Al loro, que no estamos tan mal

Zizou Dios

Está claro que CR es un devorador que monopoliza gran parte de las acciones ofensivas, a estas alturas de la película no vas a cambiarle. La cuestión es que la temporada pasada se generaba tanto caudal ofensivo que daba para que CR satisficiera su cuota y que sobrara mucho caudal para Bale, Di Maria y alguno más. El gran debe de esta temporada es que ya no se genera tanto caudal como la pasada, y la mayoría del que se genera se lo lleva CR. Tampoco vamos a decir que sea un mal plan, pero el meollo es ese, el Madrid ya no genera tanto como antes y lo que genera NO es para buscar a Bale.

Esto es un clásico de las tácticas de guerra, antes de la segunda guerra mundial lo que lo petaban eran los superacorazados de la muerte. Alguien tuvo que tomar la decisión de apostar todas las fichas a los portaaviones, nadie dice que los superacorazados fueran malos, pero no eran el futuro, y los recursos que se chupaban eran recursos que ibas a necesitar para potenciar tus portaaviones, que SÍ eran el futuro. No se verá al verdadero Bale hasta que no se marche CR o hasta que no volvamos a tener un centro del campo que genere tanto como el de la temporada pasada.

Por último, debo decir que no me gusta nada la actitud de los jugadores y cuerpo técnico del Madrid hablando del 0-0 como un “buen resultado” o como cojones lo quieran llamar. Es un resultado que no te permite margen de error, que te obliga a ganar y que es lo que quería el cholo Llongueras. La eliminatoria esta totalmente al 50%, el Madrid es mejor equipo pero lleva peor resultado y el Paleti no es descabellado que marque en el Bernabéu, así que espero que nuestros jugadores tengan muy claro todo esto y no salgan relajados confiando en “la victoria ante nuestra afición”. De hecho, me juego mi cojón izquierdo a que el Madrid para pasar esta eliminatoria va a necesitar marcar 3 o más goles.

Hildebrando

A ver nenas… me parece que se os ha ido la pinza a todos. Esto son cuartos de final de Champions. Si te vas a Inglaterra, a Alemania o a Italia y regresas con un 0-0, estás encantado de la vida. Aquí lo que pasa es que nos habíamos acostumbrado a ganarles a estos en su orinal y cuando no lo hacemos parece que hemos perdido la eliminatoria. El resultado es bueno. ¿Que no nos vale el empate en casa? Cojona, ¿pero quién quiere empatar en el Bernabéu? Ese partido hay que ganarlo y punto. Repito, resultado muy bueno para unos cuartos de final en un campo en el que la última vez que jugamos nos llevamos 4.

El Madrid jugó bien, y no comprendo las críticas a Bale. Oblak le hace un paradón y punto. Mucho me temo que el Gitano o Benze también hubiesen fallado ahí como les he visto tantas y tantas veces. Por lo demás hizo un partidazo. Lo mismo Modric, y James. Gramos es muy tonto, y Pajillas pues a lo suyo.

No tengo ni idea de si pasaremos o no, pero en estos momentos la eliminatoria ya está ligeramente a nuestro favor. Sigo histérico, cierto, pero más que por razones objetivas, por el miedo que tengo a las encerronas de Simeone. Finalmente, decir que soy el puto amo. Dije ayer que la eliminatoria, para bien o para mal, quedaba cerrada en el Calderón y… 0-0.

El Socio

No hay que hacerse mala sangre. El Mandril dio lo que a día de hoy es su mejor versión, con sus virtudes y sus taras, lo cual nos dio para dominar claramente, aunque sin rematar al zombi. Ayudó al espectáculo la impecable dirección del árbitro serbio, que permitió un buen ritmo de juego y supo lidiar perfectamente con los cabestros de corto. El problema de Benzema es que se ha creído su personaje: autista, sin hablar una palabra de español, con la misión en el campo de poner balones a CR y meter goles aleatorios -y hasta geniales- de vez en cuando. Seguramente piensa que es lo que se espera de él -gracias en buena parte a sus palmeros-, pero no. El debate Bale está desvirtuado por su posición en el campo; creo que podremos darle fuerte cuando lleve un lustro sin rendir como debe.

