Churros Venancio, saben a poco

Por Rappol

El público del Bernabéu respiró aliviado antes del inicio del partido al comprobar que, al menos en el caso de los que estaban en el banquillo, los soldaditos de Galonso podían sentarse, después del ridículo cosechado el fin de semana precedente tras su penosísimo intento de asaltar el Colchopolitano. Los afortunados titulares daban prudentes saltitos y ponían caras de concentración máxima antes de que rodara el balón, pensando en si se les saltarían los puntos de los hojaldres si corrían un poco más de lo corrido en el anterior partido. La vida del futbolista de élite es dura e ingrata, qué duda cabe.

Los acontecimientos recientes hicieron que Galonso tuviera que recular, para tratar de hacer de la necesidad virtud. Valverde volvería a deleitarnos con su incapacidad para jugar de lateral, y Ceballos con su proverbial velocidad para mover el balón. Es por ello que el inicio del partido fue anti-fulgurante, a lo que también contribuyó el timorato planteamiento de Marcelino, que amasó en forma de coqueta murallita el pan y el vino del Mercarreal, para que el Real Madrid pudiera practicar sin muchos sobresaltos su lada-a-lada más anodino.

Así, la primera parte fue un coñazo notable, aligerado por la incertidumbre que siempre genera Franco cuando recibe por la derecha, y el nerviosismo que (todavía) acompaña a Vinicius por la izquierda. En honor a la verdad, había voluntad por ambas partes laterales del campo, pero el equipo jugaba tan a cámara súper-lenta que las «ocasiones» eran como las de los chavales que camelan en un bar y cuentan las veces que creen que los han mirado las chicas que tratan de cortejar en la distancia. Tanto fue así que la mejor ocasión del primer tramo del partido la tuvo el equipo visitante, en la primera gran soplapollez de las varias que cometió Piterjausen a lo largo del encuentro (ahora desarrollo). Salvó Pijamita, afortunadamente, que cuando se vence antes de tiempo, arrellanándose sobre el excelso tapiz del Bernabéu, todavía mide un buen trecho a lo largo, y puede rechazar la bola si es capaz de activar alguna de sus extremidades. Y el Mercarreal no tiene malos negros, pero en la Lotería del Negro Zumbón, el equipo que parece haber triunfado esta temporada es el Levante, por el momento, con Eyong (no tiene 21 años este tipo ni de coña).

[Empieza a poder suceder con Piterjausen que, después de haber tenido oportunidad de observar sus virtudes, comenzamos a ver sus carencias, a saber: usa mal los brazos cuando está en desventaja, le cuesta volver corriendo cuando le comen la tostada al espacio, mide mal los centros al área y despeja igual de mal cuando se tiene que girar rápido en defensas al borde del área. Conclusión: está en mala forma física, porque tres de las cuatro pegas que le pongo están relacionadas con eso. Ir convocado con la selección no le va a ayudar con eso]

Pasado ya el trance del aburrimiento, y comprobando de manera fehaciente que las suturas anales garantizaban que los pantaloncitos blancos no se tiñeran de malva, Galonso le dio las llaves de la churrería a Vinicius, y el chico subió la persiana y se fue a por Mauriño, al que ya tenía un poco mareado y amarillo. Volvió entonces el brasileño por sus fueros, compensando su falta de finura con la destreza que le llevó a las estrellas: la insistencia. Marcó un gol de rebote, tras desbordar a un impedido Mauriño; y consiguió un penalti que transformó en gol con su, siendo amables y comprensivos, poco ortodoxo estilo. Como si volviera a la casilla de salida, el sonriente Vinicius se puso el mandil y comenzó a chocolatear la noche madrileña, permitiendo los primeros suspiros de alivio entre los parroquianos.

Aun amenazó el Mercarreal el expediente del Madrid, acercándose en el marcador antes del último cuarto de hora (otro jugador interesante el Mikazette ese), pero Siquesá fichó en la oficina del golito y hasta se lesionó un poquito, por si se puede quedar en casa tranquilito estos días a que se le termine de curar el culete, que tiene a los novios ya desesperaditos por enchufársela de nuevo. En el carrusel de cambios, bien Brahim, bien Lingam (aunque todavía hieda un poco a Capitán Morgan) y, en fin, victoria aburrida que no soluciona gran cosa pero, esta es la verdad, ayuda a que las ganas que tienen los antis de que todo se salga de madre se atemperen un poco.

