La ley del K.O.

Por Custer

La Otra Ley, la Ley de los Humanos y de los Urdangarines azulados, se puede recurrir. La del K.O, sin embargo, resulta inapelable. Un tipo te lanza un crochet, te pone el pijama sobre el calzón naranja y quince minutos después despiertas sobre una camilla preguntándole a tu preparador físico por qué no vino mami a arroparte. Hace algunas semanas, y discutiendo con DSsqueran sobre los Madrid-Barça, el viejo Moriarty decía “lo bonito” que sería lograr La Liga sin ganarle al Barça ni un puto partido. El argumento oficial, al menos el que se emplea con demasiada frecuencia en mi opinión, es el siguiente: “¿Es que ya habéis olvidado de dónde venimos?”. Y a continuación se nos recuerda (con cierta resignación) que hasta hace bien poco nuestros “enemigos” naturales eran el Alcorcón y el Olympique de Lyon… Miren ustedes: esto pudo ser cierto cuando en nuestro equipo aún flotaba la dupla Raúl-Guti y el centrolcampo era Territorio Gago… ahora, no. Ha habido fichajes. Han venido nuevos jugadores y el Empané a estas horas se llama Karim Benzemá. Este Madrid, el de hoy, es mucho más grande que el de la Séptima y la Octava. Sin duda. Y aún así… ¿qué nos está pasando?

El boxeo no miente, y aunque resulte incómodo debo decirlo: el Miedo está machacando al Madrid cuando se enfrenta al Barcelona, y me parece que es nuestra obligación analizar este hecho si es que queremos variar el rumbo de una vez por todas. El Madrid padece a estas alturas (¡a diez puntos del Barça!) un desequilibrio emocional que aún no ha sabido corregir. La larga serie de derrotas y empates nos ha hecho dudar de nuestras fuerzas y, lo que es más importante aún, cuestionarnos nuestro nivel REAL. (¿Olympique… Alcorcón?… Vamos, no me jodas). La consecuencia es que ante el Barcelona el Real Madrid sale acomplejado. ¿Se puede ganar una Liga “a los puntos”? Claro que sí. ¿Hemos de “celebrarlo” tirando cohetes? Me parece que no debemos caer jamás en esa tentación colchonera sino, por el contrario, trabajar duro para poner un poco de Orden en este mundo gobernado por la diosa Kali.

En el último partido de Copa jugado contra el Barça en el Bernabéu, el Madrid cayó en la lona 1-2. Mou decidió colocar entonces un trivote donde incrustar a Pepe mientras Altintop (que ya ni jugaba) vegetaba en el lateral derecho para mantener a Lass en la media como cortafuegos. La consecuencia fue muy clara: aquello era como poner palos en las ruedas del Madrid a la hora de construir juego. Critiqué entonces, y sigo criticando ahora, el hecho de que Mou dio la impresión de “no querer” ganarle al Barça sino de pretender ¡sobrevivir! a sus golpes y con esa filosofía de juego el Madrid se está hundiendo (aunque gane la Liga). Ahora bien: tampoco puedo ser tan estúpido como para no darme cuenta de lo que sucedió en el partido de Vuelta una semana más tarde. En Barcelona logramos un empate a dos goles que a todos (a mí el primero) nos supo a Victoria. Pero señores, no se equivoquen ustedes ni dejen que me equivoque yo… En el cómputo global de la eliminatoria ¡180 minutos! el Madrid cayó por un 6-5.

