Una final para disfrutar

paleti 2

Ya tenemos rival para la Final de la Copa del Generalísimo 2013: no será otro que nuestro entrañable Palético de Madrid. Y se trata de un rival muy bueno, pues tras cargarnos a la Farsa en las semifinales era obvio que no quedaban equipos con nivel futbolístico para hacernos sombra (esto no es prepotencia, es así), por lo que sólo restana el morbo. Y un partido con el Paleti tiene morbo, dará mucho que hablar y creará mucha expectación. Deportivamente, huelga decir que el Madrid es superfavorito, aunque el Atleti esté haciendo una temporada decente y demás. Digamos que bará la suficiente incertidumbre para tener cierto cosquilleo en el estómago, pero sin temer realmente por el título.

Sobre la sede, parece que se impondrá el sentido común y se jugará en Madrid. No tiene ningún sentido desplazar a 80.000 aficionados a otra ciudad, por cuestiones de tiempo, gasto y logística. Hay quien habla de San Mamón y hasta del Kaka Nou, por hacer la gracia, pero sinceramente no tendría sentido. Cerezo ha mencionado un acuerdo histórico de alternancia de estadios, pero tampoco entiendo muy bien usar el Calderón, con 20.000 localidades menos. Más allá de la tontería de ser el «local» cuando ambas aficiones están repartidas por igual, me gustaría que Cerezo explicara a los 10.000 atléticos que pueden quedarse fuera el sentido de la decisión. He leído a algún memo que no quiere jugar la final en el Bernabéu porque «da mala suerte». Si hay algo que no soporto en la vida es a los supersticiosos, que no es más que otra forma de ser cobarde; si se han perdido finales en el Bernabéu es simplemente porque no se jugaron bien, y precisamente lo madridista es volver al lugar del crimen, ganar y dar la vuelta de honor con la chorra fuera.

Otro argumento de los supersticiosos es que «después de 20 años sin ganarnos, igual les da por hacerlo en la final». Miren, no. Si les llevamos ganando tanto tiempo es porque hemos sido muy superiores, ya sea por presupuesto, juego, cojones o errores de ellos. El hecho de queel partido sea una final no es un hándicap, sino que afilará nuestro instinto competitivo, especialmente con Mourinho al mando. Mou ha jugado nada menos que 18 finales en su carrera, de las cuales ha ganado 13. De sus cinco derrotas, dos fueron con el Oporto (ante Benfica y Milan), otras dos con el Chelsea (ante Liverpool y Manchester) y otra con el Inter ante el Lazio, lo que nos indica que es muy raro que pierda ante un rival de nivel similar o inferior. Sabemos que prepara muy metódicamente estos partidos, y es casi inconbible que Simeone le gane la partida con la diferencia existente de plantillas. Lo normal es una victoria blanca sin demasiado sufrimiento.

Hablando más en general, resulta muy curioso cómo han cambiado las tornas en cuestión de días. Mourinho, hasta hace nada blanco de todos los palos, se convierte ahora en el entrenador dominante de la Liga, e incluso en la mismísima COPE he oído cómo se deshacían en elogios hacia sus planteamientos. Como pasemos ante el Manchester van a tener que ponerse en fila todos los periodistas del país para chuparle el nabo, y puede que hasta Floren tenga que pedir sitio. Entonces la cuestión será si Mourihno quiere quedarse, después de recibir un apoyo más bien tibio del club. Por la cuenta que le trae, más le vale al presidente convencer, desde ya mismo, a este hombre totalmente clave para nuestro futuro.

[polldaddy poll=»6927961″]
[polldaddy poll=»6927963″]

No habrá paz para los culerdos

Por Civ.

