Igual da

Sí, bueno, ¿no? El Madrit ganó, golió y quedó primero de grupo; y Dios dijo que eso es bueno, porque somos sus elegidos y favoritos, como los desprepuciados en lo no futbolístico. Eso sí, los celtarras nos marcaron el golito de rigor porque son nuestras costumbres, y hay que respetarlas. Existe cierta preocupación porque Vinicius no define bien, y yo digo: no preocuparase, hombre; dejad que el chaval camele como él camela; y si camela fallar goles cantados y reírse, pues que lo haga. Es un negro disfrutón y nosotros tenemos poco que decir.

Ítem más: había una zerda (sin tetas) arbitrando, porque en vez de enseñar a los zopencos a pitar racionalmente y de acabar con esta nueva aberración de los alargues de diez minutos, pues metemos a tipas que vienen del fútbol femenino, es decir un nivel de calidad y presión equivalentes a la categoría regional masculina. Porque así se hace del mundo un lugar mejor: tardas cuarenta años en pagar tu casa (si la pagas) y el futuro es más negro que los cojones de Mendy, pero hay una señora arbitrando el deporte heteropatriarcal por antonomasia; las Charos del orbe pueden dormir tranquilas. Y me congratula decir que una zerda efectivamente puede arbitrar igual de mal que un hombre, como demuestra el segundo penalti que nos concedió, uno de esos goles que el avanzado reglamento de hoy tiene a bien regalar, a ver si por fin extingue cualquier atisbo de interés y justicia que le pueda quedar a este juego.

En fin, que primeros de grupo oooootra vez (los únicos que mantienen el maltrecho orgullo de la patria), y nos puede tocar cualquiera de estos bastardos:

– Loserpool.
– Brujas.
– Inter de Mi Ano.
– Ántrax de Frankfurt.
– Acémila (AC Milan).
– Psgay.
– Dómund.

¿Cuál prefieren? Yo el Milan. Pero esto será dentro de mucho, mucho tiempo, en otro año y después de un Mundial; igual la hemos diñao y todo. Porque la UEFA y la Champions de Ceferino son así: «we care about football». Hasta chochetes tienen pitando.

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– Ruanda: 5
– Borrachos: 1

Mundo Anal

Sí, bueno, ¿no? El mundo (entendido como la sociedad humana) se dirige decididamente hacia la destrucción completa, hasta hacer pum, pero ni siquiera satifaciéndonos de la blancura y pureza del pepino nuclear, sino de una manera muy antihigiénica y chabacana: comunistas borrachos y cleptómanos gobiernan países de 200 millones, te pitan penalti por un balón que te da en un brazo pegado al cuerpo, incorporamos al folclore lo más lerdo, chillón y consumista que se nos sirve por la caja tonta. En medio de este panorama, con las bases sociales, morales y económicas colapsándose ante nuestros ojitos, los tontos solemnes, lo que viene siendo la clase media alta mundial, piensa que el mayor problema planetario es que hace calorcito en Octubre, mientras visten a sus hijas de putas para ir a gorronear dulces a los sufridos vecinos.

Algunos tienen el descaro de echarle la culpa a Putin. Putin, un amigo de lo niños, de la humanidad, que lo único que ha dicho es que la casa estaba ardiendo y que los bomberos useños estaban apagando el fuego con keroseno. Si acaso, Púchin nos ha fallado por no dar al botoncito. No, miren, ñoras y ñores, si hay un problema en esta parte del globo que dejó tiempo atrás la preocupación por poner un plato en la mesa es que hemos aprendido a ser esclavos, pero no en plan Kunta Kinte, con cadenas, latigazos y esas cosas tan bastas. No, somos tecnolerdos fantásticamente bien mandados, sin saberse muy por qué. Por la democracia. Por seguir la ideología correcta. Por la libertad. ¡Juaaaa ja ja ja ja! Eso sí es una paradoja buena, ¿no? Esclavos en nombre de la libertad (War is peace…). El caso es que entras en una consulta de odontología y la cretina de la recepcionista te conmina a que te pongas una ridículamente endeble mascarilla quirúrgica como si fueras portador sintomático del Ébola y estuvieras a punto de transformar su sacrosanto templo de sacamuelas en un foco de infección letal. Y aunque este hecho parezca simplemente anecdótico, para llegar a él ha hecho falta una complejísima secuencia de despersonalización y cretinización de miles de millones de personas, a lo largo de décadas.

