Queremos cifras

– Pues hale, ya ha renovado el chaval y Florentino tendrá un dolor de cabeza menos. Todos afirman estar satisfechos, pero por ahora no han salido los números de la operación. Porque, aparte de que Casillas siga o no, lo que realmente nos interesa a todos es saber quién se ha bajado los pantalones, quién iba más de farol, etc. Parece que la SER ha cifrado la cosa en 7 millones al año. ¿Pero millones brutos, netos? ¿Condicionados? A ver, esos reporteros que tanto saben… Ah, y dicen que Helguera renueva también. ¿Por qué le habrán hecho sufrir tanto al hombre?

– Para el As, «el elegido» es Arsene Wenger, por lo visto basándose que Florentino dijo en la radio que le gustaba. Creo que se avecina guerra de portadas entre As y Marca (Wenger-Capello). Particularmente, lo del francés no me parece muy creíble.

Remontando bajo la lluvia

¿Qué quiere decir que el Madrid haya estado a punto de perder, en un partido en el que fue de más a menos y en el que metió dos goles en un minuto, uno de ellos de Raul Bravo? ¿Que el equipo ha tocado fondo? Bueno, sí, pero aparte de eso quiere decir que aún podemos apelar a la épica. Y es que aunque no nos comamos un colín en la Liga, mientras los partidos se resuelvan así siempre habrá debate al día siguiente, y un eco de aquel espíritu de antaño que nos llevaba a no rendirnos jamás. Claro que todo esto son distracciones pasajeras, porque el año que viene, si por fin tenemos un entrenador de verdad y carburamos, apenas quedará en el madridismo un recuerdo de esta temporada, tirada por la borda y gris, como la camiseta.

A cara de perro

– Tras nuestra brillante fase de clasificación en Champions y el segundo puesto conseguido, nos las tendremos que ver en octavos con equipitos inofensivos como Bayern, Juve, Inter, Arsenal, Milan o Chelsea. Así pues, podemos salir de la competición de forma pirotécnica, como el año pasado. O sea haciendo el ridi, pero en un choque muy espectacular. Si he de elegir a uno de estos clubes, me quedaría con el Inter, que en los últimos tiempos debe ser la única escuadra más malhadada que nosotros. Además nos daríamos el gusto de ganar a Figo y de ver en directo a Adriano, para acabar de convencernos sobre su fichaje. Un cruce contra el Milan también sería divertido, en plan perdidos al río.

– Que se va Casillas. Molaría encerrarse con Floren e inyectarle el suero de la verdad, para saber qué le pasa por la cabeza. ¿No tiene miedo de que suban al palco y se lo coman? Aunque hay que decir que no ha ofrecido poco dinero al chaval: 6 millones y medio brutos al año. Pa un portero ya está bien. Dicen que el Barça acecha… ¿No le importará a Iker convertirse en un sucio traidor? Sigan atentos.

– Valdano: «El Madrid debe volver a expirar fútbol». Sí, en eso estamos precisamente, Jorgito, en expirar.

Primicia

Luxa y Beckham han sido elegidos por el Instituto Cervantes para dar una serie de conferencias por el mundo con el objetivo de difundir el idioma español. También han encontrado un momentillo para comentarnos el partido.

Luxa: «O equipa ten que mellorar, ten que traballar. Yo nu he tenido la equipa completa ni duas partidas seguidas, pero estou ben, estou forte.»

Beckham: «El Madrid… no impresionante… El Barça muy… impresionante… Mejor primer parte… Si el equipo trabajo… entonces título».

Vamos daos.

Cosas más raras se han visto

Hola, aquí el Socio. Por suerte ya me encuentro muy restablecido, y puedo reanudar mi actividad en la bitácora, para solaz (o desmayo) de las hordas lectoras. Quiero agradecer sinceramente todos los apoyos recibidos por los visitantes de la página. Se demuestra que en verdad los aficionados blancos tienen un corazón de oro. Y un agradecimiento especial al bueno de Hughes, que me ha suplido de forma brillantísima. No obstante, como hemos podido comprobar que es un galáctico del teclado, en buen espíritu florentiniano le he pedido que siga escribiendo habitualmente, oferta que espero acepte.

Sobre la actualidad de nuestra épica escuadra, hoy jugamos contra los franceses esos, con un cierto pesismismo flotando en el ambiente. Y no digo yo que no haya motivos, pero… podemos ganar la Champions, amigos. Sí, parece un brindis al sol, pero es cierto no obstante. Otras veces la hemos ganado recuperándonos de una temporada bastante infame (en la 7ª y la 8ª), y también han llegado a la final equipuchos de medio pelo (Mónaco, Barça). Sí, compañeros, es posible. Y no os preocupéis por tener que seguir sufriendo a Luxemburgo si triunfamos, pues somos el único club que ha echado al entrenador tras ganar una Champions (Heynckes), con dos cojones. A la espera de la llegada salvadora de Capello, podemos seguir aferrándonos a esta loca esperanza en la presente temporada, quizá aderezándola con ciertas cantidades de alcohol. Esperemos.

