visión de la sobradez, como suele suceder en el Bernabéu, Gulliver se despistó para que el onubense intrascendente empatara el partido y aumentara la leyenda de los jugadores de segunda fila que triunfan en la esquinita. Ese fue todo el bagaje futbolístico del Spotilona durante la primera parte, el del equipo pequeño que rasca algo gracias a un error del contrario. Al Madrid le bastó con volver a achuchar un poco, Vinicius mediante, para aprovecharse de la verbena defensiva visitante y mearse en las tetas de las mocitas culerdas, con un gol de lada-lada-bombeada que empotró Hey Jude, demostrando que ya vuelve a distinguir el olor del gol del de un buen chocho mojado. 2-1 y a mear las drogas al vestuario.

Había optimismo tras el descanso, y la sensación pareció confirmarse cuando el árbitro no tuvo más remedio (era demasiado claro) que pitar un penalti por mano de Eric Matthaus. Siquesá lo tiró fatal, y ahí se esfumaron todas las posibilidades de goleada, tripas culerdas desparramadas por el campo, vómitos en escopeta y culos ajenos como la bandera de Japón… Y Vinicius lo sabía. Y por eso se enfadó tantísimo cuando Galonso, impertérrito y ahíto de pragmatismo, lo cambió para seguir manteniendo la tensión defensiva por la izquierda. Luego Grogdrygo y Siquesá tuvieron dos llegadas por la izquierda, en diferentes momentos… Ojalá hubieran sido de Vini.

El resto del partido fueron aspavientos tácticos de Flicki, intrascendente dominio culerdo de la bola, y expulsión por triple amarilla de Platanito Decathlon que, encima, se echaba las manos a la cabeza. Quizá lo más destacable fueran las dos tanganas finales…

… porque demuestran hombría y ganas de matar, cobran facturas y empiezan a mostrar que el equipo quiere volver a tener carácter, quiere que lo tomen en serio y no aceptan, sobre todo, que petimetres como Lamingamal confundan su vida de papel couché con jugar en el Bernabéu contra el Real Madrid. Decía Sorg que el chico es joven y todavía no maneja bien que le piten en los campos grandes. Pues si no lo maneja bien, que empiece por cerrar el pico. O mejor, que siga sin cerrarlo. Al fin y al cabo es, con toda probabilidad, el mejor jugador de fútbol ecuatomoro de la historia. Conque nada, chaval. A grabar stories, que es lo tuyo. El realismo, en todas sus acepciones, te queda todavía muy lejos. El futbolístico, en particular, muy muy lejos. Pero sigue soñando tranquilo. Nunca más tendrás que volver al barrio, y eso ya es un gran logro. Toma tu corona y póntela (y el condón también, que nunca se sabe…).

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– Real Madrid: 2
– Farsa: 1

Ni fu ni fa

Rupaul

Entre los bandos presionistas y guleadores, contadme siempre entre los segundos. Para mí los buenos equipos son los que tienen siempre la cabeza templada y, sobre todo, imponen su mediocampo. Hay muchas formas de imponer el mediocampo, y el equipo que mejor lo ha hecho históricamente en este país es La PSOE.

Hay portero (en realidad siempre lo ha habido) ¿O lo cambiáis por Marlboro Man para el domingo?

¡Oh, Militao, mi Militao!

Bellolingam la volvió a meter, al fin, en una portería que no estaba en Jamaica.

Vini y Siquesá están finos para la cuchufleta. ¿Estarán finos para la sabana del domingo?

Where´s Franco? In Franco we trust.

Y esto sacará Galonso el domingo:

Pijamita

Tremp Jailoblailo_Mangold-Chochoquisiera-Militao-Carreritas
Franco-Valverde-Guler-Bellolingam
Vinicius-Siquesá

HelsinkiSXXI

Ayer, lógicamente, la Juve con un resultado que no le sirve, se tira arriba con todo. Eso es lo esperable. Pero un equipo que sabe circular el balón esconde la pelota, mueve con velocidad y cansa al contrario. Si no tienes eso te toca lo que vimos ayer , poner el autobús. Y el Madrid nunca ha puesto bien el autobús. Nunca, ni en la época de Mou. ¿Qué nos queda? Rezarle a san Curtuá y esperar que el equipo contrario, ya muy cansado, desaproveche sus oportunidades.

Guler no sé si será organizador o no, pero él y un poco Brahim fueron los únicos que caracoleaban, aguantaban el balón, movían la bola y conseguían aquello tan cursi que se llamaba «defender con balón». Fue salir estos dos, llámalos como quieras, MariPepi si lo prefieres, y fue un patapum parriba y a esperar.

