[Resumen del partido: Siquesá marcó dos goles y el Alguacilillo se marchó con sus estampitas]
Los griegos inventaron los mitos. Los ingleses inventaron el fútbol moderno. Otros se fueron sumando, y reinventaron el fútbol. Y otros lo quisieron reventar, y siguen en ello. Son los que dicen que inventaron el fútbol, y cuentan historietas de lo más variadas. Mientras tanto, el Real Madrid se centra en lo esencial: en los mitos y en la victoria.
– ¿Y qué ha ganado el Madrid este año?
– Quizá lo que todavía no ha perdido.
Sólo eché en falta hoy que, en algún momento de la jornada, alguien hubiera recordado públicamente a Mourinho. No podía esperarse que, evidentemente, el recuerdo fuera a provenir del 10 y del entrenador, ambos salientes. Es obvio. Pero cualquier madridista con ojos en la cara y, como decía Pavese, «los cojones duros», no puede dejar de acordarse del portugués; que fue el que le devolvió a este club el sentido del mito, y la senda hacia la victoria.
Es un hecho: Mou fue el entrenador que se empeñó en traer al que ha sido, a la postre, el mejor centrocampista que ha tenido el Real Madrid en toda su historia. No lo digo yo: lo dicen tus ojos y lo dicen sus títulos, que son los del equipo en este periodo. Acojonante lo del tapavergüenzas-de-las-cuevas-nosequé. ¡Menos mal que no nos la coló tampoco Roig!
[Discursitos y simplezas]
¿Y qué esperabais? «Escribí un discurso para mi mamasita muerta. Aquí está». ¿Qué más puede decirse mientras tratas de tragarte las lágrimas y te sientes viejo o muy viejo? Mi mentor. Mis cojones. Mi equipo. Mi familia. Gracias.
Ulises (y tantos otros) cuando regresaron a casa, lo único que querían era echar un polvo y que los dejaran en paz. Es cierto que este razonamiento en el fútbol suele ir justo al revés, pero…¡qué cojones! (los de Luka Modric).
[Y ahora te pongo la cam. Y te pongo los gritos.Y quizá los aplausos. Y el speaker. Y te pongo un zoom y un flash. ¿Y qué me dices? Que me comas los huevos por detrás.]
Lo hemos comentado dos o tres: de esta etapa de gloria, sólo queda Carvajal. Y le tengo una cierta fe a su discurso final… mientras esperamos a que caiga la bomba. Porque cuando no se quiere entender, no queda más que actualizar las palabras de Jim Morrison:
En cierto modo, el Real Madrid está haciendo un papel muy destacado en la Liga Cochambres. Representa su papel a la perfección, completamente mimetizado con la medianía competitiva reinante. Si el filósofo aquél decía que nadie se podía bañar en el mismo río dos veces, Ancelóclito viene a decir que «si te bañas en un río de mierda, te acabas convirtiendo en mierda». Y no sólo lo dice, sino que lo demuestra con una precisión tal que ríase uno de Arquímedes, Pitágoras o la madre que a todos los pariera —Don Rafael Nadal Pariera—; porque vaya calamidad táctica, vaya adocenamiento, vaya cutrerío… Podría plantarse a Marisú Montero de 5, o de interiora, o de exteriora o volanta y no desentonaría ni una chispa en este Madrid que parece un consejo de ministros socialistas en un puticlub de carretera, esto es, la máxima expresión del desarrollo de esta excelsa democracia que, no conviene olvidarse, «nos hemos dado».