Como pedíamos en la previa, Mourinho movió sus piezas para sorprender a un Barcelona previsible. Es verdad que Guardiola inventaba a veces, pero el extraño binomio funcionarial Vilanova-Roura está en el polo opuesto, carece de cualquier tipo de inspiración. Para ellos no hay plan B, juegan siempre de la misma manera, vayan ganando, perdiendo o empatando. ¡Y lo pintan cómo una virtud! Así pues, mientras el FCB no mostraba ninguna sorpresa en su formación, el Madrid, con su clásico 4-2-3-1, sin inventos ni aspavientos, sin Kakás, sólo tuvo que introducir dos novedades sobre lo esperado para tomar ventaja. Higuaín entró por Benzema, mientras que la pareja de centrales estuvo compuesta por Varane y Ramos, yendo Pepe al banco. Sobre lo primero, ya hemos dicho que el momento de ambos nueves es dubitativo. Sigo pensando que el potencial del francés es mayor, pero quizá el mejor desempeño defensivo de Higuaín en la presión sin balón inclinó la balanza. También veo mayor potencial en la pareja Varane – Pepe que en Varane – Ramos, pero lo cierto es que desde que volvió de la lesión el portugués no ha estado excesivamente fino, y con el dúo conformado por el francés y el sevillano no se necesita cambiar de perfil a ninguno de los dos.. De cualquier modo, la presencia de Varane en estos partidos se está convirtiendo en innegociable.

La historia de los Madrid-Barca de los últimos años muestra tendencia hacia las salidas al sprint del Madrid, con 20’ de juego intenso que encierra a los culés en su campo. Ayer curiosamente se vio lo contrario, y fue el Barcelona el que quiso empezar de ese modo. Los primeros minutos se jugaron en las inmediaciones del área de D.López, con un par de disparos peligrosos (en especial uno de Messi) que se marcharon fuera. Algo paradójica esta salida en plan remuntada cuando el Barcelona tenía ventaja en la eliminatoria, pero como mencionaba antes la falta de cintura táctica de este equipo se sigue viendo cada vez que tienen un rival importante en frente. El caso es que esto se acabó a los 10’ cuando  elaboramos la primera contra. No hizo falta una jugada elaborada: un simple balón en largo de Higuaín bastó para que Cristiano, como https://youtu.be/SAfzF0wS6ls, le hiciera un traje al Sr. Shakiro. Primero en velocidad, ganándole la carrera en el uno contra uno, y luego en una engalanada demostración de regate en el área, forzando un claro penalti. Valiente Undiano, que podría haber dejado pasar la acción sin más, aunque fuese una infracción tan clara. Peores cosas hemos visto. El portugués transformó la pena máxima, anulando la desventaja del choque.

Comenzaba nuestro partido. De aquí a los últimos minutos de la primera parte vivimos una fase de control total, con un Barcelona que no se acercaba y un Madrid muy cómodo en las contras. Sólo nuestra imprecisión atacante, representada en un Higuaín tosco y en un Di María más acertado en acciones defensivas, impidió que liquidásemos tempranamente la cuestión. No obstante, Cristiano entró en juego con alguna que otra finalización peligrosa, en especial en disparos lejanos. La clave en el buen hacer defensivo del Madrid estuvo, como en el anterior encuentro, en la jaula preparada específicamente para frenar las internadas de Messi por el centro. Los dos centrales y los dos mediocentros (enormes Khedira y Xabi) aparecían siempre para dejar al argentino en desventaja. Frente a esto, las bandas volvían a quedar algo más desprotegidas, si bien el buen trabajo de Coentrao y Arbeloa (auxiliado por Di María) no permitió al Barcelona campar alegremente.

Los culés trataron de meterse en el partido como acostumbran, buscando el otro fútbol, el barriobajero, fingimientos, intimidaciones… hasta dos piscinazos en el área se contabilizaron en el primer tiempo (luego llegaría alguno más), buscando la mala conciencia arbitral por el penalti. Fruto de esto lograron crear la ocasión más clara, un golpe franco que Messi lanzó con picardía por debajo de la barrera, marchándose el balón fuera por muy poco. Una pésima actuación de ese lamentable personaje llamado Jordi Alba, buscando la expulsión de Arbeloa, puso el epílogo al primer acto.

