Aquí, la puta verdad

En los últimos días se ha ido gente de esta página. Me acusaban de radical, de atacar sañudamente a nuestros símbolos. Bien, que vayan con Dios, la libertad de opinión es sagrada. No obstante, es sólo en esta «radical» página donde van a poder leer la cruda y desnuda verdad de lo que pasó ayer. No se asomen a la prensa generalista ni la deportiva: viven en una realidad paralela.

Lo que vimos ayer en Roma fue un Madrid pequeño. Un equipillo corriente que podría haber ganado, empatado o perdido, como fue el caso. Sin identidad. Y ojo, que no estábamos jugando contra ningún transatlántico europeo: nuestro rival era una Roma que no pasa de ser un equipo aseadito incluso en su estadio. Horroroso el Olímpico, por cierto. El espectador más cercano está a tres kilómetros del césped y tiene un nulo ambiente. ¡Esta gente no debería ni estar en Champions!

Decíamos en los últimos días que el tiki-taka sólo funciona cuando las cosas se ponen de cara. Ayer fue buena ocasión de comprobarlo: en el minuto ocho, tras una gran subida de Robben y un estupendo pase en profundidad de Guchi, nos adelantamos con un gol de Raúl «marca de la casa»: semirebote en el pie, no sabemos si quería tocarla o no, pero va para dentro. Lo celebró como si hubiera marcado el gol de Zidane en la Novena.

Ya estábamos por delante, en teoría sólo había que dejarse llevar por la inercia. Pero esto es Champions, y las cosas no son tan sencillas. El equipo mostró una evidente falta de tensión, los desmarques brillaban por su ausencia y por momentos se jugó a cámara lenta. Vale que el resultado era muy bueno, pero uno no puede mostrar tal indolencia ni mucho menos llamar a eso luego «buen juego». Tampoco es que fuera un Real Madrid horrible, tan sólo correcto. Guchi aparecía cada vez menos, Gago carecía de profundidad y Diarrá tenía que partir todo el bacalao del centro del campo, donde como se preveía no le faltó trabajo.

En un contraataque de la Roma llegó el empate. Pssss, mala suerte. Quizá así se pondrían las pilas. No fue el caso: seguíamos con el piloto automático, pasando la pelota a un lado y a otro, pero creando muy poco peligro. Arriba, Raúl y Van Nistelrooy dieron poquísimos problemas a la poblada defensa italiana. Por algún motivo, en vez de estar los dos arriba sólo uno de ellos se quedaba en punta, perdiéndose en la maraña defensiva. Evidentemente, la «velocidad supersónica» de ambos contribuía a esto, pero ya se sabe, son «la pareja más letal de Europa», y no vamos a fastidiarla metiendo a un tío rápido, ¿no?

Sólo Robben creó verdadero peligro. Una vez más, jugó con soltura y acierto, realizando varias internadas de mérito. Aunque claro, un extremo juega solo, para eso no se necesita «toque» ni elaborar sistemas. Ramos ayudó lo que pudo, y me parece que poner a ambos en la misma banda sólo sirve para que se taponen. Se llegó al descanso sin más goles.

En la segunda parte el Madrid estuvo peor. No recuerdo una sola intervención de Guti, y la sensación de monotonía era tal que resultaba asombrosa la ausencia de cambios. Todo apuntaba a que se mantendría el empate, a menos que una jugada aislada desesquilibrara. Y ese jugada llegó, pero a favor de la Roma. Pase de Totti, Macini desborda y adentro. Ya íbamos por debajo, y sin que nos hubieran atacado con nada especialmente brillante. Uno se pregunta dónde está ahora ese gilipollas del titular «Con Casillas es imposible perder». Pues ya ve que sí. No fue culpa del portero, es evidente, pero cuando no se juega a nada te pueden ganar en cualquier momento.