No sé, Fansistas, lo que hay que hacer. No tengo la Respuesta Táctica ni cobro por saberla. En realidad hay pocas cosas que sepa con certeza y de todas ellas me quedo con sólo una. En esta vida, y el fútbol es Caricatura de Vida, hay que salir al campo de batalla con HONESTIDAD. Esto significa que es necesario dar la cara aunque juegue Messi y se mueva por detrás de la defensa. Es un poco triste que el Madrid, cuando nada tiene que perder, es decir: en los partidos “de Vuelta”, sea cuando mejor le juegue al Barcelona. ¿Por qué? Porque nada temen; porque nadie confía en ellos. Porque ya no juegan “con complejos”. ¿Perderemos otra vez con el Barça en Champion si nos toca de nuevo a doble partido? Pues, miren ustedes, es posible que sí. Casi con absoluta certeza: SÍ. Y aún en ese caso le pido, ¡LE EXIJO!, al Real Madrid que juegue con Honestidad. Con lo mejor que tiene. Que dé la puta cara por el escudo y por nosotros aunque, al final, se lo folle Messi.

No quiero que el Madrid juegue “a sobrevivir”, que es lo que voy a recordar de Mou aunque gane esta Liga que nos están entregando en bandeja equipos como el Getafe o el Villarreal. Yo no quiero “ese tipo de Ligas”. No me gustan. Quiero que el Madrid le plante cara al Barça como si cada partido fuera “el último partido” de sus vidas… ¡aunque lo pierdan! Hay equipo. Nuestros chicos son de puta madre. Cojonudos. Mean gasolina y cagan alambre de espino. Quiero que el Madrid gane por K.O. Quiero ponerles el pijama y mandarlos a la habitación donde reposan todos los sueños. Odio “los puntos”. Me suenan a heridas que no se cierran. Y ya es hora de mirar al Barça como se mira a una vieja cicatriz.
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Capello 96 / El Topo

Por Custer

Hablábamos ayer del primer año de Fabio Capello en el Madrid. Un auténtico crack, Don Capello. Fue el creador del “Sistema Basculante” que tantas glorias dio a nuestro equipo. El “Sistema Basculante”, o “Juego Basculeño”, constituyó toda una revolución futbolística; tal vez la última gran revolución que ha vivido este deporte durante los últimos siglos. Al mismo tiempo, y como todas las revoluciones que de verdad “valgan la pena”, era de una simplicidad acojonante. Don Fabio se presentaba en el vestuario con una báscula y los iba pesando a todos. Hay que decir que al futbolista, lejos de lo que pueda creer el populacho, no le influye lo más mínimo el griterío del público, ni las cabezas de cochinillos; tampoco cien mil gilipollas con cartulinas blaugranas… ¿Qué les llamen “asesinos”? A un futbolista se la suda que le digan “asesino”… ¡si es hasta un piropo, coño! No, lo que de verdad teme el futbolista es la Báscula, y eso lo supo ver muy bien Don Fabio.

Los tenía a todos “en su peso” como si fueran a torearlos en Las Ventas. Controlaba las comidas, les ponía a dieta. Los chicos temían a Don Fabio más que a un rayo láser. A golpe de báscula terminó convirtiéndolos en marines y a los marines, caballeros, les crecen los huevos. Eso es impepinable. Eso va a misa. Les crecieron los huevos porque había una Báscula a la que respetar. Y la respetaban más aún que a cualquier otro rival en el mundo. ¿El Barça de Ronaldo y Figo…? Al Super-Barça de Ronaldo y Figo se lo follaban viv, ¡como ahora! ¡Igual que ahora! ¡Hay que joderse con el Cacerolo!
¡Me cago en sus muertos! Porque Cacerolo, señores, no tiene báscula ni entiende tampoco “el concepto” de báscula (¡tan esencial!). Marcelo es una gorda con la peluca del Doctor J, Alonso es una solterona de Guipúzcoa, a Khedira le sobran 10 kilos, Carvalho tiene barriga y Benzemá… hasta hace bien poco, Benzemá parecía King África. ¡Los cojones le cortaba yo a Cacerolo! Cuando tienes blandita la barriga, señor mío, también tienes blanditos los cojones.