Nos dice algún fansista bienintencionado que lo de subir a los autobuses con el trapo de los cojones debe remitirnos al dura lex, sed lex. No, hombre, duralex eran unos vasos cojonudos, pero estamos ante una crisis existencial. No llevar esa puta mierda me distingue como ser pensante en medio de esta invasión de los ultracuerpos. Se impone una rebelión cívica de personas contra capullos: si alguien te dice que Bolsonaro era un fascista, que lo de Asensio era penal y que te pongas la mascarilla, mátalo y esconde el cadáver; es más fácil de lo que parece y en realidad nadie lo echará de menos. Llegados a lo peor, la policía ni siquiera os torturará, y si no mirad cómo se respetaron los derechos del novio de Marta del Castillo.

En fin, no hay ética, no hay estética, no hay razón; sólo mucho siervo agradecido y cinta aislante alrededor del brazo. ¿Qué nos queda? Ah, sí, el fútbol femenino… España es «campeona del mundo», qué bonito, ya me extrañaba a mí ver las calles inundadas de millones de personas celebrando. El gol que decidió la final fue uno de esos momentos de la cultura humana que nos recuerda que se puede alcanzar la excelencia, lo sublime, lo casi perfecto, a base de esfuerzo, automejora y un mágico momento de inspiración. Vean ese tanto irrepetible, homérico, y díganme si no les insufla confianza en el futuro de la humanidad.

Más que un club… un club de carretera

Siempre pensé que cuando por fin se colapsara el imperio de la mentira, el soborno y la trampa que es la Farsa, lo disfrutaría enormemente, pero ahora que por fin está ocurriendo, la verdad es que me he quedado un poco indiferente. Nah, a quién quiero engañar, estoy gozando como un puerco en un charco de mierda. Hablando de puercos, una cosa que debe reconocérsele a Laporta es que le gusta jugar fuerte: cuando volvió a coger a la Farsa, se prometió a sí mismo que, triunfara o fracasara, lo haría a lo grande, y ciertamente lo ha conseguido. Es como el padre que no se conforma con perder en la ruleta el peluco, el traje y el coche: va más allá y, después de palmar la casa familiar y el plan de pensiones, le dan por el culo en el baño. Digno final para un personaje que confundió la increíble chiripa de su primera etapa (su fichaje era Rustu y le cayeron del cielo Ronaldinho, Messi y Eto’o) con un saber hacer que nunca tuvo.

¿Qué les queda ahora? Nada, absolutamente nada. El gran secreto a voces en Barcelona es que hace tiempo se les acabaron las líneas de crédito porque son malos pagadores: no importa lo mucho o poco que ingresen, no han tomado una sola medida racional de recorte de gastos y se han lanzado a lo contrario: el dispendio desmedido y las renovaciones dementes para un imposible encaje del Fair Play Financiero. Cerradas las vías bancarias, ya sólo quedaba vender el club a cachitos: a Goldman Sucks, a Roures o a cualquier otro judío (o moro) que pasara por allí. Jan pidió una última oportunidad, que le dejaran fichar paquetes a precio de platino en la mejor tradición culerda, y se lo permitieron por los viejos tiempos: tantas putas, priva y coca compartidas… pero salió agua, una fría ducha que los devuelve a su descarnada realidad.

Lo único que falta es entregar armas y pertrechos ordenadamente a los acreedores (hay una larga fila), formalizando la privatización del club. Jan robará un poquitín más antes de irse, para no quedarse tan canino como tras su primera salida, pero luego, entre Nike, Goldman, Qatar, Roures y alguno más reorganizarán ell club para que al menos sea una casa de lenocinio ordenada y, por supusto, con beneficios. Manteniendo ese concepto de marketing que son los valors, claro; no sé, quizá donen una bombas a Ucrania o algo así. El aficionado seguirá donde siempre: pagando como un borrego y creyéndose que, por medio de alguna fórmula esotérica, sigue siendo «dueño del club»; reafirma tu propiedad pagando 150 pavos por un trapo fabricado en Indonesia, borrego. Y ponte la quinta dosis.