Madridismo crítico, que no suicida. Con que «irsen» a comerle el culo a La Sheila. Igual hace descuentos a grupos.

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– Real Madrid: 3 (Puficius, 2 (uno de pen.) y Mbluffé)
– Villarural: 1

A Ruanda con el culo cagao

Por Rappol

Nos las prometíamos muy felices ante el primer partido serio de la temporada para el Real Madrid, en su visita al Colchopolitano. Con buenas sensaciones en todas las líneas, la recuperación de algunos jugadores…«Oh, juega Bellolingam, ¡bien! Ya debe estar en forma —se la han chupado bien durante su recuperación»… «Oh, Carvajarl. Eten-no»… «Menudo banquillo tenemos, ¡boah!»… Pero en cuanto empezaron a rular los primeros planos después del 1-0 de Le Normal, comenzaron las sensaciones extrañas. «A ver la repetición… Coño, si ha centrado el hijo de Caminero, ganándole la partida a Carreritas». «Hostia, vaya empanada lleva Piterjausen». «¿El portero del Real Madrid no era Pijamita; por qué está más metido debajo del larguero que Casillas?» Hum… Quizá un despiste puntual. Estos partidos son de mucha tensión, el escenario aprieta, la ultraderecha se recorta en el horizonte, la chusma de la grada genera un campo de energía negativa que puede arrastrarte hacia el interior de tu propia bolsa escrotal…

[Una mierda gorda empuja un poco el esfínter desde dentro. Esperaré al descanso para ir a cagar, a ver si el Madrid se entona un poco…]

Perdía bolas Lingam en tres cuartos, y parecía que le costaba un poco volver a las incomodidades del campo, después de tanta tumbona, tanto reggae, y tanta felación. El Arleti hacía transiciones rápidas, pasándose el mediocampo blanco por los huevos cuatro de cada tres veces, con un Barrios que parecía Ken luchando contra unos tipos random con el mono de karate sin planchar; y encontrando muchas facilidades en las bandas; sobre todo en la derecha, en la que Calvajarl fue superado durante todo el tiempo que anduvo sobre el terreno de juego. Sin embargo, al equipo le surgieron unos chispazos de Vini, El Turquito y Siquesá para ponerse, de manera un poco inopinada, 1-2…«Ahora, ahora, veráh, veráh, veráh…»… Pero seguía cayendo Resurrection Koke por el huerto de Calvarjal, hasta que cruzó una bola que Piterjausen (de nuevo) volvió a no oler y Sorloth cabeceó sin mucha belleza a gol. 2-2 y a la caseta…

[Debieron ir a la «gaseta» más bien. Aproveché para relajar las tripas antes de volver a la retransmisión del partido. Y, esta es la verdad, las sensaciones extrañas no se fueron por la taza del retrete…]

El arranque de la segunda parte trajo de nuevo a Asjenszio a la columna vertebral de la defensa blanca. Entendí que un poco para echarle una mano a Calbajar, y otro poco por el golpazo que se llevó Limitao en la primera parte (Sorloth chutó, literalmente, sobre su tobillo). Pero esa mano de Asnescio fue la que empezó a ahogar definitivamente el desorden mental de los blancos. Y cuando el árbitro se inventó el penalti de Gooler, saltaron todas las alarmas. Como digo, yo ya había evacuado, y con la sensación reciente, me empezó a parecer que los de blanco habían empezado también a tener ganas de ir al baño a ver unos TikToks. Ni una protesta seria hubo y, aunque Gooler se disculpaba con ojos de incomprensión, crecía la sensación (extraña, ¿lo he dicho ya?) de que el equipo se iba a empezar dejar ir por el sumidero. Que sí, que sí. Que Julián, que Julión, que Giuliano y que la madre que los parió a todos qué bravíos toritos son, pero menudo teatro… Empezaba a resultar evidente que el equipo de los blanquísimos pantalones blancos, se estaba cagando encima. Y ahí ya comenzó el sindiós.

[¡Pero bueno! ¡Templarse, hijosdeputa!¿Esto qué es?]

