Sesión de control

Al parecer el Madrid ha decidido instaurar una costumbre de lo más interesante: Realizar comparecencias regulares de los cuatro peces gordos del club para explicar al PUEBLO MADRIDISTA las decisiones que se vayan tomando. Si esto se mantiene, vamos a tener tema de conversación para rato.

La primera comparecencia se produjo ayer: Ahí estaban los cuatro mosqueperros prestos a vendernos su gestión. Hay que decir que esto no casa demasiado con el compromiso de Calderón de ser un presidente ejecutivo, a la inglesa. Para cumplir con esto, sólo tendrían que haber comparecido Pedja, Capello y Míchel. El presidente se está haciendo demasiado mediático y se puede quemar. De momento le resultaría más conveniente hablar lo menos posible, impresión que se refuerza viendo alguna de las meteduras de pata que tuvo ayer.

Por ejemplo, respecto al asunto Kaká aseguró: «Mi afirmación de Kaká se puede cumplir. Dije que mientras sea presidente del Real Madrid puede venir y me quedan cuatro años para cumplirlo». Joder, pues lo ha arreglado. Y si le reeligieran, Kaká podría venir dentro de ocho años, no te digo.

No obstante, siguió hurgando en la herida: «Kaká era una ilusión. Yo creo, como ya se ha dicho, que ha nacido para jugar en el Real Madrid y estoy convencido y no tengo duda de que tarde o temprano estará aquí» Ha nacido para jugar en el Madrid, cielos, le ha poseído el fantasma de Florentino. Pero la verdadera cagada es decir «no tengo duda de que tarde o temprano vendrá». Que ya no estamos en campaña, Don Ramón, no hay necesidad de encabronar más al Milan. Diga que le encantaría que viniera el brasilero y queda como un señor.

Lo de los fichajes frustrados, nos explica el presi, fue una cuestión de respeto: «[Kaká] no hizo una presión suficiente por su respeto hacia el Milan»; «[Cesc] respeta mucho al Arsenal. (…) Hablé con su representante, pero me dijo que la operación era muy complicada». O sea que si llegamos a pasarnos el respeto por el forro los fichamos a todos.

Una cosa muy buena, eso sí, es que se ha gastado poquísimo en fichar. Cito directamente del As: «El presidente reconoció que «se ha invertido un total de 469 euros en fichajes.» ¡Pa que os quejéis de nuestros negociadores! Si me llego a enterar antes hacemos una colecta y nos traemos a media Europa.

Tras el presidente, tomó la palabra Mijatovic: «Igual nos hemos desviado un poquito del proyecto anunciado en campaña, pero sé que un equipo no se puede formar en mes y medio.» Hombre, un poquito sí os habéis desviado. Pero va, si los chicos se hinchan a meter goles os perdonamos.

«Buscamos otras alternativas porque no quisimos ir por Europa quitando jugadores importantes a otros equipos.» Coño, pues si basásteis la campaña precisamente en eso. Ahora no vayáis de blandos, que total esto es una selva.

Tras Pedja habló nuestro entrenador, Capello: «Normalmente, un equipo se hace en enero y febrero, mientras que nosotros lo hemos hecho en 40 días. Hemos hecho una ‘limpia’ muy importante. Gastar dinero por jugadores que no son buenos no me gusta». Suficiente. Breve y claro.

Finalmente llegó el turno de Míchel: «Me senté en Valdebebas con un doble objetivo: organizar la cantera y ser entrenador del Castilla. Hemos creado una línea de trabajo y un organigrama.» Obsérvese la expresión que ha elegido Míchel: «Me senté». O sea, «me acomodé», «aposenté mis posaderas». Bueno, ya nos imaginábamos que le gustaba la poltrona. Al menos tiene línea de trabajo y organigrama… La última incorporación al mismo, como sabéis, ha sido Lopetegui, célebre por la infinidad de talentos futbolísticos que ha descubierto en su carrera. Y si falla, tranquilos, que hay organigrama.