La Juve no es un equipo de la parte abajo. No es una mierda. Vale. Pero tampoco es un top5 europeo. Ayer podríamos haber perdido o empatado perfectamente. Tuvimos muchas oportunidades para marcar más, es cierto. Pero ellos también las tuvieron clarísimas.

Y a mí aparte de los detalles, me da la sensación, y no es solamente este año, de que jugamos a lo que el rival quiere. Los italianos plantearon tirarse atrás y buscar contras. Y eso hicieron exactamente. Y estuvieron a muy poco de salirle bien el plan. Porque en la primera parte no hicimos demasiado peligro y ellos tuvieron unas contras muy claras.
Entonces, ¿por qué no imponemos nuestra idea de juego, y siempre vamos a jugar en las condiciones que propone el otro?.

Inodoro

Por lo visto yo tambien vi otro partido porque pareciera que ayer perdimos 0-2. Si ve voy a los datos puros, 26 remates por 11, 66% de pusesió y 13 corners.

Son datos de un equipo que atacó y que también presionó arriba. Cuando te vas arriba evidentemente una contra te deja en bolas. Le pasa al Barsa 2 o 3 veces por partido. Ahora si lo que pretendemos es presionar arriba y robar todos los balones y tener un 99% de pusesió, entonces tenemos que irnos a Alfa Centauro.

Se ganó a un equipo top europeo, top 15 y se ganó bien. ¿Nos pudieron empatar? Si, y nosotros pudimos haber acabado 3-0.

Ahora mismo la alineación tipo creo que es la de ayer con Juselito y alguien en la derecha que no se quien va a ser. Esas son las piezas y con eso hay que atacar bien y defender juntitos.

Yo no veo drama ni me parece que el Barsa venga en plan apisonadora. Lo poco que les he visto su defensa es de blandiblú, el mena no está a tope (gran ejemplo Euler con las pollas) y no están al nivel físico del año pasado.

Y además este Mbappé con Guller por detrás les puede hacer mucho daño. Quiero ver como atacamos su defensa adelantado y evidentemente quiero ver ahí a los buenos y que den el máximo nivel. También a Carreritas contra el moro y al único uruguayo sin huevos, al que el loco y le ha cogido la matrícula y nos va a dar la tabarra cada vez que pierda un pase.

Y luego le compara con Declan Rice que no ha jugado ni el 10% de partidazos que Valverde. Pero el loco yooooyalloooooooo

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– Real Bluffdrid: 1 (Bluffingham)
– Bluffventus de Badalona: 0

Un Madrid papichulista

Por Rappol

Para cualquier equipo que se tenga por aguerrido y cagasangre, siempre es una jodienda medio planificada lo de tener que jugar contra el Getafe de Bordalás. En esta ocasión, era el Churrerías Galonso CF el que debía confirmar que había dejado definitivamente de perder glóbulos rojos por la perforación arlética que recibió en el finstro anal no hace tanto. Es importante que a los jugadorcitos no se les olviden estas cosas, y que las mismas les supongan algunas incomodidades cotidianas como tener que dar uso al bidé después de ir a cagar, en el caso de no ser francés y maricón (o ambas cosas) .

Celebraba Dragomán 300 partidos con la elástica getafense, y Custer —sonriente en bata y pantuflas— le daba un codazo a su mujer, mientras el fútbol-papá se cernía sobre la noche madrileña; esto es, la mesetización africanizada y brasileñizada del fútbol representada en aquella famosa canción del «Ayyy si te pegou ay ay si te pegou»… Y ahí creo que el equipo de Galonso no anduvo mal del todo e, incluso, que Vinicius estuvo superlativo haciendo que el partido se fuera yendo a la mierda para los locales a base de tocarles el bulbo raquídeo (y lo que queda todavía más abajo), con su regatitos y sus fruslerías, con sus desplantes y esos comentarios a toda-bocachancla que necesitan hasta subtítulos (porque no hay quien le lea los labios y la bocaza al Churrero Mayor del Reino). Al fin vimos al Vinicius Junior que todos (y él el primero) queremos volver a ver sobre el campo. Salió en la segunda parte, el hijoputa, y sólo saliendo encarriló el partido. Él solo.