Tiki-taka en estado puro

Nosferatu, el entrenador de la Roma, había hecho bien sus deberes. ¿Y Schuster? Ahí estaba, con su gesto técnico preferido: cruzarse de brazos. ¡Todo le parecía bien al tío! No recuerdo n tiro a puerta en todo lo que iba de segunda parte, pero al parecer las cosas marchaban cojonudamente. «¡Seguid así, chicos!» Ya por fin, en el minuto 80, debió pensar «Mmm, igual podíamos meter alguna variante ofensiva». No se comió mucho el coco: sacó a un extremo por otro (Robben por Drenthe) y a un medio defensivo por uno ofensivo (Diarrá por Baptista). Fue cogerla Drenthe, recorrerse la banda derecha él solito y meterle un pase a VN, cuyo remate acabó en el poste. Un rato después se convirtió en una especie de proyectil y se metió prácticamente hasta la cocina del área romanista. Ahora era evidente por qué no había entrado antes: Le habría dado demasiado color y alegría al juego, y a Roma habíamos ido a pasar un buen muermo. En diez minutos, el holandés hizo más que Baúl y Guchi en toda la segunda parte. Baptista, por su parte, rompía arrogantemente los esquemas del tiki-taka: a diferencia del soso Gago, se iba hacia el área en cuanto podía, ¡e incluso tiraba a puerta! ¿Será posible? ¿Pero nos sabes que hay que pasarla a los lados, ¿chaval?

Sin embargo, la aportación de los hombres de refresco no bastó. El partido se acabó y nos íbamos derrotados para casa: ¡y los cachondos de los jugadores le reprochaban al árbitro haber pitado 10 segundos antes, cuando se habían pasado mareando la pérdiz todo el puto partido! Se acaba la cosa y uno piensa: «joer, ahora les van a dar hostias a estos en todas partes». Y resulta que no, que miras las distintas webs… ¡y te dicen que hemos jugado de puta madre, que la derrota fue injusta! Ahora resulta que los 35 minutos de la segunda parte en los que estuvimos tocándonos los huevos fueron fino estilismo, «elaboración», «buen juego». ¡¡Pero por Dios!! ¿Desde cuándo se puede jugar bien SIN TIRAR A PUERTA? ¿Pero de qué coño estamos hablando, de fútbol o de masturbación? ¿Es que un equipo grande puede vivir de hacer ronditos de mierda?

Bueno, que sigan con estas estupideces. Schuster se queja del árbito. ¿Autocrítica? Ninguna, pa qué. Entérate, bigotudo: Gago aporta MENOS que Baptista, métetelo en tu cabeza de estrella del porno. El fútbol es VERTICAL, no horizontal. Con dos delanteros lentos TE COMEN. Guchi es un tío para TREINTA MINUTOS. Pero bueno, si quiere seguir erre que erre a mí me la pela. Creo que la Liga la ganaremos igualmente -aunque sin brillantez-, y no puedo ocultar que me hará gracia ver cómo el pretendido modelo del «buen juego», todo el castillo de naipes de la «excelencia», se derrumba estrepitosamente ante un equipo de medio pelo como el romano. Total, sólo será otro año desperdiciado. Ya van muchos. Eso sí, toda la cuadra prisaica habrá podido hacerse sus pajas a gusto. Podemos dormir tranquilos.

– AS Roma: 2 (Pizarro y Mancini)
– Real Madrid: 1 (El Vitalicio)

Hombre del partido: Robben. Grandes prestaciones como extremo.

Si valen algo que lo demuestren

El Madrid ha pasado de la euforia a la depresión en cuestión de horas. Bien, esto es fútbol y es normal. Ahora mismo, quien más quien menos alberga sus dudas sobre el resultado que el Madrid pueda sacar en Roma, pero tampoco es cuestión de ponerse alarmista: somos mejores y nuestra principal precacución ha de ser no ponernos la zancadilla a nosotros mismos. No sería de recibo perder el partido desde el banquillo.