La maldición de cualquier parte
Toda la temporada llevan los blancos sin ser capaces de poner dos partes de algún partido a una altura similar. Incluso cabe la posibilidad de que no sea posible hacerlo ni tomando segundas partes de un encuentro y juntándolas con alguna primera parte del siguiente. O al revés, o al derecho…Es que no se me ocurre ninguna combinación… Quizá saltándose unos cuantos partidos se pudiera emparejar algo. El Madrid parece encontrarse como un hombre atribulado después de hacer una colada de calcetines y descubrir que ninguno de los cincuenta y séis tiene pareja: «A cagar. Este con este, que tienen una tonalidad parecida…Ah no, que este tiene rayas y el otro rombos… Esto parece fucsia… ¡A cagar! ¡Bola y listo! ¡Si nadie se fija en esas cosas!». Es por ello que, mientras el Getafe no apretó una chispa —tampoco es que estuviera por matar una paloma con las manos—, el equipo blanco hasta consiguió adelantarse y vivir tranquilo un rato; para después convertirse en el Real Agonías que lleva siendo desde aquellos lejanísimos siete puntos de ventaja estando en cabeza, que se recuerdan casi como cuando empezó la guerra en Ucrania.
MVP Sangría
A juicio del irrespetable que vota en las encuestas tezanescas patrocinadas por los emisores de la Liga Cochambres, Arda Ganduler fue el jugador más destacado del encuentro. En mi opinión, el mejor fue Fran Sangría AKA El Enano Incombustible. Supongo que no os parecerá que tiene un rendimiento sospechoso por aquello de llevar una mano vendada, pero daba gloria verle saltar con Dragomán Djené (Custer siempre en mi memoria), Domingos Suputamadre o lo que le pusieras delante o por encima. Y correr, boah… Fran Sangría se pee en la parrilla de un Bugatti Veyron y le hace pagar el vermut cuando el deportivo llega tarde al restaurante donde él ya se encuentra tomando el postre con Jéssica y sus amigas. Bárbaro el manchego. Un hombre de verdad, de los que se enroscan la boina con el cuello bien tieso y girando el artefacto en el sentido de las agujas del reloj. Estoy convencido de que debe ser elegido para soportar la carga de marcar a Malín Mayal y tener una tarjeta amarilla en el minuto cuatro por sólo ganarle una carrera y rozar al moropancho con la estela que genera su velocidad absurda. Sangría is da man.
Cantos que te canté
En esta espiral descendente hacia el lugar oscuro y sin fondo, ya ni siquiera le cantan mal a Vinicius en las gradas rivales. Ahora el objetivo es…¡Ceballos! No sé si el sevillano será evangelista, o cuáquero, o judío, o no sé qué cojones será… ¡Igual se ha metido con el difunto Papa, o se casó en un juzgado por lo civil! No lo sé. Sólo sé que si ya vamos por ahí y el personal no insulta a Vinicius, es que estamos muy cerquita de tocar fondo como entidad futbolística respetable y con carácter patriótico y universal. Tampoco sé qué pensará Carlo al respecto, o Tebas y su Liga Cochambres. Si creo que, en cualquier caso, no debería quedar impune: queremos que se vuelvan a hacer cánticos racistas en contra de Vinicius y toda su familia. Y es que el equipo está muy necesitado de motivación, porque nadie lo toma en serio. Incluso propondría algún cántico a las gradas rivales: cantad contra Bellingham, ¡llamadle feo, borracho o algo! ¡Tratad de faltarle, porque lo estamos perdiendo para la causa desde hace algunas semanas!
El chorroespasmo
El futuro se despeja casi en su totalidad. No hay más cera que la que Arda Ganduler. Las ovejas están esquiladas. Las lanzas egipcias están rotas. La botella está medio vacía. Aquí va a haber dos trofeos de carácter nacional que van a levantar los culerdos, por más que el Madrid se ponga excelso en lo poco que queda. Porque la excelencia en el terreno de juego le viene quedando lejos esta temporada al equipo blanco. A Florentino, fuera del campo, no, por supuesto. Él está convencido de que ha hecho un trato cojonudo y, en fin de cuentas, no seré yo quien le diga lo contrario. Si alguien tiene que decirlo, será el tiempo. Esto es fútbol, papada.
