¿Es que no confiaís en mí, hermanos?

– Florentino está compungido. Se le nota. Yo creo que en su fuero interno aún no se cree que el equipo está acabado; le delatan frases como «no podemos venirnos abajo por perder inmerecidamente contra la Juventus. Que no, Floren, que no te enteras, que fue merecidamente y entre otras cosas porque tú hiciste las cosas mal. Sabemos que algo va a cambiar el año que viene, pero está por ver si se quedará en un simple retoque estético. Es difícil saber el grado real del cabreo de Florentino.

lo de las pancartas «espontáneas» en los campos de entrenamiento es de traca. Claro, ahora resulta que unos aficionados de a pie se van a gastar cientos de euros en unas pancartas de varias decenas de metros hechas en imprenta industrial, para animar a los jugadores y decirles que son la pera. Una de ellas iba especialmente dirigida a Raúl, uno de los jugadores más populares entre la afición últimamente. No sé, sería de agradecer que no nos trataran como gilipollas.

– Dos tontos muy tontos: Resulta que el amigo Del Horno y el amigo Oleguer Presas no quieren jugar en la selección española. Pues mí genial, que se queden en su casa. Ya hablé del señorito Presas, el ultra de izquierda, en una anotación anterior. La selección no es sólo fútbol, sino identificación con un sentimiento. No me apetece nada que lleve la camiseta de mi país gentuza que lo odia.