Porque el encuentro era un puto dolor de muelas, ¿egg? Que sí. Que más rapidito y más presuntamente fluido…pero los mismos tiritos al moñeco y las mismas sensaciones alrededor de que si la bola no pasa por Ninio-Gooler (que no fue de la partida inicial), aquí no hay nada que hacer con tanto dime y direte entre líneas, tanto negro amante del kung-fú, banda-bandas, carreritas, des-presiones, desplazamientos largos en diagonal y lada-ladas; nada más que niños fuera de sitio e indolentes pensando en que les cuesta mucho mantener a sus ex-esposas secretas, o que anteayer se la chupaban mejor. El fútbol de alto nivel es tan complicado…

Franco no termina de despegar. Le sobran hombría y calidad, pero le faltan tres pucheros y unos pacharanes jugando al mus con alguno que sepa (¿quién sabrá jugar al mus en la actual plantilla de Madrid? Porque en la selección española parece que sólo se juega a la pocha de shuparle la posha a unos cuantos que tengan algo que ver con el Barcelona, que es tener algo que ver con el PSC, con el PSOE y con… a ver a ver, que me pierdo…Resintonizo la TVE). Que no despega, Franco, mientras España espera.

Hay que hablar, también, del árbitro. Sospechosamente, el árbitro hizo su trabajo. Su trabajo normal, quiero decir. Un trabajo que hace lustros que no se suele ver por estos pagos, ahora tebanos. Algo mosqueante, esta es la verdad. En el fin de semana en que uno descubre que vuelve a haber concursos los sábados por la noche en RTVE, que no hay un sólo informante o comediante de izquierdas sin trabajo (todos los que no trabajan para LaSexta, trabajan para RTVE), que gracias a los fondos europeos se estrenan próximamente películas protagonizadas por paladines del arte izquierdoso (sobre Franco o sobre héroes que ayudan a sus abuelas a pagar deudas)…No sé, Rick…

Que no se les olvide, Galonso. Que no se despisten por creer que ya no les sangra el ojete. Que no es buena idea que les vuelva a sangrar el ojete, Galonso, aunque algunos de los jugadores sonrían de manera indescifrable cuando recuerdan el calorcito sobre la piel del hilillo de sangre cayendo por cerca de donde les quedan los isquios. Que no vale con el ganar de la churrería. Que HAY QUE APLASTAR, GALONSO. A-PLAS-TAR. Que ya está bien de tanta mariconería, hostias.
Aplastar. Punto.

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– Getaffen: 0
– Real Madrid: 1 (Negro Pesetas)

El puto modelo

El madridismo como conjunto humano puede definirse de muchas maneras, pero quizá una de las más certeras sería «paleto». Por supuestísimo, no tan paleto como otras aficiones: jamás podrá alcanzar el tribalismo ciego y resentido del Paleti, el acomplejamiento múltiple del valencianismo o la infinita indignidad del Athletic, pero sí, el madridismo, como todo futbolerismo, es vulgar y pueblerino. Por ello, ve la historia del club blanco de una forma sentimentaloide y folclórica, sin alcanzar a entender que el éxito en este deporte raramente tiene que ver con tales atributos, y sí con una gestión más bien templada y estratégica.

Es por ello que la sugerencia de «privatizar» el club ha generado mayoritariamente rechazo entre esa grey que no ha superado sentimentalmente a Juanito. Entrecomillo lo de privatizar porque, ¿qué club del mundo de tercera división para arriba no es absolutamente privado? ¿Hay alguno que sea de tirularidad pública, o que sea dirigido por el conjunto de sus socios? No, evidentemente no; el Madrid es tan privado como pueda serlo el Manchester o la Juventus, si bien escenificando una sofisticada ficción en forma de asambleas (ya sean ordinarias o aún más ordinarias) tras las cuales los socios se van a su casa inmersos en la fantasía de que están «dirigiendo el club».

Esto de las elecciones y las asambleas fueron una desafortunada consecuencia de la muerte del caudillo blanco, Santiago Bernabéu; ocurrida sólo tres años después de la del otro caudillo, provocó una devastación similar. Ambos habían llegado al poder por aclamación, y cuarenta años después todos sentían que lamentablemente no podían replicarse tales hechos. Poniéndose a cavilar, ambos grupos de subalternos encontraron la misma solución al problema: ¡¡la democracia!! Esta palabra viene de los términos griegos «demos» (paleto) y «kratos» (gobierno), y básicamente significa que la masa informe y sin higiene escoge al que va a destruir su colectivo votándolo por criterios de imagen y popularidad, o simplemente por tribalismo cavernario.