madrid

Afrontábamos la segunda parte con cautela. Pese a estar ganando, faltaba matar el partido con un segundo gol para no volver a caer en los errores del pasado. Y dicha sentencia llegó a los 12’: Khedira envió un nuevo balón largo para la velocidad de Di María, en el uno contra uno ante un Puyol con tarjeta. Se mascaba la tragedia. El argentino ganó la carrera para, dentro del área, devolver, casi veinte años después, la cola de vaca de Romario a Alkorta, con un regate humillante sobre el capitán del Barca, que se quedó, literalmente, sentado. ¡Una vergonzosa falta de respeto a la tercera edad! El disparo de Di María fue rechazado por Pinto, pero C. Ronaldo estaba atento para matar la bola y embocar a la red. 0-2. Con pocos minutos para digerirlo llegó el tercero: córner forzado de la nada por un magnífico Mesut, botado por el propio jugador alemán y cabeceado en muestra de poderío caribeño por Varane, con destino a la escuadra. ¡Cero a tres en el Camp Nou faltando 22’! Ni los más viejos del lugar. Mourinho, a quién acudió Varane para dedicarle el gol, pedía cabeza. Mientras el madridismo de a pie celebraba una victoria que ya se antojaba como histórica (inolvidables los cánticos de los valientes madridistas que acallaron la Pocilga), el míster estaba a lo suyo, genio y trabajador incansable. Sus cambios así lo atestiguaron: nada de recrearse, a asegurar el resultado metiendo cemento (Callejón por Higuaín, Pepe por Özil, Essien por X. Alonso, apercibido). De aquí al final hubo alguna ocasión para redondear la victoria, si bien cierta relajación postrera costó un gol tardío del resucitado Alba.

Como claves del choque, en primer lugar destacaría el trabajo defensivo, no exclusivo de una primera línea donde el más brillante fue Varane (dos goles en esta eliminatoria), sino de todo el equipo. La ocupación de espacios sobre el terreno de juego no permitió al Barcelona moverse cómodo en ningún momento, lo que además nos permitió doblar en disparos a puerta a nuestro rival, ¡qué posesión tan útil! El factor Messi, que siempre desestabilizaba al Madrid, confirma que va quedándose cada vez más obsoleto. Sólo un gol en juego (o sea excluyendo faltas y penaltis) del argentino en los últimos nueve partidos ante el Madrid. Fuera de eso, el ataque del Barcelona es bastante inofensivo, y D. López (muy seguro) cerró el partido con sólo una intervención de mérito en un disparo lejano. En ataque, tuvimos la eficacia que faltó otros días, en donde gozamos de tanta o más superioridad. Superlativo Cristiano, aparte lógicamente de esos dos importantísimos tantos: trabajo, desmarques, caídas a las bandas, remates… una brutal exhibición de juego para alguien que sólo sabe marcar goles. Se acaban los adjetivos para definir a esta bestia del fútbol, baste decir que es el primer jugador en la historia blanca que marca en seis partidos consecutivos en el Nou Kampf.

Sólo una Liga vilmente regalada puede amargar el sabor de sabernos por fin superiores al Barcelona, ya no sólo en el papel, sino también en el césped. Lejos quedan aquel 2-6, aquel 5-0, aquella racha humillante de cinco partidos seguidos (a lo largo de tres temporadas) perdiendo ante los culandras. ¿De verdad queremos empezar de cero con todo lo que hemos conseguido? Más allá del gran éxito de pasar a la final, la exhibición de ayer será clave para reforzar nuestra posición para el vital partido de Manchester, que será muy diferente. Ferguson, viejo zorro, no concederá tantos espacios y estaremos ante una batalla de desgaste. Pero con la actitud y el nivel mostrados veo muy posible conseguir otra proeza.

Civ. edita El cuarto tiempo.

– Far$alona: 1 (The walking dead)
– Real Madrid: 3 (CR7 (dos, uno de pen.) y Varane)

Incidencias: Numerosas caídas de los nobles jugadores culés. Alguna pudo tener graves consecuencias. Mourinho, regular tirando a bien.

Vestuario..
Pinchar para ampliar.