Benítez II

Lo que ha hecho Florentino está muy bien. Nada es enteramente bueno o enteramente malo y si deportivamente la cosa está mal en otros ámbitos su legado es ya historia de oro del club. Deja un estadio ampliado y modernizado al que se le puede sacar un rendimiento antes del necesario cambio a un CocaCola Arena. Deja un proyecto de ciudad deportiva que va a ser señero en Europa; un club organizado, serio, profesional. Deja canales de comunicación con su afición, una imagen reforzada y limpia, una marca en todo el mundo. Y, sobre todo, queda una manera elegante y respetuosa de proceder. Ni la chulería algo barriobajera de Sanz, ni la chulería de alto standing de Mendoza. Floren cae mal a los antimadridistas, pero porque ha salvado al club. De él no ha salido una mala palabra, ni un mal gesto. En eso, más que en otra cosa, se encuentra su vuelta a los origenes. De ese señorial comportamiento tuvimos un ejemplo el sábado.

En mi opinión, Floren se equivocó lanzándole un temerario reto al fútbol. Cuando ganó la última liga decidió prescindir de Hierro y Del Bosque y poco después dejó marchar a Makelele. En esas decisiones se suele datar el origen del desastre cuando en mi opinión el problema estuvo en lo que sustituyó a ese proyecto. Un entrenador de “perfil bajo” y la radicalización sin red de los Zidanes y los Pavones. Recordemos que ese equipo de Queiroz –zzzzz…-eran once más Solari y cinco muchachos no precisamente brillantes (Pavón, Raúl Bravo, Rubén, Borja y el sin par Portillo). Ese equipo resistió hasta el 11M, después una final de copa que nunca debió haberse celebrado y de ahí en adelante cuesta abajo y sin frenos hacia la gran leche.

A partir de ese momento, Florentino fue abandonando sus dogmas, sus estrambóticas ideas que al principio nos parecieron geniales y luego han resultado surrealistas. Empezó a fichar defensas, a jugadores de clase media y este año ha optado por volver a fichar jugadores jóvenes, estrellas en ciernes. Es decir, el fútbol, con sus viejos axiomas y sus esquemas ya centenarios, pudo más que sus intuiciones. El fútbol está inventado; fútbol es fútbol, quien perdona lo paga, las ligas la ganan las plantillas, once jugadores no hacen un equipo y toda la larga cadena de tópicos que aburren pero que son verdad. Se da el agravante de que esta plantilla vieja y cascada ha tenido que soportar el calendario más exigente de la historia del fútbol sin refresco alguno. Raúl y Zidane han jugado a ritmo de NBA durante años. Nadie puede exigir regularidad a la genialidad. Florentino les ha sacado hasta la última gota de sudor y no es justo que les critiquemos ahora. Hemos exprimido el limón de Zidane y no creo que a este hombre le queden ganas de volver a jugar al fútbol.

¿Qué queda entonces? Pues en mi opinión queda darle la razón al fútbol de forma definitiva. Volver plenamente a la ortodoxia. Una de los eslóganes célebres de Floren –esos que repite con frecuencia de líder de secta religiosa-ha sido el de volver a la normalidad. “Trabajemos desde la normalidad”, nos dice con su voz aflautada y nasal. Eso es, precisamente, lo que no ha hecho. Ha optado siempre por entrenadores sin prestigio y sin fuerza suficientes para llevar el club. En el fútbol se inventó, hace ya muchas décadas, la figura del entrenador. El mal necesario, dicen algunos. Es un señor que se viste de traje y suele utilizar un lenguaje forzosamente técnico –toda profesión tiene su jerga para blindarse, ellos no van a ser menos-, un individuo itinerante y anodino que suele ver tarde o nunca lo que toda su afición ve en un instante. Un tipo caprichoso que gusta de ofrecer soluciones complicadas a problemas simples y que suele llevar bajo el brazo un compendio de geometría y frases sacadas de un manual de psicología que se denomina “su sistema”, artefacto técnico-ideológico por el que es capaz de vender a sus hijos . Los entrenadores, pese a todo, parecen ser vitales en los equipos y hay grandes misters para grandes clubes. Sucede a veces, por inexplicable que resulte, que algunos grandes se peguen por un mismo entrenador. En el fútbol hay porterías, banderines de córner que solo sirven para que Eto’o vaya allí a hacer el gilipollas, masajistas que llevan un milagroso linimento, directivos bocazas que se dedican a la contrucción y fuman puros contaminantes , árbitros amanerados que sacan tarjetas como puñales, futbolistas toscos que se llaman defensas, futbolistas hábiles o medios, acróbatas locoides que responden al nombre de porteros y egoístas patológicos que nunca bajan y están para empujarla y ligarse a la más golfa. Y hay entrenadores. Así que Floren debería dejar de descubrir mediterráneos y darle la responsabilidad a un entrenador-manager que tome las decisiones. Toda la vida se ha dicho eso de “Fulano no es entrenador para el Madrid”. Pues eso, uno que esté a la altura de este glorioso club al que amamos con loca pasión de gavilanes. Ayer hablamos de Benítez. Puede ser él o puede ser Capello. En otras circunstancias podría intentarse una solución más arriesgada y “belcalcistica”, pero estamos desesperados y me temo que sólo ellos dos garantizan un 100% de aciertos. Apuesta segura, competitividad garantizada. Tres años sin ganar títulos en el Madrid son una eternidad.