Dios nos libre del fútbol español

Parte 1. El partido

En mi análisis de los hechos acaecidos ayer no profudizaré en los aspectos tácticos, pues hay gente que lo hace mejor y podéis leerla aquí mismo, en twitter o sus propios blogs. Sí me gustaría dar, no obstante, dar una visión general y aportar perspectiva en estos momentos en los que todo se juzga en caliente y la irracionalidad encuentra un campo de cultivo ideal. Lo primero, mi impresión del partido, como siempre guiada por sensaciones: creo que mentalmente el Madrid estuvo un escalón por debajo del Barcelona, y sin embargo no había motivos para desquiciarse: se hizo muy buen encuentro en Madrid, y aunque ayer necesitábamos ganar un gol nos bastaba. Pese a ello, nos faltó pausa casi siempre, escogíamos mal y nos acelerábamos. Nuevamente ejercimos muy bien la presión, pero eso no fue suficiente. Y sinceramente, sin querer pasarme al bando del tiki taka, creo que este Madrid tiene más recursos que los pelotazos largos de Pepe. Eso cuando intentaba pasarla, claro, porque otras veces directamente se limitaba a patear el balón tan lejos como pudiera. Creo que hay que hablar con este hombre y pedirle que se centre; no caigamos en la autocomplacencia.

Hay otros jugadores que necesitan un toque de atención, como Cristiano: en situaciones como la de ayer se le apaga la luz y le entra el complejo de héroe. No sé cuántas veces pasó la bola a un compañero, pero me parece que fueron bastante pocas. Ser el líder del equipo no significa hacer la guerra por tu cuenta. Luego está el tema de las entradas: soy el primero que aboga por una defensa contundente, pero no se puede ser tan aparatoso: la mayoría de las veces resulta innecesario, y da la excusa perfecta para que nos saquen tarjetas. Con todo, si los chicos estuvieron dispersos hay que tener algo de comprensión: en ambos partidos el Barsa marcó en el minuto 45 en ocasiones salidas prácticamente de la nada, y lo normal es que esto te joda mucho, te entrene Mou o Bill Shankly. Tenemos un equipo llamado a revertir el ciclo farsante, pero que aún les queda un poco para creérselo.

Al margen de todo esto, claro, se vivió un verdadero infierno arbitral. No me refiero tanto a decisiones concretas como al incalificable criterio general de los árbitros españoles, que está asesinando este deporte. Les es indiferente parar el juego 40 veces contadas en cada mitad, porque son absolutamente incapaces de entender su esencia, y ellos están ahí «para pitar cosas». Es repulsivo, y sólo la afición arraigadísima a unos colores puede justificar el sufrimiento de un espectáculo tan lamentable. Visto que el mínimo forcejeo con un jugador del Barsa se consideraba falta, era obvio que los goles del Madrid sólo podía llegar por jugadas limpias, inmaculadas, sin el más mínimo resquicio para que el árbitro soplara el pito por sexuagésima vez. Teniendo esto en cuenta, y que el Madrid no estaba precisamente en su día más lúcido, nuestro empate me pareció prácticamente un milagro. Y es por cierto una gan noticia que Benzema empiece a meter goles de ratonero, y que se acostumbre a metérselos a la Farsa; ya lleva dos o tres, si no me equivoco. Al final simplemente fuimos pardillos, y nunca debimos encajar un gol así, pero ésas son cosas que se pueden mejorar. Eso sí, el no tener que soportar otra media hora de Fdez. Borbalán, a la una de la mañana, quizá me salvó de renegar del fútbol para toda la vida.

El resto, la tangana, las tarjetas, el dedo en el ojo, es puro ruido para Pedreroles, Roncerdos, Barcelós y cia, me interesa cero. Eso sí, la acción de Marcelo fue poco inteligente,  pero hay cientos de entradas en tijera al año, que casi siempre se resuelven con amarilla y punto. La costumbre que ha aquirido el Barcelona de salir con su banquillo al completo a rodear al árbitro es repugnante, auténtico pandillismo de banda. En cuanto a lo de Mou, sólo se han mostrado imágenes muy parciales, obviamente algo pasó antes; digamos que era una acción evitable, pero si el fútbol no estuviera totalmente desquiciado estas cosas serían anecdóticas. Por cierto, me gustó la espontánea indignación de Özil, un alemán al que probablemente no le gusta ni un pelo el disimulo; éste no es ningún pechofrío.

Parte 2. ¿Qué debe hacer el Madrid?

