Rappol
Otras cosas más se podrán decir, pero que el Real Madrid no tiene la actitud correcta casi siempre a la hora de jugar finales, no. Contra el Pachuca, pachuquea. Contra el Dortmund, dortmundea. Contra… Bueno, al Valencia en aquella Champions se lo folló por el culo bien. Pero es que la historia va de eso: con españoles, portugueses, alemanes, ingleses, franceses, brasileños, argentinos, etc… el Madrid acaba campeonando. Conecta de algún modo con ese tipo de jugador con la actitud correcta y, qué duda cabe, la excelencia técnica y las ganas de superarse (¿qué coño si no son ahora mismo nuestros dos blanquetes más superlativos, Vinicius y Bellolingam?): gente que gana porque tiene ganas de ganar, además de todo lo demás, que resulta indispensable para ser una leyenda madridista. A Javier Marías y al madridismo del dedito, le parecería Mou un bocachancla. Pero el tema es que el tipo VOLVIÓ a poner al club (y a parte de la afición) en ese mood. Lo que pasa es que cuando vuelves a ser lo puto más, un Mou no te sirve: te sirve un llevaestrellas, un atrapasueños, un tipo al que le haces caso porque podría ser tu abuelo… Y el anuncio navideño de Intimissimi está muy bien…
El Socio
Sí, bueno, ¿no? La Intercontinental es un título entrañable, de la época en que no se había abierto un hueco económico y táctico insalvable entre Europa y América, y existía debate sobre dónde estaban los equipos más potentes. Pelé estaba cautivo en Brasil, y la mejor selección nacional podía ganar al mejor club… otros tiempos. A mí no me parece mal que se siga celebrando, pero ya que han montado un Mundianal de Clubes, realmente no tenía sentido hacerla este año, y menos en ese mierdero que es Qagar. Igual que yo propuse en su momento hacer la Supercopa de Europa en estadios donde los dos finalistas se hubieran enfrentado históricamente (no en Helsinki, Riga y otros rincones perdidos), la Inter debería hacerse como propone el cronista de Marcas, recuperando el doble partido o celebrándose directamente en América, en un ambiente hostil para el europeo que compense la enorme divergencia de nivel. No más estadios con cuatro moros despistados, quitándole a estos títulos el lustre que les queda, pese a que las nuevas técnicas metalúrgicas los hagan más refulgentes.
En último término, parece ya imposible resolver la diferencia entre ambos continentes, igual que los equipos europeos nunca alcanzarán a la NBA por una aplastante lógica atlético-económica. Para competir con la Europa futbolística hace falta dinero, el cual sólo está en Asia, y ya les adelanto que los clubes chinos y árabes no van a adelantar a los europeos en los próximos treinta años.
Todo esto le viene muy bien a Ancholoto para disimular que es un inútil, pero a mí no me engaña: ganar al Pichucas pero empatar con el Rayo Vallecano no es aceptable, y si estuviéramos en una campaña naval de la época de los galeones, Ancho ya habría caminado por la plancha. Pero no, ahí sigue, tragando smints para quitarse la ansiedad de la dieta impuesta por su señora. No nos basta, no: queremos arrasar, señores Flóper y Ancho. Averguéncense.
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– Real Madrid: 3 (Testafé, Loldrygo y Vecinius (panal))
– Pichucas el del muelle: 0