• • • • • • •
.
[polldaddy poll=»6924022″]

Mandrils vs Culerdians – Eternal War

mandrilfarsa

«Los catalanes me hacen cagar», decía en 2009 George Freche, uno de los genios políticos de Francia, cuando le preguntaban sobre sus compatriotas del Rosellón y la Cerdaña. Añadía que, en cuanto daban un poco de guerra con sus reivindicaciones, se les abría un centro cultural y se quedaban calladitos otros dos años. Ése habría sido un modo ideal de tratar el «problema catalán» en España desde la transición, pero optamos por todo lo contrario -montarles un mini estadito-, y así nos ha ido: hoy día, cualquier presidente de la Yeneralitat sabe que puede venir a Madrid en plan Rey del Mambo y pedir hasta los cromados de los baños de la Moncloa, con posibilidades ciertas de que el presidente de turno se los dé. Pero por suerte en lo futbolero aún no ocure lo mismo, y el Real Madrid se opone con firmeza al Barça, que
no sólo se ha convertido en sucursal deportiva del nacionalismo, sino que busca el dominio futbolístico internacional mediante todos los medios a su alcance.

En esta búsqueda de la hegemonía, los estrategas culés se sirven de técnicas propagandísitcas muy parecidas a las de los políticos separatistas: si el Ministerio de la Verdad catalán reescribe con esmero la historia -no se quieren ir por dinero, es que llevan siglos «oprimidos»-, los barcelonistas se presentan ahora como adalides de la cantera -desde Kubala a Alexis Sánchez han firmado más cheques que Botín-, antifranquistas furibundos -aunque sus dirigentes y jugadores tenían agujetas de tanto levantar el brazo ante el Caudillo-, perseguidos por los árbitros -aunque a Antonio Camacho lo apartaron de por vida por aceptar dinerito fresco de Can Barsa-, e incluso la publicidad de su camiseta es lo más: primero lucían el logo de Unicef (¡¡benéfica!!), luego el de Qatar Foundation (emmm… ¡¡fundación cultural!!), y el año que viene será el de Qatar Airways (esteee…). Pero Qatar es un sitio respetable, oiga: incluso Al-Qaradawi, uno de los protegidos del régimen, ha podido volver a su Egipto natal (una vez que el islamismo se ha hecho con él).

Uno de los mantras más repetidos de toda esta nueva letanía culé es que su fútbol es el más mejor («el estilo irrenunciable»), y prácticamente una garantía para ganar. El Madrid mouriñano ha tenido varias ocasiones de demostrar lo contrario y hundirlos en la miseria, pero pocas veces ha rematado la faena (las más destacadas, final de Copa 2011 y partido de Liga en Barcelona 2012). Hoy tenemos una nueva ocasión, y es deber de nuestro equipo darles una buena hostia en los hocicos, por pesaos. Aunque nuestra temporada está siendo irregular, creo que poco a poco hemos cogido el tono, y dejando aparte el poco acierto en el gol, estamos acercándonos a nuestro máximo potencial. Ahora mismo la gran pregunta es si jugará Benzema o Higuaín arriba, y personalmente creo que el francés será la apuesta de aquí a final de temporada. Por lo demás, destacar que estamos ante el peor Barsa en mucho tiempo, con un número de disparos por partido bajísimo, jugadores estorbándose entre sí (Cesc-Iniesta) y un Messi un tanto apático. Añadiendo que jamás renuncian a su estilo de posesión del balón y juego en el campo rival, tendremos varias oportunidades de dañarlos al contragolpe.

El entrenador interino culé, Roura, ha precalentado el partido con una táctica habitual: quejarse del árbitro, Undiano, antes de que ruede siquiera la pelota, acusándolo de permisividad. Pero no, sr. Roura: en esta Liga, en la que ver tres minutos seguidos de juego es casi un milagro, hay cualquier cosa menos permisividad. Sí, ya sabemos que la táctica culé de recuperar el balón es irse al suelo ante cualquier sospecha de roce y pedir falta, pero eso no es fútbol, es otro deporte que han inventado ustedes, y para el que deberían crear una federación propia (en la que quizá podría competir la selección catalana). El partidito será a las nueve de nuevo, para seguir dando respiración asistida a la quebrada PRISA, lo habitual. Pero con frio o sin él, debemos dejarlo todo este duelo cuyo ganador pasará a la final de la Copa de España y dejará bien jodido al perdedor. Estamos confiantes.