Nada muy distinto que hasta ahora: simplemente, creérselo, y no irse nunca de los partidos. No es inferior a absolutamente ningún equipo, e incluso tuvo opciones para ganar ambos partidos sin forzar la máquina al máximo. ¿Que jode perder la Supercopa? Pues sí, pero en tres semanas no se va a acordar ni el Tato. Si era una cuestión de honor, éste está más que salvado. Sobre todo es fundamental no creer que ellos tienen no sé qué poder mágico o «arma nuclear», y nosotros no. Esto es fútbol, y a veces las ocasiones entran y otras no. Ayer marcaron Cristiano y Benzema, precisamente los que tenían que hacerlo, ¿qué más armas letales quieren algunos? Resulta ridículo que por ese centímetro que llevó el trallazo de Cristiano al larguero y no a la red estemos lamentándonos por no tener a Agüero. Si ayer Kun hubiera jugado con nosotros, podría haber ocurrido que metiera cualquiera de los goles que marcamos y que perdiéramos igualmente. Si necesitamos algo es un delantero de complemento, no otro tío de 45 millones de euros.

Y Messi no es infalible, ni un «arma nuclear». Es un crack, sí, en un gran momento de forma, pero tiene vulnerabilidades como todo jugador. No hace ni un mes, pudimos ver en Argentina los kilotones que gasta esta «arma nuclear» cuando sale de la atmósfera exacta en la que puede rendir. De hecho, teniendo en cuenta su perfil psicológico e intelectual, estoy convencido de que Cristiano está bastante más capacitado para jugar a su mejor nivel en situaciones desfavorables (si se centra, como he dicho antes). Rodeados ambos de los mismos 10 jugadores y arbitrados con el mismo criterio, apuesto a que el portugués sería superior ocho de cada diez veces. Alguno ha olvidado muy pronto que el año pasado marcó más goles que nadie en 80 años de Liga, o sólo recuerda los tantos al Almería, olvidando los que dieron títulos a sus equipos. Cuestionar a Cristiano es perfectamente legítimo; dudar de su capacidad es absolutamente necio.

Por último, el Madrid debe, claro, mejorar su posición en el entramado federativo, aunque una cosa es eso y otra el problema que vamos a examinar en el próximo punto.


Pero cómo sufre el muchacho, por Dios.

Punto 3. El terrible fútbol español

El fútbol patrio se ha vuelto, lisa y llanamente, insufrible. Si bien el reglamento de este juego se puede interpretar de muchas formas, por desgracia en España se aplica la interpretación que lo hace más lento, tedioso y castrante. Todo gracias a un legión de funcionarios del silbato absolutamente mediocres y sobre todo a las cabezas (por llamarlas de alguna forma) que los controlan desde arriba: Sánchez Arminio y Villar. Alguno pensará: «ya, éste quiere que abitren a favor del Madrid». Pero no, no se trata de eso, y si ayer hubiéramos ganado el partido habría sido igualmente un bodrio inaceptable. Ya me da igual ganar o perder de siete, pero lo que no puede ser, bajo ningún concepto, es que lo que debería ser una experiencia placentera y emocionante se haya convertido en un verdadero test a la paciencia. Que no hace tanto tiempo (hasta finales de los 60 aproximadamente) que, excluyendo los saques de banda, el juego se paraba dos o tres veces por mitad, como máximo; el que no me crea que vea los partidos de la época. El fútbol ha de ser balón en movimiento, un equipo atacando y otro defendiendo, dinamismo, ritmo. Ya, ya sé que el juego ha evolucionado, y no estoy pidiendo volver a los años 50, pero me conformaría con tener partidos parecidos a los de la Premier y la Bundesliga.

Para esto es impresindible un giro radical de la cultura abitral, y la única posibilidad de que eso pase es la caída del intolerable autócrata Villar. Necesitamos árbitros españoles que amen el juego y que entiendan que su misión es intervenir sólo cuando es absolutamente necesario. Es necesario también algún candidato a la Federación dispuesto a impulsar esta nueva cultura. Y también dispuesto a ayudar a los colegiados, claro: la tecnología es una necesidad imperiosa. Al menos tenemos un árbitro en Primera División, Mateu Lahoz, que posee esa lucidez y respeto por el juego, pero es imperativo que gente como él sea el modelo, no la excepción. Esto no es baloncesto, los forcejeos no son faltas, los agarrones leves tampoco; en caso de duda, debe prevalecer la continuidad de la jugada y la posesión del atacante. Hay que desterrar de una vez a esos árbitros que esperan medio segundo -a ver cuánto protestan los jugadores- antes de pitar, como hizo ayer Borbalán toda la noche.

Y por supuesto, es necesario cambiar la mentalidad de los jugadores también: desterrar de una vez las faltas y agresiones fingidas -que despiertan un rechazo absoluto en otras ligas-, así como la cultura de la protesta y el bracito levantado. No digo que esto se convierta en una orgía de patadas y juego duro, pero lamentablemente nos hemos ido al otro extremo, pitando todo y cercenando un gran abanico de posibilidades de juego. Cuando un equipo es realmente rudo, resulta fácil frenarlo con un uso inteligente y justo de las tarjetas. Es muy curioso que el equipo al que nunca se le cae de la boca la pureza del juego sea quien más esté contribuyeno a pervertirlo -dejando en mantillas a los italianos y agentinos más trileros- en cuanto en cuanto su plan de acción se tuerce mínimamente.