¿Qué tal funcionó en los respectivos casos? A España le trajo una serie de personajes de retornos decrecientes, hasta llegar al actual deficiente mental que ocupa la Moncloa, y al Madrid presidentes como Luis de Carlos, Ramón Mendoza y Lorenzo Sanz, de los cuales lo mejor que podemos decir es que eran entrañables, pero que desde luego no estaban llamados a liderar misiones históricas (aunque sí histéricas). En estas llegó Florentino, con un plan claro en la cabeza: sin un gramo del genio de Bernabéu, pero sí con inteligencia, al menos podía aspirar a emular los logros del indomable de Almansa. No es el propósito de esta entrada valorar las glorias y miserias del florentinismo; baste decir que funcionó en posicionamiento mundial y cosecha de títulos, y eso es casi todo lo que necesita el Madrid. No obstante, según el prócer avanza por el invierno de su vida, se plantea la cuestión ineludible de la sucesión: ¿qué hacer?

Por supuesto, para el paleto madridista (repito: una mayoría de la afición), la respuesta está clara: ¡¡elecciones!! Lo que decida la mayoría de borregos está bien. El problema es que ya vimos lo que nos traían las elecciones tanto en los tiempos prefloperianos como cuando tuvo la ocurrencia de dimitir: una de las peores colecciones posibles de arribistas, frikis e inútiles entre lo que es capaz de producir la patria hispana. Es fundamental asumir esa realidad: la España del siglo XXI, la de la Edad de Hierro, no junta una docena de políticos y empresarios capaz de dirigir una entidad como el Real Madrid: por cada Florentino, Amancio o Juan Roig hay cincuenta Villalongas, Juan Palacios o «empresarios de renovables»; la colosal masa de mediocridad que conforma la sociedad española postfranquista, en la que iban a correr ríos de leche y miel, produce líderes a su imagen y semejanza.

El Madrid tiene pocas opciones a futuro: la ya mencionada de las elecciones, la compra por parte de un megacapital que lo mercantilice definitivamente, o la adopción del «modelo Bayern», lo más parecido que puede tener a un gobierno benigno basado en criterios más allá de lo puramente económico o promocional. Por supuesto, al paleto madridista, al que tiene a Raúl en el Top 5 de jugadores de la historia blanca, se le cae la babilla iracundamente: «¡¡eso es privatizar el club!!». Insisto: el club es privado desde hace décadas, desde el momento en que es una multinacional del entretenimiento donde toman las decisiones un grupo reducidísimo de personas. Juan Socio tiene una nula incidencia sobre decisiones estratégicas del club; no fue él quien decidió construir una megacueva de 300 millones bajo el estadio cuyo mayor efecto tangible ha sido que padezcamos el peor césped de Europa.

Teniendo claro esto, que jamás un expreso futbolístico mundial será «de los socios», el «modelo Bayern» es lo más parecido a eso que vamos a encontrar. La junta directiva estará siempre formada por ex jugadores, no por pseudotriunfadores de la raquítica clase empresarial española, y es claro que se seguirá en la medida de lo posible los postulados del florentinismo-bernabeuismo. Incluso los socios podrán seguir manteniendo esa ficción de la propiedad, al ser titulares del 51% de las acciones. Eso sí, pronostico y sé que voy a acertar, que jamás podrán vender la supuesta acción ni verán ningún tipo de retorno monetario por ella; será un activo heredable pero no vendible, igual que el actual carnet de socio. La entrada de empresas aportará un saludable capital que ayudará a enjugar la monstruosa deuda dejada por el enésimo recauchutado del estadio, el Templo Intocable de la Castellana; ya que Adidas jamás va a hacernos una camiseta personalizada, al menos que ponga pasta. Incluso puede que se mantenga esa ficción de las asambleas, ¿y por qué no? No dejan de ser una pantomima graciosa.

En suma, jamás debe hacerse caso al socio madridista. Sus preocupaciones son pedestres: fichajes, mejor calefacción, no moverse la Castellana («que le pilla al lao»), erigir estatuas de 10 metros de Baúl. Si el Modelo Bayern no gusta al socio, indudablemente ese es el que hay que adoptar per secula seculorum, hasta perfeccionar la IA Bernabéu que haga innecesaria la intervención humana. Sólo queda recomendar que sigan el canal de Mon de Mon para las últimas novedades sobre este candente tema.

