These are the Champions

La Champions League 2012 empieza para el Real Madrid en un lugar curioso, Croacia; de hecho, esto es lo único que romperá la monotonía de una plomiza fase de grupos. Yo no sé si a croatas, eslovenos y demás les valió la pena la guerra cruentísima que tuvieron para separarse de Serbia, pero bueno, ahí están los croatas, independientes y vendiéndose como un país de sol y playa (por cierto, un saludo para la encantadora Alba Escayo, que realiza su trabajo artístico por esas tierras). Futbolísticamente, Croacia ha sido un país de futbolistas nada malos, aunque ahora sólo recuerdo a tres: Jarni, Prosickito y sobre todo Suker, un jugador que, como tantos otros, vino al Madrid cuando sólo le quedaba un año bueno; a ver si os creéis de que esto de arreglarle los balances al Sevilla es cosa de ahora.

La verdad es que esa Yugoslavia unida era un país potentísimo futbolísticamente, que exportaba sin parar jugadores, y hasta con un equipo campeón de Europa, el Estrella Roja, pero la verdad es que tras la guerra se desdibujaron mucho tanto en fútbol como en baloncesto (por cierto, nuestro basket tiene a un croata muy bueno, Tomic). Hoy día, una visita a Zagreb sólo puede inspirar el miedo de un equipo al que se conoce poco, pero muy asequible a todas luces. Es más, exijo una victoria contundente (o de las otras) para marcar distancias desde el principio: que se vea que mientras otros fallan, nosotros somos un puñetero bulldozer. Vamos a jugar de rojo, lo que ha causado cierto revuelo de la muchachada más tradicional. A mí no me molesta especialmente: de hecho, lo que me revienta es jugar de negro, un color que en ropa deportiva es típico de metaleros trasnochados, horteras y ex-presidiarios. Si el color del Madrid siempre ha sido el blanco nuclear y glorioso, cuando vamos de negro parecemos nuestros gemelos malvados. Y señores de Adidas: la puta novedad ya pasó como hace diez años.

Esta edición Champions es especialmente importante para mí: puesto que la Pepa saldrá escopetada para Qatar en cualquier momento para vivir su retiro dorado, es importante vencerla mientras aún entrene en suelo patrio; no queremos de ninguna forma mitos culandras con aura de imbatibilidad. Yo sé que somos mejores, pero quiero que el mundo vea asombrado cómo les ponemos la bota en la cabeza mientras nos reímos; sería muy madridista. También, la Décima es importante para cerrar un capítulo, demostrando que el formato está acabado y que hace falta ir a algo más gordo y chupiguay. Porque al fin y al cabo, ¿qué estímulo tiene ganar un trofeo que un equipo ha ganado diez veces y puede ganar una undécima? Sí, el Madrid creó la Copa de Europa y es su deber clausurarla y cerrar una era. Para ello será necesario caminar con firmeza desde el principio y posicionarse como favorito absoluto.

Mou lamentablemente vivirá el partido en su hotel, castigado por los estómagos agradecidos de la UEFARSA. Es su último partido de sanción, y pese a todo quizá le haya compensado estar suspendido: en una entrevista reciente, relató cómo en su vista de apelación había podido decir a la cara de los prebostes uefos todo lo que pensaba de la degradada situación del fútbol europeo, y que eso había sido algo importantísimo para él. Algo debió impresionar a esos tipos, porque le rebajaron la sanción en un partido. De todos modos, la presencia del míster en este partido no es imprescindible, y además hay formas de comunicación suficientes. Khedira, tantas veces denostado, vuelve al equipo como hijo pródigo, y debería aportar un equilibrio absolutamente necesario al centro del campo; Macarra sitúa al perturbado Lass en su lugar, pero yo no les haría mucho caso. Sea como sea, es imperativo mejorar la imagen del sábado.