Y ya pueden venir tres millones de culerdos a decirme que lo que quiero es carta blanca para nuestros carniceros, que sólo podemos parar a su Farsita a base de violencia y bla bla bla. Me interesa tanto como la vida sexual de sus putas madres: cualquier persona mínimamente honesta y que haya disfrutado en su vida con esto del fútbol tiene que reconocer que esto ya no hay Cristo que lo soporte. Y puesto que desgraciadamente somos adictos y es casi imposible que nos desenganchemos, debería haber almas caritativas que garantizaran que la mierda que nos metemos cumple unas mínimas condiciones de calidad.

Nada más. Si algo ha demostrado la Supercopa es que aún queda bastante trabajo por hacer, pero que podemos aspirar a absolutamente todo, especialmente cuando hay jueces neutrales sobre el campo. Dentro de un par de semanas, ya con la plantilla totalmente cerrada, empezará lo verdaderamente serio.

– FC Vahídos: 3 (Iniesta y Messi (2))
– Real Madrid: 2 (Cristiano y Benzema)

Incidencias: España.
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Diego Torres, de profesión mamporrero


«No, ya no como con Valdano, ¿por qué?»

Por Julien Jarroson

A estas alturas nadie duda que Diego Torres es un troll a sueldo de PRISA con el único objetivo de torpedear y boicotear cualquier cosa que tenga que ver con el Real Madrid, Florentino Pérez y Mourinho en cualquier combinación que se os ocurra. Un infiltrado culandra, un valdanista resentido, una retracción constante en el trabajo diario de Mourinho, un lacayo de PRISA. Lo que no deja de llamar la atención es la nula dignidad del personaje, capaz de mentir, manipular y tergiversar hechos demostrables con apenas tres golpes de ratón.

Ya el domingo por la mañana nos dejó en las páginas del ‘diario independiente de la mañana global en español’ una fabulosa pieza llena de ensoñaciones y lírica antimourinhista en la que venía a decir que Mourinho increpó a su plantilla por filtrar a la prensa el trivote para el partido de Liga contra el Barcelona (cuando ya salió con ése mismo sistema una semana antes en Bilbao), que explotó una lata de Red Bull, una bebida con sabor a frutas de Vicente del bosque salpicando a 23 jugadores, y que se dirigió vehementemente a Granero, que ese día, sancionado, quizá ni siquiera estaba en el vestuario. Una pieza sin duda a la altura de la ensoñación de Nabucodonosor, que se une a tantas otras que ya hacen colección.

Tras el empate a dos entre el Real Madrid -equipo de la guerra, el capitalismo feroz, la derecha fascistoide y Aznaourinho lupus- y el Barcelona -equipo de la paz y los niños, la izquierda universal, la dadivosidad y el Zapaterdiola lepidoptera (por si no había quedado claro)-, el troll de PRISA se despertó con ganas de seguir explicándonos su visión del fútbol, y en apenas ocho tweets separados en dos temáticas (Barcelona y Madrid, Messi y Raúl, cielo e infierno, presente – futuro idílico y caspa pasada) nos resumió los aspectos claves del partido de anoche. Ninguna lectura futbolística, todas las claves tienen un trasfondo político. Todo muy bien hilvanado, de no ser por las faltas en las que incurre para hacernos llegar una visión bucólica de Messi y el guardiolismo, y catastrofista y casposa del madridismo.

Comenzamos por el primer bloque de 4 tweets:

1. Reparemos en este hombre: hace un gesto con la mano, como esos italianos que inquieren: ‘Ma che cosa dice?’ http://t.co/fMi6Hnq

Presentación – fascinación. Messi, sus superpoderes fútbolísticos, su preparación física, al margen de la de cualquier otro jugador y equipo, Messi es un excepcional jugador que en su descaro, es capaz de desafiar al ogro Cristiano.

2. Mientras el Madrid se preparaba en China, Messi iba a la deriva en Formentera. Las imágenes nos dan una idea: http://t.co/emkt0wF

¿Qué tiene que ver que el Madrid estuviera en China con que Messi estuviera en Barcelona? ¿Acaso el Barcelona hizo su pretemporada en Mataró? ¿A nadie le parece peyorativa la ficticia relación impuesta por Torres, Messi-Formentera-Genio vs Real Madrid-Gira-Obstinación?

3. Creo que, a este paso, esta extraña pretemporada de Messi va a cambiar las teorías más arraigadas sobre la puesta a punto en el fútbol.