Cuando se rompe un anillo, desde el punto de vista estrictamente físico, las cosas suelen acabar mal. Es cierto que lo puedes llevar a reparar, pero el chisme siempre está dispuesto a dejar a volverse vencer por un lugar similar al que lo hizo en primer lugar. Cuando se trata de un culo, es un asunto mucho más serio, y es por eso que a los maricones se les pone peor cara conforme pasan los años. No hay maricón que mejore con los años, ni de culo ni de cara. Cierto es que uno siempre se puede comprar un anillo nuevo; pero, ¿se puede comprar un culo absolutamente nuevo? La naturaleza es sabia. Y es por eso que, por más madridista que uno sea, es legítimo hacerse la pregunta: ¿es Carlo Ancelotti maricón? Entiendo que al estilo melasudamericano, sí; podría decirse que es bastante maricón. Quién sabe…
El arte de la teta
En los ochenta y noventa se rodaron bastantes de las pelis porno más cojonudas de todos los tiempos, esta es la verdad. Con el toque de popper, speed y cocaína justo. Con las tetas, los coños y las pollas bien perfiladas. Con la entrega al vicio justa, los cortes justos, los rubores más creíbles y, en fin, con las ambiciones justas. La degeneración vino después, de la mano de todos esos a los que todo les daba igual. El arte siempre desaparece de esa manera, cuando aparece el dinero y todo da igual. Arteta tiene pinta de entrenador de esa época, y de que nunca haría nada con un Real Madrid; pero la doble follada que le ha pegado a Carlo en esta eliminatoria no se la va a quitar nadie. Ahora puede revisarse tranquilamente el ano (el gol de Vinicius fue una anécdota) o pensar que es el nuevo Rocco Siffredi del fúmbol europeo. En su humildac estará toda su probable gloria. Con un equipo capitaneado por Odegay, Mete, Saliva y la oveja merina… Es que te tienes que reír, ¿verdad, Carlo? Sep. Pero un equipo y una idea, al fin y al cabo. Andrew Blake contra Carlo Ancelotti. ¿Quién se estaba apretando el nabo para parecer empalmado?
Este Vini es una ruina
Mis ilusiones, mis estrictas ilusiones respecto al partido, dependían de la aparición de un Vinicius estelar; parecido al que le meó en la boca al Dortmund en la liguilla; el que se orinó encima de ese mismo Dortmund que dicen que le dijo al dije del pijo que… psaban mis estrictas ilusiones por un Vinicius estelar… Sin embargo, Vinicius no hizo más que aspavientos, dejando claro casi sin querer que el que se volvió a borrar fue Siquesá. Los círculos que cierra Siquesá son verdaderamente extraños, cuando no sospechosos. «Hay algo muy extraño en esta casa». ¿Se termina la Champions este año, justo antes de que se vuelva a jugar contra la ETA Titulada —PSOE style—, siendo expulsado contra una de las células durmientes de la ETA fumbolística? No sé, Rick, ¿te apellidas Astley, o eres un trilero más grande que David Bowie?
La realidad
Al Real Madrid se le pone en chino cudeiro la temporada. Puede que Florentino esté como el tipo aquel que en Piratas del Caribe baja la escalera del castillo de popa entre astillas que vuelan pensando en que «es un buen acuerdo» (o negocio, no lo recuerdo ahora); pero ahora mismo lo que tiene es un equipo que ni sabe defender, ni sabe atacar, ni maneja el tempo de un partido de fúmbol random de ninguna de las maneras. Vamos: Florentino ahora mismo no tiene más que un estadio de puta madre que al que le cierras el techo y parece una Gran Pipa. Coño, por lo menos que le pongan hierba de calidad. Porque la actual está claro que está lejos de colocar. Y quedan competiciones en juego. Suficientes para plantarse prescindir del italiano que se trata de apretar la polla para intentar follar como Ron Jeremy en sus crepuesculares tiempos.
La gotita
La noche es larga. La vida me trata bien. Pero sé que sigo teniendo que entrenar. Esto a los jugadores del Madrid parece que se les ha olvidado. Y digo los jugadores porque a Carlo ya está claro que le da exactamente igual. Por tanto, no queremos cortar culo: queremos un culo nuevo.
