Un Madrid implacable


Pasan los años y siguen con dos esquinas abiertas. Gitanos.

A diferencia de los maricas de los italianos, las demás Ligas europeas siguen en curso, ya decididamente enfiladas hacia su recta final. En esta jornada el Barcas juega un día antes que el Madril, viéndose obligados a ganar si no quieren que el título se les empiece a deslizar definitivamente entre los dedos. El equipo del cura de pueblo se enfrenta en el Kampf a la Real Sociedad, flamante finalista de Copa de la mano de Ódegor, rubio profeta del Madrid que viene. A este muchacho el fúrbol se le desborda del cuerpo, y ya ha colocado en una final prestigiosa a un equipete del montón, pero no se le vislumbran límites. ¿Podría darle una Liga al Madriz incluso antes de integrarse plenamente en el primer equipo? Veremos.

Hablando de esa final, será un espectáculo muy chungo, por más que diga Anconia: una nueva humillación a nuestra patria, himno y rey, Emasculado VI, alias el Preparao o el Estoico, dispuesto a aguantar impasible cualquier vejación hacia su persona sin entender (pese a tantos años de Universidad y de academia militar) que cuando lo vejan a él vejan a España; todo con tal de mantener la «normalidad institucional», la cual falleció hace muchos años y no precisamente de muerte natural.

Nosotros jugaremos mañana, un partido trampa contra el Betici-mmo. Ofú, niño, qué simpáticos, qué club más majo, más hermanado con el Madrid, más… me cago en su puta madre. Ya no me cae bien ningún club que no vaya de blanco nuclear (de hecho, ni siquiera ese), y lo único que me interesa es que dejemos de repartir puntos por toda España como una especie de Papá Noel mónguer. Lo que tenemos que dejar detrás de nosotros es un reguero de viudas, huérfanos y tierra arrasada. Que los jugadores impregnen el banderín de coronavirus y se lo metan por el culo a su capitán; igual que Custer es de Cthulu, yo soy Thanista, y me sobra como mínimo la mitad de la población expañola, incluyendo por supuesto la bética. El único verdiblanco con el que realmente he simpatizado en los últimos años es ese mártir creado por el feminismo criminal, Rubén Castro Alé (https://youtu.be/37A2Q_GyG2U).

En cuanto salga hoy la convocatoria tendremos una buena idea de si nuestro moro autista quiere ir a por la Liga de una buena vez o prefiere licenciarse definitivamente como Papafrita, por ejemplo postergando de nuevo al único jugador blanco con hambre de gol. No estoy del todo confiante.

Real Madrid vs Coronavirus

Jugó el Madrid contra el Pallacanestro Olimpia Milano en una cancha fantasma: el Mediolanum Forum fue vaciado de denominado por un virus llamado Gilipoyez y Paranoia, aunque también anda suelta esa variante de la gripe común, el llamado covid19. Ya en la cancha se resistió todo lo que pudo el Olimpia, que en los últimos años lucha contra la mediocridad ,intentando convencerse de que aún es relevante en Europa, pero la realidad es tozuda. Messina recuerda bastante a Mou, pues ambos son dos entrenadores que fueron los reyes del mambo jugando al control y que ahora conviven demasiado cotidianamente con la derrota. ¿Pero quién puede estar durante lustros luchando contra unos mastuerzos vagos y multimillonarios, intentando que den lo mejor de sí? Al final, pese a que llegamos a ir 17 por debajo, logramos una victoria bastante holgada, con Tabares figura como (13 puntos y 12 rebotes).

Quien no se planteó ni por un segundo cerrar el «Pabellón de la paz y la amistad» (risas enlatadas) fue Olympiakós, que recibía a su enemigo (que no rival) Panathinaikós, equipo por cuya causa abandonó la Liga griega, acusándolo de favoritismo arbitral. Es por eso que ambos combinados ya sólo se ven las caras en Euroliga, inmersos en un odio ante el cual cualquiera virus palidece por completo. Ganaron los locales pese a su mala temporada, por unos exiguos tres puntos.