Pero bueno… ¿le importa a alguien? Pues venga de ahí… ¡Alegría! Menos mal que estamos en una Liga de Mierda y que el Barça es una puta mierda, sino sería para preocuparse y pedir responsabilidades al más alto nivel. Pero hoy no quería hablarles de Don Fabio, no. Yo a Don Fabio lo respeto y tengo su figura en un pedestal. De lo que quiero hablarles es del “Topo”… Y me cargo de paciencia para hacerlo. A un Topo no se le fumiga, tontosdelnabo. A un Topo se le utiliza. Y no hay que leer demasiadas novelas de John le Carré; lo único que se precisa es un poco de sentido común.

Vamos a ver: quieren echar a Casillas por Topo y traer a otro portero. Hasta aquí todo correcto… Pero ¿no se dan cuenta, cenutrios, que ese “otro portero” que venga también puede ser otro Topo en el futuro y con menos reflejos que nuestro Casillas? ¿No comprenden que es mejor malo conocido que peor por conocer? Además, un Topo es lo más útil que existe, ¡si el que dirige el equipo es inteligente!. Puede usarlo a su conveniencia (para filtrar “verdades”, alineaciones, tensiones… ¡estrategias!), que es lo que hacen todos los Servicios de Inteligencia del Mundo cuando localizan a un «Topo”… ¡Jamás lo eliminan! ¡Si son un tesoro! ¡Fumigarlos, cenutrios, es de imbéciles!

En fin. Uno no sabe ya qué hacer para construir el «Madrid del Futuro”, pero una cosa sí les digo: o aquí empieza todo el mundo a usar sus neuronas (y no sólo los que cobran 15 millones de euros anuales para hacerlo) o el barco no llegará a buen puerto. Cosa que no permitiré, por supuesto. Antes pasaré por encima de sus cabezas y pisotearé sus putrefactos cadáveres, y no lo haré sin saludar antes a la Unidad de Delitos Informáticos de la Guardia Civil, a la que, naturalmente, deseo un próspero Año Maya en compañía de sus familiares y amigos.

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Euroliga de Canastos: Real Mandril-Bilbao Basket. 20:45, Teledeporte y Palacio de Goya. ¡A verlo, mamonazos!
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Año Nuevo


Times Square ensayando para la Décima.

Por Custer

El 2011 se va y no he visto un solo balonazo en los huevos de nadie, tampoco manchas de barro sobre las cejas de nuestros defensas ni cadáveres de mediapuntas estrellados contra los carteles de publicidad de los laterales. En el 2011 he visto muy poco fútbol, ésa es la verdad. La defensa, en los partidos contra el Barça, se convertía como por ensalmo en un colador endemoniado, un puente cálido por el que cualquier anciana en muletas podía llegar al área sin que la molesten. Nuestros doblepivotistas, ese par de maricones, parecen formados en las teresianas, deberían ponerles faldita y darles un bocadillo de mortadela para llevarlos de excursión al campo. Me repugnan. De Sahin, el Eterno Pretemporadista, no opino. Está enfermo. Hay que mimarlo. El resto de “madridistas” ha cumplido con los débiles y se ha cagado patas abajo con el Enemigo. Bah. Ya pagarán por sus pecados.

El propio Mou ha confirmado las sospechas que ya les adelanté el otro día en el sentido de que “el auténtico Real Madrid” aún está por llegar. Mientras tanto tendremos que conformarnos con estos chicos. Llevarlos con resignación cristiana. Soportar sus ataques de pánico. Comprenderlos, amarlos con sus defectos, evitar disciplinarlos, no vaya a ser que cojan complejo. Abrirles las camitas y darles Colacao caliente para que sueñen con los angelitos. En una palabra: ser sus mamaítas. La afición madridista se ha convertido en la madre de estos hijosdeputa. Pero que no abusen. Sobre todo los centrocampistas. La lista resulta aterradora: Gulagorda, Lass, Khedira, Granero, Ozil, Kaká, Sahin y… ¡Pepe! El CROATOAN MAXIMUS. El Centrolcampo Madridista, un lugar donde antaño se curtió Pirri, donde pateó nalgas Hierro, repartió codazos Redondo, pegó pollazos Makelele o danzó con el demonio Zidane, es hoy una simple muestra de las ideas básicas del Existencialismo más tópico: la Angustia, la Nada y el Absurdo. A Sartre le encantaría. A mí, no. Pero son nuestros chicos. Ay Dios.