Y hasta ahí llegó el acto de ayer. Quedamos a la espera de una próxima comparecencia, a la que aconsejo no acudir al presidente; sin duda es mejor permanecer en un discreto segundo plano. En cualquier caso, para la siguiente charla ya habrá unos resultados deportivos que defender, así que el asunto probablemente tendrá más enjundia. Esperamos ansiosos.

Selección Disolución

– La selección apañola de fútbol ha resultado (¡otra vez!) humillada, al perder por 3-2 contra Irlanda del Norte, que por no ser no es ni un país. Es como venir aquí y perder, qué sé yo, con la selección extremeña. Yo por supuesto no he visto el partido (sólo me interesa el fútbol serio), pero sé que estas cosas le escuecen a la gente, e incluso nos complican la clasificación para la Eurocopa. Por todo ello, propongo una medida de interés nacional: ¡Disolver la selección española! Sí, ya sé que es un poco radical, pero tiene muchas ventajas, como el ahorrarnos las insufribles fases de clasificación contra países de chiste, dejar que las Ligas de fútbol (el de verdad) discurran tranquilamente, y evitarnos algún sofoco como el de hoy. ¡Las selecciones para los países subdesarrollados donde les importe eso, coño! Como Brasil o Argentina, donde siguen a su equipo con tanta pasión porque no tienen un mendrugo que llevarse a la boca, ¡digamos ya la verdad! El auge económico supondría el fin de esos dos equipos nacionales.

Una medida complementaria al fin de la selección sería deportar de Villar al Polo Norte, para que enseñe a decir «fúrbol» a los esquimales. Y para sustituir los partidos de España propongo concentraciones bimensuales en las plazas principales de cada ciudad, con alzado solemne de la ENSEÑA NACIONAL mientras la ciudadanía escucha el himno con la mano en el pecho, como Pepu. ¡¡Eso es hacer patria!!

Pero bueno, como no quiero ser tachado de radical, también daré alternativas para la supervivencia de «la roja». Podríamos tolerar que existan las selecciones, pero sólo en los Mundiales y Eurocopas. A San Marino, Islas Feroe y demás que se les prohíba directamente la participación, y que la clasificación de los demás equipos se decida por sorteo. O mejor aún, que sólo haya clasificaciones en los seis meses anteriores al Mundial, con dos eliminatorias a vida o muerte entre dos equipos grandes. Por ejemplo, tener que eliminar a Francia y Holanda si quieres llegar al Mundial. ¡Eso sí que molaría, coño!

– Bueno, hablemos del Madrid. Se ha creado un nuevo cargo: Coordinador internacional de ojeadores (casi nada), para el cual ha sido designado… Julen Lopetegui. Hum, cómo decir esto sin ser demasiado brusco… Nada, no puedo: Lopetegui es tonto del bote. Un ex-futbolista más que andaba arrastrándose por las teles y radios para que alguien le enchufara de comentarista costroso. Habrá a quien el calificativo de «tonto» le parezca gratuíto, pero joder, basta con oirle hablar cinco minutos: Su discurso es el típico del deportista medio, es decir plano, deslavazado y cargado de tópicos. Un Salinas cualquiera, vamos. Ojo, que esto no le hace más tonto que la media, pero estamos hablando de un puesto en el que va a tener que competir con la gente más avispada del balompié internacional. ¿Alguien cree que el buenazo de Lopetegui puede mojarle la oreja a los zorros del Olympique de Lyon, a Wenger o a Monchi? Si es que es de cajón, hombre. Y encima «va a trabajar codo con codo con Míchel», !vaya pareja de dos! Hasta los payasos del Micolor me parecían más espabilaos.