Con 3-2, la única brújula que tenía el Madrid para conectar líneas se fue a chupar banquillo. Creo que ni El Turquito ni nadie comprendió del todo el cambio. Porque a partir de ahí, el equipo pasó a la irrelevancia más absoluta, un espasmo encadenado en todas las lineas, y un lada a lada nefasto que espantaría al mismísimo Zidane. ¡Si no tiraron a puerta en la segunda parte! El Cholo, por sus partes, comenzó a estar en su salsa pocilguera, y aspaventeaba y pedía manadas, manadas y manadas de tarjetas de todos los colores para los madridistas, mientras los jugadores arléticos se rebozaban sobre el campo como mejor saben que les jode a los de blanco. Y ahí, nuestros débiles mentales, entraron hasta la cochambrosa cocina turco-argentina del entrenador mejor pagado del mundo, y se dejaron dar de mamar tranquilamente durante el resto del partido.

[Y luego el cuarto, y después el quinto…]

Fue esperpéntico, fue vergonzoso, fue deleznable. Fue triste ver a Franco comportarse como el chaval que es, enrabietado por la derrota, al tiempo que las sombras blancas vagaban por el campo pensando en si se les vería un bulto en la zona trasera de los pantalones… Franco debió salir desde el inicio, Galonso. Y lo sabes perfectamente. Franco debió salir a la cancha desde el principio, Galonsito mío. ¿Tan pronto vas a empezar a cavar tu tumba? Franco debió salir desde el arranque, para que igual a algunos les entrara un poco de vergüenza por la lamentable actitud que estuvieron mostrando durante tantos minutos antes de que el muchachito rockero entrara. Porque el partido se comenzó a perder tras el 2-2, Galonso. Cuando quisiste apelar a la garra y todas esas cosas, ya era demasiado tarde. Aunque también es cierto que tampoco se aprecia mucha garra en este equipo cuando el partido es serio y empiezan a venir mal dadas: este equipo se deshace como roña en inodoro cuando se le echa un poco de Pato WC. Cualquier equipo serio es un Pato WC para el Real Madrid.

Demasiada pusilanimidad, Galonso, muestra este equipo sobre el campo. Piensa que si este Arleti te puede meter cinco, el equipo de Sweaty Divorced te puede meter 10 sin tener que despeinarse mucho. Recuérdalo Galonso. Y recuérdaselo a todos esos flojos de tripas que entrenas.

[Pildoreo:]

– Pijamita pudo hacer más en el gol de falta de Julián.
– Física y anímicamente el equipo pareció un calco al de todas las nefastas noches europeas y nacionales de la temporada pasada, ante equipos Pato WC.
-Me di cuenta de que jugaba Valverde porque tras el pitido final le hicieron un primer plano… y tenía una cara de loser que helaba la sangre.
– Vuelos baratos a Ruanda: https://www.skyscanner.es/vuelos-a/rw/vuelos-baratos-a-ruanda.html%5D. Supongo que harán descuentos para grandes grupos.

En resumen, partido para no olvidar, al contrario de lo que se suele decir en estos casos. Que no se les olvide, Galonso. Los éxitos o fracasos de la temporada dependen mucho de ello.

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– Palético de Madrid: 5 (Por el…)
– Real Madrid: 2 (Negro Pesetas y Niñopajas)

A Franco se le levanta

Por Rappol

En Fans estamos acostumbrados a poner la herida antes que la venda, y habida cuenta de los muchos éxitos recientes de la LFP, del CTA y del JÓDT (Lamingamal), todo invitaba a pensar que la visita al Levante no podía ser otra cosa que el típico «partido trampa» (de manuanal) que pudiera servir para que la antisfera pudiera ocultar el reguero de éxitos democráticos que, con tanta constancia, representa el equipo de los palcos BEP. Nada más lejos de la realidad por más que, en cualquier caso, el exquisito respeto por las tradiciones dignifique culturalmente a este espacio virtual por encima de cualquier otro lugar del espacio-tiempo en el que se hable del Real Madrid. Aquí se respetan los usos y costumbres de «undergroundismo blanco». Y si no, te pegamos con una bandeja de metal en el jeto hasta que decidas embarcarte en un esquife-chunda-chundero para salvar al mundo de sí mismo.