Esto es lo que tuiteaba Raymond Verheijen -preparador físico que a menudo ha cargado contra los tradicionales métodos de entrenamiento de dobles sesiones, excesivo trabajo físico en pretemporada y que ha cuestionado métodos de Rafa Benítez y Villas Boas entre otros- a raíz de la titularidad de Luis Suárez en un partido de la Premier el 13 de agosto: «I can’t believe Liverpool played Luis Suarez in today’s opening game vs Sunderland. Thought they were gonna rest him after the Copa America.» A lo que siguió: «Looking forward to all the excuses when Luis Suarez breaks down injured in a few weeks/months. It will be just bad luck…..as always.» Argentina fue eliminada el 16 de julio, y la final se jugó una semana después, el 24. Messi se incorporó a la disciplina culandra el 8 de Agosto, tras 3 semanas de vacaciones y una de entrenamientos.

Por supuesto, la disposición de Messi para jugar con una semana de acondicionamiento físico y entreno en las piernas se debe a su terrible calidad.  Por ese mismo motivo anteriorente se lesionaba al menos una vez al año por roturas de fibras de hasta 3 cm y desde que Guardiola le descubrió las bondades del sushi, puede jugar 60 partidos al año sin resentirse.

4. De Formentera al cielo: http://t.co/1XEBc0Z

El ciclo se completa con una excelsa hagiografía del dios Messi que enlaza con el segundo bloque de mentira y ponzoña: el supuesto canto del pacato Bernabéu a Raúl.

 

En su segundo bloque de tweets, Diego Torres pasa a preocuparse y recomendar  al propio FP algunas cosas para el mejor funcionamiento del club.

5. Ayer, lo que más me impactó de todo lo que vi en el Bernabéu, fue al público gritar el nombre de Raúl en el segundo tiempo.

No especifica Torres, omite deliberadamente, que el cántico se produjo sólo una vez, y cuando Villa fue sustituido. Aquí podemos entrar a valorar la ignorancia de uno de los estadios más incultos del mundo del fútbol,  sacando a pasear al muerto cuando desde 2004 su cadáver apesta, y pretendiendo increpar a Villa, un tipo que ha pulverizado su récord de goles-minutos jugados con España y que ha ganado una Eurocopa con la Selección y un Mundial con la Coja, además de una Champions League.  Si algún pipero piensa que Villa se ofende al oír ese canto, que se tire a la vía. Para lo único que sirvió ayer fue para dar coartada a un antimadridista.

6. Más que un cántico de reconocimiento aquello fue un reclamo. La gente quiere a Raúl. Raúl es una idea. Una idea poderosa.

Torres aprovecha una verdad a medias para volver a sacar a relucir el cadáver del dictador. Este tweet es un cliché que vive adherido al Real Madrid, y como una metástasis, va desgastando día a día al Club. Raúl. Reconocimiento. Reclamo. Quiere. Raúl. Idea. Idea poderosa.

Si por algo empezó a hacerse conocido el troll de PRISA fue porque en el periodo de dictadura Baulista era el primero y casi el único que tenía una postura contraria al agraciado futbolista de la Colonia Marconi. A cualquiera que haya leído cualquier artículo al azar de Torres sobre Raúl, puede chirriarle que ahora alabe la figura de un futbolista al que repudió mientras estaba aquí.

7. Raúl es una idea poderosa porque representa la cantera, el madridista español, el madridista esencial, la ausencia de retóricas artificiales.

Sigue el encabalgamiento de Torres. Idea poderosa. Cantera. Madridista español. Esencia. Retóricas Artificiales (Cristiano).

¿Está inquieto Diego Torres porque reconoce en el nuevo orden del Real Madrid una veta en la que es difícil penetrar? ¿Añora la época de la mafia carvajaliana contra la que tanto despotricó? ¿Añora las filtraciones y mentiras de Carvajal a Marca y As? ¿Añora las de Valdano? El tweet es casposo hasta para un tipo como él. Torres abraza las ideas de Eugenio Martínez Bravo para debilitar lo que pueda al Real Madrid.

8. Florentino Pérez, que gobierna al dictado de los socios, debería prestar atención a estos fenómenos.

Sencillamente indescriptible. Este tweet catlagoga definitivamente a Diego Torres como un ser despreciable. Sabiendo perfectamente lo que significa la mafia del raulismo, lo que ha costado en términos económicos y deportivos que se fuera tomar por el culo de una vez, Torres le pide a Florentino que preste atención a estos fenómenos. Un fenómeno infundado y rescatado de una media verdad. Ni rastro del origen del cántico, la sustitución de Villa. Pero quizá alguien le llamó la atención, porque unas horas después, ¡sorpresa! Estos cuatro tweets habían desaparecido. Si este periodista inventa informaciones, hiperboliza hechos y convierte en artículos cosas tan  fácilmente desmontables, ¿hemos de creerle en los casos donde lo que fabula sucede entre cuatro paredes? Ante semejante falta de rigor y ética periodística, puede afirmarse con toda tranquilidad: Diego Torres, serás basura durante el resto de tus días.
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Meseta Mecánica 2.0