Ayer sentenciaba que teníamos que jugar mínimo con un negro para salir con posibilidades, y un negro tendremos: todo apunta a que nuestra pareja en el centro será Gago-Diarrá. Sin embargo, acerté en mi pronóstico del otro día, y Baptista se queda fuera. Schuster, de nuevo más político que entrenador, intenta dejar contentos a todos conjugando la solidez con el tiki-taka. Sin embargo, la mezcla no es equilibrada: demasiado tiki (Gago, Guchi) y muy poco taka (Diarrá). El malí va a tener un partido extremadamente exigente. La vacilación es el pecado capital del entrenador, y no se entiende que Schuster haya cambiado a Gago de suplente sin minutos a titular indiscutible en un partido donde nos jugamos las lentejas europeas. ¿Fue por dar un pase de gol en el partido del Villarreal? Cuando mires atrás y pienses dónde empezó a ir todo mal, acuérdate de Barcelona, Bernd. Habías encontrado un modelo. Pero bueno, doctores tiene la iglesia. Y si nos vemos en inferioridad en el centro, seguro que el míster reacciona raudo con los cambios (jo jo jo).

En defensa las cosas son un poco más tranquilizadoras. La reincoroporación de un solo hombre, Heinze (sin minutos, eso sí), le cambia la cara a toda la línea, y devuelve a Ramos a ese lateral de donde nunca debió salir. En la izquierda, hay que esperar que Torres por lo menos cubra su posición. Pepe al parecer tiene los músculos de arcilla, y no sabemos cuándo volverá. En la delantera, lo de siempre. ¿Quién dijo que había que saber controlar un balón para convertirte en mito, eh?

En fin: Chicos bien, moral alta, rival difícil. No me gustaría un 0-0, y mucho menos un 2-1. Cualquier victoria o un empate con goles me parecerán aceptables. La Roma es un buen equipo, pero no ningún coco, y si no pasamos contra ellos es que el «proyecto espectáculo» no tiene unas bases muy sólidas que digamos. He leído por ahí que hace 20 años que no pasamos una eliminatoria contra equipos italianos. Buen momento para romper la estadística. Para inflamar los ánimos os dejo con «Summon the heroes», de John Williams.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=NQbp4rqfbJY&rel=1]

Que los renueven a todos

Fue un partido tan glorioso que me cuesta mucho describirlo. Encontrado ya el sacrosanto camino del tiki-taka, y tras hartarse de cubatas la semana pasada, el Madrid presentó una alineación de «toque», «ofensiva», de «buen trato del balón»: a saber, en el centro jugó la dupla que amedrenta a los rivales más aguerridos, Guti y Gago (68 kilos entre los dos), un extremo en cada banda y dos delanteros, Baptista y Raúl 2050. En los laterales, dos «cerrojos» como Salgado y Marcelo. 4-4-2, como con Del Bosque, ¡qué librillo más tecnificado! Todo empezó de maravilla: toque, bandas, dominio del balón… para el minuto 6 ya íbamos ganando con un gol de Drenthe, ¡qué bonito! Pero el Madrid quería más: tiki-taka, tiki-taka… «¡que Robben se queda solo! ¡Huy, la pelota ha chocado en Baptista! Esto marcha, muchachos, somos una máquina. ¡Cuidao, Marcelo que se te van de la marca…! ¡A ver ese pase…! ¡Coño, gol del Betis!»

«Bueno, no pasa nada, seguimos como hasta ahora, ¿eh? ¡Venga, venga, somos los mejores! ¡A ver, Míchel, que no se te vaya ese! ¡Ostras, le han dejado sentado! ¡Y otra vez! ¡Y otra! ¡Que la pasan, atento Íkeeeer! Ups.» Era el segundo tanto del Betis, que precipitaba el final del partido mucho antes de lo que habríamos supuesto. ¿Pero cómo podía ser, quedando casi una hora por delante? Esas cosas se notan en el ambiente: no se iba a remontar. Lo que pudiera quedar de espíritu capelliano, a estas altura de la temporada ya se ha esfumado. Como muy bien apuntaba CQ ayer, este equipo se desquicia con facilidad, sólo sabe jugar a favor de corriente y no está preparado para partidos «feos». Y desde luego, el Betis tenía claro desde que marcó el segundo gol que ése sería un partido feo. La segunda parte sobró totalmente.

