Cada vez estoy más convencido de que ser culerdo es una enfermedad mental. No me refiero ya a la mayor o menos antipatía de este grupo de hinchas (aunque conocer a uno normal suele ser una rareza), sino a esa especie de realidad paralela que se han creado, en la que puedes ser a la vez ejecutor y víctima, poderoso y humilde. Al Barsa lo han pillado ya en dos renuncios muy grandes esta temporada, y la huida hacia adelante del presidente por accidente Bartomeu es cada vez más surrealista. Este hombre, al que no dejan de salirle apodos (Milhouse, Bartolo, Nobita…) empezó diciendo respecto al escándalo Neymar que el jugador no había costado 95 millones, sino «sólo» 86, tras jurar y rejurar durante meses que sólo había salido por 57, y declararlo así a Hacienda. Pese a tan flagrante contradicción (y delito), insistía en que «no habían hecho nada malo», en que «todo el mundo actúa así» y remataba con que detrás del asunto había una persecución contra el Barsa.
Cualquiera que viera estas declaraciones diría que este señor tiene una relación más bien volátil con la realidad, pero lo más preocupante no es eso, sino que se trata de una actitud compartida por una mayoría de culerdos, que creen firmemente en la teoría de la «mano negra» (la cual no ven ante favores institucionales y arbitrales bastante llamativos). El asunto de los «niños robados» (je) ha llevado esta esquizofrenia al siguiente nivel: Bartolomeu esta vez ha admitido, aunque con la boca chiquitita, que rompieron las reglas (apenas una docena de veces), y ni siquiera por desconocimiento: ¡eran plenamente conscientes de ellas! Pero se justifica diciendo que «no hicieron nada malo» y que «pidieron a la FIFA que con ellos se hiciera una excepción». Aquí es donde yo veo los síntomas más graves de la dolencia culerda: creo que se habían acostumbrado ya tanto a la impunidad que estaban convencidos de que podían violar leyes muy claras a su antojo, y que, en cualquier caso, la sangre no llegaría al río.
Quiero puntualizar que el retrato de la Masía como ONG rescata-niños me parece falaz, pues al fin y al cabo se trata de una academia de futbolistas con el objetivo claro de lleverlos al profesionalismo, y absolutamente nada garantiza el futuro de los niños si resulta que no valen para la élite (que será la mayoría de los casos), aunque éste es un tema para tratar más a fondo en otro momento. No sé si la sanción que se ha impuesto a la Far$a por el fichaje de estos menores es justa o desproporcionada, pero lo que tengo claro es que el el shock culerdo proviene de lo poco habituados que están ya a usar la misma baraja que los demás. Mi pálpito es que la sanción será aligerada o levantada, dadas sus grandes influencias dentro de UEFA y FIFA, aunque quién sabe, quizá hay un bloque de poder en estas organizaciones que se ha cansado de ellos, o simplemente aún hay un mínimo rigor para sancionar las faltas más flagrantes. Esta bajada a la realidad debería frenar tropelías futuras, aunque el culerdo medio -empezando por el presidente- siga sintiéndose no infractor, sino agraviado.
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Top 16, Penúltimo Capítulo
…Seremos campeones porque le sale de la punta del capullo.
Recibimos al Lokomotiv del río Kuban con la ventaja de campo en cuartos ya asegurada, y con el único suspense de saber si seremos primeros de grupo. Esta semana ya se han disputado unos cuantos partidos, con resultados interesantes: Maccabi ganó por los pelos en Belgrado, confirmando su mal momento, y Panathinaikós logró imponerse al esforzado Unicaja de Joan Plaza. Los de Atenas se jugarán la tercera plaza de su grupo contra sus paisanos del Olympiakós en la última jornada, con probable victoria de estos últimos, así que nos conviene ser primeros en nuestro lado, porque huelga decir que los de Spanoulis son un rival mucho más incómodo que un Pao de capa caída. Por su parte, la Farsa fue apalizada en Milán por por 91-63, lo que confirma al Armani como candidato; pocos problemas parece que pueda darle el actual Maccabi en cuartos, y en la Final Four, jugando en su casa, será un rival durísimo. Pese a todo, nuestro Madrid ha demostrado ser mejor que los otros tres previsibles finalistas (Farsa, CSKA, Armani), y ya sólo queda pasar los cuartos con solvencia y afrontar con confianza la emocionantísima final de Milán, que empezará el 16 de Mayo. Hoy deberíamos ganar de 20 o más a los rusos, cimentando ese valioso primer puesto. ¡¡Que siga el rodillo blanco!!