
Observo a nuestro Real Madrid y me parece ver un gran trastalántico de 500 millones de euros que probablemente no se dé un hostión como el Titanic, pero seguramente se quede dando vueltas en el mar de forma indefinida, sin llegar nunca a América, mientras otros barcos mejor preparados pasan a su lado a velocidad vertiginosa. A este respecto, hay varios temas que, si el tiempo me lo permite, trataré más en profundidad las próximas semanas, pero que quiero tocar brevemente hoy. Son los siguientes:

– Reforma del estadio: Simplemente, está mal concebida. Florentino es más hombre de negocios que presidente de fútbol, lo cual no es malo per se, pero sí puede serlo cuando aplicas mal esa mentalidad de negocios. Me explico: Pérez ha visto que los principales clubes deportivos del mundo tienen una proporción importante de ingresos prodedentes de su estadio, no dependiendo tanto de sus contratos televisivos, y ha decidido hacer algo al respecto. El problema es que ha obviado ese consejo tan bueno de Breaking Bad de no hacer las cosas a medias, y eso es precisamente nuestra reforma: ni chicha ni limoná, a un precio de 450 millones de euros.
Independientemente del diseño del nuevo estadio -que a mí me gusta mucho-, la única forma de obtener un retorno razonable para una inversión así sería trasladarse a Valdebebas, con todo el terreno del mundo para crear una experiencia integral de ocio. Por supuesto, esto sólo sería realizable con un mínimo de 1000 millones de euros, gasto impensable en esta coyuntura económica, pero lo inteligente habría sido esperar a que la economía remontara. Con el proyecto actual nos atamos otros 40 o 50 años a la Castellana a cambio de una dudosísima rentabilidad, de 55 millones de ingresos adicionales anuales en el mejor de los casos, invirtiendo 450; es decir que contando los tres años de obras no se vería un duro neto hasta aproximadamente el año 2025. Mientras, dejaríamos 100 hectáreas en Valdebebas usadas en… absolutamente nada (el huerto del sosi, que decía Núñez de unos terrenos inutilizados que poseía el Barça, en Can Rigalt, creo). Tantas dudas me genera el proyecto que incluso pongo en duda que se realice finalmente, por pura lógica económica y por la dificultad intrínseca de la obra, que algunos arquitectos han calificado de «pesadilla».

– Relaciones institucionales: Sudores fríos he tenido al ver las últimas eliminatorias de Champions, comprobando que el fútbol es el deporte peor arbitrado del mundo, con unos métodos absolutamente arcaicos y con una enorme incidencia del azar; azar que, por otro lado, suele favorecerte menos si estás mal relacionado con las altas instancias federativas. Tras 12 años de Florentinato, ¿ha mejorado nuestra posición en la UEFA o FIFA o RFEF? Poco o nada, sobre todo después del naufragio del G-14. No se ve ni un solo amago de presión a estos organismos cleptocráticos que, simplemente, convierten el fútbol en algo que no vale la pena.
Para que me entendáis, en pleno 2014 el árbitro de un Madrid-Barça lo decide el colegio de árbitros (organismo federativo), y al presidente de la federación española (Villar desde 1988) lo escogen los presidentes regionales. Es decir que, en último término, la elección de ese árbitro depende más de lo que voten el presidente de la federación extremeña y riojana que de lo que piensen Madrid, Barça o cualquier otro club de Primera. Y el Madrid no hace NADA para cambiar esto, atenazado por el miedo. Lo mismo ocurre en el frente europeo, con los clubes totalmente a merced de unos sátrapas que viven anclados medio siglo atrás. Parece que me pongo la venda antes de hacerme la herida, pero si en el partido del Schalke nos anulan un gol legal, nos pitan un penalti que no es o nos echan a un jugador porque el árbitro apreció mal la jugada -todo esto remediable si se usara tecnología- os acordaréis estas palabras.

– Web y TV: La nueva web del Real Madrid es totalmente representativa del funcionamiento actual del club: chapucera, simple, genérica. Amigos, conozco las plantillas de WordPress, ESTE BLOG que estáis leyendo es una plantilla de WordPress, y la nueva web del Madrid es una plantilla de esa plataforma, pero además poco modificada, con un aspecto amateur desolador. Creía que una regla básica de diseño web era que las fotos nunca llegaran al borde de la pantalla, pero plaf, ahí tienes tres fotos de extremo a extremo del monitor encabezando la web; lo único que le veo bueno es que ahora hay noticias de baloncesto en la portada. Que alguien haya apoyado esto como imagen digital del club con más ingresos del mundo sólo puede deberse a dos motivos: mal criterio o desinterés. Y si esto es lo mejor que podemos ofrecer, ya sólo cabe crear un departamento especializado con profresionales de primer nivel, que ofrezca, si no ideas rompedoras, al menos algo que no parezca hecho por un estudiante no particularmente aplicado.
Sobre Real Madrid TV, hemos caído de nuevo en la pésima costumbre de anunciar cosas y luego no hacerlas. Tras casi medio año de runrún, aún no tenemos fecha oficial de estreno en la TDT. Cierto que la reciente sentencia sobre los canales ha cambiado el panorama, pero la falta de información al respecto por vías oficiales resulta incomprensible. Ya sólo queda rezar para que, una vez debute el canal, haya una programación acorde a lo que necesita el club (para lo que se necesitará inversión y sobre todo inteligencia), y que cuente con una versión web eficiente. Todavía tenemos ocasión de hacer algo bien.
Euroliga, Top 16, Jornada 7: Real Madrid-Zalgiris Kaunas. 20:45 (Streaming)
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La Porra Virtual para el Madrid-Elche estará abierta hasta las 16:00.