Podría decirse que el Madrid ganó en momento y plaza complicados, pero sería exagerar mucho en lo que se refiere a la plaza, no al momento. Porque el momento viene siendo complicado desde que el Farsalona les dio a los Ancho Boys el primer meneo, luego el segundo, y el Arsenal el tercero la semana pasada. Y la plaza, bueno… un poco más amplia que un zulo para secuestros, y hasta arriba de gente fea y paleta a la que, sin pistolas, no se debe tomar nunca en serio. Nadie serio escribe «xenofoboak» y se cree que habla una lengua milenaria y única en el mundo. Deberían volver a empuñar las pistolas, porque sólo con el cerebro se ve que no les renta. Y, en cualquier caso, al PSOE le importaría prácticamente-menos-cuatro que balearan de nuevo hasta a gente de su partido, porque, ¿cuando le ha importado nada al PSOE cuando se trata de acceder o mantenerse en el poder? ¿Qué complejo histórico ha tenido nunca el PSOE? Ninguno. Por eso se seguirán descojonando por los siglos de los siglos de todos los que levantan el dedito y esgrimen su «nonono, a eso no se atreverán». Jé. Vasquitos y españolitos.
¿El partido?
El Alavés es un equipo muy malo. Malo de solemnidad. Con un plantel de obtusos de mucho nivel, torpes como ellos solos, soberbios en las lides del agarrón y la coz, y con un Kike Muguruza arriba con peor pinta que cualquiera de los súperpunks vascuences que siguen dando por culo con sus batallitas sonoras abertzales allí donde pueden rascar alguna subvención para seguir promocionando el bebe-una-kombutxa-y-lutxa. Un equipo muy malo y muy cómico. Porque jugar todavía peor contra un Madrid con diez (ahora vamos con eso, no hay prisa hoy, y haremos porque no vuelva a haberla nunca más), y ni hacerle cosquillas (cuando este año nos ha hecho ocasiones todo cristo y, por recordar hazañas recientes, la Real Sociedad nos cascó cuatro en la vuelta de La Copita, cuando es de los equipos menos goleadores del campeonato tebano…)
¿Qué hubo nuevo, entonces, o acaso no demasiado trillado? Que el Alavés es un equipo que debería descender de lo malísimo que es. Que Davide es más agradable de contemplar que su padre, aunque vaya en chándal. Que Camavinga —sin presión psicológica— jugando más o menos en el sitio que jugaba en Francia cuando fue fichado; y ante un equipo, ¿lo hemos dicho ya?, más malo que un obispo vasco, es capaz de marcar el gol de la no-derrota, jugar un partido notable y ganar un MVP. Que… siendo realistas, el Alavés no es vara para medir ni la polla de Marc Bolan.
El colegio de pago no le aprovechó (del todo)
En la particular carrera contra los arbitrajes sibilinos y condescendientes con el agarroneo y pateo del jugador vestido de blanco, vamos a tener que acabar dándole el Trofeo Temple a El Cyd, que no recuerdo que haya sido explusado todavía por tener una ventolera contra un rival por sobredosis de coces gratuitas. La patada de la frustración de Siquesá fue de alto nivel. La patada del jugador menor tiene otro cariz. La de Siquesá, henchida de rabia, es absolutamente roja, porque ya se sabe que los jugadores buenos no saben dar patadas de venganza que se queden en amarilla. Y en el Madrid actual, no hay ningún Luca Brasi Casemiro.
Lo de Siquesá fue, por tanto, una tontería seria que no se convirtió en drama merced a la simpleza futbolística del equipo local. Quizá hasta le vino bien al Madrid a nivel de mantenimiento de la concentración, la solidaridad y trabajo colectivo; para estar juntitos y tratar de sorprender en alguna salida, como sucedió durante la segunda parte y toda vez que Vinicius (ese al que la piara de piperos tontos quisiera ver en Arabia) consiguió que un botarate local emulara a Siquesá, con el matiz de la experiencia pero con idéntico resultado. Ya hubiera sido un bochorno épico que el hijodeputa de Soto Grado lo hubiera dejado en amarilla.