Del Zagreb sólo he visto a su entrenador, que forzosamente me ha caído bien, ya que, aunque tiene pinta de conductor de autobús, ha hablado maravillas de Mourinho: “Durante los últimos años he analizado su trabajo como entrenador y puedo decir que es mi ídolo. Me gusta mucho su manera de manejar los partidos y sus reacciones durante estos. Genera un montón de emoción en los encuentros y si no hay emociones, el fútbol no es un deporte. Sin personas como José, el fútbol no sería tan popular como es en este momento». Este tío sabe. Y como sé que a vosotros también os gusta Mou, aquí os dejo este vídeo de Junto Farlopa en el que salen trocitos de sus entrenamientos en Valdebebas, toda una rareza. Se queja uno de los juntaletras de que Mourinho les priva de ver este espectáculo a diario; seguro que a los de wikileaks también les encantaría entrar en las reuniones del Pentágono, que serán fascinantes, y luego publicarlas. Menudos melones están hechos estos tipos. Lo dicho, amigos: el camino a la Décima empieza en Zagreb, no os lo podéis perder.

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La Porra Virtual estará abierta hasta las 20:45.
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Sanchís y su mente preclara


«Gñé».

Por Jarrosón en su sillón

Hola amigos. Como sabéis, ser madridista puro, recto, cabal, apolíneo, con una perspectiva paralela a las necesidades y posibilidades del S. XXI es una durísima tarea que no permite ni un segundo de relajo. Cuando no nos zarandean las hordas antimadridistas de garrafón, lo hace la facción intelectualoide de deportes PRISA con su guerra sucia y subterránea. Y cuando los enemigos externos cogen aire o se descuidan para glosar las bondades de los afines, debemos dar cuenta de nuestros problemas internos, en especial esa terrible desviación de madridista: anclado en el pasado, rancio, con una repetición ad nauseam de palabras convertidas en himno que se reiteran en bucle y espiral al infinito y nos arrastran a un infierno del que será imposible salir: señorío, valores, Don Raúl González Blanco, cantera (madrileña), españoles, el despido de Del Bosque, etc.

Desde que se retiró, Manolo Sanchís se ha afanado en posicionarse como hombre de consenso, urdiendo a base de discreción una imagen de madridista ecuánime con el objetivo -imagino- de satisfacer a todo el mundo y reunir el mayor número posible de apoyos para su gran meta, ese secreto a voces: llegar a la presidencia del Real Madrid o a una órbita cercana. En sus irrenarrables charlas digitales en marca.com, llenas de sobresaltos y excitación (¡ja!) y de las cuales siempre es conveniente leer una línea sobre seis o siete para no arriesgarnos demasiado a una muerte por inanición informativa, Sanchís se pasea ladinamente y responde a decenas de preguntas sin decir absolutamente nada de enjundia durante semanas, meses, años.

Pero no es necesario agobiarse para detectar a un pipero, porque se descubren solos: un pipero es la imagen de un obstinado portador de peso paseando por estrechos pasillos llenos de curvas; un Atlas sosteniendo una caja de Pandora con el logo de Grefusa sobre sus hombros. Tarde o temprano, la piedra rozará con la pared, o exhausto, la dejará caer él contra el suelo. Ese silencio en relación a un club en el que cada segundo hay que tener una opinión firme y formada de las cosas que suceden, esa falta de alma, esa permanente huída de la discordia, esa sempiterna imitación (entiendo que florentiniana) de saber estar sin molestar ni incordiar, no produce sino enorme sospecha, Manolo.

Las Trillizas 1.0: Entrenador, Presidente y Secretario Técnico. Éxito garantizado.

Por fin ayer, 12 de septiembre, los astros se alinearon convenientemente, y además de los artículos y entrevistas de Besa y Segurola, las declaraciones de Ginés Carvajal recordando que él y los suyos, (o El Suyo y él) catarán una porción del pastel en un día no muy lejano; Manolo Sanchís nos permitió en la entrevista digital que nos acercáramos de soslayo a su imaginario madridista. Preocupantemente, este imaginario tiene un contenido análogo al ‘Manual del Buen Pipero’.

Veamos algunas respuestas del futuro presidente del Real Madrid:

1. Le preguntan por la media, Coentrao, Khedira, Alonso, Lass, prestaciones, etc:

Lass me sigue pareciendo la mejor opción.

Como buen pipero que se precie, Sanchís prefiere a Lass antes que a Khedira. Es muy curioso el repentino gusto de PRISA y toñines varios por éste jugador.

