El cojo, el feo y el mongo


Lleva cinta aislante, ya está medio adaptado.
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Sí, bueno, ¿no? Tras La Limpia Legendaria (la triple L) parecía que íbamos a fichar un montón de crackens para rearmar el equipo, ¿pero qué hemos traído de momento? Mieerrrrrrrdaaaaaaaaa. Mierda de culo cagao, que decía aquel. ¿No me creen? Vean, vean:

– Cojingham: Un negro con la pata colgando. Ah, pero entonces habrá salido barato, dirán. ¡¡Los cojones!! 103 minolles + 30, que encima serán de libras. La ruina caracolera. ¿Que cómo sé que está cojo? Me alegra que me hagan esa pregunta: porque se quedó en el banquillo viendo a su equipo perder la Liga como una vaca que mira pasar el tren. Antes del partido fue donde el entrenador y le dijo: «profe, me duele», y ahí se acabó toda discusión sobre su participación (y sobre ganar la Liga). ¡¡Menudo titán!! Pero me dicen: «tranquis, que si tiene algo se lo encontrarán en el reconocimiento médico». Vamos a ver, ¿ustedes se imaginan a Flópor echando atrás el único fichaje que le ha podido «quitar» a la Premier en un lustro? No, aunque le encuentren un cáncer de páncreas terminal van a obligar a firmar a ese negro.

– El feo, o sea Joselu: ¿Por qué cada vez más jugadores parecen yonkis y atracadores? ¿Por qué no hay un movimiento global de presidentes llamado «no más macarras en el fútbol»? Sólo dos clubes trataron de hacer avances en este aspecto: el Leipzig y el Monza de Berlusconi, pero fueron ninguneados. Sinceramente, lo más cerca que hemos estado de ver algo bonito esta temporada en fúrbol fue cuando el Inter perdió a su espónsor (una estafa de criptos, ¡qué raro!) y salió por Europa con su camiseta inmaculada, la misma con la que presumiblemente jugará contra BEP este sábado. ¿La final de la Europa League? Parecía un congreso de carcelarios futboleros; yo los habría sacado del estadio en furgones policiales. Y en este contexto fichamos a Joselu, Pepepelui, otro muchacho con problemas «de sustancias» que al parecer es el mejor goleador español, lo cual es un poco como decir la mejor mierda del cajón del gato. ¡Vuelve la ilusión!

Y ya fuera de nuestros fichajes, obligado comentar el jocoso final de la saga Mensi, con El mejor Jugador del Mundo para seguir tocándose los cojones buscar nuevos retos competitivos nada menos que a la MLS, al Inter de Mayami, para desolación de una pléyade de yayos, algunos de los cuales afirman literalmente querer más al pesetas argentino que a su mujer. Hay que decir, en honor a la verdad, que es la primera vez en su carrera que el rosarino rechaza un contrato al alza: insisto en que las supuestas cifras que se pagan en Arabia son completamente fantasiosas, y los contratos reales son más bien una tercera parte de lo que se dice, pero aun así estoy seguro de los árabes pagaban más que los mayamianos. ¿Qué ha decantado la balanza? Que el clan Messi no parece, digamos, excesivamente apto para adaptarse a entornos que diverjan más de un 5% de lo que uno podría encontrar en Rosario. Si bien esto seguramente le dé igual al mongo en sí, sus familiares se sentían medio raros en Barcelona, decididamente incómodos en París, y en Riad directamente habrían sido marcianos. Así que, después de ganar más que ningún futbolista en la historia, este chico sencillo decidió que podía renunciar a unas decenas de milloncejos anuales y conformarse con los 40 que ofrece el Inter Mayamiano, la misma cifra que en París. Porque el dinero no lo es todo, amigos. ¿Lo de volver al «club de sus amores» por una cifra simbólica? Las risas se oyen desde el estadio del Newell’s (Coloso Del Parque Marcelo Bielsa).

Fin de una era

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Por Rappol

De Sensiogay a Sensiokai. No sé, Rick…

Creo que a Benzema sólo se le puede afear su faz chabacana fuera del campo. A nivel futbolístico, Karim está sin duda en el Olimpo madridista del siglo XXI.

También creo que el año que viene el Real Madrid va a jugar muy a la italiana, de ahí la continuidad de Carlo que, por lo demás, es el señor parapeto para Florentino.

La realidad es la que es. El fútbol europeo, económicamente, pertenece a la Premier. Casi todas las estrellas de talla mundial juegan en ese campeonato y quieren ir a jugar a las islas. Aquí tenemos una competición corruptísima y un cambio generacional en los equipos punteros que parece señalar que hay mucha mierda que limpiar, pero no puede hacerse porque garantiza, cuando menos, el emporio local de estos equipos.