Por Jimmy McNulty

Que a nadie le pese el injusto resultado. El partido de ayer fue más allá de eso. En un encuentro marcado por los errores, en todos los sentidos, la Meseta Mecánica que se presentó al mundo la temporada pasada mostró su primer upgrade, su versión 2.0, aún en fase de beta aunque lo suficientemente engrasada como para dominar de manera clara un partido frente al campeón de Europa. Si bien no fue un partido excelso del Madrid, el desempeño fue notable y de rica lectura, más allá de los incontables errores y de la evidente falta de forma de muchos jugadores. El empate no refleja la superioridad blanca, pero las sensaciones mostradas nos hacen ser optimistas de cara a la vuelta y, sobre todo, a la temporada que comienza.

El once de Mourinho, sin ninguna de las nuevas incorporaciones, parecía un mensaje a los jugadores: acordaos de lo de la temporada pasada; esto lo tenéis que ganar vosotros. Di María le ganó la partida a Coentrão y el Madrid volvió al 4-2-3-1 que no había utilizado en ninguno de los últimos cuatro partidos contra el Barcelona. Nos equivocamos quienes predijimos un 4-3-3: quizás Mou no quiso quemar naves tan pronto. El partido comenzó con un Madrid enchufado, presionando la salida de balón de un Barcelona que presentaba una alineación cuando menos extraña. Ni Abidal ni Mascherano son centrales más que como recurso, y los culés acusaron muchísimo su falta de claridad en la creación desde primera línea.

Benzema y Di María trabajaban sobre la defensa culé permitiendo deliberadamente a Abidal sacar el balón jugado. El francés, pésimo durante todo el encuentro, se adentraba en la jaula que le tenía preparada Mourinho, perdiendo inevitablemente el balón, una y otra vez. Lo cierto es que la presión aunaba calidad posicional e intensidad, y el Madrid recuperaba el balón pronto y con posibilidad de hacer daño. Enseguida llegó la primera ocasión clara del partido, en un cabezazo picado de Benzema tras un preciso centro de Cristiano que desvió Valdés a corner en casillesco salto, puro tren inferior.

El Barcelona no era capaz de hilar el juego; su futbol era absolutamente inconexo y los hombres de arriba no tenían posibilidad de contactar con el balón. Keita, un jugador poderoso y muy útil como interior, ofreció un espectáculo lamentable como mediocentro, sin ningún peso en la salida, lento en la orientación y totalmente superado por las circunstancias. Özil se encargaba de taponarlo mientras que Alonso y Khedira se ocupaban respectivamente de Thiago e Iniesta. Arriba un Benzema extraordinariamente participativo desquiciaba con sus movimientos al centro de la zaga perpetrada por Guardiola, lo que Mesut Özil agradeció a lo largo de todo el partido: el alemán ve en el francés a un jugador de su nivel en la asociación interior y la combinación sin espacios. Fueron precisamente ellos dos los protagonistas del primer gol del partido. Di María envió con el exterior un balón largo a la carrera por banda de Karim, que fintó a Abidal mientras medía la ruptura de Özil hacia el centro del área, negligentemente desocupada por Mascherano. Benzema le envió el balón a su compañero en el momento justo y el alemán definió por el único sitio que no tapaba Víctor Valdés.

El gol no tuvo un efecto inmediato sobre el partido más allá que el de reflejar la superioridad del Madrid, que no obstante siguió con su plan. El único de los culés que aportaba algo de claridad era Iniesta, que tenía que bajar cada vez más a recibir para intentar armar juego. El Madrid se aprovechaba de su recuperación en tres cuartos, pero lo cierto es que la salida del balón merengue no fue brillante en ningún momento. Marcelo y Alexis se anulaban mutuamente; Pepe se empeñaba en balones en largo que rara vez llegaban a su receptor y Alonso, totalmente fuera de forma, realizó un partido pésimo. En este aspecto se notó también el nuevo rol de Khedira, que si bien hizo un buen partido, intenso y acertado en lo técnico, debió detectar los problemas de su compañero y haberle facilitado más la tarea. Poco a poco el Madrid comenzó a relajar la presión sobre el rival sin que esto supusiera una mejora en el juego culé; simplemente andaban más relajados, intentando defender con balón –lo que sin Xavi es más complicado- y aprovechando los errores del rival. Messi no había salido por la tele en todo el partido, hasta que decidió aparecer en minuto 35 y ponerle un balón a Villa para que el asturiano rematara de manera espectacular a la escuadra, ante la pasividad de Ramos, que ni achicó primero ni encimó después.