En Champions siempre es mejor marcar fuera, pero igual que dije que nos convenía más el Paleti que el Oporto, considerando la peculiar psicología de nuestros muchachos, en cierta forma conviene que sólo nos sirva la victoria: especulaciones cero y a remar desde el primer minuto. Si no podemos ganar a esa banda en casa, no pintamos nada en semis.

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– Atlético Aviación: 0
– Real Mandril: 0

Incidencias: Calamitosa gestión de los aficionados visitantes, buena parte de los cuales no pudieron entrar hasta los minutos 10-30 del primer tiempo debido a un absurdo tour de sus autobuses, por supuestos motivos de seguridad. Una vez dentro se produjeron abusos y actitudes prepotentes por parte de policía y vigilantes privados, y lo peor de todo: se reservó todo un sector para ultras, situados justo al lado de aficionados normales, no ocurriendo una desgracia por pura suerte (aunque sí se produjeran insultos y provocaciones de los ultras durante todo el partido). Una vez más, gravísima (y nada inocente) actuación por parte del Atlético en cuestiones de seguridad, que debería acarrear consecuencias.

Paremos el costrosismo

costra

Llegan los putos cuartos contra el Paleti, y tengo muy poco que aportar en lo que concierne puramente al partido: que si tiene que jugar éste o aquél, que si 4-3-3 asimétrico, patatín, patatán. Soy un analfabestia futbolístico, y a estas alturas de la vida no voy a cambiar. Además, cada vez me caen peor el Madrid y sus jugadores, tan dados a amargarnos la existencia, despojando de justificación nuestros desvelos; a quien odie el fútbol moderno más le vale relajarse y disfrutar, como dicen los cafres a las violadas, porque esto es lo que hay. No obstante, el Mandril representa a cierto perfil sociológico que sí vale la pena reivindicar y conservar: no me refiero a todo el madridismo, por supuesto -de hecho, gran parte de él, el sector más cuñadil, pipero y bomberotorero merece ser fusilado-, sino a esas personas de corte clásico, españolas y aseadas; la «gente de orden».

Son esos compatriotras que jamás ha votado a la PSOE ni a Izmierda Unida (si acaso, como pecado de juventud). Y no precisamente porque les molara mucho Alizanza Popular (Fraga y su Braga) o el Pepé, sino por no apoyar a los otros. Casi siempre votamos contra algo, y la izquierda desde el año 17 ha sido golpista-revolucionaria, y tras la dictadura ha sido trilera. Uno no quiere trileros gobernando su país, gente que cierra las centrales nucleares -condenándonos a la dependencia energética- por motivos casi puramente esotéricos, y que hace otro tanto con los trasvases fluviales. Así, una buena parte de esta gente recta y cabal es del Mandril o simpatiza con él, siquiera porque las demás opciones son peores.

¿Y los del Paleti? Hablamos de un tipo social totalmente distinto: los derrotados psicológicos, los reivindicativos en el peor sentido (si no hay algo que reivindicar, se busca), la famélica legión que se identifica incomprensiblemente con el bando perdedor de la guerra, cuando fueron precisamente los ganadores quienes los adoptaron tras la contienda (también está el atlético de extrema derecha, heredero precisamente de esa tradición y muy presente en el fondo sur, pero los medios lo han invisibilizado). Son esos tipos que todos conocemos, los del «todo es trampa», los que achacan su propio fracaso y el de su equipo a una gran conspiración universal, liderada, desde luego, por el satánico Real Madrid. Les gusta presentarse como humildes, casi pobres, en un relativismo muy curioso que ignora las docenas de equipos con medios inferiores a los suyos.

No obstante, el indio -como se dice del moro- se revuelve enseguida cuando se le da la espalda, y se hincha y pavonea a poco que tiene una buena racha; lo sabéis, lo habéis visto en vuestros cuñados. Esto es algo malo para la sociedad en su conjunto, porque sublima la épica de la costra y de la patada en la espinilla, del pícaro y el mugriento. Es más: proclamo que si en vez de la Décima hubiera llegado la Primera, Potemos habría sacado muchos más Urodiputados el año pasado, y ahora iría camino de hacerse con el gobierno. Pero el peligro no ha sido aún extinguido del todo: la broma del atlético cholista ya dura demasiado, y en esta eliminatoria debemos acabar de hundirlos, mandándolos a su lugar natural: la mierda, el lloro, los años en blanco. Al igual que a la Far$a y la Izmierda, jamás les concederé legitimidad hasta que se libren de sus complejos y de su pensamiento tóxico. Y como no lo harán de propio grado, habrá de ser por las malas: tragando polla blanca.
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Little Big Horn