El partido en su arranque tenía el típico aspecto de partido que se juega ante un equipo muy menor en la zona del levante español, aquejada de pequeñez futbolística desde hace muchos años, salvo en una aldea que resiste irreductible en la tierra de los supermercados rentables. Preocupaba, si acaso, Etta Yong, un viril negro rematador con sangre y aspecto de querer quedarse en España (le pega el Atlético de Madrid) o pirarse a las Islas Británicas a confraternizar con el «funny crowd» que tienen montado allí. «Que no se lesione nadie» (y nadie se lesionó), «que Vinicius levante cabeza» (y Vinicius la levantó), y «que Franco fusile» (y Franco, al fin, fusiló). Porque «que marque Siquesá» parece que ya ha dejado de ser noticia.

El equipo estuvo muy bien (Galonso dixit); pero sin belleza no hay bien, ni equipo, ni nada luce para poder ser perforado. Vinicius —que parece que se empieza a tomar en serio su renovación—, comenzó a menear el frente de ataque ante una incierta flaccidez siquesiana y el espíritu percusivo de Franco, que estaba loco ya por fusilar de una vez por todas una red contraria. El resto de las líneas se acompasaban sin muchos aspavientos, destacando los chispazos que le pegaban al Bombero Torero, loco de alegría por su titularidad.

[Hay que hacer notar que el rol de Galonso como gestor de plantillas se va aquilatando. Tan malo es tener demasiadas inercias, como una plantilla descompensada o una plantilla amplia y talentosa, como es el caso. El trabajo que Galonso hace para que «todos estén enchufados» está resultando fructífero, por el momento]

De esta guisa, y después de que el equipo probara algunas veces al cancerbero local, Vinicius agarró un balón por la derecha y metió un gol cremoso y dilatador; un gol de una plasticidad exquisita, como si estuviera en una playa de Copacabana chutando un balón de playa (hay una repetición por ahí en diagonal desde el palo largo, y… ¡boah!) «Opening the can with art», con bailecito incluido y… en fin, este sí es Vinicius. Y si tiene que ser tonto y bocazas, pues bienvenido sea. ¿O acaso no estamos en un país inclusivo, como le gusta tanto repetir a la chusma política de izquieda? La inclusión, amigos, se demuestra incluyendo…

A partir del gozoso exterior de Vinicius, el partido entró en una fase en la que se palpaba el «os vamos a follar el culo, levantinos», y Franco se puso a probar el paredón local con gracia y voluntad, pero sin éxito. Hasta que Vinicius (otra vez) montó una contra por la izquierda (traidora siempre para las defensas laxas) y sirvió una pelota deliciosa al espacio para que Franco, por la derecha, Franco, que es el más tantuono de todos los tantuonos pelotudos argentinos que hayan pisado el Madrid desde Di María… para que Franco, digo…para que Fran-co, a-fir-mo… corriera hacia la portería y fusilara con un buen tiro en carrera por la escuadra del palo corto, sin excesiva violencia, como pegándole un tiro en la cara al portero, cuidando de ponerle una almohada delante antes. 0-2 y galones de Sargento Primero para el chaval.

Soltados ya un par de buenos mojones mediáticos —porque la prensa tampoco es tonta y juega al mismo juego que se juega aquí pero con las cartas marcadas y la propiedad exclusiva de todas la barajas—, el Real Madrid apuró las copas de blanco para irse al descanso esperando el plato de la segunda parte.

En el segundo acto, el Levante se estiró un poco y comenzó a financiar esféricamente un poco a Etta, que andaba por el momento más perdido que Patxi López en la clase de 5 años de una ikastola. El ataque de orgullo local tuvo su premio en una jugada defendida con cierta parsimonia por Piterjausen (tres semanas puntando mal en mi Fantasy, le voy a bajar el rango SS), y manejada de forma bastante sospechosa por Pijamita, que seguro que lleva a Etta en su Fantasy… 1-2 e incertidumbre…

Ni de coña. Siquesá en un par de jugadas consecutivas dejó claro que ahora mismo es el atacante más en forma de Europa. Rascó un penalti de listo (el penalti que se saca a los defensas tontos), lo clavó tranquilamente a lo Panenka; y acabó con un gol estilo Manada Nazario, tras magnífica combinación entre Carreritas y Gooler (otro partido más de crecimiento para el turquito) que fue quien sirvió la asistencia para desatar la Estampida Siquesiana.