El olor a carroña, pus y derrota llega a toda la península; la humillación es completa e inapelable. Siento que mi modesta prosa no alcanza para describir algo tan grotesco, tan chusco, tan repulsivo. Es por eso que recurro al hallazgo literario que supone este personaje que comenta en las noticias del Spork, bajo un nombre tan impersonal como usuario_8c04b3a8. Sus crudas pero finamente elaboradas sentencias son la perfecta glosa a la historia de esta entidad que se hizo pasar por el millor club del món y en relidad era un puti-club. Lean, lean:

El “Ganas de volver a veros” al final lo decía con pena el pobre Laporta, comiéndose unas sobras de callos del mes pasado. En realidad era un grito de añoranza que le hizo ganar las elecciones y también un sitio muy elevado en el altar del Infierno. Todos los pecados cometidos en tan poco tiempo son los que resuenan ahora en los altavoces del Spotify, cantados por Drake, y en las tripas del president como aullidos de una iguana lejos del hogar.

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Desde el Gólgota, Mascabiblias nos enseña su carne devorada por las heridas y los latigazos, su corazón -en realidad un reloj de cuco estropeado- que gotea sangre negra transformada al instante, por contacto con el aire de la Realidad, en el alcohol de quemar que bebe Iván San Antonio como un poseído cantando el himno del Espanyol. Consumada la derrota histórica, y, sobre todo, hoy sin el salvaculos de las vacas sagradas, a Mask y demás solo les queda errar por el desierto, quemarse ahora en las llamas de la planicie olvidada, bajo un sol de auténtica Justicia, comerse todo el veneno y buscar un oasis donde volver a regar las púas de la cabeza de Xavi, más secas que la mojama. Laporta se azota con una salchicha enorme y maldice en arameo. Roures Jaime, cuando ha leído la sugerencia histérica -casi imposición- de Mascablood de fichar más en invierno, ha cogido seriamente la agenda y ha mandado un esturión envuelto en papel de periódico al president. Laporta tiene los ojos hinchados como pelotas de golf, suda y come compulsivamente pollo al estilo Kentucky y patatas asadas enteras, como si fueran pipas. En la fotografía que se podrá ver en el futuro cuando se hable de hoy salen todos retratados. Absolutamente todos. Las vacas sagradas sin embargo no. El honor y la intensidad de la que habla Xavinet tampoco han existido, aunque eso no sea más que humo negro y una excusa que podría dar el mismísimo Mask vestido con un jersey de Dior y con las gafas de punta. El “Como” también se ha escondido hoy. O se quedó en casa del brother de Xavi. ¿Más fichajes? Como si fuera un partido que se va ganando cómodamente o un homenaje a Bartomeu, Xavi quita a Lewandowski y saca a Pablo Torre. ¿A qué obedece ese cambio? El despropósito, visto desde el Palacio de Herodes es tan monumental que provoca más asombro que carcajadas. Y eso que son muchas.

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Mascatalejo vuelve a ponerse el traje de avestruz con gafas que compró hace mucho tiempo en Caramelos Paco. No es conveniente remover mucho los partidos de mañana y de la próxima jornada de Champions y, dado esto, se saca de la manga esta descarga de guano sobre Cristiano Ronaldo. Aunque parezca increíble, el Barçaneta ha logrado la proeza de estar prácticamente eliminado faltando dos partidos por disputarse y esto provocó en Mask unas alucinaciones severas acompañadas de erupciones de bilis hirviente y episodios de expulsión violenta de materia viscosa. El cuerpo se le ha cubierto de escamas verdosas y las orejas han doblado su tamaño acabando en punta, con cuatro pelos que cuelgan mustios en un cráneo raído. El artículo de hoy no deja de ser una de esas expulsiones de lodo pestilente que no viene a cuento más que para tapar esas miserias de la Champions. Roures Jaime, vestido de camarera bávara con trenzas, ha leído el artículo y no ha podido evitar recordar el abrazo de Laporta al maniquí de Messi y el agujero negro que aún preside el cielo del Spotify, apuntalado con andamios y palancas y que amenaza con atraer hacia la nada oscura al club. Laporta ronca con una lata de cinco kilos de caballa vacía sobre el pecho y Mascatrash intenta por todos los medios, y con la ayuda de un colador de cocina, meterse en el sueño del president con cromos, videos y camisetas de Messi, siendo constantemente expulsado con grandes bufidos y ruidos indeterminados.