2. A la concreta pregunta: ¿quién es el mejor equipo del mundo?

– En la actualidad, el mejor es el que gane a los mejores y lo veremos en el Mundialito. El que gane el Mundialito será el mejor del Mundo.

Esta respuesta podría ser un acertijo surrealista o un refrán de Lepe. No se sabe.

3. Opinión sobre Neymar.

– Este tipo de juego de «me dejo querer» siempre ha existido. Neymar no deja de ser brasileño, por lo que la mejor opción será la que tenga los números más bonitos.

Muy bien, Manolo, identificando de una forma bastante burda al extranjero con el pesetero. Guti, Raúl y Salgado no eran brasileños y se fueron cobrando hasta el último duro. Zidane no era español, y no cobró 6 millones netos que por contrato le pertenecían. Hace poco, Pedro León hubiera querido enrocarse en una absurda situación amparándose en “los años de contrato que me quedan”. Bochornoso.

4. Españoles, cantera, etc.

– Como yo soy español también me lo pregunto. Hay grandísimos jugadores en España. Estoy totalmente de acuerdo con tus preguntas, yo también quiero ver a más españoles y canteranos.

La máxima del madridista de taberna, no precisa comentarios. Español, madridista, competente.

5. Tercer central del Madrid.

– Teniendo en cuenta que los titulares son los dos portugueses, así que la tercera plaza la disputarán entra Varane y Albiol, por lo que quien gane se llevará esa posición.

Le preguntan por el tercer central del Madrid. Parece ser que entre Varane y Albiol, “quien gane se llevará esa posición”. Gracias.

6. Conflicto Pedro León – Mou.

– A mí me gustaba mucho como jugador pero el por qué lo tendrían que explicar Mourinho o Pedro León.

Por supuesto, de entre todas las preguntas de marcado carácter pipero hay una que supera los límites, rompe los detectores y puede ser considerada como la oligo-pregunta. Manolo le echa un capote a León, e insta a que hablen los protagonistas. Por supuesto, no vamos a ponernos en la situación de un entrenador que ha visto cómo un correcto futbolista con aires de estrella filtraba noticias a la prensa, hasta ahí podíamos llegar.

7. ¿Pepe se parece a Sanchís?

– Yo creo que no, porque la primera diferencia es la complexión física, y en eso se parece más a Hierro y la manera de entender el fútbol es muy diferente, tenemos estilos de juego y de jugar la pelota diferentes ¡creo que somos distintos!

Selecciono esta pregunta con alfileres, pero es una pregunta con mucho mérito ya que ha conseguido arrancar tres líneas y dos signos de exclamación de Manolo. Como ya hemos visto con Diego Torres, las analogías funcionan muy bien y son muy efectivas. Pepe – Hierro, contundencia, pelotazo, vehemencia, expulsiones. Sanchis, “yo no me parezco a eso”, estilo de juego, jugar la pelota, entender el fútbol.

8. Una liga devaluada y de mentira.

– El actual campeón tiene 8 jugadores de cantera como titulares, por lo que desmonta la teoría del dinero en muchos sentidos.

Para una nota perfecta, no solo hay que reivindicar la cantera propia, sino alabar la enemiga, viene en el capítulo uno del Manual. Una de las cosas más irritantes del madridista alienado es la identificación de la cantera con la excelencia. El Barcelona tiene 8 jugadores de la cantera, (también tiene otros pagados a cojón de mico: Alexis, Alves, Villa, Abidal, Keita, Mascherano), incluso canteranos pagados a cojón de mico, como Cesc, pero también tiene muchos otros que no han pasado el corte y que vagan desde Roma a Pamplona, por no hablar del postcruyffismo.

Aunque absolutamente todas sus estrellas han sido, hasta este Barcelona, extranjeras (Kubala, Cruyff, Koeman, Romario, Stoichkov, Rivaldo, Ronaldo, Figo, Eto’o, Ronaldinho, Messi) la identificación Barcelona – cantera – éxito, es actualmente una ‘verdad oficial’ incuestionable.

9. ¿Se salvará el Betis?