Finalmente, El Comandante Morales salió a pasear ojeras, y Galonso repartió golosinas y cambios motivadores para la tropa de segunda y tercera unidad. Está la titularidad cara ahora mismo en el Real Madrid, y las rotaciones están a la orden del día. Con buena polla, bien se folla, que diría Bordalás. De «Sweaty Divorced» hablaremos otro día.

18 de 18. «First in the ass, then in the cunt».

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– Levante: 1 (?)
– Real Madrid: 4 (Puficius, Francisco Franco, Mepajeé (2, uno de pen.)

Victorianal en el patatal

Rupaul

Visto el gresumen, vaya golazo metió Militao, chavales. Pero siempre con los dedos cruzados cuando le veo jugar, porque es tremendo el nivel al que está después de chascarse ambas rodillas. Y estoy pensando, además de su nivel defensivo, en cómo viene aumentando su presencia en ataque, con estéticos y potentes cabezazos y, al fin hoy, con un pepinazo sobresaliente desde 30 metros que funde la manopla del portero. Rezo a sus dioses y le pongo velitas.

As y Marca van a tener que enmierdar mucho para que este equipo actual que tiene el Real Madrid no dé lo que, efectivamente, puede dar de sí. A bote pronto, esta semana estuvieron enmierdando con Valverde y con su comodín favorito, que es Vinicius. A gresumen vista, Vinicius tuvo presencia y participación suficiente en el juego de ataque. Y Valverde y Chochocrecido, se bastaron para porculear a la media españolista. Claro que, también, estaba Franco en el ala derecha. Y levantó mucho el pie, cosa que no ha hecho nadie en la puta vida del Señor.

Las prestaciones de Franco, en cuanto a estética, hombría y entrega física en el apartado defensivo, son una mala noticia para Brahim y, sobre todo, para toda la purria de plumillas que hacen aspavientos cuando al chico de le llama por su nombre. Espero que el chico tarde un poquitín más en anotar su primer gol, que sea un golazo, que sea en el Bernabéu y que corran ríos de bilis. No lo van a poder evitar. Porque se corren con Chaplin Pedri, pero el argentinito es con 18 años mejor y, además, más hombre. Y que quede claro que a mí Brahim me gusta, pero de salida, más tantuono Franco que el malagueño. Bastante más tantuono.

Y me vendo a arriba: quiero ver a Carreritas defendiendo a Lamingamal. Pero todavía quiero más que Calvo Católico no le llame jamás para jugar con la selección española, porque el tipo me empieza a parecer tal fucker, que va a ser difícil que no le empiecen a cargar con partidos de más para mayor gloria monetaria de los paquetes enchufados en la RFEF.

El Socio

Yo he venido a hablar del céspet. Ahora mismo el Madrit tiene el peor pasto de Europa, sin un motivo realmente claro, puesto que no se producen conciertos en el Pipas desde Marzo; Taylor ya no se pasa por ahí para menear el culito. Siendo el caso, podría cuidarse el parterre a la antigua, con luz natural, pero claro, ya no hay luz natural, debido a la colocación del techo, el megamarcador y Dios sabe qué más cosas. Entonces, por lo visto siguen metiendo la hierba a la Batcueva (¡un proceso de seis horas!), para «cuidarla» ahí abajo, porque todo el mundo sabe que donde más prospera una planta es en los sótanos fríos sin luz natural. Lo de la pintura ya no lo hacen, pero simplemente por la vergüenza de que los pillaran; en su momento les pareció una «solución».

Lo que quiero plantear al hilo de esto es lo siguiente: si se vuelven a hacer conciertos, ¿sería un precio aceptable tener un césped en permanente mal estado? Pero hay un escenario aún peor: ¿qué pasa si no se puede volver a hacer conciertos hasta dentro de varios años? ¿Habría que comerse un césped peor que el del Alavés sin ninguna justificación de ingresos extra, más allá de las fiestas de cierre de ejercicio de las consultoras? ¿Qué tipo de fiscalización sobre el club se produciría?

