Por el Divino de los Huevos Pelones empolvados en talco
El partido comienza con un Rayo que se cree la reencarnación casposa del Ajax, suponemos que después de la charla táctica pertinente de ese motivador de grupos disfuncionales, politoxicómanos y parados de larga duración llamado Curro Jeménez con, dada la ideología gilipogreprisáica del paleto, muchas referencias al tikitakismo, la humildad y los cojones. Y la verdad es que los primeros minutos parecía que nuestro amado Mandril estaba disputando el encuentro ante el Ajax de los 70 pero con la raya roja inclinada en lugar de vertical, tal era la desidia mandrilista. El Mandril debe ser el único equipo top europeo que es capaz de convertir al Mármoles Macael en el Milán de Sacchi. La broma duró cinco minutos hasta que se produjo el temido ataque blitzkrieg mourinhista: robo de balón en el centrolcampo, pase al Comandante Ronaldo, que hace un yomeloguisoyomelocomo en banda izquierda con regate incluido y un “ché, como definistes” al palo largo. Primera enculada vallecana.
Y como era de prever, queridos niños, el siesteo madridista comienza y el correcalles ancelottista se instaura como nuevo patrón de juego; ni tácticas, ni su puta madre, dominio rayista y el mandril a verlas venir, arropaditos atrás y esperando alguna nueva contra mortal para echarse definitivamente a dormir, joder, que da mucha pereza jugar en estos campos tercermundistas, coño. Tantas veces va el balón a la olla -como el cántaro a la fuente- que en un centro rayista desde la banda izquierda, DieGol realiza el primer vuelo sin motor en el área pequeña, levantando tal turbulencia que el balón rematado por un rayista rebota en otro y termina en la red. Gol bien anulado al Rayo. ¿Por qué? Pues no sé, algo del fuera de juego posicional o alguna pollada de esas. Ni que decir tiene que todo gol anulado está bien anulado si es el Madrid el que encaja el gol.
El recochineo madridista continúa con un nuevo robo de balón y pase a la banda derecha, donde Forrest Bale se marca el tercer 100 metros lisos y esta vez acierta a poner un centro que ni tan siquiera un gato mixomatoso y sin cojones sería capaz de fallar. Segunda enculada vallecana y típico partido liguero del Mandril, en el que los dos equipos se empeñan en demostrar cuál es peor. Festival de tropiezos, pérdidas de balón, imprecisiones, Carcajaladas, Pepadas, estupideces varias. El rayo es el típico adolescente pajillero que se toca y se toca , para terminar con un poco leche en la mano, y el Mandril como un semental superdotado que podría reventarle el culo a cualquier rajuda pero al que no le motiva la gorda de extrarradio que tiene enfrente. Pero la práctica es la madre de las ciencias, y sin práctica ese semental superdotado puede en el futuro sufrir un gatillazo cuando se encuentre con una supermodelo en las discos más cool de Uropa.
El sopor se hace tan intenso que desconecto del futbol y me centro en una de mis pasiones junta al sexo anal y la drogadicción: la moda masculina. Paco Jémez Style: El Guardiola de las Hurdes. Curro Jémenez es como la versión cateta y gañán del Gandhi de San Pedor. Americana gris con chaleco de punto , camisa blanca y corbata. Pero los detalles le delatan; al marica de terciopelo jamás se le ocurriría llevar un chaleco con el botón de abajo desabrochado en plan padrino de boda gitana, ni una corbata cuyo nudo es más grande que la cabeza de un niño. Tampoco una americana con coderas, ¡¡¡a juego con el chaleco del mismo color!!!
Por mucho que te rapes la Cabeza, Curro, no por ello te vas a parecer más a tu ídolo. La verdadera elegancia no consiste en la imitación sino en lucir un estilo acorde a tu personalidad, te recomiendo que la próxima vez que saltes al campo lo hagas con una tonsura franciscana, patillas a lo bandolero, pantalones y chaqueta de pana, y un palillo en los dientes, acompañando las indicaciones a los jugadores desde la banda con muchos “kiás, kiás” y “mecagoentuhmuertos”, y también con algún tocamiento escrotal y algún escupitajo al suelo. Ese es tu estilo, palabra de maricón fashionista.
Entre tanta abulia, en dos ocasiones más se repite la jugada de los goles mandrilistas a lo libreto de Mou; con robos, pases a sendas bandas y remates del Comandante con el pie y la cabeza. Lo siento, papá, pero es lo que hay, y por lo visto hasta ahora lo único que funciona de verdad. El fútbol espectacular de Angeloto ni está ni se le espera hasta el advenimiento de Michel, el guardiolablanco, juas juas. Termina la primera parte con una posesión del 257% del Rayo Amsterdamno y del -159 % de un equipo que vestía de azul. Los tikitakistas dirían que el Rayo practicó un fútbol de orfebrería o alguna cursilada Segurtrolista similar, pero es una orfebrería realizada por mancos si el “güen furgo” termina sin goles. Los mourinhistas dirían que el Mandril practicó un furgo resultadista y minimalista enfocado a la máxima eficencia, pero siendo sinceros, los de Chamartín no jugaron una mierda.