La Porra Virtual estará abierta hasta las 21:00

• • • • •

Top 3 último partido:
CR7 (81 votos)
Kaká (70 votos)
Khedira (31 votos)

Floper, escoge tu propia aventura

flo

Febrero del 2013. Las aguas bajan revueltas en el club más glorioso de la historia, el Real Mandril. Los resultados deportivos son irregulares, hay varios traidores en el vestuario y existen fuerten presiones de la prensa hostil (es decir toda) y de la masa zombi-pipera para destituir al entrenador. Florentino Pérez, presidente cuasi-vitalicio del Madrid, se siente cada vez más incómodo por una situación que amenaza con enturbiar su últimos años de mandato (contando con ser reelegido). Una mañana, mientras sopesa con aire grave estas cuestiones en el despacho presidencial, Floper recibe una llamada en su móvil.

– ¡José! Sí, tengo un momento, puedes subirte.

Cinco minutos después entra por la puerta el entrenador del primer equipo, la figura mesiánica y mítica de José Mourinho.

– Adelante, toma asiento. ¿Qué se te ofrece?

– Presi: Estoy hasta los cojones.

– ¡Pero qué me dices! A ver, ¿qué pasa ahora?

– ¿Qué pasa? Más bien qué no pasa, presi. Se lo advertí hace un año, que esto era una casa de putas, con perdón. Y ahora las putas se han descontrolado y son las dueñas del burdel.

– Por Dios, José, que no será para tanto.

– ¿Es que no ve los partidos, presi? ¿Usted cree que se puede salir con esa actitud, con esa indolencia? ¡¡Necesito 23 profesionales entregados a la causa al 100%, 365 días al año!!

– Ay, señor. No sé, José, el año pasado te di la cabeza da Valdano (y bien que me dolió), te he hecho manager general, pagué 35 millones por Modric (¡un suplente!) para cumplir tus deseos… ¿Qué más quieres?

– Aquí tengo una lista con los jugadores que no me valen para el proyecto.

– Pero… ¡¡estos nombres…!! ¿Sabes lo que dirían las portadas si echara a éste? ¡¡Que es un pilar de la Selección, por Dios!! Y no te imaginas las conexiones que tiene en prensa. ¿Tú quieres que me infarte?

– Con todos los respetos, eso no es mi problema.

– ¡¡Y esto otro!! ¡Pero si todo el mundo dice que es el mejor del mundo en su puesto! ¡Un hé-ro-e na-cio-nal! ¡Y con lo que ha ganado aquí! No puedo, no puedo.

– No se trata de si puede hacerlo, sino de si debe.

– A este otro de la lista yo también quiero echarlo, el problema es que no lo quiere nadie por su sueldo. Aunque a éste y a éste sí los puedo largar, siempre que alguien presente una oferta aceptable. En fin, déjame pensar todo esto, necesito algo de tiempo.

– Claro, el que quiera, ya sabe dónde estoy. Buenas tardes.

Tras salir Mourinho del despacho, Floper se queda preocupado, sin saber qué determinación tomar. ¿Será lo mejor prescindir del entrenador? Al fin y al cabo, eso pondría su cabeza a salvo y le garantizaría la tranquilidad en su cuarto mandato. ¿O sería más bien al contrario, y la destitución del Mou sería el primer paso hacia su propia caída? Las dudas carcomen al presidente. En ese momento vuelve a sonar su móvil, es un mensaje de whatsapp de un conocido periodista:

– A. Relaño: «Comida a las 2 en el txistu, no dejes de venir, muy importante.»

Floper duda: «Joer, no sé qué hacer, estos me van a pedir algo fijo. Bueno, si voy los tengo contentos, y si me piden alguna bacalada les digo que no y listo, que para eso soy el presidente del Madriz».

txistu 2

Florentino se presenta en el afamado mesón madrileño a la hora indicada. Para su sorpresa, los comensales que le esperan no son sólo de la redacción de As; también hay varios miembros de Marca. Además de Relaño, están allí P.P. San Martín, Roncero, Colino, Matallanas, Trueba, García Caridad, Bobito Gómez, Sánchez Flor, Palomar, Serrano… Ante tal panorama, Floper empieza a lamentar haber acudido. «Mierda, esto es una encerrona». A unos metros de allí se oye una acalorada conversación: «¡Ya te pago, joder! Venga, seiscientos, setecientos y ochocientos, listo. Y no quiero volver a verte en mi vida, cabrón». El autor de estas palabras se acerca a la mesa y se une al grupo, es Pipi Estrada. Relaño toma la palabra:

– Gracias por venir, presidente. Como ve, a esta comida hemos acudido representantes de los dos medios principales para buscar el mayor consenso posible. Nos gustaría normalizar las relaciones con el club de una vez por todas.