Contra un equipo encerrado atrás y perdiendo todo el tiempo posible, el «toque» de repente ya no era eficaz. ¿Quién podía ser la referencia para robarle el balón al Betis? ¿Los efebos Gago y Guti? ¿El capitán vitalicio, que sabemos que acudió al Ruiz de Lopera por el acta arbitral? Sacar a Van Nistelrooy a media hora del final fue una reacción insuficiente y tardía, como lo fue quitar el poco músculo que teníamos (Baptista y Drenthe). El partido se murió solo, y habría quedado igual ya hubiéramos estado jugando una hora más.

Pero aparte de los desbarajustes tácticos, ¿qué puede explicar la falta de espíritu, la incapacidad de remontar? Yo creo haber dado con la clave: se trata de la inseguridad laboral de la plantilla. Las renovaciones vitalicias firmadas esta semana (tan merecidas, por otra parte) constituyeron un acto emotivo, sin duda, pero sembraron un pensamiento muy poco sano en los jugadores no agraciados: «¿por qué a ellos sí y a mí no?» Estamos hablando del pan de la gente, al fin y al cabo. Raúl y Casillas pueden dormir tranquilos porque saben que tienen asegurados 3000 y 7000 millones respectivamente los próximos años, aunque no vuelvan a rascar una bola en su vida. ¿Pero y los demás? ¿Puede uno concentrarse en su trabajo con, qué sé yo, cinco temporadas firmados a razón de 500 míseros kilos anuales? Esto se llama precariedad laboral, señores, y si no queremos que el equipo se desplome, sólo hay una solución: ¡renovaciones vitalicias para todos! Ah, no me imagino hasta dónde puede crecer el prestigio del club cuando esto se logre llevar a cabo.

Bueno, hablando en serio (o intentándolo), Schuster se ha cargado él solito lo que construyó. Resulta que lo del tiki-taka no era una alternativa para algunos partidos, no, ¡realmente se creía que era la panacea, el tío! Pero la broma ya ha durado demasiado: poniendo fuera de casa un centro del campo Gago-Guchi no se ganan competiciones, y este último toque de atención tiene que servir para salir con una alineación seria en Roma: para expresarlo crudamente, o colocamos mínimo un negro en el centro del campo o nos van a fundir. No me importa jugarme unos profiteroles. Sobre la defensa, Malulo lo tendría difícil para jugar en el equipo de veteranos, es evidente que la oferta del Chelsea le ha descentrado. Si lo ponemos en Champions nos podemos dar por follados. Dicen que vuelve Heinze: pues bien, que juegue de central y que Ramos vuelva a la banda; todos en sus puestos naturales. Para el lateral izquierdo, que Dios nos pille confesaos.

– Betis: 2 (Vete a saber)
– R. Madrid: 1 (Drenthe)

Hombre del partido: Salgado. Alcanzó nuevas cotas de ridículo.

Vaya tela

– Quien crea que Di Stéfano se prestó al acto vergonzante de ayer porque está mayor y traga con todo, que se lo vuelva a pensar. Para lo que quiere anda muy espabilado, e incluso no le falta mala leche. Sin ir más lejos, ha decidido tachar de la lista de invitados de su homenaje a Maradona y Pelé, según desvela La Razón. Blanca Benavent, la firmante del texto, asegura: «De su compatriota, no comparte la disipada vida que éste ha llevado -drogas, alcohol, coqueteos políticos con ciertas dictaduras y escándalos, incluso con armas de por medio-, muy alejada del estereotipo de futbolista profesional.» Sobre Pelé: «Si hay algo en lo que no está de acuerdo Di Stéfano es en la forma desmedida con que ha comercializado su imagen, de tal manera que su percepción es que el brasileño no acude a ningún evento si no es previo pago.»