Remuntem segur
Por tanto, ¿qué podemos esperar para el próximo miércoles? ¿Cebollas caramelizadas? ¿Siquesás centrados? ¿Fran Sangría? ¿Un puto centro del campo con Chochomenor, Valverde, Ceballos y Bellolingam? ¿El chasquido de alguna rodilla? Yo diría que la cuestión está en que tengamos la oportunidad de contar con un Vinicius estelar. Más que nada para que a todos los que dudan de él les den bastante y fuerte por el culo.
Si Vini tiene el día, el Real Madrid pasará.
La gotita
Es cierto que el Madrid no perdió, pero tampoco ganó. El partido que se juega en la trastienda lo pierde todas las semanas y, en esta ocasión, lo volvió a perder: es un partido que no va a ganarse hasta que el sistema futbolístico patrio no reviente por completo. Por desgracia, eso no va a pasar hoy, mañana, ni pasado mañana. Así que, por el momento, lo mejor es abstenerse de dar coces henchidas de rabia. Porque la estrategia del establishment es la misma que la de Pedro Sánchez: mientras la gente siga teniendo miedo a la guerra, las cosas seguirán igual. Y no me refiero ni a Ucrania ni a Europa, evidentemente.
A las puertas de la Semana Santa de El Corte Católico, la imagen que resume el partido fue la de un Bello —sin lingam— echando su mano incorrupta al cuello a Ódegor, que más bien parecía Iván Drago el día de la paga en el Ejército Rojo; en una instantánea que ilustra muy bien la frustración colectiva de la banda vestida de blanco que pululó de manera infructuosa anoche por el Emirates de Londres. Que siempre tenga que haber cosas morunas que le dan por culo al Madrid no puede ser otra cosa que el signo de los tiempos.
Si al Arsenal se le apareció la virgen, puede que la fe tuviera algo que ver. Desde luego, Rice obró un par de milagros —el segundo fue de ponerla a la derecha del Padre, digan lo que digan—, pero el equipo londinense le pegó una misa al centro del campo del Madrid de esas en las que sale uno pensando en cómo se las ingenió la paloma Arteta para dejar preñada a la mujer del carpintero marrullero de Reggiolo, que declamó su típica homilia de eufemismos para tratar de explicar la derrota. Mercachifle. El Madrid sólo consiguió ser un algo fofo durante la primera parte, para transfigurarse en nada después del primer chirlazo de Rice. El Madrid fue, para ser más precisos, algo de nada que se transformó en nada; pero en nada de nada. 3-0 y a tomarse una manzanilla para dormir.
Hay que tener clase hasta para suicidarse. El italiano perezoso debería saberlo, por edad y arrestos. Y si ya lo sabe, debería contárselo a Camavinga, que se consagró definitivamente como el desquiciado de la temporada, vulgar como una torrija mustia y contagiada de esa inusual enfermedad que quita el brillo y el lustre a nuestros negros y los hace parecerse a los negros del Sevilla, que son más malos que los chistes de Broncano. Para empezar a morir así, Carlo, mejor con Endrickis y Dramones. No sé si me explico.