Ignoro si los nuestros se habrán contagiado de la «terrible enfermedad» en Milán, pero desde luego la amenaza no los amilanó (¡juego de palabras!). Incluso aunque sean portadores, dudo mucho que lleguen a tener síntomas, pues estos tíos son tan cabrones que matarán al virus o lo tendrán arrinconado, como si por sus venas corriera sangre de alien. Lo que sí me haría gracia es que con tanto viaje se lo contagiaran a mucha gente, lo cual no dejaría de ser una nueva manifestación de supremacía y predación.

El Covid es un auténtico chiste como pandemia, pero nos ofrece una mirada fascinante al periodismo y las interacciones sociales de la actualidad, que primero separan con un cedazo y luego magnifican fenómenos siguiendo criterios desconcertantes. Si alguien decide que las muertes de ancianos por neumonía (algo tan cotidiano en la edad de riesgo como matarse en la bañera o en las escaleras) son una noticia de orden internacional, pues son una noticia de orden internacional. Sorprendente el papel de ciertos periodistas que pasaban por serios y se han subido al carcomido carro de la histeria (como si fueran madridistas). Casa como el de Juan Maneal López Zafra, que se lanzó a dar como «muy fiable» la cifra de 24.000 muertos en China (10 veces la cifra real) hablan muy mal de una profesión en la que el auténtico rigor es un fenómeno escasísimo.

Claro que mis preferidos son los que se desgañitan diciendo que «no es una gripe». ¿Entonces qué es? ¿Una alergia, un cáncer, una enfermedad nerviosa? Todos ellos contribuyen a que millones salgan a la calle buscando un enemigo invisible y casi imaginario, e incluso a que baje la Bolsa (?); los misterios de la psicología de masas y la atención selectiva. No faltará quien me diga que «toda medida que salve vidas es buena, aunque pueda parecer un poco extrema». Sí, y quitarnos los zapatos en los aeropuertos seguro que ha salvado muchos vuelos…

Nuestro próximo partido será el domingo ante el Beticim-mo, debido a la eliminación de Copa (la verdad es que ese encuentra adicional habría sido una putada). La visita al Villamarín sería una ocasión excelente de expandir el bicho, pero es posible que la criatura no sobreviva en los insalubres arrabales sevillanos, por si no tuviera bastante con nadar entre las tóxicas venas de los merengues. De hecho, se me ocurre que deberían examinar a todos nuestros jugadores, pues los cultivos de su sangre podrían ser la base para multitud de vacunas.

El milagro de Steve Urkel

Rappol

El once titular de ayer no invitaba a grandes optimismos —ni a optimismos de ningún tamaño, teniendo en cuenta precedentes—, pero Mizisú debió aprovechar la semana para ponerle una ofrenda al Dios del Fútbol. Este, agradecido por el gesto, decidió bendecir a jóvenes y viejos vestidos de blanco y por ahí se empezó a desatascar el partido. Para no perder la costumbre, en la segunda parte, porque la primera fue como un gigantesco flan recubierto de caramelovirus.

Las sorpresas de Mizisú fueron Isco, el Morciégalo y Valverde jugando casi de extremo derecho (jugó en realidad de hijoputa-táctico), alternando de vez en cuando el ataque total que se planteaba constantemente por la izquierda, con un trabajo muy sacrificado de Casemiro y del propio Isco en los retornos. Paradójicamente, la mayoría de los sustos de la primera parte nos llegaron por la zona de Carvajal, cuya temporada desafía al entendimiento.

Sin embargo, la apuesta adolecía de lo de siempre: el benzemismo asociativo, la ausencia de claridad en los metros finales y el prurito de pase que siempre nos atenaza cuando lo que hay que hacer es matar. Punto.

La segunda parte, por contra, empezó a traernos buenas noticias y detalles positivos que fueron cayendo todos de nuestro lado (gracias, Dios del Fútbol). La fe de Vinicius se incrementó, el centro del campo culerdo empezó a hacer aguas y las ocasiones más serias caían a nuestro favor. A Tiesén le dio un ataque de entrenador de vacas y sentó a Vidal para hacer entrar a Whitebread, invitando a Kroos a mostrarse más en el apoyo del ataque. Resultado: en una jugada atascada en banda izquierda, gran pase del alemán, reculada de Piqué (que despreció a Vinicius en un gesto que le salió muy caro) y 1-0. Miraba a la grada el brasileño, señalándose el escudo, feliz, mientras Casemiro daba puñetazos de rabia en el suelo. Aquí pasaba algo.

