https://youtu.be/UMp7qiUOask
Custer
Potra Agónica con medio equipo constipado para la Batalla de Anfield, Hasta Luego Lucas y Odriozola odriolezando. Ya veremos cómo acaba esa película porque la gasofa sólo dura 45 minutos. Victoria Pírrica sin Pirri en medio de la tormenta. Lo que no te mata te hará estornudar más fuerte si no tomas paracetamol esta noche. Hoy todos en casita con fiebre y que entrene Sanani. El Di Stéfano parece la Casa de Víctor Hugo, hay corrientes de aire por todas partes y la lluvia se te mete hasta por el culo. Messi acabó tiritando. Sin público y con un Estadio de Juguete el Madrid se planta primero en la Liga Hija de Johnny a la espera de lo que haga Colchones La Chola con un calendario más que complicado.
«El equipo está al límite», dice Papafrita. Al límite los pone él que juega siempre con los mismos. Estaba claro que el Barça lesionaría a uno, es un equipo muy ruin. Lo raro hubiese sido que jugando el miércoles unos Cuartos de Final de Champion no quisieran lesionarte a nadie. Estaba cantao que iba a suceder y encima en la línea más castigada del Madrid… que ya es “casualidad”. ¿Y todo para qué? Pues para que La Potra te libre del empate en el último minuto. Bah. Ojalá nombren a Zidán Seleccionador de Francia.
Odriozola NO puede ser la opción en Liverpool… que ponga a Valverde, que ponga a Nacho… que ponga a uno del Castilla. Fue salir Lucas y hundirse la defensa. Si malo es Lucas, lo otro que viene…¡¡NO TIENE NOMBREEE!!… Solo Potra amparó el resultado con el larguerazo y menos mal que el delantero culé exageró la piscina porque de lo contrario es posible que el árbitro hubiese picado la trampa. El lateral derecho va a ser un coladero en Anfield y todo por qué… pues porque unos pobrecitos, con Papafrita a la cabeza, quieren regalarle la Liga al Cholo. Habrá que contar con la veteranía de Marcelo y su contrastada capacidad de aceleración…
El Socio
Hay un universo alternativo en el cual el chutazo de Valverde al poste entra en la portería y el Madrid se mea severamente al Barcas, metiéndoles cinco o más goles; es un universo alternativo en el que los culerdos no tienen la opción de borrar de la memoria todos los ataques y contraataques durante los cuales el Madrid pudo darles la puntilla ayer. Pero como ese balón no entró, vivimos el final del partido con el culo apretadísimo (lo cual es más emocionante, todo sea dicho) y los culés pueden presumir del porcentaje de pusesió, que inmediatamente implica que merecieron empatar o incluso ganar; añadimos a esto que el segundo gol del Madrid fue de rebote (no como el casi-gol olímpico de Messi, que fue absolutamente intencionado), que Gil Manzano no pitó el vahído del jugador que robaron con muchos valores a un equipo en descenso, y que además no añadió un minuto más al descuento, y tenemos que el fascismo les ha robado una nueva Liga al Barcas. No se conforman con haber competido bien, con tener varios buenos jugadores jóvenes, no, no… o son víctimas de su particular Shoah o no pueden cagar blando. Ni siquiera las humillaciones anales y anuales en Europa les dan alguna pista de que hace mucho que dejaron de ser superélite… Y en el fondo es comprensible, porque en España, a base de rodear al hálbitro, de esperarlo en la banda, de recibir muchos penaltis «porque son muy ofensivos» y de no ver jamás rojas «porque juegan muy limpio», van rascando titulitos… Y eso significa que son tan buenos como el Madrid… ¿verdad? ¿Verdad?
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Culona exige al periodista que diga que vio penalti.