¿Qué espero del Madrid en el 2012? Tras los oscuros sucesos de la Noche Trágica debo confesarles que no espero nada. Estoy convencido de que los títulos llegarán el día en que prime el sentido común sobre la histeria colectiva, pero hasta el momento semejante pretensión parece misión imposible. Empezaría por intentar convencerlos de que se tomaran al Real Madrid un poco más en serio. Que miraran el escudo, la camiseta, el Bernabéu y que después siguieran mirando hasta que les crecieron sus santos cojones. En fin.

Les deseo un feliz año a los Largoplacistas, porque suyo será el largo plazo. Y también a los Anti Neymar, para que nunca dejen de divertirme. Su último chiste es genial. Juzgan al chico por un solo partido contra el Barça, el del Mundialito, y dicen que “está sobrevalorado». Señores, Cristiano Ronaldo ha jugado ocho (¡OCHO!), yde medirlo con idéntico rasero: ¿pagarían por él 90 millones de euros? En serio, no sigan por ese camino. Mantengan la dignidad, caramba. ¡Hala el Madrí que ha de vení!

Amén.
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Custer en los infiernos

Por Custer

Hace tiempo que llegué a la conclusión de que los sueños no significan nada para mí, ni los puntajes. En semejante contexto, la voz de los entrenadores es como el sonido de las ballenas en el fondo del mar. Sólo me producen compasión, sí. Pero una compasión envenenada. Jamás dicen la Verdad. Les aterra la Verdad porque en general ningún entrenador quiere transformar el mundo. Ni les pagan tanto ni tienen tampoco capacidad y voluntad para ello. Su falta de coherencia, su absoluta ausencia de valor y coraje nos condenan al horror y a la devastación. Los desprecio.
Valeri Lovanovski, al igual que Carlos Gardel, cada año canta mejor.

Cuando los cazadores mataban un león cortaban su cabeza y la clavaban en el centro del poblado. Observaban después maravillados que la amputada cabeza del león era suficiente para que los gatos huyeran. Ni los perros ni las aves se le acercaban. Cuando los cuervos olían la carne muerta se lanzaban en picado sobre ella pero al ver que era la cabeza de un león alzaban de nuevo el vuelo y se alejaban graznando. Eso era el Real Madrid. Un león. Tal vez el último de su especie.
Hoy, sin embargo, ya no sé qué es. Me he perdido. Supongo que se ha convertido en un simple botín.

Tras mi suicidio ritual en la Noche Negra del 10 de Diciembre, por mis pecados, fui condenado al Infierno. Un lugar que está sobrevalorado como casi todo lo que sale por televisión y ofrece karankianas ruedas de prensa. Bah. Es sólo simple repetición. Allí repetimos nuestros errores, los peores chistes del repertorio y nuestras más tristes despedidas. No es tan grave. A todo se acostumbra uno. Cuando hay algún partido de fútbol nos sacan del Hotel para que podamos verlo en directo. Lass, Khedira, el 4-2-3-1, Marcelo pegando voleones, Pepe histérico, Culogordo, Ronaldo pensando en el Jartrí que meterá otro día… Los vemos salir del túnel de vestuarios con su mirada vacía, como esas modelos obligadas a exhibirse igual que vacas en una feria. Lo de siempre. El Madrid de las Nenas. El Mejor Madrid de la Historia, según los Topeteros (esa Secta). Este Madrid de Mierda. Sin personalidad, sin carácter, sin energía. Atletizado. Completamente Atletizado. Arde, Custer, arde.

