Buah, chaval, y os lo queríais perder. Estamos probablemente ante el día madrilista más intenso de toda la temporada, con nuestros dos equipos jugándose los garbanzos en sendas eliminatorias. Ambas dan acceso a los eventos máximos del fúrbol y el basket europeos: la final de la Chempions (26 de Mayo, Kiev) y la Final Ford (18-20 de Mayo, Belgrado). Esta maratoniana jornada empezará a las 18:45, en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Mandril, alias Wizink Center. Originalmente el horario del partido coincidía con el fúrbol, pero alguien con media neurona sugirió que igual era buena idea adelantarlo un poco, y así se hizo. No obstante, se ha dejado tan poco margen entre el final del basket y el principio del fútbol que temo que el Palacio vaya vaciándose en los momentos decisivos. Ya me dirás tú qué costaba haberlo puesto a las 18:15 en vez de las 18:45, pero bueno, hablamos de grandes prebostes deportivos que se llevan una talegada anual por decidir estas cosas, así que quién soy yo para cuestionarlos.
La eliminatoria está 1-1, y me reafirmo en lo dicho sobre el lolaso: puede que resolvamos en Mandril, que perdamos hoy y ganemos los dos siguientes partidos o que palmemos los dos encuentros de locales; todo es posible y nada está descartado. El equipo tiene hoy un pequeño as en la manga, que es la previsible reaparición de Sergio Llull tras su larguísima baja; el momento exacto de su ingreso a la cancha deberá ser gestionado con inteligencia por Lolaso, de forma que maximice su efecto sobre el equipo. Confiamos también en el rendimiento de jugadores como Carroll y Thomkins, sobre todo el último, de quien nunca se ha dudado en esta casa. ¿Doncic? Bueno, estaría bien que nos ganara algunos partidos de playoff antes de irse, que ya tiene bastantes pelos en los huevos.
In other news, Baskonia arañó una victoria en casa al Fenerbahce, pero dudo mucho que sobrevivan al cuarto partido. Olympiakós palmó de nuevo contra Zalgiris y, aunque nunca hay que darlos por muertos, ahora mismo lo tienen en lituano. Estoy pensando que quizá no se dejaran perder en la última jornada, sino que Zalgiris es realmente un muy buen equipo, que ha ganado tres veces a los griegos en apenas dos semanas y que puede ser el tapado de la Final Ford.
En fin, creo que la mejor versión del Mandril es más fuerte que la mejor versión del Pao; a ver si tenemos suerte y la vemos.
Euroliga, cuartos de final, Partido 3: Real Madrid-Panathinaikós. 18:45, Streamingvisión.
·····
Y casi sin tiempo de respirar, pasamos al fúrbol, que nos lleva del Allianz de Turín al Allianz de Múnich (el vil capitalismo obliga a jugar en estadios de 5 estrellas, en lugar de hacerlo en templos como Balaídos). Gayern-Real Madrid, el que para muchos es el duelo cumbre del fútbol europeo. ¿Y cómo veo la cosa? Me parece que el Bayern está adocenado, que gana su Liga por 25 puntos y que está olvidando lo que es la verdadera competición. Sí, es verdad que el Madrid le pone la pichulina dura, pero nosotros venimos de un lugar muy distinto, de un infierno: cada partido de liga es una batalla, cada acción que nos pitan a favor «el robo del siglo», cada victoria una ofensa a «pueblos oprimidos». ¿Qué coño sabe el Bayern de sufrir, de que te tronchen las canillas, de que te hagan pitar los oídos, de que te apedreen el bus? La Champions es prácticamente un balneario para el Madrid, y además es el equipo con más talento puro del mundo, por eso la ganamos tanto.
No digo que no vaya a ser duro, pero… ¿Jénquens ganando su tercera Copa de Europa con 72 tacos y esa cara de ciervo atropellao? No lo veo, no lo veo… mucho mito es lo que hay. ¿Sus delanteros-torre? Bueno, sí, son peligrosos; pero nada que no hayamos visto antes y nos hayamos pasao por la piedra. Salgan y diviértanse. ¿Será Benzemalo titular? Muy probablemente, pero no os alteréis; es un sentimiento de Zipayo, no tratéis de entenderlo.
Sobre la otra semi, Liverpool y Roma demostraron ser dos equipos muy divertidos… y muy bizcochables. Vale que los rojos cascaron cinco goles y que Salá está pletórico, pero parece que sólo saben hacer dos jugadas. No se antojan tan difíciles de cortocircuitar, la verdad. Y de la Roma qué decir… es un escuadra simpática porque juega como Rocky: al intercambio de hostias, con mucho corazón y a ver quién aguanta más, pero lo cierto es que son bastante bandilla. Me parece que están fuera, pero la vuelta en su estadio puede ser francamente interesante.
En fin, me mojo: hoy ganamos otra vez en Múnich. No sé por qué diferencia, pero ganamos.