El patriotismo reencontrado

– Como quiera que las aguas madridistas no se mueven demasiado, he decidido darme una vuelta por el último Zutabe barcelonista, también conocido como diario Sport. Como era previsible, me lo he encontrado inmerso en un baño de repentino patriotismo. «¡¡Campeones!! ¡¡Qué grandes sois!! ¡Todos con la selección!» Estos personajillos, que se quejan cuando reciben al Barça con una bandera española («hay que disculpar su ignorancia», dicen condescendientes), se han subido al carro de la gloria ibérica, la pela es la pela. Eso sí, escogiendo como titular un aséptico «¡Viva el baloncesto!», nada de «¡Viva España!», que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Como para querer corregir el rumbo, los SMSs enviados al periódico ponen las cosas en su sitio: «Ha ganado España con catalanes y punto. ¡Visca Catalunya!»; «El millor jugador de la selecció es catalá i culé». Esas bases, siempre al pie del cañón. Aunque también se les han colado mensajes pro-españoles, como «Cataluña sin españoles no es nada; bueno, sí, Orreguer». Orreguer, qué bueno, je je.

Con todo, lo más escalofriante de la web es una sección donde se anima a los hinchas a vestir a sus bebés con los colores blaugranas, como el churumbel de la foto. Observen a la criatura, aún todo pureza e inocencia. Pensar que dentro de unos años será un hijoputa recalcitrante, mandando sin parar SMSs furibundos al Sport… ¡Que alguien avise a la Unicef!

– Parece que Helguera estará comiéndose los mocos hasta Enero en el Rácing. Es lo mejor para ambas partes, un lastre menos. Con todo, creo justo recordar que el cántabro ha dado buenos servicios al Madrid durante estos años. Vale, está bastante acabadete, pero el tío contribuyó a lograr una buena cantidad de títulos. Y sí, es un zote, ¿pero cuántos se salvan de eso en la actual plantilla? Así que buena suerte, chaval, y que lo escupas bien allá por tu tierra.

– Esto del zote me ha recordado a Tote, que ha fichado por el Hércules, donde sin duda se hinchará a meter goles de rabona. Esto debería recordarnos que es mejor mirar a la cantera con cierto desapasionamiento…

Calderón, nos debes un verano

El verano debería ser una larga canción de Hall and Oates. Mujeres y atardeceres panorámicos en los que el cielo se derrama entre colores pastel. Para algunos seres desdichados, o simplemente degenerados, el verano es un fichaje. ¿Recuerdas aquel verano en que fichamos a Ronaldo? Agosto languidecía y nosotros decidimos pasar su agonía pegados al transistor. Es lo que tiene el fútbol. Cuando la temporada termina hay quien no se decide a enfrentar el colosal vacío emocional que deja. Una zona cero sentimental. Un cráter. Y comienzan los fichajes. Cuando el presidente del Madrid dice que la semana que viene presentará a Kaká, Robben y Cesc uno no puede desconectar. Pero la semana llega y no aparece nadie y entonces el presidente insiste en que lo de Kaká se hará y que la semana venidera será definitiva. ¿Cómo no prestar atención a las noticias de deportes si esos fichajes suponen devolver al club amado a la élite? Pero comienza agosto y las noticias son inequívocas. No parece que vaya a llegar nadie. Uno entra en el foro del As, buscando comprensión, respuestas, cómo es posible, por qué nadie dice nada, se pregunta el forofo un poco aturdido, y entonces… entonces descubre una comunidad de aficionados cibernéticos. Seres que se presentan con nicks y avatares, como egos tuneados, como armaduras o prótesis. Hay gente como yo, piensa el forofo… bueno, no exactamente como yo, pero presos de una idéntica pasión. Son los días en que los trolls toman el pelo al madridismo en la red. Y el primer troll de todos es el presidente. Es entonces cuando el antedicho pega un volantazo y anuncia que seguirá los criterios deportivos y que por tanto no se incumple promesa alguna, pues esa era la promesa fundamental, la promesa primera y principal y las otras eran promesas secundarias. La afición es una mujer y Calderón un galán barato que promete, promete, promete… Relaño dice que es Capello quien desprecia a las estrellas, y que la responsabilidad es suya. Hasta el forofo se da cuenta de que Relaño no puede poner de manifiesto la mentira de Calderón porque él ha sido copartícipe. Él ha avivado la ilusión durante unos meses, sabiendo que estaba vendiendo humo embotellado. Kaká ha ayudado a vender muchos periódicos a costa de la imagen del club, de la paciencia y de las ilusiones de sus aficionados más fieles. Kaká ha sido el McGuffin del verano futbolero.