– Si atendemos a su historia y su estadio, si, pero es un equipo recién ascendido.. aunque no creo que su objetivo sea sólo permanecer, ya que creo que buscan mirar más arriba. Es pronto para verlo, a mitad de temporada podremos ver por lo que lucharán a final de temporada.

Manolo nos obsequia con un divertido trabalenguas y de paso nos recuerda otra ‘verdad’ del fútbol. Ya sabéis amigos, las cosas en esta vida (o en el deporte) no se consiguen con tesón y esfuerzo, sino con “historia y estadio”.

Españoles, extranjeros peseteros, historia y estadio, canteranos. No parece acabar la retahíla de este soporífero rosario. Madridistas, he aquí vuestro futuro presidente; disfrutadlo.

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Abierta la Porra Virtual para el Dynamo de Zagreb-Real Madrid.
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El Croatoan

Fin de la tetralogía de Custer

El centro del campo del Madrid es la colonia Roanoke y la única palabra que resuena entre sus vetustas ruinas es CROATOAN. Nadie sabe con certeza qué destino aguarda a sus escasos habitantes ni el oculto motivo de tan misteriosas ausencias. Suceden. Están ahí. Sólo queda constatarlas. No hace tantos años La Peste se cebaba en el centro de la defensa. No había un solo central que sobreviviera tres días. Iban cayendo como moscas. Se ficharon centrales a punta pala. Hoy tenemos millones de centrales y muchos rezamos para que alguno se lesione. Pero nuestras oraciones no son escuchadas. No en esa posición del campo.

El CROATOAN total, el Brigadoon absoluto y sin contemplaciones, se encuentra instalado en otro sitio: la Medular. Eso que se parece a la columna vertebral. Un sitio que si lo desconectan te quedas Mar Adentro, hablando en gallego como un Bardem y fumando un cigarrillo sin manos. En pocas palabras: para que te echen de comer a los cochinos. Por allí pulula Alonso, un hombre que vivió sus mejores años en el Liverpool, donde hasta se permitía el lujo de chutar desde lejos, a veces desde treinta o cuarenta metros. Se acercaba a la portería contraria, se sumaba con alegría al ataque. Tenía un culo menos gordo que el de ahora. Es nuestra única esperanza. Su escudero medio habitual es Khedira, un armario perchero con la misma salud de hierro que Sissi Emperatriz. Igual juega tres partidos seguidos y al cuarto ya está baldado. Tiene dolores de espalda, dolores de huevos, dolores en el isquio…se inventan nuevos nombres de músculos para ver dónde le duele… es un puro quejío.

Su hermano pequeño se llama Sahín y es turco. O al menos eso creemos, porque nunca se le ve. Es tímido y tuberculoso. Sale poco. Del hospital a su casa y de su casa al hospital. Lleva una vida ordenada. Se supone que será la Gran Esperanza Blanca, pero su madre reza para llegue con salud a Navidades y pueda comerse el turrón en casa, con los suyos.
La hermana de Sahín se llama Antitop, un nombre que ya era una pura advertencia. No ha entrenado en su vida ni sabe tampoco lo que es ponerse un pantalón corto. Tiene lepra y gonorrea en estado avanzado. Es posible que se sume al grupo cuando el equipo vuelva a hacer pretemporada en América el año que viene.

Si se lesiona Alonso, y ya está más pallá que pacá, Mou puede contar con Granero, un tipo del Getafe con mentalidad de Villaverde Alto; poco más se puede añadir. El suplente del suplente de Alonso es nuestro negrito Lass. Nadie sabe de qué juega. Ha inventado el término de Inútil Polivalente. Y, por último, nuestros grandes fichajes: Ozil (al que le dura la gasolina 45 minutos) y Cuantró, de cabellera indeterminada. A Cuantró lo pillan los apaches mescaleros y le hacen un monumento. Con estos mimbres debemos asaltar la Champion y plantar cara al Barça en Liga y presumiblemente en Copa. Hay muchos motivos para ser optimistas, sí. Pero también para estar preocupados.