Ya os lo digo yo: ninguna. Porque en el Madrid del siglo XXI, la definición de «cosa bien hecha» es «lo que decida un presidente cada vez más fatigado, soberbio y alejado de la realidad» (no llega a cantamañas del pelo blanco porque no es muy canoso). En el cuarto de siglo que lleva en la poltrona, FPR se ha visto impotente para lograr un trato arbitral homologable (consejo: el método adecuado no es pagar por «informes»), pero para hacer la obra más inútil de Europa no ha habido nadie con medio cojón para hacérselo pensar dos veces. ¿Le importa esto al zombi medio que se traga cualquier «contenido Real Madrid»? Por supuesto que no; es más, mientras la pelota corra más o menos como en un juego del Spectrum, tenemos «el mejor estadio del mundo». Porque claro, para un paleto el mundo es su pueblo.

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– Real Madrid: 2 (Militonto y Grace Jones)
– Fespañol: 0

Del rock a los moñecos

Por Rappol

El Real Madrid se presentó en el retorno de la competición futbolística presuntamente más seria del planeta con unas ciertas ganas de rocanrolear, quizá buscando resarcirse de la blandura y el vacío que el equipo mostró durante la edición precedente a partir del momento en el que la estrella de Vinicius comenzó a enfriarse. Es un proceso largo el que lleva a una estrella de poca masa a convertirse en una enana negra, pero en el caso de Vinicius, los plazos parecen acelerarse cada vez más.

Rocanroleaba el Madrid, presionando con ganas a los marselleses, con una banda izquierda de gran presencia en el juego y una derecha sostenida en el último tramo del campo por el desparpajo y el hambre de Franco, por más que siga todavía sin aprobar el acceso a la escala de Suboficiales. Como suele suceder, todo hubiera sido distinto si la chilena de Siquesá hubiera entrado por el palo largo y, por supuesto, si Terententrent no se hubiera hecho pupita por forzar el trote más de la cuenta tratando de defender un balón que caía raroso hacia la línea de su banda. Primer lesionado de la temporada, el inglés. Veremos.

Con todo, el equipo siguió insistiendo y sólo la fijación con tirar al muñeco Rulli hizo que, al final, fueran los franceses los que se adelantaran en el marcador, tras pérdida de Gooler y pachorra centralista. En este punto, el Madrid enloqueció un poco, y Goes se empezó a dejar ver otro poco, combinativo y tirando al muñeco con bastante eficacia. De su persistencia —ya parece que sólo les queda la persistencia a los delanteros brasileños del Madrid— surgió un claro penalti que transformó Siquesá sin hacer muchos aspavientos. Respiró entonces un poco el equipo, acompasándose con el respetable, y continuó colocando disparos al muñeco como cuando de pequeños jugábamos con los clicks a batallas fratricidas.

La segunda parte trajo más de lo mismo, ya con más monigotes que rocanrol, poca aportación de los jugadores que salieron del banquillo, y el cierto misterio que desató la estúpida expulsión de Calvajarl. Antes, Vinicius rascó otro penalti para que Siquesá diera razones a los antis para empezar a considerarlo una suerte de Neo-Penaldo. El Brasil blanco, reitero, los brasucas punteros del Madrid han quedado para la persistencia y la provocación de penaltis (bastante afortunado el segundo, esa es la verdad). Es desolador ver a un Vini tan tocado, porque ya no es que no regateara, ni presionara… es que ni desequilibra, ni se tira, ni protesta… Todo en él es papada y mohínes. Parece un funcionario del SEPE esperando a que acabe su jornada laboral. Es un poco triste.

Los marselleses apretaron una chispa por aquello de jugar con uno más, sin llegar a convertirse en mucho más de lo que mostraron, sobre todo a la contra, durante la primera parte. Galonso sabe arropar al equipo cuando vienen mal dadas, pero no puede dejar que en el equipo se instale esa indolencia con las tarjetas rojas, sobre todo en Europa. Incomprensible el funcionamiento mental de Calvajarl ante el horizonte de la titularidad propiciado por la laxitud muscular de Terententrent. Hay que pasar más a menudo por la biblioteca de Valdebebas, muchachos.

