Estaba convencido de que el cruce de cuartos entre Portugal y Alemania sería muy disputado, el típico partido que se decide por muy poco margen y que está en el aire hasta el final. Nada más lejos de la realidad: Alemania presentó su versión más clásica y en todo momento supo qué hacer con el balón, y sobre todo, sin él. Portugal tuvo el 57% de posesión de la pelota, ¿para qué? En cuanto los alemanes veían una ocasión propicia se plantaban en el área portuguesa en cuatro toques; contrataque de libro, letal. Una internada velocísima por la izquierda, muy parecida a la de Holanda del otro día,fue el origen del primer gol, marcado por Scwheinsteiger (nombre cuya pronunciación da sudores a nuestros cultos presentadores). Un ratito después, Klose marcaba el segundo con un cabezazo canónico tras una falta perfectamente ejecutada. Lo básico del fútbol, vaya. Muy técnicos los portugueses, sí, buenas triangulaciones, Deco un fenómeno, Nani un demonio y Cristiano peligrosísimo, pero si no sabes pillar al rival descolocado, estás remando siempre contracorriente.
Alemania dio la sensación de estar haciéndolo fácil, y nunca me pareció que peligrara su resultado. Y no sólo se limitaron a defenderse y contratacar: también se permitieron bonitas combinaciones en más de una ocasión. Algo curioso es que no introdujeron ninguna revolución en su estilo, sino que hicieron lo de toda la vida. Ejecutaron la tarea limpiamente y pasaron a semifinales, una vez más. ¿Cuántas llevan? Ojo al dato: se permitieron el lujo de no participar en las tres primeras Eurocopas, y de las diez que ha disputado ha caído en primera ronda en tres ocasiones; pero las otras siete veces ha sido semifinalista o finalista. España, por su parte, ha estado históricamente a la búsqueda de un estilo, cuando claramente existen modelos a imitar. ¿Fútbol aburrido? ¡Fútbol campeón! Lo que para nosotros sería una fiesta nacional, para ellos es rutina. Por algo será.
Otra cosa es que los cabrones de los germanos sean cada vez más enormes. En su selección los jugadores de más de 1,90 son normales (entre ellos nuestro Metzelder), y un defensa como Pepe, que normalmente impone con su altura, ayer tuvo que enfrentarse a varios tíos que podían mirarle de frente sin levantar la cabeza. Además, al final del partido varios alemanes corrían como motos. Los lusos, en fin, hicieron lo que pudieron, pero si encima de tener un equipazo enfrente eres blandito en la marca (¡ese tercer gol!), vuelves trasquilado a casa. Scolari no me parece ningún maestro de la estrategia (el agrio Antic le pega un buen repaso hoy). Con todo, fue algo desolador ver a varios jugadores de ambos equipos bastante mejores que el "trofeo Di Stéfano" de la Liga española: Podolski, Ballack, Schweinsteiger, Nani, Deco, Cristiano… ¡manda huevos!
Y hablando de Cristiano, el chaval ha salido del armario: definitivamente quiere venir, e incluso va a emitir un comunicado al efecto. Cerdaño, Inda y cia. ya andan haciendo las previsiones de subida de ventas, y cuando más se alargue la cosa mejor para ellos. Está la cosa como para desconectar hasta el 31 de Agosto, al estilo hughino. Que paguen 125 millones si quieren, pero que cierren todo en 10 días como máximo, por favor. ¿Que no podemos fichar a más jugadores en dos años, que van a quedar puestos claves sin cubrir? Me da igual, a estas alturas mis aspiraciones para el Madrid del año que viene se reducen a una: que Baúl no juegue de titular. Fijaos hasta qué punto ha llegado mi humildad y mi antirraulismo.
Por lo demás, el país sigue calentando motores para el partido ante Italia. Las portadas sacando lo de Tassotti me parecen bastante estúpidas, y la prensa bien haría en mantener un perfil lo más bajo posible. Nuestro misterioso colaborador Toni Caneloni, autor de la gloriosa cabecera del blog, me ha mandado estos montajes que repasas las portadas de los últimos años sobre el equipo nacional en la Euro 2000, el Mundial 2002, la Euro 2004 y el Mundial 2006; echadles un vistazo, son bastante significativas. Y hablando de colaboradores silentes, me ha escrito nuestro buen amigo Magua, que dice que aunque no escribe nos sigue leyendo regularmente y manda un saludo a todos, sobre todo a los clásicos. Hay mucha gente de categoría por aquí, señores.