Cuando ese giro se da en el club, comienza a perfilarse el equipo que Capello tiene en mente, y el aficionado, lleno de amor y de voluntarismo decide caer en el autoengaño supremo del que quiere: un valdanista se torna en capellista, por ejemplo. Seamos capellistas, pero seámoslo bien. EL madridismo se ilusiona con algo distinto, con un proyecto menos ambicioso, humilde y el propio Capello afirma en una entrevista que «con un central esta plantilla es perfecta». Si el club se deja de grandiosidades y somos capaces de olvidar el manierismo de Zidane y recordar a Camacho, Juanito o el mismo Stielike la cosa puede ser hasta coherente, nos decimos. Las semanas, los días pasan y el central no llega. El club es linchado en los medios, desde Italia, desde Londres, y nadie lo defiende. Es más, Galliani es invitado al palco del Bernabéu junto a ciento cincuenta socios.

Bien, la historia la conoce todo el mundo. El último día resume todo. Por la mañana los medios deciden exprimir el limón hasta la última gota y avanzan cuatro operaciones. En el club, silencio. O son muy listos o muy tontos, pensamos, como se piensa de quien no acostumbra a abrir la boca. Cuántos ilusos habrán comprado el periódico, cuántos pinchazos en las webs, cuántos sms desquiciados a Radio Marca… La masa de seguidores del Madrid es un mercado maleable. El colmo es el programa nocturno del tal Castellote. Hay antimadridismo de muchas clases, el de Radio Marca no es tan evidente como el del Sport, pero es muuuucho más nocivo. La organización de defensa del consumidor debería decir algo contra este tipo de fraudes. Pero lo grave no es que los medios hayan tomado el pelo a su audiencia, y que encima lo hayan rematado con una orgía de antimadridismo (no nos van a respetar si nosotros mismos no nos respetamos), lo peor es que el primero en hacerlo ha sido el presidente. Por su propio provecho.

Cuando el Socio dice eso de que «Lo que hay es lo que hay», uno tiene que protestar. Ese es un título tautológico, un empate a cero lógico. Quienes decidieron regalar al madridismo a este individuo que nos preside con el argumento de que era el mejor proyecto deportivo tienen que retratarse ahora. Que esto es lo que hay es evidente, pero es un desastre y hay que decirlo. Y lo es por lo siguiente: porque la catadura personal del presidente ha influido en ello. En primer lugar, apostando de forma irresponsable e interesada por un proyecto sin futuro. Por jugadores mayores. En segundo lugar, por hacerlo por un estilo de fútbol que sólo se justifica si gana. Y en tercero, y fundamental, porque por mantener el engaño o intentar lo imposible con Kaká, Cesc y Robben (a partir de ahora yo prefiero hablar de KCR), el club ha perdido el poco tiempo que tenía. Tengo la impresión de que a mitad de verano se decidió cambiar los planes sobre la marcha. No había una prioridad clara. Creo que eso el asunto KRC ha influido en la confección del equipo, para mal. Baldini preguntando por Ayala el último día… ¿tengo que explicar hasta qué punto eso evidencia un desastre? ¿Alguien puede explicarme por qué Reyes ha sido tan importante este verano? Es incomprensible. Casi tanto como lo de la plaza de extranjero de Baptista.

No sé de fútbol y no voy a aburrir más con los pormenores. Con lo que ha pasado se podrían escribir cien entradas y aún quedaría lo del baloncesto, que a mí, personalmente, ya me deprime. Lo del baloncesto es una humillación que el propio club se inflige. En cualquier caso, vender a trece tíos por siete millones de euros no es un éxito. Regalar a Lendoiro media defensa no es un éxito, se parece bastante a un error que nos provocará serios problemas gástricos cuando visitemos Riazor y sus pancartas. Y es sólo un ejemplo. Sanear la plantilla no es mantener a Helguera, Salgado, Ronaldo y Raúl y renovar a los laterales izquierdos, «los patapalos».

