El partido en el campo, por Madrid sXXI
Ya ni me acordaba de qué era eso de la Liga. Sí, resulta que aún se está jugando y más aún, vamos por la mitad. Qué cosas. A mí, pues qué queréis que os diga. Veo a este equipo pasándose la pelota por el medio campo, pasando por los centrales, después Marcelo, después a los centrales, vuelta a empezar, nadie desmarcándose por arriba, y me entra un mal humor importante. Después ves los repliegues defensivos al trote cochinero, con la línea de 4-5 defensas mirando a sus espaldas con gesto de terror, y la confianza no es lo primero que me viene a la mente. Vamos ganando, sí, pero siempre flota en el ambiente una sensación de equipo que es como el ciclista que va tercero subiendo un puerto, detrás de dos que van como motos, y que hace la goma, descolgándose, volviéndose a enganchar, con gesto de sufrimiento.
Ayer vi más de esto, con un rival muy débil que intenta jugar como el puto Milan de Sacchi, con resultados a la vista (zona de descenso). Un pariente cercano del Rayo, con el inefable Jémez, que va a bajar a su equipo a segunda haciendo un fútbol de cine (de terror, me parece a mí). Daba algo de risa y bastante pena el cúmulo de alabanzas que recibía el hijo de Amunike por parte de los comentaristas del Gol tras ir perdiendo por 2-0. Que no se merecía el resultado, que habían jugado bien, que el fútbol es injusto. Ya, por eso vas antepenúltimo tras media liga. A lo mejor es que no estás haciendo lo que deberías dado el equipo que tienes. Pero no, los protegidos del stablishment nunca hacen nada mal. El Universo es injusto con ellos. Pues bien, Luis Enrique y Jémez, del club del buen entrenador, ocupan dos de los tres puestos de descenso. Solamente faltaría Míchel para la posición que falta. Pero démosle tiempo, que todo llegará.
Con respecto al Madrid, pues yo apelo a gente más experta para que me explique qué hace en el equipo titular un delantero que mete una cifra ridícula de goles, participa poco, pierde mucho y defiende menos. Pero ahí sigue Benzema, partido tras partido, dejándonos perplejos a muchos “ignorantes”. Carletto sabrá, pero yo creo que la perrita caza poco. Todo lo contrario que Jesé, quién lo diría, que con esa cabeza de chorlito juegue tan bien. Quizá eso es lo que haga falta, pensar poco y correr mucho. Pero lo cierto es que el rapero del sur merece un puesto de titular ya. Se lo ha ganado.
Por último, Di Marica parece el objetivo de todos y de todo. Ahora resulta que no vale. Pues a todos los que no lo quieren ni ver les digo una cosa: no es bueno cagar donde uno come. Si viene un valiente con cincuenta minolles, lacito y despedida, pero mientras seguirá siendo un jugador necesario para suplir las muchas ausencias del “Expreso de Cardiff”, que está más tiempo en el andén que atravesando los campos.

El partido en la grada, por El Socio
Primer día de la nueva grada de animación, empresa que, para ser culminada con éxito, necesitará mucha capacidad de trabajo y mucho entusiasmo, cosas que afortunadamente sobran ahora mismo. Yo quedé con un grupo de socios de Primavera Blanca para asistir al partido partiendo desde las proximidades del estadio. Llegamos pronto, y, aunque la tranquilidad era absoluta, las puertas no estaban aún abiertas. Aunque habia mucha presencia policial, la puerta 28, por donde se debía acceder a la grada, no estaba acordonada. Esperando a que abrieran, vimos una gruesa columna de gente, en número de aproximadamente 200, avanzar hasta la puerta. Eran los ultras sur de la facción «chunga», los que ya saben que no volverán a entrar. Lucían una estética menos obvia que en los 80 o 90, pero que dejaba pocas dudas sobre su pertenencia a la tribu urbana «nacional-socialista».
Al principio se limitaron a apiñarse en la puerta, en silencio total. El problema llegó cuando empezó a llegar gente intentando acceder a las localidades. Abucheos intensos, intimidación. Docenas de móviles sacando fotos de los que entraban, como diciendo «nos estamos quedando con tu cara». Cántico: «Socios expulsados, entran enchufados». Se les olvidó mencionar los motivos de su expulsión a estos «angelitos», claro. A uno que intenta entrar la preguntan la edad y le fotografían colocándole el móvil justo delante del rostro; se desanima y se va. Intranquilidad en mi grupo, pierdo a unos pocos porque dicen que conocen personalmente a algunos de los matones. El resto esperamos. Finalmente, nos comunican otro sitio para entrar y accedemos sin problemas.
Dentro, el ambiente es festivo y optimista. Se reparten los papeles con las letras. A los de mi grupo se les ilumina la cara, y veo que la cosa ha valido la pena. Buenos estandartes con las efigies de Cristiano, Arbeloa, Bale… Pese a las nubes, el tiempo era benigno y propicio para la animación. Había unas 500 personas en total, las fechas festivas y el poco tiempo no permitieron reunir más para este primer partido. Perfil mayoritariamente joven, con bastantes chicas. Muchas ganas de animar, pero el grupo es heterogéneo, reunido por varias peñas y asociaciones, y unos pocos pensaron que aquello era como ir a un partido con su peña, llevando incluso niños y sentándose con ellos a comer pipas. Error: ha de ser una grada de pie y de animación constante. De todos modos, no vi a más de 20 personas con esta actitud.
Algunos problemas de organización: por lo que fuera no había megáfonos grandes y sólo pudimos contar con tres pequeños; la persona que llevaba el bombo en el primer tiempo iba desacompasada. Falta de coordinación entre los megáfonoss en algunos momentos; mucha gente que no conocía las letras más largas. Todo lógico y normal: durante los últimos 20 años sólo ha habido un grupo de gente animando en el estadio, hay que ir educando a una nueva generación en la «cultura de grada», y se conseguira. Cuestión de semanas, el material humano está ahí, y los cánticos no son precisamente los clásicos de la lírica. También se incorporará gente con más experiencia en estas lides. En todo caso, no hubo rastro del silencio ni de las canciones piperas que algunos bocachanclas esperaban; mala suerte para ellos.
Mucho mejor el segundo tiempo: el bombo acompasado, más continuidad y energía en los cánticos. Durante todo el partido, «saludos cariñosos» a Luis Enrique. Al final, buenas sensaciones y satisfacción por lo que, en definitiva, no fue mas que un ensayo, que culminará en el partido del Granada y sucesivos. Para entonces habrá una grada llena, sin malentendidos sobre pipas y con la gente mucho más preparada para animar. Con más bombos, megáfonos y canciones aprendidas. Hay un grupúsculo que ha adoptado como hobby en twitter pronosticar el fracaso de la grada; obviamente confunden sus deseos con la realidad, y aprovechan lo improvisado de la primera cita para crecerse. Dentro de un mes les quedará muy poquito donde agarrarse. En cualquier caso, imprescindible aumentar la grada el año que viene: el Bernabéu es inmenso, y ni los mejores animadores pueden tirar de él en número pequeño. A partir de las 3000 localidades podremos empezar a a hablar de algo importante.
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– Real Madrid: 3 (Benzema y CR7 (2))
– Celta: 0
Incidencias: Primer día de la nueva grada, con gran entusiasmo. Respetuoso recuerdo para Eusebio al principio del partido.
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