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Iván San Antonio sigue su proceso de intento de mutación en monje franciscano y nos ofrece unas líneas con ánimo cristiano de concordia, calma, responsabilidad, agradecimiento con la vida, etc, etc… Para ello, obviamente, no hay nadie en el Barça mejor que Lewandowski. El resto de integrantes del equipo, equipo técnico, directiva y alrededores están cuando menos llenos de sombras, en muchas ocasiones de bilis hirviente, contratos por cumplir, intentos de patada en el culo, palancas, guano, etc, etc. Ya sabemos todos la chirigota permanente que es ese club desde hace dos años ya como poco. Por ello, y antes de certificar el miércoles otro petardazo bueno de Xavinet y su moñete, conviene distraer un poco la atención y agarrarse a la única figura más o menos limpia. Es gracioso que en el título nuestro colega hable de “sentido común” cuando este periódico y San Anthony en particular son el ejemplo palpable y risible de que es el menos común de los sentidos.

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No hay un artículo de Mascarade que no contenga la frase: :»Xavi es consciente de…» Hemos asistido a través de las crónicas de Mask a los diferentes niveles de consciencia de Xavinet. Xavi es consciente de que un equipo tiene 11 jugadores, Xavi es consciente de que el balón es redondo, de que una pera es una pera y no un paraguas, Xavi es consciente de que hay churros y porras, etc… Hoy es día de celebración y no aguaremos la fiesta a Mask y los defensores del «fútbol arte» -Lobos Churrascos y similares. Las históricas victorias ante el Athletic y Villarreal han disparado la emoción y ya se habla de ganar al Bayern, la Champions y la Liga española y también la turca. Los tradicionales puntos suspensivos que usa Mascamort para cerrar sus esquelas hoy contienen todas las esperanzas y profecías positivas que ha sido capaz de recoger en los contenedores de vidrio y ropa usada. Roures Jaime ha vivido la calificada por Funerator Mask como «semana fantastica» en soledad, jugando a los dardos en su yate número 6 con una foto de Xavinet como diana. Al término del partido de hoy ha llamado a Laporta, que estaba celebrando el triunfo en un kebab del Raval, bailando reggaeton y agotando los durums de cordero; el presidente, sudando, con la corbata atada en la frente y la camisa medio abierta ha respondido y ha escuchado la metálica y oscura voz de Roures Jaime decir: «Este nano ¿es consciente de que se ha equivocado de partidos? Hoy daba igual ganar».

Sadomaso nazi

madridsxxi

Nos han fockado bien fockados. El Leipzig este juega bastante bien y sus «afroamericanos» tienen más hambre (??) que los nuestros. Muy mal hoy nuestra negritud, tocándose sus generosos cimbeles a dos manos. Ancho tiene que tomar medidas. A pan y agua hasta el fin de semana. Habrase visto.

Tampoco ayuda que el Madrid vaya ganando partidos andando en nuestra Liga, Barsa incluido, y claro, llega un equipo que corre y da tres pases buenos seguidos, y se nos ve el cucu. Que esto no va a ser un paseíto militar, nens. La fama cuesta, y aquí vais a empezar a pagar, con sudor.