La personalidad del presidente tiene mucho que ver en lo que se acaba haciendo. Calderón dejó claro, muy pronto, qué tipo de persona era, o mejor, qué tipo de persona había decidido ser. No tengo nada en contra de él, pero no me gustan sus maneras ni las maneras de quienes le apoyan. Yo nunca admitiría a Roberto Gómez como mi pelota oficial. Los medios del club se utilizan con un partidismo propagandístico de una grosería intolerable. Gestionan, no a favor del Madrid, sino para resultar menos ridículos. Para minimizar daños personales, pera que el ridículo (su ridículo) de la campaña electoral lo sea menos. Los calderonianos, además, se comportaron durante el periodo electoral como una especie de camisas pardas lelas denigrando a Villar Mir con argumentos a cada cual más inelegante y amenazando con caceroladas, presos de una especie de agresivo furor democrático, tan parecidos a…

La mentira no fue venial. Es más, de ese error de base nacen los demás. Porque tienen que maquillarlo y porque no ofrecen confianza. Y este modelo de club exige confianza, porque no juegan con su propio patrimonio. La trola fue determinante al decidir la presidencia del club y ha robado tiempo, claridad de ideas y energía a la hora de confeccionar la plantilla. Una mentira mantenida, sostenida, con frialdad asombrosa. El Madrid, tristemente, no tiene el equipo necesario para jugar como Capello quiere. No hay fuerza, no hay tonelaje suficiente. El equipo es un aguachirle, algo heterogéneo e incompleto, inacabado, una cosa desflecada. En realidad, somos lo de antes más Diarrá, básicamente. El central era cerrar la plantilla, blindar la defensa con Ramos en el lateral y satisfacer a Capello, al técnico. Cosa que no se ha hecho, incumpliendo, por pura ineptitud, lo que para Calderón era la promesa a tener en cuenta. El central era el quid del asunto.

Si yo fuese Calderón dimitiría; no lo hará, pero exigirlo es una obligación. Como una especie de regla de etiqueta democrática. No hay que alarmarse por ello. Tampoco creo que la crítica sea una moción de censura. Es aconsejable y para algunos de nosotros es hasta saludable. Ocho mil tíos han decidido lo que debe ser la primera marca española. Prefiero no pensar cuántos votaron pensando en los KCR. Yo propongo a los aficionados que animen incondicionalmente al equipo, pero que sean críticos y que manifiesten de algún modo su disconformidad. Que no lo pague el equipo, pero que se haga notar. Demasiado tiempo hemos sido una masa silente. Consumidores fácilmente manipulables. Quizá ya va siendo hora de que en torno al Madrid se forme algún foro, INDEPENDIENTE y no alineado, de debate sobre el club. Una plataforma de socios. Como una peña pero con más capacidad crítica e intelectual y una preocupación mayor por el largo plazo. Lo único que recuerdo es un engendro postsanzista de un tal Peña Abizanda (No Pena Madridista Abizanda, sino el señor Peña Abizanda), una broma pesada que pretendía defender el patrimonio del club del voraz Florentino. De chiste.

Yo propongo al aficionado que baje sus expectativas. No tenemos equipo para ser favoritos a nada. Podriamos esperar un buen central en diciembre, pero sería volver a caer en el error. A mí ya me han jodido el verano, quien quiera ver cómo convierten sus navidades en algo parecido adelante. Creo que un club está bien gestionado cuando el aficionado no necesita hacer mentalismo, fuerza mental, para tratar de reconducir las acciones de los rectores. Ya sabemos que ningún medio les exigirá ese fichaje.