Era la primera ocasión del partido para los culés, el primer tiro a puerta, y se encontraron con un empate perfecto para su plan de posesión inane. Intentaron subir un poco la presión, pero el Madrid no lo permitió y volvió a gozar de tres buenas ocasiones en las botas de Benzema, que pese a su notable partido no estuvo acertado de cara a puerta, y de Cristiano Ronaldo, que completó un partido muy discreto, demasiado empotrado contra la banda. Si tras estas ocasiones parecía un castigo no marcharse ganando a los vestuarios, la mala fortuna se encargó de que la pena fuera aún mayor: en una jugada en la que se encadenaron desajustes defensivos y rebotes, Messi se plantó delante de Casillas, que no tapó bien, y puso el 1-2 con el que se llegaría al descanso.


La pelota fue nuestra.

Si bien todos nos esperábamos un Madrid en tromba al principio de la segunda parte, no fue así. La presión no era igual que la del comienzo del partido, la defensa daba muestras de descoordinación y el Barcelona comenzaba a darle algo más continuidad a su juego, sobre todo a través de un Thiago que había estado desaparecido en la primera mitad. El Madrid parecía demasiado afectado por el golpe que había supuesto el segundo gol, pero también en el aspecto emocional ha influido el upgrade de Mou: el equipo no se hundió, no le perdió la cara al encuentro en ningún momento y acabó encontrando el merecido premio: en la salida de un córner Pepe aguantó el balón de espaldas ante dos rivales, esperó la llegada de Xabi Alonso a la frontal y le dejó el balón para que el tolosarra colocara el balón raso y ajustado a la izquierda de Valdés, que no pudo hacer nada.

El gol de Alonso cambió de nuevo el signo del partido: el Madrid volvió a apretar arriba y a provocar el fallo rival. Özil se puso de nuevo a los mandos y comenzó a impartir un recital entre líneas, bien secundado por Benzema, quien sin embargo no concretaba sus ocasiones, como un tímido remate de cabeza a centro –perfecto- del propio Özil desde la izquierda. Entraron Coentrão por Di María y Callejón por Khedira, aunque en realidad la ocupación de posiciones fue a la inversa: el canterano, vertical, agresivo y comprometido, se colocó de extremo derecho mientras que el portugués acompañó a Xabi Alonso, que pasó a colocarse en el perfil derecho. El Madrid dominaba y creaba ocasiones de peligro, y Guardiola, precavido, sacó a Xavi y a Piqué. El primero le daría más continuidad en la posesión; el segundo debía corregir el desaguisado defensivo que había provocado la línea de cuatro del Barcelona. Sin embargo, las ocasiones seguían fluyendo; Coentrão completó una media hora magnífica en el corte y confección, con gran intensidad y perfecto en cada quite, haciendo gala de una gran técnica defensiva. Llegaron más oportunidades de gol: un par de disparos de Cristiano, un balón al corazón del área de Karim que se paseó sin encontrar rematador, un centro duro y raso de Callejón que no tocó nadie… Valdés, perfecto todo el partido, se encargó de que el marcador no se moviera.

El Barcelona no inquietaba, y el limitado tono físico de ambos equipos hizo que el partido bajara varios enteros en intensidad. En el 80 entró Higuaín por Benzema y demostró que aún le queda mucho para alcanzar el nivel de antes de la lesión. El encuentro languidecía sin remedio, y en el 84 el árbitro Teixeira, de muy discutibles decisiones a lo largo de la noche, escamoteó un claro –y estúpido- penalti de Valdés a Cristiano. A continuación tampoco señaló otra pena máxima de Marcelo a Pedro. Los dos equipos se vigilaban desde la distancia, esperando un fallo del rival a la vista de los espacios y la decadencia física, pero ese fallo no llegó, y el partido terminó con el empate que había establecido Alonso media hora antes.

No nos llevamos un buen resultado de este primer partido oficial de la temporada, pero creo que no hay que sufir en exceso por ello. El Barcelona marcó en las que fueron prácticamente las únicas ocasiones de las que dispuso, mientras que nosotros, aun con los errores propios de estas alturas de temporada y del desconcierto defensivo, dominamos un partido de exigencia alta y tuvimos ocasiones suficientes para haber decidido el título. Que nadie se engañe ni trate de maquillar lo ocurrido: fue una superioridad futbolística mucho más que física. Jugando, además, con unas versiones muy menores de Alonso, Marcelo y Cristiano. Hoy hemos presenciado el primer partido del año dos de la era Mou, el nacimiento de un equipo que viene a darnos muchas tardes de gloria: la Meseta Mecánica, versión 2.0.

– Real Mandril: 2 (Özil y Alonso)
– Farsa: 2 (Villa y Messíndrome)

Incidencias: en la «mejor liga del mundo» se pitan 40 faltas por partido.