Comienza la segunda parte y salta la sorpresa en “Las Gaunas”: Barbarroja se queda en el vestuario y salta en su lugar Etarramendi. ¿Qué ha pasado? ¿Lesión? ¿Castigo? ¿Qué mierda es esta?, se preguntan los madridistas bien nacidos. Esperamos ansiosos el informe del Toporrrrrrrr. En esa estamos, cuando Bale se marca un jugadón por la banda, con sombrerito incluido y centro para que el Comandante sólo la tenga que empujar. Tercera enculada vallecana. Otra asistencia del galés y otro gol del portugués.
Empieza entonces el show por incomparecencia del Mandril: en lugar de dormir el partido después de llevar tres goles a favor o seguir machacando impunemente, esta puta banda de retrasados entra en estado de pánico cuando un jugador rayista, un tal Viera, es poseído por el espíritu de Djalminha y, marcándose un jugadón en el área pequeña, fuerza a Pepe a cometer una de sus Pepadas, hacerle penalti de la forma más absurda. El tal Viera fusila a Diegol, con un lanzamiento inapelable después de seguir su ritual de sorberse los mocos cuatro veces y bizquear otras cuatro antes de golpear el balón.
El desbarajuste táctico del Mandril es alucinante, no se sabe si por la ausencia del tolosarra o por la indolencia e incompetencia del resto de jugadores. Pareciera que en lugar del Rayo se estuvieran enfrentando al Puto Bayen de Caracortada Y del Calvodeunnsolohuevo. Cuando esto ocurre, queridos niños, ni que decir tiene que el rival se lo termina creyendo, y las ocasiones rayistas comienzan a sucederse. Después de un remate al larguero, Marcelo comete una de sus marceladas, un golpe de Kárate Kulo con su orondo culo sobre un rival en el área pequeña. Penalti claro. Viera se sorbe los mocos, bizquea y lanza sin perdón. Gol.
Ya la han cagado Pepe y Marselo, restan treinta minutos y falta la cagada de Ramos y Carcajal. Dicho y hecho, el arbitro le perdona la expulsión al canterano, Ancelotti reacciona y mete a Arbeloa; más risas, la probabilidad de cagada aumenta exponencialmente. Una cosa está clara, esta es una defensa con un IQ cercano al borderlinismo. Por no hablar de la intrascendencia del centro del campo y la indolencia de la BBC, los tres de adelante. La banda izquierda se convierte en el coño de una Jenny poligonera en una discoteca del extrarradio: no hace más que dejarse penetrar. Segundo tiro al palo, otro vuelo sin motor más de DieGol, nuevo centro y remate de cabeza. Diegol, a falta de salida por alto, aprende de su maestro jedi San Iker Jiménez y despeja con la mirada.
Faltan 15 minutos y Mandril desaparecido, iba a decir que en combate, pero dos no pelean si uno no quiere. El Rayo, toca toca toca toca, y en el summun del tikitakismo hasta hace una pared con el arbitro. El hinchamiento escrotal de cualquier mandrlista que esté viendo el partido empieza a ser patológico, digno de aparecer en un nuevo caso de “Cuerpos embarazosos”. Todo es tan espeso que empiezo a cagarme en Khedira y resulta que no está en el campo, esto me recuerda que debo cambiar de camello. La chalanada surrealista pasa del campo a la grada cuando vemos a los aficionados del Rayo saltando como si estuvieran en el Westfallen Stadium, no me extraña, deben creer que en lugar de su equipo están viendo al Forussia, tal es el nivel de su juego.
El Comandante Ronaldo decide finiquitar la comedia, pero el portero primero y los hados despúes lo impiden. La imágenes del Pus muestran al Pony, a Pepe y a Arbelola, discutiendo cómo achicar aguas y evitar el naufragio; siento un escalofrío en la espalda y un encogimiento en los huevos. Es en este momento cuando recurro a lo inefable y practico el ritual de Psicomagia que me revelo mi Maestro Jodorowski para estos casos de urgencia: me meto el dedo corazón en el culo mientras tarareo Hala Madrid y me pongo a ver el final. El partido termina, cómo no, con centro del Rayo a la olla, y una nueva ida de olla del pony y Marcelorzas que dejan rematar al delantero rival completamente solo. Otro despeje del nuevo Íker con la mirada, debemos dar gracias al Tópor por enseñarle a DieGol su mejor truco.
Ver para creer, el baño táctico de Curro Jeménez al Angeloto fue de órdago. Que estemos a seis puntos de la Farsa con este nivel de juego resulta inexplicable. Resumen del partido: Mi dedo corazón embadurnado en mierda.
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– Rayo Jemezano: 2 (Viera)
– Real Pudrit: 3 (CR7 (2) y Benzema)
Incidencias: El glorioso nocacampeón de Europa jugando en el barrio de Aída.
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Liga ACB: Real Madrid-Bilbo. 12:15, Palacio de los Deportes y Orange Arena.