Para el futuro deseo, aunque no espero, lo siguiente: en el corto plazo, que yo coloco en diciembre, un central e incluso el trueque de los dos garañones brasileños. A medio plazo (que colocaré en las próximas elecciones, sean cuando sean), un candidato prestigioso, señorial y con mejor aspecto que divida el club en dos, césped y oficinas, y que regale el poder absoluto en lo segundo a José Ángel Sánchez y en lo primero a Benítez. Es más, si yo fuese socio y millonario, comenzaría ya a llamar diariamente a casa del entrenador del Liverpool. En el largo plazo (lo situaré en el territorio futurista de ciencia ficción en el que algunos ya sitúan a Raúl), deseo que el Madrid se convierta en SAD y se desespañolice de forma casi total.

Personalmente, me voy a tomar unas vacaciones de fútbol. A ver lo que dura. Estoy hasta la polla. Son unos incompetentes y unos mentirosos. Uno no acostumbra a estar pendiente de gente así, y no creo que haya pasión alguna que justifique eso. Necesito un descanso. En el entremés surrealista de mis sueños han empezado a aparecer, como replicantes de no sé qué arcadia futbolística, nicks, avatares, enlaces a youtube, regates encapsulados de Cristiano Ronaldo, terroristas gramaticales con tan buena intención, metódicos asesinos de la hache (como García Márquez, pero sin ínfulas, internautas velando por la economía y la prontitud del idioma), culandras obsesivos con los ojos inyectados en sangre, trolls con informaciones de primera mano, calciotrolas, alineaciones ideales como declaraciones de amor… Recuerdas aquel verano en que casi fichamos a Kaká, me dirán. Sí, responderé: los atardeceres parecían la cara de un boxeador después del combate, y el rielar de la pantalla del ordenador daba a mis ojos un falso brillo de emoción.

¡¡Todo va bien!!

Como si el club hubiera intuído (o leído, quién sabe) las amargas quejas que menudean últimamente por esta bitácora, rápidamente han subido a la web un articulito con el que se inicia una original tendencia: Nos ahorran el trabajo de calificar la gestión del club… ¡para hacerlo ellos mismos! Como Juan Palomo, oye.

El texto en cuestión se titula «Gran trabajo de la dirección deportiva con la llegada de Capello y cinco jugadores«, y en él se nos asegura que «la dirección deportiva, con Pedja Mijatovic al frente, secundado por sus asistentes Franco Baldini y Carlos Bucero, han realizado una espectacular labor en permanente contacto con el cuerpo técnico». Me mola, este es el espíritu, aunque la verdad, he echado en falta la musiquilla esta.

Tras una gestión tan ejemplar, no es de extrañar la actitud mostrada por Pedja y Baldini en esta instantánea, en la que parecen estar diciéndose: «Eres la hostia…» «¡No, no, TÚ eres la hostia!» Aunque no se ha confirmado, se comenta que también dijeron, algo más bajo: «Lástima lo del central, ¿eh?» «Sí, lástima…»

Pero por si los díscolos no se hubieran quedado lo bastante tranquilos, han subido además este OTRO artículo con los espectaculares resultados de la encuesta realizada entre los aficionados. La conclusión es clara: «Los madridistas avalan las decisiones de su Junta Directiva«. Esta afirmación puede pareces atrevida, pero no es para menos, pues en el sondeo han participado nada menos que… ¡1725 madridistas (vale, no eran socios, pero sí madridistas», repartidos entre más de 60 países! (aunque en algunos habrán votado muy pocos, ¿no? Por cierto, hay un país que se llama Kygystán). El texto puntualiza: «no se ha pretendido hacer una encuesta en el sentido más técnico de la palabra, sino una «auscultación» del sentir de los socios, sin pretensiones científicas.» Caray, cuanto más sabemos del sondeo más fiable parece.

Pero bueno, vamos a los resultados, que es lo que interesa: «¿Quién debe elegir los fichajes, el presidente o el equipo técnico?» Un 86% escoge la primera opción. ¡¡Gran aplauso!!

«¿Prefiere una plantilla equilibrada o un conjunto de estrellas?» Un 86% escoge la primera opción. ¡¡Aplauso!!

«¿Fichar un galáctico todos los años o reforzar los puestos necesitados?» 85% la segunda opción. ¡¡Aplauso!!