– Hombre, Alfredo, tú sabes que yo siempre estoy a favor de normalizar, ¡faltaría más! ¿Qué me propones?

– La paz, presidente, nada menos que la paz. Nosotros suavizamos nuestra línea editorial, facilitamos las cosas… y el Madrid también pone de su parte.

– ¿Y eso quiere decir…?

– Creo que está claro: Mourinho tiene que salir. Es un factor de discordia y tensión constante. Además, deportivamente ya no da más de sí, y los jugadores importantes no lo soportan.

– ¡Pero bueno, esto es un chantaje! -, replica Florentino. García Caridad carraspea e interviene:

– Esa palabra es muy fuerte, presidente. Nosotros sólo decimos que la marcha de Mourinho contribuiría a unas mejores relaciones entre el club y la prensa. Está claro que remando juntos llegaremos más lejos.- Relaño retoma:

– No respondas ahora, presidente, piénsalo con calma y te llamamos en unos días. Ahora vamos a hablar de esos batines con el escudo del Madrid que queremos sacar con el As la semana que viene…

Tras esta palabras, comienza el convite, consistente en una abundante selección de asados, que transcurre sin mayores incidentes. Carmen Colino trata de meter una cabeza de cochinillo entre dos rebanadas de pan, y Bobito Gómez rebaña bien los huesos. Todos los comensales riegan su comida con abundantes caldos. Algunos miran su móviles de reojo, esperando esas primicias y filtraciones que tan raras y caras se han hecho en la era Mourinho. Al acabar, todos se despiden cordialmente. Roncero, en vez de volver con Relaño al As, dicen que se toma el resto del día libre para irse con Manolete a tomar unos cacharros al Paf «y a lo que surja», guiñándole un ojo a su compañero de redacción.

Florentino regresa a su despacho presidencial y se sienta con aire cavilante. Tiene entre manos una decisión muy grave, que afectará a todo el futuro del club. Durante casi media hora, observa una foto de Bernabéu y no se le ocurre nada. «Ah, yo actuaría con libertad, pero… ¿y las elecciones? No se puede dejar el club en manos de aventureros, no, no… Además, esas bajas que me ha pedido Mou… no quiero ni pensar en las reacciones. ¿Pero si lo echo a él, a quién traigo? ¿Qué pasa si el año que viene estamos a 10 puntos del Barsa en Diciembre, tendría que salir en globo? ¡¡Ah, decisiones, decisiones!!» Pero tras un largo rato, el presidente por fin adopta una resolución:

Si Floper decide aceptar la petición de Mourinho, pulsa aquí.

Si Floper decide aceptar la petición de Relaño, pulsa aquí.

I belong to Kaká

Por Civ.

Con Ramos sancionado, Xabi y Benzema tocados y reservados por precaución, y Varane como baja de última hora, Mourinho hizo incluso aún más rotaciones para afrontar este enfrentamiento, al estar muy cerca de los partidos donde va a jugarse de verdad la temporada. Decisión prudente. El primer tiempo mostró un salto cualitativo entre titulares y suplentes sin duda preocupante. Dado el potencial del elenco madridista, sigue siendo injustificable una respuesta tan pobre de los hombres de banquillo, no ya ayer, sino en el común de la temporada. Esto unido al flojo nivel que ofrecieron los teóricos titulares (Pepe o Di María) nos dejó unos primeros 45’ para olvidar. El Depor fue muy superior en todos los fundamentos del juego y se fue ganando por un justo 1-0, llegado el gol a los 35’ en un fallo garrafal de D. López al no cubrir su palo en el disparo de Riki. Un campo de fuerza invisible separaba al Madrid del área deportivista, limitándose nuestro ataque a soporíferos toques de bola sin ningún sentido. Además, el centro del campo no socavaba las contras del equipo de Fernando Vázquez, lo que propició alguna llegada peligrosa, en especial un balón sacado bajo palos por Marcelo. Una única ocasión de Callejón, que definió mal en el mano a mano ante Aranzubía, fue el balance ofensivo en este primer acto.