Sin embargo, a corto plazo nos esperan grandes revolcones europeos en las eliminatorias, mientras se termina de confeccionar el nuevo traje del emperador.

Sin dinero infinito, la vida en el fútbol de élite es harto compleja. Hace unos años, las estrellas querían venir a clubes españoles —porque el dinero infinito estaba aquí—, y los desechos de tienta eran los que se iban a las islas. En el momento presente, sucede todo lo contrario.

En el apartado humorístico, quisiera poner un poco de seriedad y cordura. Me parece de una gran bajeza moral que Lío no acepte el plan de viabilidad de Lapuerta, ni cobrar en billetes del Alemanypoly, ni querer ir a jugar uno o dos años a Barcelona y tener una fiesta de despedida en condiciones, con casinos y furcias, y se venda a los cochinos petrodólares que le han dado no sólo la vida en estos años de franca decadencia futbolística, sino una Copa del Mundo que, de otro modo, jamás hubiera conseguido. Ha sido para mí un gran desengaño, como aficionado al fútbol, que no haya reparado en quién le pagó las inyecciones, las campañas, los arbitrajes, las milanesas y los asados… Yo que pensaba como todo el mundo, que el argentino era del Negreirona desde chequetito. Muy triste. Condenadamente triste.

En fin. No es más que fútbol. Y la gran era contemporánea del Real Madrid de las cinco Champions en nueve años ha llegado a su fin. El chicle que nos queda es el de Carletto.

Se queda (o no)

Por Custer

No entiendo nada. Desinformación total. Periodismo Sindatos. Las Redes Sociales son el peor invento de la Humanidad. Primero lees que se van y luego lees que se quedan. Ya nadie sabe un pimiento. A lo mejor de eso se trata. De igual forma que no se puede seguir el curso de la guerra en Ucrania por Tuiter, TVE, Telecinco o Antena 3 tampoco te puedes fiar ya de la llamada “Información Deportiva” que ni es información ni es nada, solo una sucesión de infinitas milongas y absurdas anécdotas que nadie se toma la molestia de contrastar. Benzemá se queda, Benzemá se va… y lo mismo podríamos decir de Modric y de otros. Y luego están los yutubers, o como se les diga, chavales que nunca han empatao con nadie y que desde su dormitorio, con un armario empotrado de fondo, cuentan cosas para que le des “a la campanita”. Pero… ¿de qué va todo esto? No sé si existe un plan para cazar al BEP, lo único que parece meridianamente claro es que nunca habrá un Negrocuadras… o tal vez ni eso.

Puede que se esté preparando una Despedida de Leyenda. Y que esas Despedidas Míticas, con todas las lusesitas del estadio encendidas, le importen a alguien. Yo qué sé. La peña, sobre todo, quiere que su equipo llegue a las Finales y que las gane y a la peña le empieza a dar igual que su club pertenezca a los socios o a un Estado Moro, que se lo pregunten si no a los aficionados del Newcastle y a su jeque con 368 000 millones de euros en la chilaba para hacer fichajes. No los conocía ni Pepín y ya los tiene clasificados para la Champion. La Premier es la Superliga con la que soñaba la Señora Marquesa. Pues está hecha. Nos manejan como a marionetas. Pedro Sánchez es otra marioneta. Al Maestro de las Marionetas nunca lo veremos.

Esto se hunde

Sí, bueno, ¿no? Los imperios a veces tienen una lenta decadencia, incluso de siglos, y otros caen estrepitosamente, en cuanto pierden un par de piezas clave. El Madrid es un imperio que resiste al tiempo, pero funciona mediante microciclos similares a los de los imperios que caen. Esta vez el derrumbe ha sido estrepitoso: todo ha hecho repentinamente «cataplof» y se ha ido a la M, que no es la Meseta. La reconstrucción será larga y compleja, con varios problemas que amenazan el futuro inmediato. Repásemoslos someramente:

– Pocogolismo: Con Benzema más acabado que Salenko y Vinicius con un techo de 25 goles al año, el problema es obvio. Encima se marcha el maricón de Asensio, así que para juntar los 80-90 goles que necesitamos hay que dejarse la panoja; lo malo es que no sabemos en quién. Demasiados jugadores que parece que son que sí y luego son que no, y los dos que sabemos que sí están secuestrados por el Isis. ¿Pepelu? Dan ganas de comprarle un cartón de vino. Hurry Kane? Yo digo adelante, en la vida hay que arriesgarse. ¿O qué queréis, al yonki de Lautaro? Me cago en mi vida, no queremos a ese drogata ni a su mujer con las tetas de goma; por una vez fichemos a un tío blanco y con pinta normal.

