La Champions League 2012 empieza para el Real Madrid en un lugar curioso, Croacia; de hecho, esto es lo único que romperá la monotonía de una plomiza fase de grupos. Yo no sé si a croatas, eslovenos y demás les valió la pena la guerra cruentísima que tuvieron para separarse de Serbia, pero bueno, ahí están los croatas, independientes y vendiéndose como un país de sol y playa (por cierto, un saludo para la encantadora Alba Escayo, que realiza su trabajo artístico por esas tierras). Futbolísticamente, Croacia ha sido un país de futbolistas nada malos, aunque ahora sólo recuerdo a tres: Jarni, Prosickito y sobre todo Suker, un jugador que, como tantos otros, vino al Madrid cuando sólo le quedaba un año bueno; a ver si os creéis de que esto de arreglarle los balances al Sevilla es cosa de ahora.
La verdad es que esa Yugoslavia unida era un país potentísimo futbolísticamente, que exportaba sin parar jugadores, y hasta con un equipo campeón de Europa, el Estrella Roja, pero la verdad es que tras la guerra se desdibujaron mucho tanto en fútbol como en baloncesto (por cierto, nuestro basket tiene a un croata muy bueno, Tomic). Hoy día, una visita a Zagreb sólo puede inspirar el miedo de un equipo al que se conoce poco, pero muy asequible a todas luces. Es más, exijo una victoria contundente (o de las otras) para marcar distancias desde el principio: que se vea que mientras otros fallan, nosotros somos un puñetero bulldozer. Vamos a jugar de rojo, lo que ha causado cierto revuelo de la muchachada más tradicional. A mí no me molesta especialmente: de hecho, lo que me revienta es jugar de negro, un color que en ropa deportiva es típico de metaleros trasnochados, horteras y ex-presidiarios. Si el color del Madrid siempre ha sido el blanco nuclear y glorioso, cuando vamos de negro parecemos nuestros gemelos malvados. Y señores de Adidas: la puta novedad ya pasó como hace diez años.
Esta edición Champions es especialmente importante para mí: puesto que la Pepa saldrá escopetada para Qatar en cualquier momento para vivir su retiro dorado, es importante vencerla mientras aún entrene en suelo patrio; no queremos de ninguna forma mitos culandras con aura de imbatibilidad. Yo sé que somos mejores, pero quiero que el mundo vea asombrado cómo les ponemos la bota en la cabeza mientras nos reímos; sería muy madridista. También, la Décima es importante para cerrar un capítulo, demostrando que el formato está acabado y que hace falta ir a algo más gordo y chupiguay. Porque al fin y al cabo, ¿qué estímulo tiene ganar un trofeo que un equipo ha ganado diez veces y puede ganar una undécima? Sí, el Madrid creó la Copa de Europa y es su deber clausurarla y cerrar una era. Para ello será necesario caminar con firmeza desde el principio y posicionarse como favorito absoluto.
Mou lamentablemente vivirá el partido en su hotel, castigado por los estómagos agradecidos de la UEFARSA. Es su último partido de sanción, y pese a todo quizá le haya compensado estar suspendido: en una entrevista reciente, relató cómo en su vista de apelación había podido decir a la cara de los prebostes uefos todo lo que pensaba de la degradada situación del fútbol europeo, y que eso había sido algo importantísimo para él. Algo debió impresionar a esos tipos, porque le rebajaron la sanción en un partido. De todos modos, la presencia del míster en este partido no es imprescindible, y además hay formas de comunicación suficientes. Khedira, tantas veces denostado, vuelve al equipo como hijo pródigo, y debería aportar un equilibrio absolutamente necesario al centro del campo; Macarra sitúa al perturbado Lass en su lugar, pero yo no les haría mucho caso. Sea como sea, es imperativo mejorar la imagen del sábado.
Del Zagreb sólo he visto a su entrenador, que forzosamente me ha caído bien, ya que, aunque tiene pinta de conductor de autobús, ha hablado maravillas de Mourinho: “Durante los últimos años he analizado su trabajo como entrenador y puedo decir que es mi ídolo. Me gusta mucho su manera de manejar los partidos y sus reacciones durante estos. Genera un montón de emoción en los encuentros y si no hay emociones, el fútbol no es un deporte. Sin personas como José, el fútbol no sería tan popular como es en este momento». Este tío sabe. Y como sé que a vosotros también os gusta Mou, aquí os dejo este vídeo de Junto Farlopa en el que salen trocitos de sus entrenamientos en Valdebebas, toda una rareza. Se queja uno de los juntaletras de que Mourinho les priva de ver este espectáculo a diario; seguro que a los de wikileaks también les encantaría entrar en las reuniones del Pentágono, que serán fascinantes, y luego publicarlas. Menudos melones están hechos estos tipos. Lo dicho, amigos: el camino a la Décima empieza en Zagreb, no os lo podéis perder.
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La Porra Virtual estará abierta hasta las 20:45.
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