Como suele ser habitual, Mourinho no demoró mucho la corrección de errores, y tras 10’ de tanteo efectuó los tres cambios al unísono, tres titulares al rescate: Khedira, Özil y Cristiano, abandonando sus puestos Essien, Modric y Marcelo. En los dos primeros la intención estaba clara, lavarle la cara por completo al centro del campo. El tercero también es propio de Mourinho, el sacrificio de uno de sus peones defensivos a costa de introducir a un hombre de ataque. Callejón ocupó el lateral izquierdo, quedando Özil en una posición más atrasada de lo habitual y premiando el juego de Kaká (quizá de los más comprometidos del primer tiempo) con 90’. Si los cambios fueron decisivos, también lo fue mantener al brasileño en el terreno de juego, ya que con la entrada de Özil habría sido la permuta natural, pero como se suele decir, cuando se realiza una sustitución se busca cambiar algo en el desarrollo de un encuentro, no simplemente una variación de actores.

kaka

Con los tres cambios en escena y una actitud digna de ser llamada así, la superioridad del Madrid fue acrecentándose minuto a minuto, facilitada por los problemas del Deportivo, un equipo cuya defensa deja mucho que desear y encima durante el partido sufrió dos lesiones en dicha línea, hasta que llegamos al empate a los 28’. Fue gracias a un gran disparo de Ricardo Izecson desde la frontal, de interior y con rosca, repetición de lo que tantas veces hemos visto en su carrera (valgan estos cuatro ejemplos, uno por temporada: Tenerife, Sevilla, Apoel y Ajax). Khedira estaba imponiéndose en el centro, cortando la sangría de llegadas del equipo coruñés, y Özil le ayudaba en una zona inusualmente atrasada para él, mientras que Cristiano había revolucionado el partido en lo que a la vertiente atacante se refiere, dejando en evidencia a la defensa desde su banda izquierda. Precisamente Ronaldo rozó el gol tras una jugada individual espectacular: recorte en seco cerca de la línea de fondo intervención milagrosa de Aranzubía para mandar su remate a córner. Pero Kaká tenía destinado el papel de clutch player de la noche, y en un pase magistral volvió a dejar solo a C.Ronaldo, quien cedió a Higuaín para marcar a placer a los 43’. Un gol en Zona Cesarini, como en sus buenos tiempos, para celebrar sus 100 en Liga. Sin embargo este tanto no debe esconder su mediocre partido, en el que posiblemente batió su récord particular de fueras de juego.

El jugador del partido fue Kaká, quien por primera vez en mucho tiempo (quizá desde este encuentro en Zaragoza aún en era Pellegrini) apareció cuando las cosas estaban difíciles. La diferencia con otras resurrecciones es que aquellas se habían producido en partidos cómodos, normalmente goleadas, días en los que todos sumaban y brillaban. Pese a todo, no espero del brasileño más que una salida medianamente digna a final de temporada y que mientras tanto sea útil. Ya hemos asumido que su paso por el Real ha sido un fracaso deportivo (no así en lo económico, pese a lo que pudiera parecer), así que es de agradecer que asuma su papel de jugador de rotación y lo haga con ganas.

Infelizmente, la jornada no pudo saldarse con un recorte de puntos que habría dejado la posibilidad de ponernos a diez con una victoria el próximo sábado. La Liga habría estado casi imposible de todos modos, pero el susto en el cuerpo a los barcelonistas no se lo habría quitado nadie. El Madrid no está en un momento óptimo, pero en Barcelona, donde todo parecía de color de rosa, parece que han entrado las dudas. Muestran su momento más flojo de la temporada y nos dejan una invitación irrechazable a aprovecharlo. Los últimos enfrentamientos entre los dos eternos rivales han mostrado que el Madrid lo tiene a su alcance, aunque no termine de rematarlos con una victoria clara que confirme esa superioridad madridista tantas veces esbozada. En este caso, lograrlo también nos daría acceso a la final del Campeonato de España de fútbol por 38ª vez.