¿Por dónde pasan las posibilidades del Madrid? Con sinceridad les digo que no lo sé. No veo a ningún Padre Karras. No veo a nadie en una forma pujante. No veo venas marcadas en los troncos de las vergas. No veo los cojones duros. No veo Mesías. No veo exorcismos posibles. Sólo veo a una tropa de desharrapados sin fe y sin dama a la que encomendarse —tantas Jessicas no pueden ser buenas—, vagando sin catecismo por el campo y comiéndose una hostia tras otra, sin que haga falta cruzarse con párrocos célebres…
Entonces, hay que tirarse a la desesperada, como cristianos en el circo. Abalanzarse sobre las fieras —que ya tiene cojones que haya que usar la metáfora parar referirse a los jugadores del Arsenal—; ir a lo loco, que no a lo vago y redundante. Sí, queridos amigos: nuestro mediohombre es Endricki, y un vendaval de 25 minutos. ¡Lo veo! ¡Con el ojo del culo! Estas cosas pasan, sí. Pero hay que hacer que estos chicos quieran y, por supuesto, que el planteamiento táctico haga que puedan. ¡Ay! ¡Qué lejana queda ya la silla de Alaba! Sólo se lo imagina uno pasando el cestillo para que los fieles contribuyan en el mantenimiento de La Mastaba del Faraón. Es todo tan vulgar…
La mejón liga de fúmbol del mundo. La del país que crece menguando. La del pueblo con menos apego a lo orgánico, a los órganos y a los teclados. Dona sangre, dona vida. La de la sociedad inclusiva, encantada de pagar impuestos absurdos desde chequetita. La que se entiende, como todo el país, por la vía de ejecutar el dificilísimo ejercicio de unir los puntos. ¡Será por puntos! En un mundo en el que ya no hay nada invisible, a no ser que uno se empeñe de manera muy voluntaria en no querer ver, el Real Madrid le ganó 3-2 un partido anodino a un «baliente» Leganés, muy de la escuela Jémez, en lo ético y lo estético.
Para comprender de manera adecuada el partido, la Liga, el país, etc… es suficiente con retrotraerse a tantas semanas previas como sea necesario para dejar de sentir ganas de vomitar. Es decir, llegar al punto en el que sientes (y ejecutas) la arcada, pero ya no resta bilis que expulsar, porque lo siguiente es echar los higadillos por la boca, de manera más o menos trabajosa y sangrienta (y uno quiere seguir viviendo, porque no puede desprenderse de ese sentimiento de «ser humano» que tan bien conocía el agente Smith). La vida convertida en reflejo nauseoso.
Así, la explicación aparece de manera sencilla. La semana en la que La Roja pasa en los penaltis a la fase final de la Nations League, el Farsalona gana 3-0 un partido pendiente por ya no me acuerdo qué; Osasuna impugna tal partido por alineación ilegal, el Arleti hace de Arleti y, por añadir otra noticia del palo fumbolístico, Dani Alves es absuelto del delito de ser tonto, al Real Madrid le pitan de manera muy amable para poder ganar en casa al Leganés superando las incomodidades típicas del virus FIFA, por el que tenemos que dar las gracias de que no nos confinen en nuestras casas. Ellos cuidan de nosotros no porque sepan más, sino porque nos empeñamos en que no nos importe hacer como que sabemos menos.
Y podríamos hablar de fúmbol. De que a Siquesá se le caen los goles de los bolsillos (esa falta sin el toque majestuoso de Fran Sangría ya sabemos que hubiera ido al decimotercer anfiteatro), de que a Lucas le cuesta sobrevivir lo que a Modric entender a Guler, a Davide aguantar a su padre en el campo y a Ajencio manejar a Rúgider de Ramadán… ¿Pero para qué vamos a intentar hablar de fúmbol? Mejor dejar eso para los que saben, pueden y cobran por ello. En ese ejercicio, todo encaja y tiene sentido, aunque huela a pedo de Roger Waters.
El sistema negreiro simplemente adelantó unos cheques sin fondos para que cuando llegue la hora de cobrar no haya más problemas de los habituales, y cobre quien tiene que cobrar. Cualquier otro intento de lectura, es hacerse trampas al solitario, hacerse una paja con la mano tonta, o creer que las nubes huelen a algo.
La buena noticia es que, con todo, El Belló marcó y no vomitó. Y esas bellezas son las que dan esperanza. Porque lo feo siempre muere. Y si no, hay que matarlo.
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– Real Madrid: 3 (Meforré, 2 (uno de pen.) y Bluffingham) – Pepinos (y judías): 2