El Putaloni trató de estirarse un poco entonces, pero el Madrid estaba ordenado y mordía todo lo que podía en la salida culerda (Modric-Isco, cambio razonable, Valverde-Lucas, cambio obligado y Benzema-Mariano, cambio que nos gustaría ver más y antes). Pero sin ningún elemento sorpresa por parte de las visitantes (Messi no quería), los blancos desperdiciaron alguna ocasión de matar el partido definitivamente (incomprensible que Pijamita no sacara rápido tras falta a la desesperada que subió a rematar Terrestreguén). Hasta que Mariano, el hijo pródigo (últimamente también me acuerdo a veces de RDT, que sale a gol por partido desde que está en el Español), se hizo la chupada del siglo para matar el partido en el descuento.

Alguien debería tomar nota. Sobre todo, de las cosas que agradan al Dios del Fútbol. Porque sea como sea, todavía estamos ahí. Y físicamente ayer parecíamos un poco recuperados. Esperemos que ya anímicamente el giro sea definitivo. Matar. Punto. Matar. Punto. Matarlos a todos. A sus familias. A sus amigos. A sus conocidos. Ser peores que el coronavirus, coño. Hala Madrid, hijosdeputa.

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De marra, marra, marra villa.

El Socio

Cuando uno está en una situación desesperada y adopta medidas igualmente desesperadas para solucionarla, es juzgado enteramente por sus resultados: si fracasa es un pobre loco que murió matando, pero si triunfa es un genio. Creo que Zidane está familiarizado con el término «barakka», esa suerte de los valientes que tanto acompañó a nuestro Invicto Caudillo, y ayer se la jugó todo a una carta, incapaz de aceptar la derrota sino era luchando bajo sus propios términos. Este clásico crepuscular pudo perfectamente acabar de otra forma si el Barcas hubiera metido cualquiera de las que sacó Pichabrava o las que mandó a las nubes Griman (y tan gris), pero el destino se tiñó de blanco.

Vinicius es un jugador en edad de formación que normalmente se iría asomando al primer equipo tras chuparse una larga mili en el Castilla o una cesión en cualquier equipete de nivel medio. Sin embargo, le ha tocado sustituir a la vez de Cristiano, Hazard y Bale, y el mundo entero asiste a cómo un chaval sub-20 intenta aprender a chutar y pasar. El proceso está siendo lento y doloroso, pero el dios del fútbol quiso ayer que nuestro muchacho desgarbado, el vecino de los Winslow que destroza el salón accidentalmente preguntando «¿He sido yooooo?» le marcara un gran gol al mejor portero del mundo junto con Alisson. Que fue otra vez de rebote, sí, ¿pero qué más da? ¿Acaso no es una técnica de tiro como otra cualquiera? Además el rebote fue en Piqué, lo cual aumenta el placer. El compañero sentimental (que no esposo) de Shakira es un tipejo peor que Buardiola, quien al menos es abiertamente sepa-rata. Piqué no, Piqué quiere que ambos bandos compren en su botiga, y te pide hacer negocios con él mientras ayuda a socavar los cimientos de tu país. Ayer llevaba ese cote de pelo retarded que se estila ahora, y recibió un justo castigo a su iniquidad; que se joda mucho.


¡¡Despiporreeeeee!!

La jugada del gol tuvo un glorioso prolegómeno en el pase de Kroos; muchas veces se usa a expresión «telegrafiar el pase» para criticar a quienes delatan un envío mediante su gestualidad, pero «Toni fútbol» no es que lo telegrafiara, directamente parecía estar llamando un taxi, agitando la mano en alto. Yo, que sé alemán, le leí los labios y vi claramente cómo decía «corre, negro, corre». Y vaya si corrió. Porque sin duda lo mejor de Vini-Urkel es que se las juega todas, penetrando por la izquierda una y otra vez sin importarle su ratio de acierto; al fin y al cabo, hay quien dice que el fútbol es saber correr con la bola cosida a los pies, lo demás es añadidura.