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Por Custer

Digámoslo claramente: nuestro 7º de Caballería sólo tiene caballos para 45 minutos, después no le quedará más remedio que echar pie a tierra y defender cada arbusto a culatazos. Si a lo largo de esos 45 minutos logra abrir brecha podrá escapar vivo de Little Big Horn. Si no lo consigue, las Naciones Indias le pasarán por encima. Otra vez. Las opciones sobre el mapa son bien simples. Puede economizar caballos y marchar al paso haciendo poco desgaste y esperando refuerzos, pero ha de saber que finalmente la ayuda no llegará, puesto que en el banquillo sólo están Gordito y Cacharrito. O sea: no queda nadie. El 7º de Caballería carece de reservas.

Por orden del Presidente John Fitzgerald Flopper, el Vendedor de Gorras, el 7º de Caballería ha sido abandonado a su suerte. John Fitzgerald Flopper ha mandado a sus chicos a un matadero, a una guerra que no pueden ganar sin suministros. Al diseñar sus fuerzas terrestres más como mercader que como estratega, las inutiliza completamente para librar campañas sostenidas. Revienta lo que hay y luego lo cambia. John Fitzgerald Flopper es una picadora de carne.

La opción “Al Paso”, por tanto, debe descartarse. “Al Paso” ya han jugado contra equipos ordenados y siempre salieron con el ojal abierto. El 7º de Caballería debe a su afición un Partido Grande que aún no le ha brindado. Sabemos que son duros arrasando poblados de viejas y niños, como el Granada, pero contra los guerreros se achantan. Contra guerreros acaban fundidos, no aguantan escaramuzas de 90 minutos. Sólo resta pues cargar rápido con lo que se tenga, con lo que se mantenga en pie y aún respire; y como quedó atestiguado en Barcelona, Modric respirará poco (¿alguien le ha visto 90 minutos buenos a Modric?). Lo mismo podríamos decir de algunos otros veteranos que por ahí pululan, simples sombras chinescas de lo que una vez fue una Legión Invencible.

Caerán del cocotero, es la Ley de la Pradera. Pero antes les espera Little Big Horn. Una gesta condenada. Allí lucharán contra seres infernales vestidos con harapos, pieles humanas o incluso con vestidos de novia ensangrentados. Jinetes grotescos y chillones, aullando en lenguas bárbaras, que se lanzarán sobre ellos como una horda venida del Averno. A caballo, durante 45 minutos… y luego pie a tierra envueltos en humo como los seres vaporosos de esas religiones olvidadas en las que el ojo se extravía y el labio vibra clamando a Cthulhu. Las aves carroñeras violentarán el campo del honor con sus hambrientos ladridos.

Little Big Horn. El 7º de Caballería marcha hoy hacia una charca de sangre.
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Vencimos… ¿y venceremos?

Plutarco

Buen partido en líneas generales. Vi al equipo concentrado y solidario pensando seguramente en lo que tenemos el martes. Se cumplió el expediente con nota. Enorme Cristiano abriendo como siempre la lata y aumentando su cuenta anotadora. El golito de falta le vendrá como agua de mayo para afrontar pletórico la Champions.

Muy bien también Isco, con gran presencia y movilidad, y gran Arbeloa sumando otra asistencia en un partido muy serio y profesional. Parece que todavía hay mucho que mamar. Patéticos y farsantes pincharán el globito y tendrán un hijo tonto. Malagueños y sevillanos darán el pistoletazo de salida a la Feria Triunfal de abril. Así sea.

Paribas

Había olvidado que aquellas ligas MouPep en las que los grandes no perdían jamás pasaron a la historia… el Pinchazo puede llegar en cualquier momento. De repente todo ha cambiado y veo al Madrid con un rebufo positivo que sólo un colección de niñatadas puede revertir. Hay liga. También recuerdo aquello que dijo Carletto de que la liga se decidiría en la última jornada, y me asalta la duda de si, por pura casualidad, el cinco veces campeón de la Champions Ancellotti sepa más de fútbol que nosotros.

