Golpe de Estado

flop

A ningún presidente del Real Madrid le ha gustado nunca irse. Santiago Bernabéu fue nombrado por la junta directiva en 1943 y siguió en el machito hasta que el Señor lo llamó a su presencia 35 años después. Nunca ganó unas elecciones, ni puta falta que le hizo. Mendoza no murió en el cargo, pero porque no lo dejaron. En realidad su última victoria electoral -en 1995 contra Florentino, casi seguro amañada- sobró: ese mismo año le rechazaron las cuentas (cuando la asamblea de compromisarios aún no era una congregación zombi) y de ahí en adelante todo fue cuesta abajo: la directiva se vio en peligro de tener que avalar 1000 millones de pelas con su patrimonio personal, empezó a haber presiones para un «cambio de situación» y antes de acabar el año, en Noviembre, Mendoza era «dimitido», dando paso a la era Sanz. El propio Mancebo tuvo que irse muy a su pesar 5 años después, pese a cosechar nada menos que dos Copas de Europa (¡y que quiso hacer un nuevo estadio!).

Flóper parece una figura intocable, el hombre en su alto castillo, pero esta imagen se vuelve cada vez más tenue, más borrosa. Se le está poniendo cara del Mendoza crepuscular, y tiene exactamente la misma edad que contaba el «cantamañanas del pelo blanco» cuando le dieron el boleto. ¿Casualidad? Para que el presidente tuviera un final anticipado de mandato sólo existen dos vías: retirada voluntaria (lo que solemos llamar «salir en globo») o golpe de estado al modo del 95. Examinemos cómo podrían desarrollarse las dos opciones:

Salida en globo. Aunque la Junta del Madrid, a la que yo apodo cariñosamente Jurassic Park, parece apoyar sin fisuras al jefe supremo, las apariencias a menudo engañan: es imposible que no haya un runrun creciente por la cada vez más obvia pérdida de rumbo del presidente, quien ha evidenciado una y otra vez carecer de un plan o de visión deportiva. Lo de Zidane ha sido un movimiento desesperado y, por qué no decirlo, patético. Todo el mundo sabe que, de fracasar el francoargelino -y hay muchas probabilidades de ello- el siguiente «proyecto» sería una nueva moneda al aire. La salida en globo vendría dada por un entorno de creciente malestar en todos los estamentos del club y sus aledaños (directiva, plantilla, afición, prensa…), hasta el punto de que Flóper -hombre profundamente vanidoso- sintiera que se ha roto la «paz social» y que ya no es percibido como el mesías del madridismo por el que se tiene. Es muy interesante valorar bajo este prisma la contratación de Benítez, decisión al 100% de JAS, y que desde hace tiempo sostengo se diseñó para desgastar la imagen de un Pérez desorientado tras la pobre última temporada de Ancellotti.

Golpe de estado. Esta opción parece muy pinturera e improbable, pero ojo: al parecer tan sólo hace falta una mayoría suficiente de la Junta para descabalgar al presidente (que fue precisamente lo que llevó a Mendoza a dimitir, evitándose la humillación de ser expulsado por sus propios directivos). El ambiente necesario para propiciar esto sería muy similar al del caso anterior, aunque haría falta una estrategia más agresiva por parte de JAS y sus asociados (alias Spectra). Probablemente dicha táctica consistiría en esgrimir la «auténtica situación financiera del club» ante los directivos, haciéndoles entrever que en un futuro no muy lejano deberían responder con sus patrimonios por un gran agujero contable; ninguna fidelidad perruna es más fuerte que el apego al bolsillo. Después ya sólo quedaría ejecutar la salida del presi -que por supuesto sería muy honorable-, con votación o sin ella.

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Tanto en un caso como en otro, el delfín toda probabilidad sería Fdez. de Blas, aunque no tengo muy claro por cuánto tiempo, ni lo que pasaría después. Quizá fuéramos a elecciones (si los golpistas se conforman con una directiva más competente y afín a sus socios), o quizá a algo más traumático. Hay que hacer especial incidencia en el tema cuentas, porque si Spectra se las apañara para demostrar que en realidad el Madrid está muy endeudado, llegaríamos al auténtico objetivo de la operación, que es hacerse con el control del club. Aquí son clave JAS, el moro Nasser al-Khelaïfi (dueño del PSG y de Bein) y Jaume Roures, intermediario entre ambos personajes. Quizá sea casual que Mierdapro vaya a controlar (otra vez) los contenidos de Real Madrid TV, cuando todo indicaba que iba hacerlo Mediaset, pero cada vez creo menos en coincidencias . Y Floper probablemente tampoco: algo huele, y por eso hace poco obligó a JAS a dar la cara por primera vez en su vida, pero tampoco puede o quiere librarse de su influencia.