El CROATOAN existe, está ahí. Que Dios, que es del Madrid, nos coja confesados.
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Yo soy el Tano Pasman

Una crónica sentimental de El Socio

Fue en una eliminatoria de Champions contra el Bayern, en mi ya lejana época de abonado, cuando me di cuenta de que el fútbol es algo para gente joven. Ahí estaba yo berreando (nunca comí una pipa en el Bernabéu), pendiente de las idas y venidas del juego y la incertidumbre del marcador, cuando noté que me daban ligeras taquicardias. Tendría 26 o 27 años -un chaval-, pero mi corazón ya notaba los efectos de la emoción desaforada. Pensé entonces «si sigo viendo la Champions con 50 tacos me da un jamacuco». Ganamos aquella eliminatoria y también el título, pero en el fútbol la tensión siempre vuelve, como pudimos comprobar ayer. Nos plantábamos en este año 2011 del Señor, en la segunda jornada de la Liga, con un Farsa que iba a hacerle el enésimo roto a la desvalida Soziedad de San Sebastián (antaño Real). Sin embargo, no contábamos con que en Anoeta pitaba el último hombre honrado: Mateu Lahoz. Un árbitro que, en ciertos momentos decisivos como el segundo gol de la Real, donde podría haberse sacado un fuera de juego de la manga, pitó lo correcto. Más tarde, esa «falta» a Messi del final normalmente se habría saldado con un penalti inexistente y otra «épica» remontada del Barsa; pero no, fue falta del blaugrana y amarilla por simular (¿cuántos años hace que no les sacaban una tarjeta por ese motivo?).

Así, se encontraba el Madrid con que podía adelantar en dos valiosísimos puntos a su máximo rival en un partido que en principio era puro trámite. Yo no sé si es que jugar en las (putas) selecciones fue tan duro, si el Madrid se achicó ante la presión o qué, pero estuvieron cerca -demasiado cerca- de cagarla, y yo de entrar en estado de histeria. Empezó todo normalmente, con el Madrid dominando, consciente de que lo más difícil era abrir la lata. Se encontraba, eso sí, con un Getafe más respondón de lo esperado, moviendo la bola de lado a lado con gusto y haciendo la transición sin complicarse; un Real que dejaba demasiado espacio en el centro se lo facilitaba. El público estaba a lo suyo, devorar las primeras pipas de la temporada; por ahí no iba a recibir el equipo apoyo alguno. Pero pronto respirábamos aliviados, cuando, tras una preciosa combinación, Benzema recibía en estático dentro del área. Necesitó un toque para acomodarla y otro para alojarla casi en la escuadra, como los cracks. Cuando un delantero no necesita espacio, nada se puede hacer para pararlo.

Ahí se suponía que llegaba la parte fácil, pero ni uno ni otro equipo siguieron el guión. El Madrid no parecía consciente de lo que se jugaba -o precisamente por eso se atenazaba- y el Getafe redoblaba sus esfuerzos. Un tiro que rebotó en Marcelo y dio en el poste izquierdo de nuestra portería nos los puso de corbata por primera vez. Un rato después, el cántaro se rompía: combinando igual de bien que el Madrid en su gol, el Getafe dejaba solo a Mikú delante de Casillas, batiéndolo inapelablemente. ¿Cómo podían haber entrado con tanta facilidad? ¿Está realmente tan mal Carvalho? ¿No podía la defensa con los cojones? No lo sé, pero las remontadas rivales en el Bernabéu son algo muy raro. Empezaba a haber motivos de preocupación, y yo notaba al Tano Pasman en mi interior, pugnando por salir al grito de «¡Isabeeeeel!» Nos marchamos al descanso esperando tiempos mejores.

Reanudado el partido, el alivio pudo llegar muy pronto, cuando Benzema, recibiendo en un costado del área getafista, sacó un centro espléndido -otra vez en estático- que le llegó a Ronaldo, quien remató con la acción más bella del fútbol, la chilena. Pero el balón se negaba a perder protagonismo y no fue ni para fuera ni para dentro, sino al poste, aunque salió rebotado lateralmente para que cualquiera lo mandara a las mallas con un leve toquecito. Ese cualquiera debía ser Coentrao, que llegaba corriendo por la izquierda. No sé si una gota derretida de tinte se le metió en el ojo o si lo vio tan fácil que le dio la risa, pero hizo lo imposible: mandarla fuera. Justo lo que no necesitaba la confianza del portugués, que no se estaba desenvolviendo bien en el medio campo. Muy poco después pudo recuperar esa confianza el peliteñido, cuando marcó de forma casi fortuita, pero el juez de línea decretó que estaba en fuera de juego por, ¿cuánto? ¿un milímetro? ¿una micra? Cuando tenga 80 años, sólo pido tener la misma vista que un juez de línea español.