Vaya con el viejecito. Pero vamos, me parece bien que invite a quien quiera. En lo que creo que se equivoca Di Stéfano es en acudir a todos los actos propagandísticos de Calderón. Como jugador sería lo que fuera, pero eso no lo convierte en un santo en la Tierra. Lo de ayer fue una indecencia, y parece mentira que alguien con su bagaje profesional sea incapaz de ver lo contraproducente de firmar un contrato hasta el 2017. A saber, igual le fastidia que no le hicieran vitalicio a él en su día.


Os tengo cogidos por los cojones.

– Los dos mamapollas oficiales de «El Mundo», Carbajosa y Alcaide, Mortadelo y Filemón, publican una completa elegía de Ginés Carvajal, «el superagente» (¿86?), celebrando su nombramiento como Presidente de facto del Madrid. Leyéndola, parece que no nos encontramos ante un auténtico tiburón del mundo del fútbol, sino ante un próximo candidato a la beatificación. Ese hombre que trabaja casi por vocación, sin contratos con sus jugadores. «Aquí no hay papeles. No hacen falta donde existen palabras como confianza, transparencia, lealtad…», nos dicen. El propio Carvajal toma la palabra y asegura: «Me he hecho kilómetros para ver a un jugador en la Ponferradina por un problema determinado.» Conmevedor. Lo que no sabemos es cuánto sacó por resolverle el «problema». Por cierto, ¿cómo factura el tío sus ingresos al no tener contratos?

Siguen contándonos los agentes de la TIA: «Tiene a unos 40 futbolistas en su club. En Primera División, al margen de Raúl y Casillas, aparecen ilustres como Salgado o Morientes (…), nombres que suenan a éxito y a dinero.» Especialmente a lo segundo. Si os fijáis, no cuesta ver que, aparte de los «ex» del Madrid, no lleva a un solo jugador importante, así que es fácil saber cómo le iría a San Ginés en caso de que se le acabara el momio a su cuadrilla. Pero tranquilos, que Calderón es generoso: nuestro agente favorito podrá seguir gastándose 1200 euros de teléfono al mes, ¡estos del Chelsea es que no dejan de dar la tabarra! Lean, lean: «Incluso hace dos años, en una mala temporada de Raúl, la Premier estuvo al acecho. Pero él siempre decía lo mismo: ‘Ginés, si molesto al Madrid, si soy un estorbo, me marcho. Pero si no es así, yo prefiero quedarme’.» Joder, qué bonito. Casi me puse a llorar mientras lo leía.

¿Qué más se podría añadir? Sin duda Carvajal se ha ganado el apelativo de «Jerry Maguire español» que le han puesto los juntaletras firmantes. Show me the money!!!

– Pero a veces la verdad surge de los lugares más inesperados. ¿Estrafalario? La puta realidad, señores. ¡¡¡Ni un pimiento!!!

Funcionarios blancos


«¡Vaya momio!»

Los rumores eran ciertos. El Madrid convocaba hoy a los medios para dar una exclusiva, comunicada por el presidente: «Con este acto se cumple un anhelo de nuestros socios, aficionados, y de esta junta y su presidente». El «acto» (¿coíto?) era, por supuesto, la renovación para los restos de los dos gañanes de guardia del Real Madrid CF: Raúl González e Íker Casillas. Los dos son canteranos, de zonas humildes de Madrid, tienen su propia camarilla y entre ambos han leído unos siete libros. Toñín aplaudía alborozado. «Tanto Iker como Raúl han formalizado un acuerdo que les vincula al club durante toda su vida deportiva. En el Día de los Enamorados ellos y el Madrid han demostrado que se quieren, que se complementan y por esa razón han decidido unirse de por vida». ¡Joder, qué bonito! Estoy tan conmovido que voy a vomitar. Por cierto, ¿eso de que era un anhelo de los socios? ¿Se ha hecho siquiera un amago de consultarles este disparate? ¡Y ojo, que Calderón dice que «cobra menos de lo que se merecen»! ¿Por qué no ha aprovechao para subirles la ficha, hombre?