¿Cuál sería el método para controlar al Madrid? Presentarlo como una entidad deshauciada, con la conversión en SA como única salida y la posterior aparición salvadora del moro (mediante un testaferro, obviamente), que pasaría a ser el dueño de facto del club, quizá con JAS como CEO. Todo perfectamente legal, por supuesto. Un artículo de Forbes nos explicaría cómo la aparente opulencia en realidad ocultaba una estructura ruinosa. ¿Los socios? Clamarían durante unas semanas, durante un mes a lo sumo, pero supondrían el menor de los problemas: son una masa extremadamente sobornable. Se les ofrecería abono gratis durante dos años (será por pasta), se crearían órganos consultivos cosméticos, se les repartirían unas accioncitas y a navegar con buen viento. Todo muy al estilo Palpatine. ¿Y sabéis qué? Tampoco tendría que ser mucho peor que lo de ahora. El estilo y la identidad lo perdimos hace mucho, y la posibilidad de elegir al presidente también. En cualquier caso, tener elecciones raramente ha demostrado ser determinante para el club. Admito que mi tesis puede sonar demente, frívola, inverosímil, pero casi me parece más improbable seguir en la situación actual que un rotundo giro de timón. Antes del verano sabremos si esta posibilidad es mucho más real de lo que parece.

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Relax and enjoy

Ser madridista se convirtió hace mucho tiempo, básicamente, en un ejercicio de masoquismo. Puede que antaño fuera una cosa cómoda, rutinariamente placentera o placenteramente rutinaria: te sentabas frente a la tele, veías al Madriz ganar, le echabas un casquete a tu señora y en primavera ganabas la Liga. Era el orden natural de las cosas. La actualidad es muy distinta, muy puta, y se puede resumir como una serie de catastróficas desdichas. Florentino Pérez se va a morir en el cargo y eso es un problema, porque tiene una idea completamente ridícula en la cabeza: que, contradiciendo a Boskov, el fútbol no es fútbol, sino otra cosa, una especie de Pro Evolution Soccer en el que si pones a los jugadores con mejores estadísticas ganas. Todo lo demás (táctica, movilidad, físico, motivación) sobra, y no desempeña un papel crucial en lograr la victoria.

Flóper ha probado este método ya con 30 o 40 entrenadores, y lo peor es que incluso aquellos que ganaron bastante fueron poco después descartados, por una cosa o por otra. La última maniobra del presi ha sido poner a un amiguete e ídolo suyo, a ver si la cosa funciona. Pero lo malo de Sisú es precisamente que se ha abonado a la ortodoxia floperiana más absoluta, y si desde el primer minuto despertó dudas, mucho más lo hace tras estrellarse contra un equipirrinín, el Betis, que es el peor local de la Liga, con un solo partido ganado en casa y 6 paupérrimos puntos sobre 27. Bueno, ahora 7, gracias al glorioso Madric.

Dije nada más anunciarse el cambio de entrenador que un míster necesita primordialmente una idea suya, ver a los jugadores y pensar «voy a hacer esto y esto». A Zidane esa idea no se le ve por ninguna parte, más allá del manido «poner a los mejores». Pero ese método es el que hemos seguido desde Enero del 2015 y ha probado repetidamente su ineficacia. Ayer nos birló un penalti el álbitro, y gracias a Dios luego marcamos en fuera de juego, porque de lo contrario algunos estarían aún ahora agarrándose a ese error para justificar lo injustificable. A los que sientan sufrimiento -que este equipo no merece- por esta situación, les aconsejo que se relajen y disfruten: dilaten el ano, dejen que el objeto extraño vaya penetrando (aunque parezca que no, al final SIEMPRE entra) y déjense llevar, sigan las enseñanzas del maestro Von Rothbart. Nos esperan multitud de pollas largas y duras en el camino durante los próximos años, y es una rutina que tardará muuuucho en cambiar.

– Betis: 1
(Cejudo)
– Real Madrit: 1 (Benzema)

Incidencias: Casi nos da la puntilla Rubén Castro (alé).

Rubén Castro, alé

En los tiempos antiguos, Betis y Sevilla eran básicamente lo mismo: la misma mierda, que decía Felipe González. Equipos prácticamente de pueblo, cada uno con una liga ganada cuando el balón llevaba tira de cuero y destacando más por lo entregado de sus aficiones que por cualquier logro futbolístico. Esto fue así hasta la ya mítica era de Lopera y Del Nido, durante la cual el Sevilla empezó a destacarse, dicen que en buena parte gracias al trabajo del chamán Ramón Rodríguez Verdejo, alias Monchi. Aunque con el tiempo ambos equipos perdieron a sus presidentes por chorizos (Lopera fue empurado por la adorable juez Alaya), eso no impidió que dichas diferencias aumentaran, y de ese modo hoy el Sevilla es un semi-grande, muy asentado en Primera, mientras que el Betis se ha estancado en su condición de «ascensor».