Rappol
Como sucede prácticamente siempre, fue un partido con dos partes bien diferenciadas: la primera parte y la segunda parte. Y aunque el baño en la primera lo puso el Madrid (qué empaque, que dominio, qué hombría, qué preciosidad de primer gol) y en la segunda lo puso la lluvia, fue meritorio nuestro nivel competitivo cuando se nos acabó el fútbol…
En el primer gol, la galopada rompedora de Valverde dio la medida clara del plan del Madrid: resolver el choque lo antes posible, por si se ponía a llover. El bueno de Vázquez la puso de lujo —esas rasitas las pone mucho mejor que cuando se trata de levantarla—… y luego ya Benzema… Hijos míos… Culerditos de mis entretelas… Vaya golazo, ¿eh? ¿A que os gustó? Bueno. No tanto como el segundo, donde el más rápido de todos fue Alba que, sabiendo por dónde iba a entrar el balón de Kroos, corrió como un rorro nervioso para poder peinarla y salir en la tele en primer plano. Quedó muy fino, Jordi. Estos goles se disfrutan mucho, bien lo sabéis. Y luego ya, la lluvia sobre Madrid, como en Taxi Driver, llevándose toda la morralla temblorosa del campo.
Existen en el mundo, por otra parte, dos clases bien diferenciadas de personas: las que disfrutan viendo Lo de Évole y las que disfrutan viendo a los culerdos acosando a los árbitros. Pero seamos francos y reconozcamos que la tormenta que Greta Thunberg había enviado sobre Madrid iba acompañada de un peligrosísimo viento racheado que comprometía la estabilidad, especialmente, de los jugadores culerdos espoleados por el tradicional remuntem segur. Azul lo sabía (es lo primero que aprenden los jugadores negros cuando llegan al Madrid), y viendo que Bridewayne se iba a caer, le echó una miaja el brazo para que no se fuera de varetas, en un gesto que, lejos de ser agradecido por el enfermizo muchacho, acabó con una ridícula cabriola-voltereta-atrás de esas sin manos que hacían que a los profes de Educación Física de la escuela les entraran sudores fríos en los días que no se podía salir al patio a ejercitar el organismo y había que sacar las colchonetas verdes (o azules) para retozar en algún salón de actos reconvertido en gimnasio ocasional, sin espejos, sin ciclados y sin chicas lozanas con las licras petadas. Un penalty que solo ven los que ven Lo de Évole, y luego rodean a las chicas de negro en los bares, confiando en que antes de que sean las once Cenicienta los elija para que le peguen el Covid. Era justo y necesario. Había que darles un hueso que roer, entre lágrimas y mirando las postales del cruyffismo.
Pero es que llovió mucho, coño. ¡Que Messi tenía frío! ¡Que La Ronalda Cumana se había dejado la petaquita de Ströth en el vestuario! Menos mal que al final bajó Piqué al campo a preguntarle al árbitro si también el tenía algún vídeo picante de Shakira guardado en el Whatsapp. Pobrecitos culerdos, de verdad. Están a un paso de hacer cócteles molotov y tirárselos ellos mismos contra sus propios televisores en sus saloncitos burgueses con la estelada de tapete bajo el trípode de esos negros que aspiran ser El Negro Llorón. Por ahí van muy bien, la verdad.
Chopped out, Case expulsado, cambios para mirar hacia Liverpool… Miedo me da no ya tener que jugar de nuevo con los dos centralitos aculados, sino además tener que añadirles al Hijo del Viento, que parece un jugador de fútbol atrapado en el tiempo. Pero lo único cierto es que en esta liga de campos vacíos y excusas, entre los supuestos grandes solo hay uno que puede mirar hacia el futuro con optimismo. Porque es el más competitivo, porque es el que gana contra todo y contra todos (no te equivoques, Pochola), porque es el más glorioso y el más grande. Y ayer hizo lo que tenía que hacer: ganar y tentarse las heridas antes de la próxima batalla. Ganar. Punto. Sin excusas. Hala Madrid.
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– Maligno: 2 (Benzema y Kroos)
– Llorones: 1 (Mingueza)