– Cojismo: El gran fichaje del año va a ser Hazard II, también conocido como Negrocojo o el sheriff de Cohingham. ¿Saben cuándo fue la última vez que se paró debido a reservas médicas un fichaje que se le había metido entre ceja y ceja al presidente? Exacto, nunca. Pero no se preocupen, las operaciones de rodilla son poca cosa en los futbolistas, ¡incluso vuelven mejor que antes! Y tampoco firmará para tantos años, seis a lo sumo… Hay quien dice que el Madrid necesita tener siempre un jugador ultracaro lesionado crónicamente, y parece que con este cumpliremos el cupo de sobra, así que bien. Además, Flópor podrá decir que le quitó un jugador a la Premier, que es lo que se la pone juguetona en esta etapa crepuscular.

– Estadiomierdismo: Desde hace tiempo es voz populi (vox dei) que el el céspet está pocho y enfermo, y que el techo es un globito que no aguanta las nevadas, ni el viento, ni menos de 0 grados ni más de 40. (¡¿Entonces para qué cojones sirve?). Pero además, ahora la «piel» del estadio tiene problemas cutáneos; o lo que es lo mismo, las lamas de la cubierta están tan separadas que parecen la parrilla de un Seat Panda. Esto se debe a que, según los alemanes autores del proyecto, si estuvieran más juntas se acumularía demasiada radiación solar, con el consiguiente exceso de calor, pero eso es trampa: en los renders todo era una piel continua muy guay, no la rejilla pachanguera que han hecho, y Flópor está exigiendo soluciones, con un cabreo de (palabra que rima). Lo mejor que le han propuesto hasta ahora es poner una redesilla metálica detrás que amortiguaría el efecto de vacío, pero no está nada claro que eso vaya a lograr la estética que se buscaba inicialmente. Es casi como si poner parches a un edificio de 75 años fuera peor que empezar de cero… En fin, yo iría a buscar directamente a un dinamitero, pero las soluciones fáciles y elegantes siempre son despreciadas.

Resumiendo, no digo que estemos tan mal como Cs y Podemos, pero… por ahí andamos.

¿Cuántos paletos hay en España?

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A mí no me cae necesariamente mal el Sevilla. Es un club bien gestionado que, con un presupuesto pequeño y al parecer sin muchas deudas ha logrado un rendimiento notable en los últimos años, incluso convirtiéndose en el rey de la Segunda División Euopea. El problema es la afectación que los aqueja, la cual los lleva a sentirse «club agraviado» (¿qué club en España no se declara así?) y a montar «perfomances» de protesta cada poco. La última ha sido nada menos que contra el Madrid, entidad que siempre los ha tratado exquisitamente y a la que deben una sustanciosa parte de sus ingresos por fichajes de los últimos lustros. Pero nada, andan enfervorecidos porque el CDC le quitó una roja a Vinicius, hecho insólito pero que, dado el contexto, difícilmente puede indignar a cualquiera con un mínimo de cabeza; digamos que indultar a un jugador que se revuelve mínimamente tras recibir una llave de cuello de diez segundos, ocultada sibilinamente por el VAR, es una indulgencia más que aceptable.

Pero en fin, el Sevila se sentía intolerablemente agraviado y por eso montó una nueva «performance», esta vez contra Flópor. También decidieron que había que jugar «fuertecito», le chascaron un pie a Ceballos (por madridista y bético) y pese a todo sufrieron una remontada madridista y perdieron tres puntos con los que tendrían la plaza de Conference League que ahora ocupa Osasuna. O sea que su final contra la Roma significa jugar Champions el año que viene o… ninguna competición europea. Dado lo ingratos que han sido con nosotros, me alegra que ayer les ganáramos, y por supuesto animaré a Mau en la final de la EL. Porque oye, te cansas de dar, dar y dar para que ellos te den… por culo. En vez de pasear sus vergüenzas por Uropa, yo creo que sería mejor que estos se quedaran en casa con sus vacas y sus gayinas.

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El Tacón jugó su primer final e hizo un ridículo espantoso, para desolación de… no sé, alguien. Nunca lo he ocultado: el fútbol femenino me parece un espectáculo deplorable y lo es por su propia culpa, debido a la ridícula pose de jugar con campos y porterías de fútbol masculino, haciendo parecer más torpes e incapaces a jugadoras que ya de por sí nunca podrán igualar el rendimiento técnico y atlético de sus homólogos masculinos.

Los cuatro goles de ayer son buena prueba de ello: el primero, un cabezazo que entra por todo el centro y que cualquier portero profesional o semiprofesional habría atajado sin el menor problema; el segundo, otro cabezazo, esta vez sí ajustado al poste pero viajando en cámara lenta; el tercero, el único con algún mérito; y el cuarto, una fala muy bien tirada pero lenta, que la portera blanca ve llegar desde km y es incapaz de rechazar, lanzando en su lugar un patético manotazo al aire. Resultado: tanda de penaltis y título perdido.

