Al Barça le gusta fichar, le gusta mucho. ¿Cuántos fichajes hace al año? ¿Cinco, seis, siete…? En principio no parecería algo muy razonable en un deporte donde juegan 11, pero hay que «generar ilusión». A falta de títulos, ilusión. Este año no ha sido distinto y ha llegado una nutrida remesa de jugadores, ¿pero se han cubierto las necesidades? ¿Dónde encajarlos? Veamos:
– Al francés Giuly, por ejemplo, se le ha traído para ocupar el puesto de Luis García. O sea que te tiras una temporada entera intentando hacer funcionar un tío, finalmente lo consigues, el tío rinde, mete goles, encima es de la cantera y ahora… ¿Te gastas dinero para traer a un extranjero y mandarle al banquillo? ¡Ah, pero es que el nuevo le metió un gol al Madrid!
– Se les va el hombre clave de la pasada campaña, Davids, y en su lugar fichan a… nadie. Eso sí, se traen a un delantero de 33 años (Larsson) desde la potente liga escocesa, para echar a uno de 24 (Saviola) ya adaptado a nuestro campeonato. También a dos defensas extracomunitarios, aunque ya tengan a uno (Márquez) comiéndose los mocos. Oye, ¿y en el puesto de Davids? Muy fácil, un lateral: ¡Van Bronckhorst! Para que se hagan una idea, es como si en el Madrid pones a Salgado en el centro del campo a cortar balones.
– ¡Y será por dinero! 20 kilitos que hemos gastado en fichar a un «crack mediático», Deco. ¿En qué puesto le quiere poner Rijkaard? De extremo derecho. ¡El mismo de Giuly y Luis García! La otra posible demarcación, según la propia prensa catalana, sería la misma que la de un titular indiscutible como Xabi. Por favor, no me nieguen que es divertido.
– ¡Y más pasta aún! 21 millones para traerse a Etoo, un jugador que ocupa casi la misma demarcación que Ronaldinho, que Deco… ¡Pero oye, le jode al Madrid! Y encima el entrenador tiene la osadía de decir que… ¡el fichaje no le hace falta! «Calla calla Frank, qué sabrás tú lo que le hace falta al equipo… Además, ya tienes a Van Bronckhorst, ¿no?»
Pero no se inquieten, señores: Hemos generado ilusión y la vida es de color de rosa en el Camp Nou. Hasta que empiece la competición, claro.
Hola a todos los lectores de esta nueva, a la par que buena iniciativa, creada por ‘ElSocio’ y descubierta por mí en el foro de diario AS (que todo sea dicho, es una chusma de foro), en forma de Bitácora.
A partir de hoy, visitaré asiduamente la página y procuraré comentar todos los apuntes que se vayan «colgando» en esta web y que, en muchos de los cuales (la gran mayoría que he leído) estoy de acuerdo, pero en algunos tengo también mis discrepancias.
Para empezar, como breve inciso, puedo escribir que el último, Demoliciones Barsa, S.L, me parece que da en la diana.
Aprovecho también para reivindicar el fichaje de Javi Alonso por el Madrid, mi rechazo al doble pivote y a esta nueva moda-generación de futbolistas defensivos destructores (makelele, vieira, albelda, emerson, davids, etc, etc…) que se está fraguando en nuestro fútbol durante el último lustro y que, bajo mi punto de vista, es un cáncer para este precioso deporte. Abogaré siempre en defensa de Redondos, Schusters, Guardiolas… y del fútbol ofensivo, al igual que apoyaré también la política de ‘Zidanes y Pavones’ con algunos matices, pero nunca matices como algunos de los jugadores que han sonado esta temporada estival, tales como Maniche, Seitaridis, Coloccini, Emerson, Luisao, etc, etc…
Por hoy nada más. Lo dicho, un saludito para todos y a disfrutar del fútbol.
¡Bienvenido a la bitácora, Daniel! Espero contar con tus comentarios asíduamente. Sobre los futbolistas que citas en tu mensaje, creo que conviene hacer distinciones. No es igual Makelele que Albelda y Vieira, por ejemplo, porque creo que estos dos últimos, aun siendo principalmente hombres de contención tienen un buen manejo de la pelota. Ten en cuenta que usar a estos jugadores es una estrategia efectiva y que siempre habrá entrenadores que la usen, por lo que no puede ser ignorada sin más. También hay que entender que los equipos están formados de 11 jugadores y que las funciones deben repartirse. Los entrenadores empañados en poner 11 jugones, como Lillo o Víctor Fernández, suelen acabar estrellándose.
Por supuesto que lo ideal sería tener tipos polivalentes como los que citas, pero esos jugadores son siempre una rareza, y los pocos que hay suelen ser extremadamente caros. Por todo ello hay que adaptarse a lo que hay disponible y tratar de alcanzar el mayor equilibrio posible en el equipo.
En cuanto a la «clase media», una vez que empiezas es fácil que se te caliente la chequera, pero por lo menos esta temporada parece que, si viene alguien más, serán sólo jugadores de primer nivel. Lo que realmente echo de menos es que se arriesgue de vez en cuando fichando a jugadores jóvenes y prometedores. El equipo está envejeciendo…