El Socio

Pues sí, ganamos bien al Eibar del cojonudo Garitano, como era nuestro deber. Cacharrito se reivindicó y Jesé encontró un poquito de su flow, marcando un meritorio tanto. Además, como hipotetizaba ayer, la Far$a pinchó y nos quedamos a dos puntos del liderato, colgados de la Esperanza, esa gran puta. Si debemos seguir aferrándonos a ella lo sabremos bien pronto, tras pasar por esa mazmorra infecta llamada Vicente Calderón: de sacar un buen resultado, podremos incluso darnos el lujo de despreciar el título liguero; es más, aventuro que muy probablemente lo haremos. Ahora, como se tuerza la eliminatoria, tendremos que ir en pos de la Liga como galgos famélicos tras liebre, intentando evitar el desastre de quedarnos con casi nada, después de soñar con el Hexaplete. En definitiva, estamos un poco como siempre: con grandes opciones pero un equipo incapaz de engarzar cinco o seis victorias seguidas tras aquel fatídico viaje a Marruecos. En sus pies está demostrar que pueden ganar algo importante.

– Real Mandril: 3 (CR7, Cacharrito y Jay M)
– Heivar: 0

Incidencias: Un gol de falta de Cristiano y un portero tan malo como Casillas.

Ganar por cojones

jese

Partido casi de trámite contra el HEIVAR, dirigido por un Gaizka Garitano que, debo confesarlo, me cae bien, algo realmente extraordinario en un entrenador español. Pero claro, el tipo me ganó desde esa memorable rueda de prensa del «vamos a sacar esto por mis cojones«. Es una buena filosofía: cuando todo lo demás falla, apelar a la cojonina, poner las pelotas en la mesa como argumento, en estos tiempos en los que muchos hombres incluso se avergüenzan de tenerlas.

Sí, me parece admirable el método testicular de Garitano, pero difícilmente puede funcionarle en el Pipabéu, por el simple hecho de que nuestros jugadores también tienen cojones, o al menos más calidad, o lo que sea que se necesite para ganar partidos (pese a ser unos hijos de mala madre ingratos y arrogantes). Por eso ganaremos hoy, aunque no creo que con una goleada parecida a la que le encasquetamos al bastardo de Abel. La gran novedaZ en el once es la entrada de Jay M -alias Jesé-, antes crack, ahora Gordopilo, que anda a la busca del flow como Proust del tiempo pérdido. También jugará Gaylord, en un nuevo episodio de la descarada protección del Topo contra las iras del Pipabéu, una de las sagas más surrealistas en toda la historia del club (¡y mira que las ha habido!); Ancholoto, cabrón, danos al Topo para que lo juzgue la muchedumbre. Otro que no faltará a la cita es CR7, tras conseguir el club que le retiraran la tarjeta del otro día, en aras de uno de los objetivos importantes para el Madrid esta temporada: la bota de oro, que completaría un espectacular doblete junto con el Mundialito.

Se da la circunstancia de que la Far$a juega contra el Cerdilla, por lo que podríamos recortarles puntos, metiéndonos de nuevo en la infernal vorágine de las expectativas, los clavos ardiendo y su reputísima madre; no se permite respirar al aficionado y dejarle centrarse en la Champion, una competición carente estas largas agonías. Pero en fin, al menos jugamos a las cuatro, sin duda la mejor hora para el júrgol. Pase lo que pase, quedará mucho día para aprovechar.

Mad Socio: Bajo la kúpula del trueno

Entrañable recibimiento. Esto es lo que se veía desde el otro lado.

Sí, ayer acudí a Vallekas (¡hace falta estar mu loco!) acompañando a la Grada Animativa. Fui a la cita ataviado con mi chaqueta de la Cultural y Deportiva Leonesa, que es lo que se lleva en el mandrilismo postmoderno y desencantado. Nada más bajar de Metro Portazgo pude deleitarme con la atmósfera local y comprobar que ya había empezado la acción: cierto número de aficionados rayistas increpaban vehementemente a los hinchas blancos que ingresaban al estadio; será que el Madrid les ha quitado muchas ligas o algo, je. A diferencia de las vueltas y revueltas del Bernabéu, en este campito se llega muy rápidamente a la grada visitante, la kúpula del trueno en el estadio del Rayo. Desde ahí se aprecian claramente los pormenores propios del fútbol de barrio: gente que usa su piso como improvisado anfiteatro para ver el fútbol, muros por los que escalan chavales para lo mismo… Ahí estábamos unos 150 superhéroes para animar al Mandril en un día y hora a todas luces intempestivos.

