https://youtu.be/juc24YFERX4
Una cosa que tiene que molar cuando estás con una damita es decirle «espera, que voy a cubrirte de amor», y echarle un gran lefazo en la cara. Por supuesto esto lo digo en broma, jamás se me pasaría por la cabeza hacer una cosa tan perversa y machista, pero ilustra muy bien lo que hizo ayer el Madrid en Cantón. Querían a un equipo avasallador y pleno de fulgor estelar, y eso es precisamente lo que tuvieron. 7 goles 7 se llevaron en el recuerdo miles de chinitos que debieron estar en shock durante un rato: al fin y al cabo jugábamos contra los líderes de su liga (un equipo estupendo según Marquinos), los ricachos de allí, que se llevan estrellas brasileñas y argentinas a golpe de yuan. Y sin embargo, jugamos con ellos como hombres contra niños, mareándolos y endosándoles un chicharro tras otro sin excesivo esfuerzo (no diré sin sudar porque en verdad sudaron como cerdos, y la caniseta no transpira).
Andan algunos sin encontrarle sentido a la vida porque Sahin tiene un vendaje en la rodilla, pero si ésa es la mala noticia, la buena es Khedira, que está dejando en evidencia a sus muchos detractores acercándose cada día más a ese mítico box-to-box que tanto hemos buscado. Son malos tiempos para la spanish caspa, van a resentirse las ventas de su último best-seller (¡y eso que sólo cuesta 70 euritos!). Aunque si Sami va para grande del Madrid, su paisano Mesut se perfila ya como leyenda: no es ya que tenga una calidad deslubrante, ¡es que además se está volviendo chulo! Así lo atestigua el segundo gol de ayer, en el que se permitió el lujo de dar un toque extra cuando el tanto ya era seguro. ¡¡Qué poca humildad!! Lo que más me gusta de este jugador es que nadie necesita explicar por qué es tan bueno: basta mirarlo diez minutos para verle ejecutar detalles o jugadas espectaculares. Mucho, pero mucho, se lo van a tener que currar los espánich y Carvajal para convencernos de que el chaval Sarabia (muy buen futbolista, desde luego) es mejor que él.
Sí, el de ayer fue un partido para fantasistas, en el que se aunaron el afán de ganarse el puesto y la inferioridad del rival para generar numerosas jugadas para el recuerdo. Quedarán en las antologías el gol de Benzema tras un espléndido pase de tacón de Cristiano, el tanto del portugués usando el mismo recurso técnico y la jugada que más me gustó: las bicicletas engarzadas de Di María para terminar en un sublime pase de rabona y el gol con el pecho de Jesé. Quizá la única forma de que hubiera quedado más espectacular y madridista habría sido rematar con los huevos. El chino regateado tenía pinta de no saber que se podían hacer esas cosas con un balón. Por cierto, observo con cierto mosqueo cómo la horda juntaletras empieza a rendirse a la innegable calidad de Benzema. Veletas y babosos como siempre, ponen ahora en los altares al jugador contra el que estuvieron casi dos años rebuznando estridentemente. Pues ojalá de esos mismos altares brote un fuego divino que los mande al olvido eterno, aunque luego huela el templo a cerdo frito dos meses.
En fin, 7 goles como 7 soles, como 7 descargas de Peter North, que es el Cristiano del entretenimiento adulto. ¿Y alguien piensa que los chinorris se cabrearon? Al contrario, lo gozaron, no en vano había muchas más camisetas del Madrid que del Guangzhu en la grada (puede que alguna incluso fuera auténtica). Es lo que decía ayer: ¿Humildad? ¡No querían nada de eso, sólo ver más goles y jugadones! Incluso gritaban entusiasmados viendo los esfuerzos baldíos de Kaká por volver a ser un futbolista diferencial. Los jugadores rivales guardarán su zamarra conmemorativa como un auténtico tesoro, y el chinito que nos metió un gol será un personaje hasta el fin de sus días. Igual el comité del Partido le concede una pensión vitalicia y todo.
Y de Guangzhu a Tianjin, donde los blancos fueron recibidos nuevamente como auténticas rockstars. Una chinita portaba una pancarta luciendo el celebérrimo diseño LQDM de Mou de Juait, para enorme orgullo de este bloj y por supuesto de nuestro chingón diseñador. (¡llegamos al oto lado del mundo!) ¿Pensáis que los hinchas del Tianjin quieren que el Madrid se contenga? Al contrario, esperan un mete-saca salvaje, a ser posible cascádoles más goles que al Evergrande. «¿Que ellos se llevaron 7? ¡Pues nosotros no nos conformamos con menos de 8 o 10!» Lo que desean es ver magia y espectáculo, dos palabras cada vez más unidas al Madrid de Mou, mal que le pese a propagandistas como Ele Yovio, para quien cada gol de Benzema es como una estocada que le atraviesa el estómago (vamos Karim, que ya estamos más cerca de la úlcera). Les aguardan a nuestros jugadores dos días de baños de multitudes y publicidad, que serán culminados el sábado en un agradable partido matinal. ¡Varios siglos después, los occidentales vuelven a evangelizar China!
– Guangzhu Evergrande: 1 (El chino Cudeiro)
– Real Madrid: 7 (Khedira, Özil, Benzema (2), Cristiano, Jesé y Di María)
.