El Socio

Sí, bueno, ¿no? Justo cuando en ciertos corrillos se empezaba a hablar de «equipo invencible», va el Madrit y se hace su propio «memento mori» palmando de forma bastante lamentable contra una banda de boches. Hay un tipo muy gracioso en Gol TV que dice que antes de todos los partidos del Madrid se pone varias versiones de «La internacional» pero que ayer no lo hizo, y que para ganar esta Champions había que palmar un partido de la fase de grupos. Pues bueno, quizá perdimos por satisfacer esta psicomagia, pero se han arrancado galones de oficiales por cosas mucho menos graves que lo de ayer.

Por lo demás, la Chempions avanza firme hacia los octavos, con alguna sorpresa, como siempre. Ahí está la Juve, totalmente milanizada y eliminada con deshonor, y el PSGay jugando casi como un equipo de gran calidad, pero claro, contra un grupo de desprepuciados. Hoy es el día en el que el Barcas se juega el pase, y hay que animarlos con todas nuestras fuerzas porque queremos muchos equipos typical spanish en cuartos, además de repartirnos el «market pool» con ellos, porque somos socios en la Superliga, ¿no?

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– Red Bull: 3
– Nigeria: 2 (Vizinius y Rodrygo (pen.))

Son la gent blaugrana

El camino sigue, sigue, sigue y sigue. Teruel, Albarracín, Figueras, Plasencia (ola Erik, qué hase), y tras todas ellas Barcelona, gracias en parte a una insólita propuesta: la rata de Foios, asiduo participante del Yoyas en otros tiempos, me invita a ver un partido en el Kampf Nou, a ser posible con la samarreta madrilista, ofreciendo además alojamiento para esta singular vuelta a España.

Como una etapa así encaja perfectamente con los propósitos del viaje, me dirijo una vez más a Barcemona, escenario ocasional de mis correría juveniles, cuando quería evangelizar a España sobre esas exóticas formas de expresión pop conocidas como manga y anime. La “rata” resulta ser un tipazo, serio o desfasado según toque, cabecilla o “padrí” de un grupeto de renegados del Yoya que acumulan mucho odio y mucha rechifla.

¿Cómo llega a formarse un diario yoya, realmente? En el principio está el blog de Banyeres (RIP), que congrega a cientos de fanáticos del Berzas dispuestos a quemar horas haciendo el análisis forense del club, de forma no muy distinta a los Fans del Madrid. Un día Banyeres da al botón equivocado, todo se hunde, sus acólitos se indapendisan y, aunque al principio la cosa parece funcionar, van produciéndose diversas purgas estalinistas: no tetas, no tacos, no off-topics que desagraden a los moderadores… la versión Flanders de un blog de hooligans.

Después de tanta criba sólo quedan ahí los más tontos de cada casa: los garbanceros de la incidencia acumulada y anal-istas de la guerra de Ucranía, apocalípticos de la estantería de saldos del súper. Mi grupo de renegados intenta convencerme de que alguna vez hubo allí vida inteligente sirviendo ello mismos como ejemplo, al tiempo que me cuentan cotilleos sobre los actuales y pasados miembros: el que es buena persona, el que es un cabrón, el que gana bien, el que es un currito, los que hablan como si llevaran cuarenta años de comprumisaris y han pisado el campo dos veces en su vida…

Hablando de eso, a mí me llega el turno el jueves, en el partido contra el Villarreal, sin samarreta blanca por cuestiones logísticas. El Kampf Nou o Spotify es probablemente el campo más alto de España, pero desde dentro da sobre todo la impresión de ancho, frente a la verticalidad del Bernabéu. ¿Viejo en el interior? Sí, pero seguramente no mucho menos que la media de los estadios españoles, sin excluir al Bernabéu durante las actuales obras escolarianas. Predomina en paredes y techos el negro sucio que tanto fascina en los espacios público catalanes (metro, Cercanías…).

La gent blaugrana se compone de futbolerdos normales, seguramente más abducidos que la media, pero no precisamente dispuestos a ir a la guerra por un panal mal pitado. No faltan los que comen pipas con verdadera fruición, pero están en franco retroceso, como en el Pipas original. El partido es malo, con un Villarreal inoperante y un Barcas que se impone a base de pura diferencia palanquil. ¡El equip ha resurgit! Nos vamos antes de tiempo como buenos tribuneros (pero de fondo norte alto como Mr. Bungle).