Quien adore a este Madrid adora desde luego a Falsos Ídolos. Porque el Verdadero Madrid aún está por llegar. Éste no es el Madrid. El Real Madrid no pierde en su estadio sin presentar batalla. No se deja abofetear impunemente. Sangra y hace sangrar. Hasta la extenuación. Esto que vemos y algunos aplauden es un “vuelva usted mañana”. Una borracha de bar que se acerca al que la toma por la cintura y le vomita encima. No. Éste, al que llamáis Madrid, no es el Real Madrid.
Si aún me quedaran fuerzas buscaría al Real Madrid para traerlo a patadas, lo arrastraría por el suelo, por las piedras, por las tripas de los animales. Lo trocearía para ponerlo encima de la mesa del Carnicero y, tras arrodillarme ante Él, santificaría sus restos. Ya que no puedo salir a hostigarlo espero al menos que alguna vez vuelva por su propio pie. Mientras tanto: arde, Custer, arde. En el Infierno.
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Consejos para Ganarle al Barça Ya

Por Custer

1) En primer lugar el comportamiento en el túnel de vestuarios. Nada de preguntar por la mujer, los hijos o la decoración del chalet. Sois tíos y tenéis que comportaros como tíos. Un “hola” a secas y mirada dienteperro, señores, que os espera el Bernabéu.

2) Clase de Lectura para Novatos. Es recomendable que el jugador madridista sepa leer. Tampoco es que sea completamente necesario, porque entonces tendríamos que salir al campo con el Castilla B. Es recomendable. Sin más. ¿Y dónde aprende a leer un jugador del Madrid? ¡En las cicatrices de sus mayores! Los días previos al partido Goyo Benito y el Doctor Pirri se pasearán desnudos por el vestuario para que los jugadores LEAN en sus heridas de guerra lo que es el Real Madrid, lo que representa el Real Madrid y lo que se espera que hagan en el campo. Deletrearán, con absoluto rigor, los puntos de sutura (algunos de ellos cosidos a mano), los costurones, bragaduras y huellas de la Etapa Más Gloriosa del Madridismo de los Austrias. Para ellos, esas heridas de combate, serán la Santa Biblia. Y se las sabrán de memoria.

3) Cómo meter goles. Fácil. Hay que buscar la safena. Esa arteria huele a muerte. Y eso es el Bernabéu para nuestros enemigos: muerte y desolación. El Camino de la Safena es el Camino del Gol.

4) Se acabaron los corralitos y los teatritos. El madridista es un Cazador Solitario que dirime sus pendencias sin ayuda de nadie. Por tanto, cuando la Tropa Culé rodee al árbitro para llorarle como nenas, el madridista, a solas, y siempre a la derecha del trencilla, bailará una Haka Maorí enseñando sus genitales al banquillo blaugrana.

5) El único animal que, en un sistema jurídico, se ha situado en un lugar muy próximo al de ser sujeto de Derecho es el culé. Pero eso no quita que sean animales y que haya que tratarlos como a tales. En puridad, constituye pues casi una obligación moral e incluso deportiva devolver al culé, sujeto de Derecho, a su lugar de origen, que no es otro que el matadero. Démosles entonces sitio hasta su muerte. Con dignidad, eso sí. Que recojan la pelotita de la red de su portería con dignidad y respeto, sin atosigarlos. Comportémonos como caballeros en ese difícil trance para ellos sin olvidar jamás que el verdadero arte consiste, sencillamente, en la naturalidad.

6) Sin duda para ganar el partido el madridista se ha de poner en un terreno donde el culé le puede hacer daño: de ahí surge la emoción. El Barça tiene su sitio, su distancia… No se trata de que Messi te chorree como a Bolouda, pero sí de que el público sienta que lo puede hacer. Eso enaltece a las Masas. Ahora bien, un Madridista de Verdad y más aún en el Bernabéu, tiene que ganarle la partida siempre a un enano. Eso va a Misa. ¿Cuál es el secreto? No salir aperreado, joder. Un poquito de profesionalidad, caramba, que el día 10 también será una Criba Blanca. Que nadie lo olvide.