¿Qué decir de Marcelo? La insistencia de Zidane en alinearlo seguirá dando que hablar durante años, pero yo no me veo autorizado a reconvenir a un tipo que lo ha ganado todo en el césped y en el banquillo. Lo del brasileño pudo acabar ayer en tragedia fácilmente, pero el caso es que hizo justo lo que esperaba el técnico: completar una banda izquierda que era nuestro único argumento ofensivo. Su carrera geriátrica contra Messi nos recordó la crueldad impasible del Padre Tiempo, y si él no quedó muy bien, peor parado quedó el «GOAT», quien ahora es el hombre que perdió una carrera con Marcelo. Pero bueno, le metió cuatro al Eibar, seguirá firmando su propio cheque varios años. Al fin y al cabo, él es el verdadero entrenador del equipo, muy por encima de ese señor canoso vestido de cura sentado en el banquillo visitante.

La noche tuvo glorioso colofón con el golazo de Mariano, un jugador por el que no puede evitar tener debilidad. Una vez más salió como si fuera el último partido de su vida y una vez más cumplió, metiéndola por donde no había hueco. Fue un gol crucial en lo anímico, que mandó al equipo al vestuario dándose golpes de pecho y creyéndose capaz de todo. Ciertos madridistas bastante influenciables dicen que les gusta Mariano «a pesar de», como si no tuviera absolutamente todo lo que necesita un nueve (golpeo excelente con todas las partes del cuerpo, oportunismo, potencia, hambre), y tratándolo como una especie de Julio Salinas mulato. Yo les pediría que dejaran de repetir gilipolleces fabricadas en las factorías del antimadridismo y pidieran más oportunidades para este notable jugador, mucho más en este Madrid para el que cada gol es oro puro.

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– Real Madrid: 2 (Vinicius y Marciano)
– Barcas: 0

Banzaaaaaiiiiii


Seguimos en obras.

No diría yo que el Madrid puede hoy asegurarse el éxito esta temporada, pero sí puede perderlo casi todo: si ganamos o empatamos, la Liga seguirá en disputa varias semanas e iremos a City con un razonable estado de ánimo. Ahora, como palmemos, la Liga será una quimera incluso contra el pastor de vacas y su Barcas todo a 100, e iremos a Can Pepi con peor cara que Hillary la noche que palmó las elecciones. Pero ey, tenemos una «fighting chance», y el
exèrcit desarmat, aparte del engendro, tampoco es que sea un maquinón de fúrbol.

Zipayo parece estar pasando una crisis de identidad: sas corazonadas que normalmente le funcionaban tan bien han fallado últimamente una tras otra, resultando en una dolorosa eliminación copera, dos lacerantes patinazos ligueros y una ulcerante derrota en Chempions cuando todo estaba a favor. Es posible que el calvo mire por la ventana de su despacho y piense: «¿En qué me he equivocado?», dudando en si volver a la ortodoxia o en si dar una nueva vuelta de tuerca. Teniendo en cuenta que ha convocado a Mariano para hoy (!!!), parece que opta por lo segundo. Al fin y al cabo, con el bravísimo hispano-dominicano tuvimos nuestro momento más feliz de la temporada, la victoria en la Supercopa. Ojo, es obvio que la adaptación de Jovic al equipo ha sido pésima, y quizá este cambio en la delantera responda únicamente a eso, pero a mí sí me gustaría ver al muchacho contribuir en nuestra denodada lucha contra el mal.

Creo sinceramente que este equipo, tan trabajado y tan serio en la retaguardia (bueno, casi siempre), se merece ganar algo, pero a estas alturas ya no puede hacerlo nadando y guardando la ropa. Hay que salir en plan Fuenteovejuna y confiar en que el último hombre que quede en pie vaya de blanco. No os engañéis, eso de los «minutos de tanteo», de «medir al rival» son sólo eufemismos para ocultar que no tienes cojones para atacar con todo y dejar la espalda ocasionalmente descubierta. Pero a este Barcas del vaquero hay que golpearlo duro, porque saben que están igual o peor que nosotros, y a la primera hostia seria que se lleven se quedarán groguis. En suma, la mejor versión de este Madrid es bastante mejor que la mejor del Barcas, y si nos damos cuenta de ello esta noche podemos cortar varias orejas e incluso algún rabo.

