¿Cómo puede alguien discutir que esto es el progreso?
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Por fin el lobby gay ha conseguido lo que ambicionaba: que nos den a todos por el culo. Así, recapitulando los últimos años de occidente:
– Hemos creado una sociedad absolutamente disfuncional en la que las mujeres quieren ser «profesionales exitosas», los hombres ser aliades (preferiblemente funcionarios los dos), y se tienen hijos-perro o hijos-gato. El tiempo libre se divide entre la adicción a los dispositivos electrónicos y los viajes en los que se sacan diez millones de fotos (con esos mismos dispositivos) y se vuelve igual de ignorante y atontado que antes de salir.
– Nos han robado dos años de nuestra vida con la excusa de una gripe especialmente agresiva, sin que sociedad civil, gobierno, científicos ni fuerzas del orden hayan sabido estar a la altura para llevar la situación de una forma mínima racional y respetuosa con derechos que supuestamente se consideraban básicos. Nos dieron bien por culo, sí, y a algunos les gustó bastante; aún llevan su mascarilla para demostrarlo.
– En virtud a la gran bondad de nuestro corazón, hemos favorecido la creación de gigantescos guetos de negritos musulmanes que no sólo no están agradecidos con el continente que los ha acogido, alimentado y subsidiado, sino que sienten un profundo resentimiento hacia él y de ningún modo lo consideran su hogar, sino en todo caso una tierra extraña que conquistar o rapiñar. A menudo no necesitan la fuerza para follarse a una blanquita (el suministro de lerdas es casi ilimitado), pero cuando la utilizan con tal propósito, las autoridades simplemente se encogen de hombros y ofrecen una explicación irrebatible: «el porno». Muchos de estos individuos tienen una bala con su nombre esperándolos, y cuando por fin la encuentran no es un gran escándalo; se lleva el cadáver a la morgue y ya. Excepto cuando esa bala sale del arma de un pobre desgraciado con placa; entonces los negritos se lanzan a destruir barrios enteros para recordarnos lo mucho que nos odian y desprecian. Las Marías Guardiolas del mundo recalcan que no hay que estigmatizarlos, aunque nos estén sodomizando con una gran polla negra (o precisamente por eso).
– ¿Y el fúrbol? Ha pasado de ser un espectáculo simpático, bastante sano y vistoso, con estrellas que no se diferenciaban en exceso del hombre de la calle, a convertirse en un negocio profundamente corrupto y falseado, aquejado de una profunda crisis en prácticamente todos los países. El resultado es un espectáculo falseado, antipático y tedioso, gracias principalmente a la simpática colonización de la Premier y la incapacidad de las demás ligas para responder. Los protagonistas en el campo son auténticos descerebrados, diosecillos semianalfabetos con más millones que neuronas, quienes gastan sus primeros sueldos en desfigurarse con horrendos tatuajes para recordarnos perpetuamente sus orígenes arrabaleros, mientras disputan contiendan futbolísticas en las que encontrar un atisbo de verdadera emoción o mérito deportivo es como dar con agua en el Gobi. Puesto que tenían que joderlo todo, el gran entretenimiento de las masas no podía quedar indemne.
Pues eso, señores, que amar no es un delito, y que la sodomía es en realidad un agran avance civilizacional.
¡¡A tomar por culo!!