Yimmy Macnulti edita Nervio y Corazón.
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Pegar primero, pegar duro, sin piedad

Ayer pregunté que cuál era el camino del puño y alguno pensó que me refería al Jet-Kun-Doo, a un Madrid samurai o algo así. Mirad, todo eso está muy bien y podemos explorarlo en el futuro, pero en noches como la de hoy no podemos andarnos con mariconadas. «El camino del puño» es el que enseñaba el maestro John Kreese en su célebre doyo Kobra Kai, y básicamente se resume en el título de la entrada: Pegar primero, pegar duro, sin piedad. Yo soy muy fan de Miyagi, pero el método de Kreese era muy legítimo también, y de hecho se ve al final del vídeo que acabó convenciendo al japonesito. Ésta va a ser otra larga temporada de lucha entre el bien y el mal (Mandril y Farsa), y es fundamental pegarles la primera hostia en todos los hocicos. Que vuelvan a casa lamiéndose las heridas y les empiecen a entrar duditas; que vean que somos una puta máquina de fútbol; que se acuerden de Buyo dando la vuelta de honor en el Nou Kampf.

¿Qué os voy a contar de tácticas? Que si 4-3-3, que si Di María, bla bla bla… eso se lo dejo a los expertos. Lo que es seguro es que partidos como éste se ganan en un 50% por la mentalidad, y me parece que hemos avanzado mucho en ese aspecto: no espero ver ni un besito ni una cara amable. Que sientan que no son bien recibidos y, si ellos nos odian, nosotros los detestamos. Y por favor, nada de pisar el freno: si se puede meter un gol, pues uno, pero si podemos meter cuatro, diez o veinte. Pita Teixeira, árbitro en la media española, es decir extremadamente mediocre y tarjetero, que tendrá la patata caliente de frenar los disimulos del Farsa Actor’s Studio. No espero ninguna valentía por su parte, aunque igual tiene una buena noche, vete a saber. Veremos cuántos desmayos se producen en el campo, y cuántos de los nuestros el partido. Llamada a la inteligencia a Pepe y Ramos.

En cualquier caso, confío totalmente en los chavales. ¿Somos mejores? Creo que sí. ¿Podemos ganar? Desde luego. ¿Qué resultado sería bueno? Cualquier victoria, incluso marcando la Farsa, para que allí nos bastara empatar. ¿Habrá apoyo del público? Menos que el de ayer, probablemente, porque viendo el precio de las entradas no creo que la grada la ocupe precisamente el pueblo llano. El entrenamiento a puerta abierta fue un movimiento extremadamente inteligente de Mourinho, que acercó el equipo a la afición. Detrás de mí había dos niños de 10 años que conocían a absolutamente todos los jugadores y lo gozaban. Al final será verdad eso de que «hay que pensar en los niños…» Es una verdadera lástima no poder disfrutar parte de ese espíritu habitualmente con una grada joven (¡hasta el Violencia tiene una ahora!), Florentino debe estar a otras cosas. Pero olvidémonos de los handicaps: pase lo que pase, y aunque el rival sea un lobo con piel de cordero, la victoria debe ser nuestra hoy.

– ¿Existe la derrota en este doyo?
– ¡¡¡No, sensei!!!
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Asco y Macarra: pequeño resumen veraniego

Mañana se juga la ida de la Superkopa, arrancando oficialente el año fubolístico. La pretemporada que dejamos atrás (aunque todavía faltan dos semanas para cerrar el mercado) se ha hecho especialmente larga, no por la falta de fúrbol, que en el fondo ya ves tú (así nos ponemos al día con el porno), sino por el coñazo inufrible que han vuelto a dar los dos diarios deportivos madrileños. Ambos son representantes destacados de lo que en el país de la esquinita llaman «Central lechera», supuestamete un órgano brutal de propaganda diseñado para blindar al Madrid y aplastar a la pobrecita Farsa. Vamos a repasar rápiamente el periodismo de calidad que nos han brindado estos meses:

Junio

Muy poco después de terminar la Liga, Macarra suelta el bombazo: el Mandril está interesado en fichar al Kun Agüero según ellos petición expresa de Mou.  Las portadas de todo el mes estarán concentradas en este tema, que al principio parecía una bacalada y luego tomó algo más de consistencia. Por supuesto, por cada cosa cierta se podían decir diez falsas, que hay que respetar las tradiciones del gremio, y el verano es muy largo. Un buen ejemplo fue la portada del día 1, «Ofensiva de la Juve«, según la cual podríamos vender a Lass, Higuaín y Garay a los turineses para financiar al Kun. El Asco seguía enseguida esta corriente y el mismo día 2 tenía a Agüero en portada, con el titular «Kun Agüero: un paso hacia el Madrid«. Para el día 8, Macarra parece haberse aburrido del argentino y menciona por vez primera a Neymar. «El Madrid se lanza a por él«. Pues muy bien. El Asco por su parte estaba desatado con el ex-atlético, y ese mes le dedicó ocho de cada diez portadas. El día 13, Macarra saca la megaoferta moruna de todos los años, «el City ofrece 24 millones anuales a Cristiano». Pos fale. El día 20 vuelven al Kun, y dicen que él o Neymar serán los estandartes de la décima. Para no quedarse atrás, y sin olvidarse de Agüero, Asco se sube al tren de Neymar. Tanto que el día 25 asegura que «ya está estudiando español«… con un diccionarios que le regalaron los del CQC en el aeropuerto. El mes de Macarra acaba con una de esas legendarias conversaciones captadas en los vestuarios con poderes sobrenaturales. «Neymar a Alves: El año que viene jugaré en el Madrid«. Que los contrate la CIA. Mencionar que Marca le ha dedicado todo el verano varias portadas a Mou, normalmente laudatorias. Otras no le hacen ningún favor, como la de ese mismo día, con Platanín halagánd al portugués con todo el cinismo del mundo.