Sí, los béticos inspiran cierta ternura. Decía Lopera, autoensalzando su gestión, que al Benito Villamarín -estadio que fugazmente llevó su nombre- antes lo llamaban «la caja de herramientas». Ahora lo llamarán… ¿el Frankenstein? Porque mira que queda extraño y feo tener una mitad del campo de los años 50 y otra del siglo XXI. Ah, ese Villamarín tan folclórico, tan simpático, tan de la Selección antes de comvertirse en La Coja… Otra gran ventaja de los verdiblancos es que no tienen basura izquierdosa-separata en su grada, como si le ocurre al Sevilla con los repugnantes Biris. En suma, si me preguntaran sobre cuál de los dos estadios sevillanos tiraría una Tsar Bomba, indudablemente diría «¡sobre los dos!», pero si me viera en la dolorosa tesitura de tener que indultar a alguno, ciertamente sería a Villamarín.

Con todo y con eso, en lo futbolístico nos pueden oponer muy poquito, dejando aparte al célebre Rubén Castro, que ojo, no es para nada mal goleador y ha vivido una segunda juventud en Sevilla: aunque llegó a una edad tardía al Betis, se ha convertido en su máximo goleador histórico, con 123 tantos, y actuamente tiene una media de algo más de un gol cada dos partidos; el año pasado se cascó nada menos que 32 chicharros en Segunda. En cuanto al Madrid, bueno, ahí está. Los rivales no pinchan, así que de momento la única motivación es asentar el juego y mantener la distancia. Como digo, no deberíamos tener mucho problema para lograrlo, pero vete a saber. En Colombia la preocupación es si jugará James o no, y una vez logrado ese objetivo, por ellos como si nos meten 20. Por último, para los que se escandalicen por el titular de la entrada, yo procuro en la medida de lo posible no colgarme medallas, pero siempre intentaré mantener un compromiso con la verdad y contra el totalitarismo, especialmente el mental o social. Y si a alguien le queda alguna duda:

No fue su culpa.
Era una puta.
Él lo hizo bien.

Son unos hijos de puta (los nuestros)

https://youtu.be/uQ414jt5oYo

– Vergogna. Así, en italiano. Eso es lo que siento por la panda de eunucos que nos representan (bueno, en realidad no) en el basket. Pese al hoctimismo de MadridSXXI y El Curioso (a quienes el señor llene de parabienes), yo lo que veo es a una banda que, con el partido totalmente encarrilado, se dejó fockar, en casa y de un punto, para más inri. ¿Que están mal físicamente? Pues que les prohíban follar (las mujeres aflojan las piernas) y que entrenen 12 horas al día. No vi por ninguna parte la responsabilidad a Donkey que reclamaba; Laso, eres un cagao, no hacemos carrera de ti. ¿La defensa? Bien, gracias. ¡¡Bien jodida!! Como el público del Palacio, que ahora tendrá que esperar hasta el jueves para aguantar ooootra vez la gota malaya de Spanoulis. La derrota nos ha dejado en una posición puñetera, y como no ganemos a los griegos podemos darnos por jodidos. Qué bonito es vivir al límite, ¿eh? Los cojones.

– En prensa nacio-anal, el histórico ABC -ahora secuestrado por un komando aberchale- abre la sección de deportes con un impactante titular: «James Rodríguez no está gordo«. Firma Tomás González-Martín, que debe ser buen amigo del cucutano, ya que sólo le falta gritar «Freedom for James!» Hablando como alguien bien informado (guiño), admite que el 10 blanco se aficionó a la noche mandrieña («salió algunas noches»), pero ojete, no bebió alcohol: se iba a los garitos más «in» de la capital para tomar juguitos y Coca Colas. Sí concede González-Martín que durante esos días James no dormía lo suficiente; y es que empalmas Coca Cola con Coca Cola y te dan las tantas.

Pero el punto crucial del alegato es el peso del colombiano: Jajames no está gordo, sino que es «robusto» (fuertecito), y «tiene el centro de gravedad bajo» (en el culo, concretamente). Aunque se ha filtrado que tiene un 13% de grasa corporal (la media de la plantilla es del 8%, menos Marcelo, que tiene un 40), el articulista lo achaca a «su estructura corporal». Pues muy bien. Pero James debe estar bastante gilipollas si hasta este periodista aulico admite problemas de actitud. Y ciertamente ése es el problema: el muchacho está contaminado, y el hecho de que esté chupando banquillo pese a ser una de las nietecitas predilectas, es que la cosa es difícil de reconducir.