«¿Prefiere un abono gratis para todo el año o que le sodomice un primo de Diarrá?» Un 95% escoge la primera opción (vaya con los de la segunda…). ¡¡Ovación!!

¡No cabe duda, compañeros! ¡Somos una piña!

Con esta abrumadora carga argumental estoy convencido de que todos los que aún tenían sus reservillas ahora lo ven todo mucho más claro. La temporada se presenta espectacular, camaradas. Y si no, siempre pueden colgar un artículo donde digan que todo va a pedir de boca, que no es lo mismo que si las cosas fueran bien de verdad, pero casi. Y es que, amigos, ¡eso de pensar es muy fatigado!

Hay lo que hay

Terminó el plazo de fichajes, y sería de tontos decir que podemos estar contentos: No sólo no han llegado las incorporaciones deseadas sino que además desde la prensa nos han echado varios volquetes de mierda encima; al final al club «prepotente» por excelencia (unos crían la fama…) le han dado por todos los lados. Circularán mil y un versiones sobre por qué no llegó a buen puerto cada una de las operaciones, pero la verdad nunca se sabrá: Ayala siempre se sintió del Valencia, Ronnie pedía el oro y el moro, o era el Inter el que ponía condiciones leoninas… a saber. Pero lo que cuenta son los resultados: No vinieron el central ni Adriano, aunque sí el paletillo, y tampoco nos libramos de la ficha de Helguera (agradezcámoselo al idolatrado Florentino, por cierto). Aunque por lo visto entre una cosa y otra nos hemos ahorrado 23 millones en fichas; un buen paso hacia el saneamiento.

Pese a las decepciones varias, se acabó el tiempo de elucubrar y de lamentarse y llegó el de apoyar al equipo. O aunque no se quiera apoyar, el que no quiera amargarse deberá hacerse a la idea de que esto es lo que hay, y con esto tenemos que ganar. El hecho de que falte un central no quiere decir que un puto equipo de once tíos vaya a venirse abajo. Básicamente hay un equipo inicial muy válido: VN y el gordo garantizan goles, Diarrá es un fenómeno, Ramos y Cannavaro dos baluartes, Cassano promete cosas… Vale, tenemos dos caretos insoportables en el equipo, Salgado y Raúl. Sobre este último, invito a leer mi entrada sobre el odio. La verdad es que le he cogido un asco ilimitado; está feo que lo diga, pero es la pura verdad. Pero puede que nuestros sufrimientos no duren tanto: Podemos soñar con una tríada de Salgado (que se recupere muy bien y eso, pero con seis meses de baja), o con una rápida caída del símbolo. ¡Quién sabe si será Reyes el que le dé el empujoncito final hacia el banquillo!

Y después de todo, Diciembre no está tan lejos. Podremos aguantar tres meses y pico sin un puto central, digo yo. Además, todavía existe una pequeña posibilidad de fichar: Por lo visto Cassano se ha lesionado, y si la baja fuera para varias semanas, existiría la posibilidad de solicitar una nueva ficha, si no estoy equivocado. Eso daría tiempo para resolver hasta lo de Adriano (antes de que debute en Champions).

Bueno, resumiendo: Hay que apoyar a estos hijos de puta. No es momento de pedir dimisiones ni de llorar pensando en lo que pudo ser. La planificación ha sido una mierda, sí, pero hasta que no se vea el rendimiento de esta plantilla en el campo (en una temporada aún virgen, por cierto) no habrá forma de juzgar con una base. Al que prefiera gritar y rasgarse las vestiduras le puden ir dando.

Con todo, es difícil sacudirse la indignación por el tsunami de antimadridismo que hemos vivido en estas horas. Real Madrid TV debería dedicar la mitad de su programación a rebatir todas las difamaciones que se han soltado, sacar notas de prensa… Ahora nos vendría bien ese «directivo de choque» del que habló Hughes en su momento. A ver si por lo menos le da por entrar a la pelotita en estas semanas y cerramos unas cuantas bocazas.