No sería la única vez que la liaba el cuarteto arbitral: unos minutos después, Clos Gómez, árbitro malo, malo, malo, metía en el área una falta a Cristiano que había sido un palmo fuera. No fallaba la pena máxima el portugués, dándonos la ventaja de la forma más ignominiosa, con un penalti injusto; porque los madridistas no somos farsantes, y nos gusta ser como la mujer del César. Obviamente necesitábamos marcar más goles. Unos minutos después, una galopada tremenda de Cristiano por la izquierda era culminada con un pase raso kilométrico a Benzema, que llegaba lanzado por el otro extremo del campo. Tan bueno había sido el centro que casi había sorteado al portero, y el Gato no falló en la definición. 3-1 y partido resuelto, ¿verdad? Pues no. El Geta no había perdido el coraje ni el gusto por la combinación, y cinco después Mikú, que no es ningún tuercebotas, nos marcaba gol por segunda vez. Pocos equipos anotan en las dos porterías del Bernabéu, y entrando al toque las dos veces. Mi Tano interior pugnaba incansable, quería subirse por las paredes y ciscarse en las progenitoras de todo el orbe futbolístico.

Resignado estaba yo a esta victoria por la mínima que dejaba mala impresión y me fastidiaba las apuestas, cuando salió el Pipa «Herniaín», el gordo, el acabado. Porque no sólo yo tengo un Tano Pasman dentro, y la mitad de esta página ha mostrado un afán inexplicable por enterrar a este jugador que, si nunca será un estilista, se ha hartado de marcar goles con el Madrid, y no vulgares ni fáciles precisamente. Sus diez minutos le bastaron para fajarse como un auténtico gladiador en la frontal y marcar un tanto excelente que salvaba el honor merengue. La profundidad de nuestro banquillo proporcionaba réditos. Así, a tres minutos del final más la prolongación, el Bernabéu empezaba a ser desalojado a toda velocidad por una afición que en cuanto a apoyo no es ni buena ni mala: es la peor del mundo. Poco después se oía el pitido final, y la historia terminaba felizmente pese a todo, con el Madrid ganador y glorioso líder de la Liga; todo estaba bien en el mundo (menos la gentuza de la grada). Es, no obstante, una ocasión excelente para reflexionar sobre Carvalho, Ramos y varias cosas más; Mourinho dice que ha tomado nota. Ahora no tenemos el engorro de las selecciones y vuelve nuestra competición favorita, la Champions. Es el momento de iniciar una larga racha de victorias y cerrar cualquier posible fisura del equipo, porque si mi Tano acaba saliendo a la superficie puedo acabar muy mal.

– Real Mandril: 4 (Benzema (2), Yitán (penalti) e Igualín)
– Getaffen: 2 (Mikú)

Incidencias: Clos Gómez, un tipo con pinta de Al Bundy pero sin puta gracia. Masa altamente gaseable en el graderío.

Videoresumen

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Segundo calentamiento


Nos los vamos a zampar.

El madridista va a necesitar paciencia en estos primeros compases de la temporada, porque el comienzo del campeonato será, digamos… lento. Tras nuestro enfrentamiento de hoy con el Getaffen, nos toca jugar contra Levante, Racing, Rayo, Español y Betis. Vamos, una sucesión de rivales no como para ganarlos, sino para golearlos, con todos los respetos (o sin ellos). No será hasta la jornada 9 cuando nos las veamos con un rival de entidad, el PetroMálaga de Abdulá Ben-Naser, y ya en Noviembre llegará lo realmente complicado, cuando entre la jornada 13 y la 17 nos enfrentemos con el Violencia y el Sevilla fuera de casa y con Farsa y Paleti en el Bernabéu. Serán probablemente las semanas en las que se decida el campeonato.