El acuerdo, resumido, es el siguiente: Baúl amplía un año fijo sobre lo que tenía (llegará hasta 2011), y a partir de ahí, sigue siempre que juegue un minuto en 30 partidos oficiales renovará automáticamente. Pajíllas, ídem de ídem, sólo que amplía hasta la 2017, cuando tendrá 35 añitos de nada. Sólo nos quedan 9 temporadas de ver su cara pan. Cuando ambos acaben, se les encontará «un acomodo» en algún puesto directivo, esté la directiva que esté, puesto en el que podrán tocarse la barriga al genuíno estilo Divac durante sabe Dios cuántos años, por supuesto a costa de las arcas del club. Qué decir, ya hemos comentado casi todo sobre este tema. Tan sólo añadir que me parece UN PRECEDENTE PÉSIMO, y que ya me contaréis la ambición que puede tener un tío con contrato para nueve años más. «¿Mejorar por alto? Tú no sabes con quién ejtás hablando, chaval». A ver qué opina el presidente del 2015 cuando tenga que darle un puesto a estos dos pájaros POR OBLIGACIÓN CONTRACTUAL, aunque no pueda ni verles.

Fin de una era

gutimaricon

Por otro lado, ayer fue un día bastante convulso en el mundo del fútbol. La pillada a Guti dándose el lote con un amiguete es seguramente la primera vez en que se caza a un futbolista de élite en un acto incontrovertiblemente «gay». Cae así el mito ibérico de los futbolistas machotes, el único gremio junto con el de los toreros que aún quedaba incólume de la devastadora marea rosa. Cada cual se lo tomará de una forma: a unos les parecerá un acto de originalidad y rebeldía y otros dirán que no se sienten identificados con un futbolista modosito, en un deporte donde los blandos tienen irremediablemente desventaja. A mí lo que me molesta de la cuestión, aparte de la pésima imagen, es que Guti, más allá de morrearse con el efebo de turno, siempre ha tenido sobre el campo los típicos atributos de la «locaza»: inconstancia, genialidad a ráfagas, frivolidad y ocasionales accesos inmotivados de violencia. Esas patadas en el minuto 85 no se distinguen del arañazo de la loca de turno en la noche de cualquier garito.

Parece que la prensa deportiva ha decidido correr un tupido velo sobre el asunto, y es que aunque en los últimos tiempos no han tenido reparo en descubrir las vidas privadas de los jugadores (¿quién no recuerda las «camisinhas»?), aún quedan temas tabús en este tipo de tabloides. Incluso el Spork, que ayer mismo se descolgaba diciendo que el Madrid era el equipo más beneficiado por los árbitros y que había «telarañas en la caja», ha preferido no hacer sangre con el asunto. En los foros paléticos, sin embargo, el tema ha sido objeto de amplia chanza, y queda por saber la reacción de las gradas rivales. A ver qué pasa en el campo del Betis; aunque teniendo en cuenta que su presidente pierde más aceite que el Exxon Valdés tampoco están para decir mucho.