Miércoles de ceniza

Rappol

Zidane hizo una lectura nefasta del partido. Es un partido que tienes ganado simplemente metiendo refresco en la media, pero manteniendo en el campo al único tipo que le creaba problemas al City: Vinicius. Cuando sientas a Vinicius liberas a un tipo del mediocampo inglés, y cuando Pepi saca a Sterling, hace 2 a su favor. Resultado: presionan mejor la salida de balón y te hacen el empate por el lado de Carvajal. En otra jugada similar por la misma banda, te cagan el penal. Y en otra salida mala, te cagan a Ramos. Todas en origen porque concedes superioridad a la media rival por hacer un mal cambio (invitas a que te ataquen). El Madrid desapareció después del Bale por Vinicius.

Y en chino mandarín.

Custer

Me habría gustado equivocarme en mi pronóstico. Lo digo muy en serio. Pero era complicado. Quien se junta con papafritas acaba apapafritao. No hay más. Ojalá esto sirva para poner en la calle a la Cosa del Banquillo y empezar a construir el futuro tomando este deporte un poco más en serio. Y que se empiece a tomar en serio desde Los Despachos donde se ha trabajado con el puto culo… si es que acaso alguien se tomó en algún momento la molestia de trabajar. Habrá que fichar un entrenador bueno (y los hay a puntapala), a jugadores buenos, o simplemente buenecillos, y no gastar millones en refuerzos mediocres para que el Castilla de los cojones se mantenga vivo en Segunda B. Parece absurdo, incluso surrealista, pero es justo lo que se ha hecho. ¿El Barça? Pues lo de siempre. Mantener la dignidad el tiempo que se pueda, defender posiciones, cavar trincheras y que esto acabe cuanto antes. Campana y se acabó. Fin de la historia… y lo que es mucho peor: Fin de la Histeria, que era, a fin de cuentas, lo único que en verdad nos mantenía entretenidos.

El Socio

Sí, bueno, ¿no? Lo normal es que Pepi no te folle en tu propia casa con el equipo más bien mediocre y acomodaticio que llevó (¡dormían la bola perdiendo 1-0!), pero si te pones un tutú rosa, le recortas un agujero en el culo y te pones boca abajo sobre la cama, ¿qué esperas que haga? El vestuario seguramente aún se pregunte cómo se pudo perder ese partido, y sinceramente no sé si alguien lo tiene muy claro. ¿Mal cambio de Zipayo, bajón físico, los azares del fútbol? La verdad es que da rabia sacar ese gol con tanto esfuerzo y luego irte a casa con una cruz de ceniza en la frente porque no has sabido aguantar el balón 10 minutos como podría hacer cualquier equipo de Primera. Toca marcar dos en City, con la pequeña ventaja de que puedes encajar; no es una misión imposible, pero la estadística es tozuda en cuanto a las posibilidades de sacarla adelante. En cualquier caso, no se debería haber llegado a esta situación límite tan pronto. Al menos Zipayo y compañía pueden agradecer que aún dependen de sí mismos para hacer algo positivo esta temporada. Toca lamerse las heridas, recomponer filas y sacar el fútbol que le quede dentro a este grupo.

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– Real Madrid: 1 (Isco)
– Pepi: 2

Pepi es muy tragona

Ay, Guardiola… Antes que nada, aclarar conceptos: ¿Pepi leyenda barcelonista? No, perdónenme, pero no; sé que hoy día basta con que pase suficiente tiempo para reescribir el pasado a gusto del consumidor, pero algunos tenemos memoria. Pepi destacó por ser uno de los primeros «nenos» que salió sabiendo dar dos pases seguidos de la cantera barcelonista, academia que siempre había tenido una producción notablemente inferior a la del Real Madrid. Comoquiera que Croiff no podía fichar once holandeses, vio que el muchacho le servía para el fútbol de toque que buscaba y lo convirtió en el engranaje central de su equipo. Fue en esos primeros años donde más caló entre la parroquia culé, tanto o más pipera que la madridista, maravillada por el novedoso producto local.