Todo esto no exime, obviamente, de jugar estos primeros partidos con toda la profesionalidad que se exige de un jugador del Real Mandril (la que no tuvo Pedro León) y con la máxima concentración, porque por grandes que se hayan hecho las diferencias en la Liga, hoy y siempre será cierto que once jugadores profesionales podrán ganar a otros once. Macarra asegura que repetimos alineación, llamándolos «los once de Mou» sin ningún motivo de peso, toda vez que: a) sólo se ha jugado una jornada; b) hay dos jugadores importantes lesionados; c) este año seguramente se rote mucho. Tampoco falta un recordatorio del sexto aniversario de Ramos en el Madrid (seguimos bien relacionados, ¿eh, Serhio?). Granero, el chico mimado del Bernabéu, vuelve a la convocatoria, mientras que el díscolo Lass se queda fuera. Toda vez que podemos considerar al francés un «repescado» no debería tocarnos mucho las narices.

En cuanto a la hora, no está mal, un sábado a las ocho, aunque acabaremos el partido ya en noche cerrada. El fútbol nocturno es  malo para el alma, podéis creerme. Acostumbraos a ver al Madrid a las ocho, porque parece que ése es el horario que Maese Rouras ha escogido para nosotros: jugaremos a esa hora ésta y las tres próximas jornadas. Es el estreno en casa, y en estos momentos docenas de camiones se dirigen al Bernabéu cargados con toneladas de pipas, en la presentación preferida por el coliseo blanco: a granel, en bolsas de plástico cerradas con un nudo; un buen bolsón bien administrado dura todo el partido. Dice Mou que cada vez sienten más abrigo del estadio, y aunque en el trofeo Bernabéu esto fue así, hoy habrá otro público. Pero vamos, si consigue eso, que lo hagan ya copresidente o algo. Desgraciadamente seguimos sin grada de animación, así que una vez más los cánticos dependerán exclusivamente de Ultras Sur, a los que algunos meapilas llaman «la vergüenza del madridismo». Orgullo Vikingo sigue tristemente exiliado en su esquinita.

Sobre el rival, tengo que mirar una vez más el entrenador: Ah, Luis García. No tengo ni buen ni mal concepto de él; no parece que disfrute de muchos contactos en el mundillo por lo que algún mérito habrá hecho para entrenar en Primera. Tiene, eso sí, la suerte de ser el sucesor de Míchel (que no recuerdo a quién está entrenando ahora… ¿al Chelsea, al Milan, al Bayern?), por lo que podrá mejorar fácilmente los resultados del año pasado. Con ocho bajas en el equipo, ya ha avisado de que vienen «con lo justo». Siendo una especie de filial oficioso del Madrid, el Getafe suele tener varios canteranos blancos en sus filas. Esta vez nos visitarán Miguel Torres -aquel defensa «de rictus sanziano» que llegó a jugar bastante en el primer equipo durante tiempos más oscuros- y Pablo Sarabia, aún hoy uno de nuestros canteranos más prometedores. Su etapa en el Geta será una excelente oportunidad para crecer, y si se libra de la funesta influencia de Carvajal puede ser un grande. Pedro León tiene cláusula de dos kilos, así que se joderá y no jugará; que no nos manche el césped. Arriba formará la nueva estrella del equipo, Dani Güiza. Tras una etapa en Turquía muy productiva en lo económico y muy poco en lo deportivo, veremos lo que queda en el atormentado delantero de aquel pichichi de hace cuatro temporadas.

En suma, lo normal hoy es ganar con facilidad, y si caen los dos primeros pronto no podemos descartar que la cuenta suba a cinco o más; es la Liga que tenemos hoy, carece de sentido ocultarlo. En cualquier caso, no olvidéis hacer vuestro pronóstico en la Porra Virtual, que seguirá abierta hasta las ocho. Recordad que este año tiene un premio en metálico, la bolsa de nuestra Apuesta de la semana (ver más abajo). Y por supuesto, los que no tengáis tele de pago estad atentos a nuestra sección de Streaming, donde intentaremos captar la mejor transmisión en línea. Agradeceremos, como siempre, que dejéis vuestros propios enlaces en los comentarios de la sección. ¡Ea, a ver si metemos un saco!