– Haciendo horas extras, González-Martín también nos hace saber que, si el cluc cotizara en bolsa, valdría más de mil millones. Esto lo dicen prestigiosos heconomistas, y si lo dicen ellos será verdad, oyes. Hasta tal punto me lo creo que lo que yo pido es salir a «los mercaos» y cobrar dividendos, porque ya estoy harto de poner panoja todos los años y no sacar nada a cambio. Se destaca que el «márkitin», que hasta ahora suponía aproximadamente un 33% de los ingresos, ya ha superado a la tele y llega hasta el 37%e, con gran crecimiento de venta de productos en Japón, Indonesia, India y China. Así que Ligas y Champions igual no ganamos muchas en los próximos años, pero seguramente sigamos siendo los cocos de la International Champions Cup. ¡A Tsibeles!

Son unos hijos de puta y vamos a masacrarlos

uroliga

Deportivamente hablando, claro. Me refiero, como no puede ser de otra forma, al repugnante Barcelona, al que recibimos hoy en el Palacio a las 20:45, para disputar la 4ª jornada del Toc 16 de la Uroliga. El otro día me preguntó un taxista aquí en Medellín si era hincha del Madrid o del Barcelona, y le respondí «del Madrid», con un gesto que venía a decir «¿acaso se puede ser otra cosa?». Este rechazo a lo culé no tiene nada que ver con forofismos ni con gustos deportivos: para ser fan del Barcelona hay que ser un auténtico hijo de 10.000 leches, e inversamente una persona patriota y cabal necesariamente es antibarcelonista. Ésta ha sido una situación completamente forzada por ellos, desde luego, que empezó el día aquel que serraron la bandera española de la Masía y culmina (por ahora) con Laporta diciendo que «han sido blandos con la UEFA«; pero eso no significa que la gente de bien, encabezada por la madrilista, no vaya a defenderse con dos cojones.

En el aspecto puramente deportivo (?) el partido es muy divertido, porque resulta que la Far$a ha perdido dos de sus primeros tres partidos, lo que nos da la oportunidad de hundirlos en la mierda. Repasando su plantilla veo mucha basura: Tomic, Cagarro, Abrines, Doellman, Oleson… todos merecen morir (a Cagarro le debe quedar poco, por cierto; tendrá ya como 46 tacos). El único bueno que tenían, Hezonja, se ha ido, seguramente cansado de aguantar el olor a inmundicia y la cara de pasmao de Pascual. En cuanto a los nuestros, es verdad que están un poco gilipollitas; incluso algunos dicen que no saben defender. ¿Pero sabéis qué? Confío en estos mastuerzos, incluyendo por supuesto a Ndour: si logramos que Pollo Frito pasara de bulto sospechoso a jugador referencia de la Euroliga, qué no haremos con éste que es más joven y más guay. El único al que no banco es NAF Tomkins, pero quién sabe, quizá también logre sus canastas decisivas cuando nos juguemos todo.

Es crucial ganar este partido (cueste o que cueste) y también el siguiente, de nuevo en casa y contra Olympiakós. Porque estos dos mismos dos choques fuera de casa serán el doble de difíciles, y hay que llegar con un cierto colchón. Que sois los campeones de Europa, hijos. Ya que el Chacho está empanao (Campazzo, vuelve), yo sigo diciendo que demos minutos y más minutos a Donkey. ¿Que sólo tiene 16 añitos? Es igual, a esa edad muchos niños se alistaron y palmaron en la primera guerra mundial. Cualquier chaval en edad militar (es decir desde que tiene pelusa en los huevos) es apto para ser titular en el Madrid. Y que nadie dude que esto es una puta guerra.

El júrgol es un estado de ánimo

madrit

La foto que encabeza la entrada, además de ser un fotón, es editorializante, porque ilustra perfectamente la diferencia entre Betínez y Zidane, que no es necesariamente furbolística sino puramente mental: frente a un tío que no se veía la pilila al mear, tenemos a otro que aún tiene pinta de jurgolista y que se pone a trotar al frente del grupo, como diciendo «seguidme, conozco el camino». Que oye, igual luego no tiene ni puta idea, pero nadie puede negarle la pinta de líder.

Sisú lo va a tener muy fácil en los próximos encuentros para ganar crédito: bastará que no la cague contra subequipos como el Betis para que todo el mundo siga pensando que el Madriz ha pegado un cambio. En el momento en que los rivales -y nuestros propios jugadores- también lo piensen, puede que empecemos a ganar partidos complicados. No es lo mismo que elaborar una táctica de la hostia y tenerlos a tope físicamente, pero a estas alturas, la verdad, da igual que el gato sea sea negro o blanco. Igual un día hasta Cristiano mete una falta y todo.

Ha dicho la hecsperta en fúrbol Irene Junquera (andá a lavar los platos) que Benítez culpa a Ramos y CR de su despido. Dejando aparte el horror de que esos dos zotes quiten y pongan rey, una parte de nosotros no puede evitar agradecerles habernos librados de ese horror ético y estético. Ya que al final palmaremos igual, que sea con ylusihón y algo de clase.