7) Muchos niños, ingenuos infantes, futuros parados los pobres, me preguntan por la calle: “Custer ¿cuál es la Actitud?”. A veces les doy un sopapo para disciplinarlos y ésa es la mejor respuesta, pero otras me pillan en un talante zen, contemplativo. No son momentos de debilidad sino de abandono de las cosas mundanas, y sí, tal vez de arrobamiento. Entonces les respondo con palabras: “Mira, nene, la única actitud posible es la del kamikaze. Convertirnos en una energía destructiva pero con una finalidad trascendente. Esto convertirá nuestro juego en una acción potentísima que no tiene límites”. Y, acto seguido, igual les doy un capón o un caramelo. Según se tercie.

8 ) Puede ser que el culé sea la máxima aportación española a la zootecnia universal, si bien por sus cualidades contrapuestas de falsa humildad y babosería miserable es imposible que Hombre Honrado alguno pueda sentirse identificado con él. La palabra que mejor los define es “MOJIGANGA”. El tifo SOIS MOJIGANGA los recibirá en su sesión de calentamiento al pisar el césped por primera vez, cuando salgan al estadio en fila india y en cada ocasión que vayan a sacar de centro tras recibir un gol.

Poniendo estos consejos en práctica al pie de la letra, LA VICTORIA ES SEGURA.
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10 de Diciembre

Por Custer

Que no se engañe nadie. Si el Madrid no le gana al Barça en el Bernabéu, como diría San Pablo, “vana es nuestra fe”. El Madrid de Mou se construirá a partir del día 10. No quedan más fechas en su calendario. Aquí no se trata de obtener títulos mediante “la cuenta la vieja”, el objetivo es poner las cosas en Orden. De una Puta Vez. Les recuerdo: 2-6 y 5-0. Semifinales de la Champion, Final de Supercopa. Temporada 2006-07. La Costumbre de Perder. El Anti Madridismo, las Risas Constantes. La Prepotencia y los Cortes de Manga. Piqué. Alves. Villa diciendo que “nos ganaran tranquilamente”. Messi entre líneas y por todas partes. Punto y final. El día 10.

Somos el Mejor Equipo de la Historia del Fútbol Mundial. Cuando otros estaban ordeñando cabras, el Madrid ya levantaba Copas de Europa. Recordad lo que esos Cerdos nos han hecho. No podemos seguir quedándonos con cara de tontos, ni un minuto más. Joe Frazier, el Gran Campeón, lo dijo mejor que nadie: «Yo no quiero noquear a mi adversario. Quiero pegarle, alejarme, y mirar como le duele. Yo quiero su corazón’’. Quiero su corazón, Madrid. ¡¡Dádmelo!! Y una vez que les hayamos ganado, los subiremos a un autocar, nos los llevaremos a Cibeles, los arrojaremos desde lo más alto y los haremos trizas contra el suelo. Que es justo lo que deberíamos hacer con todos los títulos del futuro. Hacerlos trizas. Machacarlos como la Copa del Rey. Y salir de caza a por otros.

Muerte, desolación y horror, eso es lo que le espera al Barça el 10 de Diciembre. La Hora de la Espada. Un Bernabéu batido por el viento, en ominoso silencio con introspectivo y solemne crujir de pipas. Una Ciudad Muerta. Allá donde miren sólo encontrarán una vastedad inaudita de reptiles y leviatanes, de espantosas bestias de junglas prehistóricas, de lujuriante y riscosa vegetación, de malignos instintos. Aprenderán que la Vida es más horrible que la Muerte. Comprenderán por fin que el Bernabéu, ese estadio del que tantas veces se han reído, está emparentado con la Esfinge, que conoce también su lenguaje y recuerda lo que ella ha olvidado.

El Bernabéu rugirá y agitará sus llamas en el aire denso. Nubes agónicas darán cabida en su seno amantísimo de Mater Tenebrarum a un horror espiritual, a un caos insondable. Y así, dulcemente, caminarán a lo largo del Valle de la Muerte. Los llevaremos de la mano. Y apurarán el Cáliz. Hasta las mismas heces. Hasta el Final.
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