Al día siquiente continúo mi viaje (ahora hacia Santander) conociendo algo mejor a los culeros y a los yoyaires. Le digo en broma a la rata que me ha jodido la cosmvisión, porque ahora los culeros me caen (un poco) bien; algo que queda muy claro es que se puede ser antilaportista y antixavista sin ser bartorosellista. Mi conclusión de todo es una sentencia completamente veraz, por más que a alguno de aquí pueda no hacerle mucha gracia:

LOS CULEROS TAMBIÉN SON PERSONAS.

Actualisasió: Madrid-Cerdilla, por Rappol

La persistencia en la seriedad y la estética futbolística que se impone el Madrid es lo que hace posible que tantas bombas exploten en tantas cabezas, escrotos y píloros de España. Es algo casi inaudito que todo encaje por sistema y que los planes salgan casi siempre bien. Es un momento muy dulce, muy acolchado, muy bonito; peludo, como Platero comiendo pipas con azúcar. El Madrid es ahora mismo Max Hardcore diciendo “Takeitall” con una sonrisa noventera. Los rivales ligueros se resisten un poquito, hacen aspavientos y mohínes… pero al final se toman su lechecita y se van a dormir satisfechos porque mañana volverá a salir el sol y ya no tendrán que jugar contra el Madrid en varios meses.

El retorno de Isco al Bernabéu mostró un jugador que ya no da tanto el cante. Rodeado de jugadores inferiores a sus excompañeros, al malagueño vegano se le ven menos las hojas del rábano, y hasta parece más sano, pudiente y estilizado. No podemos decir lo mismo del Papu Gómez, el típico cerdo argentino que le llevará el mate a Sampanoli. Que siempre tengamos que toparnos con cerdos que nos desgracian jugadores, semana tras semana, y que ningún trencilla haga salchichas con ellos… Con el hambre que hay en el mundo. A ver si al próximo partido invitamos al Chef José Andrés para que se lleve alguno de viaje por ahí, a dar comidas empoderantes e igualitarias.

Vinicius, Rodrygo (multiplicador) y Valverde (Flak) siguen mejorando. En el colmo de la chulería, el Junior se cambió el papel con Modric para abrir la palangana, en una jugada plena de control y fino estilismo. Hasta Luka se quedó medio loco después de empujarla a placer. Fue un instante bello, como es este Madrid de padres e hijos, pero sin pedofilia, ni piqueradas, ni cosas raras: hombres felices que se abrazan alborozados porque juegan al fútbol de puta madre y, además, ganan. Y meten goles bonitos, y corren, y aprietan, y sonríen. Y van dejando lefa por ahí desperdigada… Pero es muy importante eso de la sonrisa, insisto. Después del empate sevillista, hubo una jugada en la que los palanganas apabullan a Mendy y fuerzan un corner. El Azul se da la vuelta… ¡y está sonriendo, coño!, haciendo gestitos con los brazos como queriendo decir que calma-que-está-tó-controlao… Y uno lo ve y dice, va, vale, venga, vamos a darles p’al pelo en lo que queda. Esto forma parte del plan. El azar siempre forma parte del plan.

Es por eso que luego entra en juego el Don —con su hijo, este Madrid es taaaan familiar—, mete cambios, nervio, oxígeno, fiambre mandolina… Es un genio el italiano, joder. Un caballero italiano, un entrenador de los que ya no quedan, un hombre intemporal. Camavinga (diazepam), Lucas (Vázquez) y Asensio (vale-soy-gay-pero-esto-es-el-Madrid), conectaron con lo que se estaba adormeciendo, y el pito blanco volvió a ponerse enhiesto para despertar del sueño al Sevilla y devolverlo para Santa Justa con un poco de resquemor anal.

Un recuerdo para Lujen Poletegui. Esperamos verte pronto entrenando a alguien que te quiera, y que te tenga llenita la nevera. Y Papu Gómez, ceeeeeerrrrrdo.

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– África del Norte: 3 (Modric, Lucas y Valverde)
– África del Sur: 1