Civ. Edita El Cuarto tiempo.

– Deporculo de la Coruña: 1 (Riki el friki)
– Real Madrid: 2 (Kaká e Higuaín)

Incidencias: ¡¡A Segunda!!
.
[polldaddy poll=»6916811″]

El Depor y las miserias de nuestro fúrbol

lendoiro 2
«¿Os parecen altos? Pues si viérais nuestra deuda…»

Visitamos a un Deporculo de La Coruña que está realizando seguramente la peor campaña en Primera de su historia, colista a 8 puntos de la salvación y descendido salvo milagro sideral, tras una breve estancia en la máxima categoría. Lejos, muy lejos queda aquel Superdepor construido por Lendoiro, el hombre que tantos años después sigue liderando la nave coruñesa. «El dinero del fútbol está mal repartido», dicen los equipos modestos. Puede que sea así, pero lo que no cuentan es lo que pasaba en los 90, cuando el dinero de las teles corría a raudales por los clubes. ¿Qué hizo, por ejemplo, el Betis? ¿Pagó sus deudas y dejó provisiones de capital para el futuro? ¡No, se puso a disputar el fichaje de figuras mundiales al Real Madrid! ¡¡El puto Betis!! Así, vimos cómo Denilson viajaba a Sevilla desde Sao Paulo por 5000 millonazos de pesetas -que sería como pagar hoy 45-50 millones-, perdiendo todo ese valor en apenas tres temporadas. Los casos fueron abundantes y en muchos equipos, todos los recordaréis.

Pero poco a poco las alegrías fueron recortandose, y se acabaron los fichajes multimillonarios (aunque se seguía gastando lo que se tenía y lo que no). Finalmente, llegaron los concursos de acreedores. Y así estamos, con un puñadito de clubes que cuentan con los suficientes recursos para sobrevivir -ya sea por masa social, propietarios con dinero o ayudas públicas puras y duras-, mientras el resto están asfixiados económicamente y/o con plantillas tan débiles que se contentan con mantener la categoría. Reclaman una mayor parte del pastel televisivo, sin entender que probablemente están cobrando de más, porque las remuneraciones firmadas no se corresponden con lo que generan las suscripciones televisivas. Es más, yo creo que las teles pagan más del doble de lo que ingresan actualmente (cuando lo pagan), y por eso son ultradeficitarias (6.000 millones de deuda entre PRISA y Mediapro).

La burbuja es enorme y, para tener una Liga sostenible es necesario pincharla. Para empezar, la Primera División necesita una reducción drástica, a un máximo de 16 equipos, y hay que descender o liquidar a todos los clubes que no presenten un plan de saneamiento realista a cinco años como máximo. Basta de tener en Primera a equipos que viven de dinero virtual y que compiten deslealmente. El Deportivo debe 70 millones a Hacienda, el Valencia unos 300 por todos los conceptos… no parece ser un problema de reparto televisivo, sino de puro despilfarro. Si todo esto implica que 10 de Primera se van para abajo y 10 de Segunda (o incluso de 2ª B) suben, no hay que verlo como algo traumático (Estudiantes juega ACB esta temporada exclusivamente porque ningún club LEB podía pagar la licencia para ascender, y me parece correcto).

En cuanto al partido de hoy, es el último choque antes de la semana de pasión madridista, sin duda la más intensa del año, que determinará por completo el resultado de la temporada . Vuelve a la convocatoria «fuertecito» Marcelo -que probablemente será importante en estos partidos-, y se han quedado nuevamente fuera Alonso y Benzema, más Varane, descartado a última hora por unas molestias. Afortunadamente tampoco estará Ramos. No hay absolutamente ninguna excusa para no ganar holgadamente a este Deportivo que va por su tercer entrenador de la temporada y apenas podrá oponernos voluntad. Tenemos que marcharnos de Riazor con los tres puntos, la moral reforzada y metiendo una pequeña presión extra al Barça, que jugará justo después.

La Porra Virtual estará abierta hasta las 20:00