El partido ya lo vísteis: flojísimo el Madrid, muy espeso, y esperando de nuevo ganar como por inercia, ante un Rayo -a diferencia de lo que me esperaba- que supo nadar y guardar la ropa, esperando su oportunidad. He leído por ahí que Casillas hizo un buen partido, y casi se me salen los ojos de las cuencas: en el campo se percibe con claridad cristalina que cada jugada aérea es un verdadero drama, una ocasión de peligro palpable. Hubo un balón que pasó en línea perfectamente recta sobre la cabeza del mostoñelo, y éste quedó mirándolo como si fueran los ONIs de la charanga del tío Honorio. Sus gestos en las salidas son raros, ortopédicos; parece una abuela artrítica. Los tiros que detuvo, escasos, le fueron casi invariablemente al cuerpo. Hizo una salida con los pies pinturera pero innecesaria, pues podría haber recogido el balón cómodamente dentro del área. Se le ve fuera física y mentalmente.

A pesar de los pesares, la grada animativa hizo un trabajo ejemplar. Había un notable entusiasmo entre la tropa, que no contaba con megáfono pero sí con la inestimable coordinación del bombo, entonando varios de los hits habituales con muy pocas pausas; un esfuerzo colectivo del que sólo se abstuvo alguno con tan pocos pelos como neuronas. A modo de curiosidad, durante el cántico «Descontrolados» (el de «es lo que dice la gente, que somos borrachos, vagos, delincuentes»), hay graderos que optan por «descontrolarse» de verdad, presas de un extraño baile de San Vito, poniendo en peligro la integridad de sus compañeros e incluso haciéndose daño; ricas anécdotas. En cualquier caso, encomiable labor, que sólo puede ser fruto de un exacerbado madridismo.

El punto de inflexión en el juego llegó al principio del segundo tiempo, cuando Cristiano recibió un barrido tipo Ryu dentro del área, uno de los penaltis más claros de la historia de la Liga, que el colegiado decidió saldar con… tarjeta para Cristiano. Parece que eso activó de alguna forma al equipo, que rompió a jugar. Pocos minutos después, Carvajal, tras una poderosa carrera, metió uno de los centro buenos que hace al año, que Cristiano cabeceó muy acertadamente, dándonos por fin la ventaja. Con el zurrullo ya soltado, todo fue más fácil, y un James muy entonado marcó hábilmente el gol de la tranquilidad. Ya al final, un Cacharrito totalmente desmarcado pudo haber marcado el tercero si Cristiano no se hubiera obcecado en buscar su propio remate.

Concluida exitosamente la batalla, llegó el peor momento de la noche: la grada animativa esperaba a que los jugadores se acercaran a la kúpula para agradecerles sus ímprobos esfuerzos, pero… no se dignaron. Los simples mortales que habían estado dos horas dejándose los pulmones para empujarlos hacia la victoria no inspiraron a estos cretinos ultramillonarios un gesto tan simple como caminar 40 metros y dedicarles tres aplausos. Las únicas excepciones: Marcelo -de forma tan fugaz que casi ni se vio-, Kroos desde el centro del campo y Canelita -el denostado Canelita-, que sí se acercó visiblemente para aplaudir al contingente desplazado. Resulta altamente significativo que, pese a la temporada calamitosa que se están marcando, estos señoritos sigan en su dimensión paralela de renovaciones, coches deportivos y zorritas; por mí como si se les estrella el avión en cualquier desplazamiento. No necesito héroes, sólo quiero una vida más allá de la kúpula del trueno.

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– Rayo postnuclear: 0
– Real Mandril: 2 (Cristiano y James)

Incidencias: Cariñosos cánticos dedicados a bukalerdos. Música de Popeye el Marino: «¡Vallecas no tiene luz! (¡Fi fi!) ¡Vallecas no tiene luz! ¡Al campo entraron, el cobre robaron, Vallecas no tiene luz! (¡Fi, fi!). Música de Yellow Submarine: «¡Bukanero, ponte a trabajar, ponte a trabajar, ponte a trabajar!»