https://youtu.be/R1YGLjI9yIk
¡Qué temporada tan intensa! La empezamos con tremendos retos por delante y casi un año después hemos logrado superar la mayoría con aplomo y brillantez, muy al estilo madridista. Hoy pisamos por última vez el Pipabéu, escenario de nuestras hazañas y pecados, para superar el último desafío: unos 100 puntos en Liga que quizá no volvamos a ver nunca. Mourinho decidió despedir la temporada compareciendo con todo su cuerpo técnico, gesto de reconomiento brillantísimo que ni siquiera se le ocurrió al maestro de la imagen, un Pepe Guardiola que jamás permitió a nadie hacerle sombra. La rueda de prensa fue tremenda, y Mou abordó los temas con la relajación y agresividad propia del que ha terminado el curso con nota y puede permitirse una alegría. Cuando dijo que el que quisiera llevarse a Higuaín tenía que «meter la pasta» sólo faltó que saliera Cuba Gooding Jr. berreando «Show me the money!!». Claro que pudimos vimos algo parecido con el inaudito espectáculo de Mou cantando al final de la comparecencia.
Nos enfrentamos, como decía, el reto de los 100 puntos, pero también a otro que ha quedado un tanto olvidado, el del Pichichi. Ayer jugó la Farsa, cerrando la etapa guardioliana con un gris empate en el Villamarín, y quedó fijada la cifra a batir: 50 goles, toda vez que el enano no marcó. Cristiano necesita 6 goles para ser pichichi, una auténtica bestialidad que sin embargo no entra en el terreno de lo imposible, y menos para él. De hecho, cierto jugador madridista marcó una vez cinco goles en un partido: Morientes, frente a Las Palmas, en la 2001-2002, cifra que sigue siendo récord en la Liga. Recuerdo bien aquel día porque estaba en el campo, y tan llamativo como los cinco chicharros fue el hecho de que el «Moro» dispuso de un penalti para marcar el sexto. Según supimos luego, le dijo a sus compañeros «bah, para qué voy a tirarlo, si lo voy a fallar». Y el hijoputa lo falló. Ése era Morientes, el megagoleador que nunca llegó a los 20 tantos en Liga. Cristiano, si se dan circunstancias favorables, puede meter esos seis goles, y no le temblarán las piernas si ha de lanzar un penalti.
Esta temporada en la que hemos sacado tantas conclusiones se cierra dejándonos (o mejor dicho confirmándonos) dos más: Casillas es tonto del culo y un puto traidor. No es que yo comparta muchas opiniones con el Mundo Repulsivo, pero que el Mr. Chance de las porterías invite a más jugadores culerdos que madridistas a su boda es a-co-jo-nan-te. Sin ver los nombres de los tres invitados, pensé: «si no son Albiol, Ramos y Alonso me corto los cojones». Ni que decir tiene que mis gónadas siguen en su sitio. Nótese que Pajillas tiene un cuarto compañero madridista en la selección, Arbeloa. Pero a ése no lo invitó, ya que no acata lo suficiente la subnormalidad imperante, crearía crispación; en otras palabras, no es lo bastante filoculerdo. A mí me da vergüenza ajena que el imbécil de Móstoles, capitán de la Selección que juega en el Madrid para entrenar, siga defendiendo (es un decir) estos colores, y le firmaría el finiquito mañana mismo. El que no lo entienda que me coma los huevos lentamente, y luego que se compre un cerebro.
La segunda cosa que se nos confirma es aquello que Baúl González ama por encima de todas las cosas: no es el fútbol ni por supuesto el Real Madrid, sino la pasta monda y lironda. El Al Sadd de Qatar (¡¡qué apropiado!!) será (probablemente) el último club donde Patapalo dará ascopena jugado algo parecido al fútbol. Hay que admitirle al antiguo Querido Líder (hoy tenemos uno mucho mejor) la coherencia mantenida a lo largo de su carrera: llevar siempre el dorsal 7, marcar 7 goles por vuelta de Liga y, lo más importante, cobrar 7 kilos limpios de polvo y paja ya juegue en España, en un club de mineros paletos alemanes o en una dictadura islámica. Ojo, que no critico que alguien gane un pastón brutal por ejercer su profesión -ole sus huevos y los de Carvajal-, pero que quede bien clarito que ésa ha sido la prioridad durante toda su puta carrera. Va a ser la mar de interesante cómo los zombis de la legión baulista explican el postrer pelotazo de su ídolo Al-Baúl. No descarten momentos completamente surrealistas.
En fin, veremos qué emociones nos depara esta tarde-noche el último partido del año. ¡¡A por los 100!!
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La Porra Virtual estará abierta hasta las 20:00.
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