Churros Venancio, saben a poco

Por Rappol

El público del Bernabéu respiró aliviado antes del inicio del partido al comprobar que, al menos en el caso de los que estaban en el banquillo, los soldaditos de Galonso podían sentarse, después del ridículo cosechado el fin de semana precedente tras su penosísimo intento de asaltar el Colchopolitano. Los afortunados titulares daban prudentes saltitos y ponían caras de concentración máxima antes de que rodara el balón, pensando en si se les saltarían los puntos de los hojaldres si corrían un poco más de lo corrido en el anterior partido. La vida del futbolista de élite es dura e ingrata, qué duda cabe.

Los acontecimientos recientes hicieron que Galonso tuviera que recular, para tratar de hacer de la necesidad virtud. Valverde volvería a deleitarnos con su incapacidad para jugar de lateral, y Ceballos con su proverbial velocidad para mover el balón. Es por ello que el inicio del partido fue anti-fulgurante, a lo que también contribuyó el timorato planteamiento de Marcelino, que amasó en forma de coqueta murallita el pan y el vino del Mercarreal, para que el Real Madrid pudiera practicar sin muchos sobresaltos su lada-a-lada más anodino.

Así, la primera parte fue un coñazo notable, aligerado por la incertidumbre que siempre genera Franco cuando recibe por la derecha, y el nerviosismo que (todavía) acompaña a Vinicius por la izquierda. En honor a la verdad, había voluntad por ambas partes laterales del campo, pero el equipo jugaba tan a cámara súper-lenta que las «ocasiones» eran como las de los chavales que camelan en un bar y cuentan las veces que creen que los han mirado las chicas que tratan de cortejar en la distancia. Tanto fue así que la mejor ocasión del primer tramo del partido la tuvo el equipo visitante, en la primera gran soplapollez de las varias que cometió Piterjausen a lo largo del encuentro (ahora desarrollo). Salvó Pijamita, afortunadamente, que cuando se vence antes de tiempo, arrellanándose sobre el excelso tapiz del Bernabéu, todavía mide un buen trecho a lo largo, y puede rechazar la bola si es capaz de activar alguna de sus extremidades. Y el Mercarreal no tiene malos negros, pero en la Lotería del Negro Zumbón, el equipo que parece haber triunfado esta temporada es el Levante, por el momento, con Eyong (no tiene 21 años este tipo ni de coña).

[Empieza a poder suceder con Piterjausen que, después de haber tenido oportunidad de observar sus virtudes, comenzamos a ver sus carencias, a saber: usa mal los brazos cuando está en desventaja, le cuesta volver corriendo cuando le comen la tostada al espacio, mide mal los centros al área y despeja igual de mal cuando se tiene que girar rápido en defensas al borde del área. Conclusión: está en mala forma física, porque tres de las cuatro pegas que le pongo están relacionadas con eso. Ir convocado con la selección no le va a ayudar con eso]

Pasado ya el trance del aburrimiento, y comprobando de manera fehaciente que las suturas anales garantizaban que los pantaloncitos blancos no se tiñeran de malva, Galonso le dio las llaves de la churrería a Vinicius, y el chico subió la persiana y se fue a por Mauriño, al que ya tenía un poco mareado y amarillo. Volvió entonces el brasileño por sus fueros, compensando su falta de finura con la destreza que le llevó a las estrellas: la insistencia. Marcó un gol de rebote, tras desbordar a un impedido Mauriño; y consiguió un penalti que transformó en gol con su, siendo amables y comprensivos, poco ortodoxo estilo. Como si volviera a la casilla de salida, el sonriente Vinicius se puso el mandil y comenzó a chocolatear la noche madrileña, permitiendo los primeros suspiros de alivio entre los parroquianos.

Aun amenazó el Mercarreal el expediente del Madrid, acercándose en el marcador antes del último cuarto de hora (otro jugador interesante el Mikazette ese), pero Siquesá fichó en la oficina del golito y hasta se lesionó un poquito, por si se puede quedar en casa tranquilito estos días a que se le termine de curar el culete, que tiene a los novios ya desesperaditos por enchufársela de nuevo. En el carrusel de cambios, bien Brahim, bien Lingam (aunque todavía hieda un poco a Capitán Morgan) y, en fin, victoria aburrida que no soluciona gran cosa pero, esta es la verdad, ayuda a que las ganas que tienen los antis de que todo se salga de madre se atemperen un poco.

Madridismo crítico, que no suicida. Con que «irsen» a comerle el culo a La Sheila. Igual hace descuentos a grupos.

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– Real Madrid: 3 (Puficius, 2 (uno de pen.) y Mbluffé)
– Villarural: 1