La Apuesta de la semana:

Real Madrid-Getaffen: Real Madrid, handicap -1@1.30.
Manchester Shitty-Wigan: Manchester Shitty@1,18.

Cuota total: 1.53 (Betclic). Cantidad apostada: 13 leuros. Bolsa actual: 26 leuros.
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Gordos


Por Custer

Hace un par de días defendía yo el 3-4-3 de los años 30, pero debo confesar que a mí los sistemas me importan un bledo. Lo que de verdad me gusta es el fútbol que se hacía entonces. Mucho más noble y competido que el de ahora, dónde va a parar. Se inventaban regates, todavía no había nacido Panenka, se jugaba en campos de barro, se remataba de cabeza antes incluso de que existieran “los tiempos” para rematar de cabeza… y lo principal: nadie quería ser centrocampista. Los niños no sabían lo que era eso. O centrales o delanteros centros. El mundo, a pesar de las guerras, era feliz. Observad la foto de ese Arsenal de Herbert Chapman y fijaos en al tipo con los brazos cruzados y medio calvo que está sentado en un extremo. Parece un oligofrénico, el típico retardado que ayuda al utillero a poner las porterías. Estoy convencido de que era un crack y, desde luego, la clase de persona con la que Custer se tomaría una birra en un pub londinense.

Viendo a esos jugadores antiguos uno se da cuenta de lo tontos que nos hemos vuelto todos. Por ejemplo con lo de las tanganas Madrid-Barça. Esos que se pelean, o hacen como que se pelean, son en realidad socios de multimillonarios negocios que llevan a medias. Sí, amigos, comparten bufetes de abogados, contables y acciones en discotecas y pubs. Principalmente les da por el “ocio nocturno”. Curioso. Lo sé, porque en la ciudad en la que vivo he podido ver frecuentemente a Casillas, Villa, Ramos y también a Piqué (juntitos) buscando locales en los que invertir sus cuantiosos beneficios. Luego se pelean…y después se ríen. Nos creemos demasiadas cosas y la realidad es que todos “juegan” en el mismo equipo

A cuenta de este asunto, me decía un contertulio que a mí me gustaría fichar a William «Fatty» Foulke. Ustedes se ríen de este gordo como otros, antes que ustedes, se reían de Puskas. Puskas era un hombre gordo que jamás presionaba a nadie del equipo contrario. ¿Por qué lo ponían de titular? (se preguntarán). Puskas se limitaba a esperar a que Zoco le pusiera la pelota cerca, se la diera al pie. Entonces el hijoputa recortaba, regateaba o, sencillamente, se quedaba mirando a la portería enemiga. Entonces soltaba un latigazo con la izquierda y la pelotita, como por arte de magia, iba directa a la escuadra. Hasta dentro del pozo. Ése era Puskas, el gordo. Qué risa. Pero nadie se reía de ese gordo. Ustedes, ignorantes, sigan riéndose de los gordos.

Ese fútbol aún es posible, sólo tenemos que engordar a algunos jugadores. Pero no se dejan, quieren hacer anuncios.  Este país volverá a la normalidad política cuando jugadores con la barriga de Puskas no sólo sean titulares en sus equipos, sino que además publiciten calzoncillos. Mi única esperanza con Sahin es que después de tantas semanas de inactividad lo veamos entrando al campo con la barriga de Puskas, entonces sí que empezaré a creer que es un crack. El Madrid necesita un gordo. Forma parte de su tradición, de que igual forma que en el Barça es costumbre tener enanos. Si echáis a pelear a un gordo con un enano…apostad por el gordo, a no ser que el enano vaya armado. Higuaín no nos sirve, aún tiene que estar más gordo. Ni siquiera Benzema en su segundo año. La gordura de Benzemá es una gordura francesa y por tanto blanda. Las mejores, sin duda, son las gorduras húngaras, pero parece que nos tendremos que conformar con las gorduras turcas.
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