En fin, victoria, Pijamita y brotes no-piscóticos de Asjenscio, que parece que está más tranquilo después de, presumiblemente, haber conseguido un perdón de varios ceros. Los equipos grandes se van acercando. Hay que estar más preparados para ese momento. En mi opinión, en el debe de ayer, lo más sangrante fue la falta de puntería, generalizada y muy repartida. Por fortuna, Siquesá está de dulce con el gol. Less dolls and more rock and roll.

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– Real Madrid: 2 (Mepajeé, los dos de pen.)
– Olympique de Marbella: 1 (Weah Jr.)

Antes te mataban, ahora te roban

Danger Noodle

El partido de Vini es un drama absoluto, hombre. ¡Cuántas contras han acabado en sus piernas hoy, madre mía! Con otro jugador el partido acaba en 1-4. Es que no creo que haya tomado una sola buena decisión en todo el partido; su defensa es tan pasiva que Xabi ha puesto a Fran García fuera de puesto. Rodrygo tiene que empezar sí o sí el próximo partido. Y los dos tienen que rotar mucho.

Mbappé (y Arda) no son suficientes para ganar títulos; necesitamos un tercer jugador contribuyendo a un alto nivel (ojalá Jude), especialmente viendo cómo nos dan un robo por partido en esta liga de mierda.

El trabajo psicológico y propagandista de construir al Madrid como el equipo del estado/club beneficiado durante décadas hace que los árbitros (en el mejor de los casos) estén claramente predispuestos a demostrar su valentía/honradez contra el Madrid, más que contra cualquier otro equipo.

O sea, que si quieres demostrar que eres de verdad un árbitro serio, tienes que joder al Madrid. Este es el mensaje subliminal que está en la cabeza de todos estos hijoputas. Por eso sientes que vienen con ganas de joder. El partido del Madrid es de lejos el partido de la temporada para ellos. Tanto que ni siquiera el mayor escándalo del fútbol español, que es el caso Negreira, haya alterado mucho las percepciones.

El Socio

Este Gil Marrano es un buen sicario, el robo de ayer sólo te lo perpetra un psicópata de los que duermen como un bebé después de despedazar a una colegiala con un serrucho y congelar los trozos envasados al vacío. Una cosa admirable de «el método» es la instantaneidad de las decisiones, ni el Nesquik, oiga: cada vez que el Madrid mete un gol llega el CSI Negreira a inspeccionar hasta las briznas del césped a ver si pueden aferrarse a la excusa más peregrina para anularlo, pero si es para pitarle un penalti o expulsarle a alguien, todo se resuelve en un segundo. «¡¡Roja clarísima, que lo he visto!!»

Hay que pedirle a Julaisen, eso sí, que se deje de esas manitas maricas tan aprovechables por los criminales del silbato; si te ganan la carrera, te jodes, por más que otros equipos sí puedan practicar esos juegos de manos a la sombra de un cine de romanos. Hablando de manos, en la de Carajal por lo visto el criterio sigue siendo que un buen defensor debe serrarse los brazos (quizá Marrano pueda ayudarle con eso). Anoeta asistía impasible a los crímenes, claro; costumbre no les falta.

La gente ha decidido que ahora ama a Mepajeé, lo cual es un simpático indicador de las increíblemente caprichosas filias y fobias del fútbol; el mismo jugador es adorado y vilipendiado no por sus cualidades intrínsecas, sino por un momento de forma concreto. El muchacho tiene 26 años, deberían quedarle unos tres en su pico; vamos a intentar disfrutarlo ya que cobra tantos dineros y costó tanto sacarlo de aquel crisol multicultural, por más que algunos sigan con la tontuna de llamarlo gafe.

Xabi ha cambiado algo, es un entrenador de fútbol, especie extremadamente rara en estos tiempos de Guartrolas, Ten Haagues, Angelotis y FlicFlocs, todos tan insustanciales o tan sospechosos. Hay que esperar sinceramente que logre convencer a sus mastuerzos de la importancia de currar pese a ser multimillonarios y poder follarse lo que quieran; ese y no otro es el gran desafío de cualquier DT. Si lo logra, será algo parecido al caudillo que el Madrid echa en falta desde Mourinho. Por cierto, al final se acercó a avergonzar a Gil Marrano, bien.

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– Sociedad Plebeya: 1
– Real Madrid: 2 (Mepajeé y Niñopajas)