El clímax del cruyffismo (y por extensión del guardiolismo) llegó en la final de Wembley, partido mítico contra ese equipo europeo legendario, la todopoderosa Sampdoria, que no olió ninguna otra final ni antes ni después y a la que el equipo excelso del toque sólo pudo ganar en la prórroga y de falta. Poco imaginaba la cabaña culé que aquello era el principio del fin: El Milan de Capello y otros equipos con menos retórica pero más eficacia que los azulgrana irían llevando al «Drink Team» a un segundo plano en el que permanecerían durante muchos años, hasta la irrupción del laportismo.

Durante esa decadencia Guardiola fue volviéndose más y más irrelevante, acumulando millones de pases, ningún gol (el chut es una grosería) y muy pocos títulos, tanto con el Barcelona como con la selección española, cuya camiseta no tuvo reparo en vestir docenas de ocasiones; coleccionaba también muchas expulsiones, pero nunca por meter la pierna ni el brazo, sino por protestar de forma particularmente histriónica (en eso sigue igual); llegó a tener el récord histórico de expulsiones en la Liga. Su retirada del Barsa se produjo entre la más palmaria indiferencia: mientras Bakero, que se fue ese mismo año, fue despedido en loor de multitudes, con un tifo enorme de su rostro cubriendo la grada del Kampf, la marcha de Pep fue una nota a pie de página, sin pancartas, sin homenaje prepartido, sin ovación; cuando lo cambiaron, amagó patéticamente con hacer reverencias a un público que lo ignoraba. ¿No me creen? Esas imágenes existen.

Luego llegó la nandrolona, la retirada definitiva, la salida del armario (separatista) y una candidatura electoral con Luis Bassat en la que nuevamente el barcelonismo lo ignoró. Finalmente llegó al banquillo culé de la mano de un Laporta, desesperado por cubrir el vacío dejado por un desinteresado Rijkaard. Según las crónicas oficiales, Pek entonces reinventó el fúrbol, si bien no hizo mucho más que copiar a su maestro Croiff y contar con la ayudita de un jugador que, tras un conveniente tratamiento médico de muy dudosa indicación, le marcaba 50 goles al año. Llegaron dos Champions de forma más o menos legítima (tampoco nos vamos a poner tiquismiquis), y desde entonces Pek se ha dedicado a hacer turismo futbolístico y ejercer de «mejor entrenador del mundo», aunque nunca ha vuelto a pisar una final de Champions, y las Ligas las ha ganado por aplastamiento económico. Sus fracasos europeos, su atorrante militancia política y su empeño en llevar a todas partes a un musculado waterpolista para intermediar con plantillas de fútbol no han erosionado su aura entre aquellos que tenían comprado el relato comprado de antemano.

¿Quién ha sido la horma de su zapato? El Madrí, por supuesto, especialmente en esa histórica noche de Múnich en la que ardieron tantos árboles. ¿Le molestó aquello a Pek? No creo, yo creo que hasta se puso cachonda, y quizá por un ratito incluso conoció humildad auténtica, no la impostada. El cruiffismo-barcelonismo-guardolismo siempre chirría cuando sale de los ambientes controlados, y el Madrid, con todos sus defectos y vicios, es su mayor factor disruptor, porque casi nunca juega con red y en Europa es un depredador implacable a poco que ande bien. No es que esta temporada seamos una máquina, pero vaya, el Equipo A ha demostrado una solidez envidiable y ser un dolor de cabeza para cualquier roval. Huelga decir que hoy nuestra motivación será máxima, todo lo contrario que la de los citizens, ridiculizados en Liga, repudiados por la UEFA y con un entrenador que ya busca otros pastos donde seguir vendiendo su marca. La Pepi tragando polla blanca es una venerable tradición futbolística, y o mucho me equivoco u hoy se volverá a cumplir.