Lo siento, soy incapaz de sentir pena por ellas; practican un deporte absurdo (a diferencia de otros femeninos muy estéticos y emocionantes), y la sección no debería de haberse inaugurado nunca, existiendo sólo por una lamentable cesión a presiones político-culturales. No sé dónde estará el Tacón dentro de 10 años, pero si sigue por el camino actual, por mi parte (y la de muchos otros menos ruidosos que yo) sólo encontrará burla e indiferencia. Que alguien me denuncie.

Todos antirrasistas

Sí, bueno, ¿no? El asunto de Vinicius se ha salido… ligeramente de madre. Junto con la enorme dimensión que ha alcanzado internacionalmente, lo más llamativo es cómo todo en realidad es una gran pantomima. Creo que ni una persona con un dedo de frente (aunque tampoco es que haya tantas) podría dudar que la persecución a este futbolista viene por su condición de jugador del Real Madrid, que para más inri pasó en pocos años de meme a estrella interncaional, un amargo trago para el antimadridismo rampante. Pero no, ahora resulta que es un problema de intolerancia racial, y andamos discutiendo si España es muy racista, poco o regular. Se trata, por supuesto, de un debate ridículo: no existe un solo país en el mundo, NI UNO SOLO, donde no exista un cierto rechazo al diferente -algo consustancial al ser humano- bajo determinadas circunstancias. Ni Francia, ni EEUU, ni por supuesto Inglaterra pueden darnos lección alguna al respecto. Y menos aún Brasil, donde la correlación entre clase social y raza es más acusada que en casi cualquier otro lugar. Por no hablar, claro, del odio y la agresión en los guetos negros o musulmanes hacia cualquier persona «de fuera» (¡qué pronto hemos olvidado Saint Senis!).

Pero bueno, aquí nos encontramos, en un gran teatrillo en el que todos se pegan por estar en el proscenio antirracista, empezando por los gañanes de Marca y terminando por Nike, quizá la empresa más despreciable del mundo -que ya es decir-, la cual jamás desaprovecha la ocasión de tomar una cuestión social seria, vaciarla de todo contenido y convertirla un nuevo anuncio para vender zapatillas. En las últimas horas se ha sumado a la «solidaridad vinicia» hasta el mismísimo Departamento de Estado USA (quizá a instancias de la propia Nike), y creo que ya sólo le falta incorporarse al Papa Francisco, pero démosle un par de días. No deja de ser gracioso, porque todo se origina en el mencionado odio atávico de todos los mediocres de España al Real Madrid, algo que en el extranjero ni entenderían ni les importaría un pimiento, pero ahora bien, si se pita a un negro y se le lanzan epítetos raciales, entonces el planeta entero tiene que movilizarse.

Es todo absurdo y un punto surrealista, pero he de admitir que tiene gracia ver a personajes normalmente henchidos de soberbia, como Rubiales y Tebas, encogerse humildemente y pedir perdón por los inaceptables agravios contra el negrito. A ninguno de los dos se le recuerda una palabra defendiendo al Madrid del injustificado odio que sufre hace décadas (de hecho Rubiales participó muy activamente en él), pero con lo del moreno sólo les ha faltado flagelarse con un cilicio. Por supuesto, el club se ha solidarizado con su jugador hasta un punto hiperbólico, aunque resulta un consuelo que al menos no nos hayamos arodillado antes de un partido, gesto extremadamente vacuo e irritante que habría sido motivo para quemar el carnet de socio.

El paripé sin duda se extenderá un tiempo más, hasta que los bienpensantes se cansen de ser «antirracistas» y pasen a la siguiente cuestión de vida o muerte para el mundo; los pedos de las vacas o algo así. Lo malo es que cuando se disipe toda la humareda el problema de fondo seguirá ahí, y volveremos a ver a crack madridista tildado de provocador no por el color de su piel, sino por el de su camiseta; si Vinicius es un chulo, ¿qué cojones es un personaje como Luis Suárez, quizá el futbolista más sucio, maleducado y pendenciero de los últimos 20 años, que logró pasar un lustro por Barcelona sin sufrir ningún tipo de censura social ni sanción deportiva? ¿Qué protocolo activas para curar el paletismo, la envidia y la mediocridad? Es algo un poquito más complicado y que exige más autocrítica que un antirracismo de preescolar, y por ello algunos se sorprenderán cuando volvamos a la casilla de salida.

El único consuelo será ver a los odiadiores esconderse en la cueva durante algunas semanas, y quizá, con mucha suerte, lograr una menor prevaricación arbitral a cuenta del escándalo del VAR. Claro que algunos -vease a sevillistas y valencianistas- aprovecharán la ocasión para volverse aún más antimadridistas, es decir aún más imbéciles (con ejemplos destacados como este tal Paco Lloret, caso de verdadero psiquiátrico). No deja de tener su mérito.