¿Por qué suele ser tan ridículo el Barça? Por ese querer aparentar, por esa opinión de sí mismos normalmente tan encima de la realidad, por ese manido «més que un club». Hace unos días informaba Sport, con su objetividad habitual: «El Madrid no funciona y el clima es de alta tensión». ¿Y el Barça? Una balsa de aceite, claro. Hasta que se cayó el castillo de naipes.
Es sabido que el Barcelona suele recompensar a las figuras que le dan más glorias echándoles por la puerta de atrás. Maradona, Schuster, Ronaldo, Sergi, Guardiola y tantos otros pueden dar fe. Cuando Valerio Rivera, el entrenador más exitoso de la historia del balonmano, anunció su retirada, Laporta decidió que iba a cambiar la tendencia. Así pues, venga, Valerio Rivera director de todas las secciones menos el fútbol, ¡el Barça cuida a sus figuras!
El único «problemilla» es que el bueno de Rivera tiene cierta fama de hombre difícil (algunos incluso dicen que de «dictador»), hasta el punto de que Enric Masip, jugador mítico, renunció al puesto de entrenador por no tener que tratar con este señor. Pero no importa, «el Barça es agradecido», el nombramiento beneficia a la imagen del club y Valerio se queda «per collons», pese a que en el baloncesto tampoco les haga ninguna gracia el nuevo organigrama. De hecho era sabido que Pesic, el único entrenador que ha conseguido darles la Copa de Europa, (se ve que a éste no tienen nada que agradecerle) no podía ni ver a Rivera.
Como era de esperar, (aunque ya se sabe, sólo hay tensión en el Madrid), la situación fue degenerando, hasta que hace unos días Laporta terminó defenestrando al hombre de confianza de Pesic. Evidentemente, éste dijo «hasta aquí hemos llegado», y poco después se largó con viento fresco. Genial jugada, president: Para optimizar las secciones, lo primero que hace es cargarse la que mejor funciona de todo el club, y por mantener a un mito del Barça, otros dos se han tenido que ir con más pena que gloria. Para colmo, el que se queda es un tipo problemático y detestado por varios. Pero bueno, no importa, que dimitan unos cuantos directivos y ya estamos todos contentos. Además, Ronaldinho es un crack, el vesturio del Madrid un polvorín y nos tienen mucho miedo. ¡Cuánta gloria! ¿Y la conclusión de la prensa catalana? «Si se gana al Sevilla, todo se olvidará». Claro, hombre, el país de las maravillas. ¡Mientras entre la pelotita…!