Julio

Marca arranca el mes titulando «Desafío de dioses«, en referencia a Messi y Neymar en la Copa América. El día que Spork o Mundo Repulsivo llame «dios» a algún jugador del Madrid me corto las pelotas, vaya. También apostillan «Mou quiere que Neymar debute el 21 de Agosto». Pues ya pueden darse prisa, porque faltan ocho días. Asco por su parte sigue con el Kun y habla también de Coentrao, aunque este último caso tiene un final tan obvio que carece de emoción. A mediados de mes sale el bulo de que Mourinho quiere quitarle le capitanía a Casillas, para gran cabreo del portugués, que lo desmiente poco después (Diego Towers lo ha repetido en El Pis hace sólo unos días). El día 19 es divertido porque Macarra ya está totalmente desatado, con la célebre portada de «Sólo falta que pague el Madrid«, y un sentencioso «El Santos sabe que no puede hacer nada por parar la operación». Pues ahí sigue el crestas, y parece que sin intención de moverse en mucho tiempo. Al Asco también le gusta tirarse a la piscina, y por esas fechas asegura «El contrato de Neymar ya está redactado«; espero que lo aireen de vez en cuando, porque va a coger bastante polvo. El día 26 es el de la operación especial: «Ronie va a por Neymar«. ¡Y vuelta la burra al trigo! Si Ronaldo realente fue a Brasil debió ver a Neymar muy poco, porque donde tiempo ha pasado estas semanas ha sido en Ibiza con una joven zorrita. Pero ese mismo día, As ya recula: «Neymar para enero«. Agüero finalmente se va al City, ya no hay más que rascar ahí.

Agosto

Sigue la tónica general: En Macarra mucho Mou, bastante Neymar y algo de Sesc. En general, el Barsa olvidadísimo, menos para decir que Messi es la polla y que Rosell mete bulla de vez en cuando. Mala leche y beligerancia con los culerdos más bien poca, sobre todo si comparamos con el tono que han usado toda la vida los diarios barceloneses. El Asco ya está escaldado tras el fiasco Kun, y titula «Neymar: ni ahora ni en enero«, contradiciendo su propia información de una semana atrás. En Macarra sin embargo parecen mucho más obstinados, y hace sólo una semana aseguraban que el gallo llegaría después del mundialito, ¡e incluso daban la fecha exacta, el 20 de Diciembre!, lo cual es simplemente ridículo. Aunque parecía que ya lo había dejado correr, el diario de Prisa volvió con el braileño esta misma semana, exclamando «Neymar, ¡vaya lío!», por el notición de que el brasileño había alabado a la Farsa. Visto lo visto, imagino que ambas cabeceras seguirán sobando el tema hasta fin de año, retomándolo ocasionalmente despendiendo exclusivamente de cómo vaya el Madrid. Si tenemos problemas, «Neymar salvador»; si arrasamos, no dirán ni mu.

En conclusión, ha sido un verano muy parecido al de todos los años: cuando estos periódicos no se inventan directamente los fichajes, resulta dificilísimo que el Madrid lleve en secreto una negociación, porque ambas redacciones se quedan perdidísimas si no dedican el 80% de sus portadas a estos temas. Que se cerraran tan rápido los fichajes de Özil, Khedira, Sahin y Altintop es casi milagroso. Decir que el Macarra sí que es muy pro-Mou casi siempre, mientras que el Asco suele ser más tibio, porque Prisa siempre ha tenido sus propios intereses (eso cuando no nos hacen una guerra soterrada desde las columnas de Cerdaño, Perro Pablo y cia). Si desde el club se diera más caña a ambos diarios, estoy seguro de que tendríamos unas vacaciones mucho más tranquilas, pero nadie parece haberse preocupado por ello. Al Madrid lo han ayudado poquísimo, si obviamos el triunfalismo de taberna, y la caña al Barsa ha sido casi inexistente. Si a esto le sumamos el cariz decididamente profarsalonista de los medios «serios» (muy especialmente los prisaicos), nos encontramos con que la central de una leche desnatadísima. Como ilustra genialmente la viñeta de GesiOH, mejor que se mantengan bien lejos, que con amigos así ciertamente no necesitamos enemigos.


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