El fin de era se confirmaba con la última y definitiva lesión de Ronaldo, que se destrozaba la rodilla que no le había traicionado durante su carrera. El personaje ha estado lejísimos de ser ejemplar en los últimos tiempos, pero el asunto no deja de dar pena. En su cénit fue sin duda el mejor futbolista que he visto, completamente imparable, que en el Barcelona consiguió marcar nada menos que 34 goles en Liga -sin tirar penaltis, creo-, una cifra bestial. Seguramente el mayor error de su vida futbolística fue dejar el club catalán tras tan sólo una temporada, sin ningún motivo de peso más allá de la codicia y los mangoneos de sus representantes (actualmente encarcelados). Más tarde el ataque epiléptico, la rodilla y la mala vida lo redujeron a una fracción de lo que era, pese a lo cual se las apañó para dejar una huella profunda en el fútbol mundial. Imagino que cuando se recupere jugará unos cuantos homenajes en Maracaná o donde sea. La última imagen de un futbolista nunca debe ser saliendo en una camilla del campo. Y por cierto, que nadie se olvide nunca: el Milan Lab es un camelo.

Erecciones Generales

– (Sí, el título lo he copiado de «Pepi, Luci, Bom…») Apuntaba ayer Defensa Central, citando unas misteriosas fuentes «cercanas a la cúpula madridista», que nuestro glorioso presidente, Ramón Calderón, estaría considerando convocar nuevas elecciones tan pronto como el equipo se asegurara la Liga matemáticamente. La noticia me parece altamente dudosa: no por la personalidad del individuo, que se diría en temor constante de perder la poltrona, sino porque nadie de la actual directiva quiere revivir el caos de los votos por correo. Así pues, para una nueva convocatoria de elecciones, se debería celebrar antes una asamblea extraordinaria, en la que habría que evitar que los abueletes fueran a cambiarse el pañal o se quedaran dormidos antes del final de la sesión, y así lograr una mayoría lo suficientemente digna para aprobar el cambio de estatutos (¡eso si se gana la votación, claro!). Parece todo un poco precipitado, la verdad. Aunque yo entiendo que Calderón, «Rocco» Mijatovic y cia se están viendo asaltados por grandes descargas eróticas debido a los últimos éxitos parciales del equipo, éste sería un movimiento estúpido incluso para ellos. Si dos Copas de Europa no pudieron mantener al aceitoso Lorenzo Sanz en el sillón, mucho menos lo harán dos Ligas. Considere el señor Calderón que su imagen está bastante deteriorada, que Carvajal manda bastante más que él en el club y que, al fin y al cabo, nada le impide disfrutar de dos años más de mandato salvo sus propias obsesiones. Contrólese, don Ramón, contrólese, que no sé qué está haciendo con esas manos. Parece que el próximo anuncio contra la impotencia no lo grabará Pelé.

– Otro que anda muy excitado es el «sabio» Vicente del Bosque, gracias a que la muchachada del As (periodismo de calidad) le está haciendo gratis la campañita para el único puesto de entrenador que cumple sus requisitos (a saber, poder posar el culo todos los días en su sofá y tener coartada para perder regularmente): el de seleccionador nacional. Como se ve que Vicente no cena habitualmente con Luis (esos inquebrantables vínculos culinarios…), tampoco tiene problema en declarar alegremente que le haría mucha ilu ser seleccionador, sustituyendo al ahora ex-sabio Aragonés. Impresionante muestra de esa ética profesional de la que siempre ha presumido (o que se han encargado de adjudicarle). Eso sí, para él nadie está nunca acabado, todos los jugadores son buenos (¿existe algo más sagrado que los «servicios prestados»?). ¡Qué caballerosidad! Vigile esas erecciones, Don Vicente, que si es verdad que tiene usted el miembro tan grande (desde luego los huevos ya le pesan) podría sobrevenirle una carencia sanguínea fatal.

– Y cerrando el capítulo eréctil, os dejo aquí una nueva foto de Amanda, que ya ha vuelto de Rumanía. Por supuesto, se fundió hasta el último duro de sus papás, y a la espera de dar el salto a la fama como «socialite» española, está probando suerte en los casinos. De momento no tiene mucha idea de póker, pero ya ha ideado alguna forma de distraer a los rivales. Bueno, ahora que van a publicar sus diseños de complementos en una revista igual cambia pronto su suerte. Y si no, siempre puede jugar al strip póker.